Fandom: Axis Powers - Hetalia
Título: Cosas sin importancia
Claim: Inglaterra, Francia; Irlanda del Norte/Inglaterra/Irlanda y Escocia/Francia implícito :3
Tabla: Inspirada - Canciones
Prompt: Every you every me - Placebo
Disclaimer: Irlanda del Norte (Liam), Irlanda (Cian) y Escocia (Ian) son propiedad de
mishpkad :3
Para:
mision_insana [Cosas sin importancia]
Sucker love is heaven sent.
You pucker up, our passion's spent.
A veces, Francis está tentado a guardar secretos. A guardarlos celosamente, aunque sus propósitos no sean nobles en absoluto.
Aunque siempre son cosas sin importancia.
-Sí, te llamo por la noche… no, claro que Liam no estará, idiota. Como quieras. Adiós.
Francis finge no escucharlo, pero una sonrisa bailotea en sus labios. Toma su taza de té y se la lleva a los labios con elegancia, mirando a Arthur mientras éste regresa y toma asiento de nuevo frente a él. Levanta una ceja, interrogante, y baja de nuevo su taza sin hacer ruido. Arthur le ignora y cruza las piernas en una actitud despectiva.
-Bueno, entonces no estarás disponible esta noche, ¿verdad, cherie? -Arthur le envía una mirada de advertencia que responde con una de diversión-. Parece que mon chatón Cian te tendrá ocupado -agrega, aumentando su sonrisa. Arthur frunce el ceño.
-Lo que yo haga o no haga no es de tu incumbencia, rana -espeta, y Francis vuelve a tomar otro sorbo de su taza de té.
Arthur lo imita y terminan sus bebidas en silencio. Arthur está especialmente abstraído, mirando con los ojos vacíos hacia el piso cubierto de esa alfombra que siempre le gusta criticar.
-¿Y esta vez qué le vas a decir? -pregunta el francés después de un rato, y Arthur vuelve a advertirle con la mirada.
-Te lo repito: no te importa lo que yo haga -contesta él de nuevo, y Francis vuelve a sonreír.
Como si no supieran que Arthur va a mentirle a Liam esa noche.
My hearts a tart, your body's rent.
My body's broken, yours is bent.
-No es interesante tenerte aquí si vas a estar así, amour -rompe de nuevo Francis el silencio, y Arthur le sonríe de medio lado.
-No estoy aquí para entretenerte. No soy Ian. -Y Francis se envara disimuladamente, mirándolo con suspicacia.
El inglés lo mira desdeñoso, fijamente, como examinándolo. Francis no evita su mirada.
-¿Vas a llamarlo hoy? -pregunta de pronto Arthur, refiriéndose a su hermano mayor.
-No. Tengo otros planes -contesta el francés con delicadeza, y Arthur lanza un bufido divertido. Los “otros planes” de Francis siempre incluyen a alguien en su cama. Y si no va a llamar a su hermano…
-Al menos espero que no lo hayas dejado plantado de nuevo por estos otros planes -comenta Arthur, ácido.
Francis sonríe de medio lado. No es que no sepa que Arthur no aprueba la relación que lleva con Ian, sabe que ninguna de las Islas lo hace (exceptuando a Ian, claro), pero nunca se ha metido en ella, seguramente porque a Ian no le gusta que se metan en sus cosas. Así que esos comentarios mordaces son algo sorpresivos, por decir poco.
In the shape of things to come.
Too much poison come undone.
-No entiendo cómo Ian lo soporta.
-Lo soporta del mismo modo que petit Irlandé, tal vez quieras preguntarle -contesta, mirándolo con diversión. Arthur se ha puesto tenso y le ha lanzado una mirada que parece querer matarlo.
-Son dos situaciones diferentes -contesta, con los dientes apretados.
Francis sonríe con condescendencia.
-Tienes razón -acepta, lamiéndose los labios con suavidad, divertido-. Completa razón: lo tuyo es peor.
Arthur se levanta de golpe, enfadado.
-No eres nadie para dar clases de Ética, rana; eres, de hecho, el menos indicado -su voz es casi un ladrido. Francis sabe que Arthur nunca ha soportado bien las críticas, mucho menos las que son acertadas. Y, aunque sabe que fue un golpe bajo, su reacción le parece sumamente divertida.
-¿Y tú sí? -responde con tranquilidad, dejando su taza en la mesa-. No puedes negar que es peor, cherie, es su hermano… su gemelo, lo que es más -agrega, con esa voz dramática y venenosa que puede sacar cuando quiere. Francis no es estúpido, nunca lo ha sido-. Siempre has sido cruel, mon amour, pero a este extremo…
Arthur pone una mirada digna y se sienta de nuevo, fingiendo indiferencia.
I serve my head up on a plate.
It's only comfort, calling late.
-Al menos no se lo restriego a Liam en la cara -espeta, mirándolo con altivez. Francis suelta una risita que le pone los nervios de punta y le hace apretar la mandíbula-. ¿Qué es tan gracioso?
El francés lo mira, todavía con la diversión bailoteando en los ojos y con la comisura de la boca temblando. Burlón.
-Cian no sabe mentir, cherie, y Liam es un experto en ello. Eso es una combinación muy peligrosa -le comenta como si no fuera importante.
Arthur no cambia su postura, aunque adivina por dónde van los tiros. No le gusta nada. Francis lo mira, sonriendo porque es fácil en esa situación tan divertida. Quiere doblar a Arthur, quiere verlo tenso y preocupado, quiere que admita las manchas detrás de su perfecto disfraz de caballero. Un hobby delicioso, si se le permite decirlo.
-Si piensas que aún no lo sabe, ¿cuánto tiempo crees que tarde en descubrirlo? -preguntó, sin poder aguantar una risa ligera.
Arthur quiere levantarse e irse, pero eso sería un triunfo para el francés. Aunque no sabe si todavía queda algo para ganar en esa guerra de orgullos y trapos sucios.
I know I'm selfish, I'm unkind.
Sucker love I always find,
Someone to bruise and leave behind.
-Si Ian sigue contigo después de 700 años, no veo ningún problema con Liam y esta situación -miente, porque es lo único que puede hacer en ese momento. Francis levanta la barbilla con dignidad y dramatismo.
-Oh, mon cherie, creí que habías dicho que eran situaciones diferentes -contesta. Arthur aprieta las manos tanto que las uñas le hacen daño en la palma. A Francis no le importa, porque Ian va a estar ahí sin importar cuánto renieguen sus hermanos de ello o cuántas vueltas den al asunto. Sin importar nada-. ¿Ahora te quedas sin argumentos?
El inglés lo mira fijamente y después sonríe con fría lentitud, lamiéndose los labios resecos.
-No necesito argumentos -contesta, y se levanta con prontitud. Quiere huir de ahí, de esa sonrisa burlona que le cuenta sus propios pecados, de esos ojos cínicos que critican cada movimiento, de esos oídos finos y esa boca que no sabe guardar secretos.
Francis sonríe al verlo irse, y lanza un suspiro cuando escucha su fina puerta de la entrada ser azotada con vehemencia. Se pregunta si Liam sabe de la reunión furtiva de esa noche o si lo descubrirá después. Y también se pregunta si pronto explotará o si seguirá soportando esa situación que desde hace mucho no le es ajena. Ha soportado mucho más tiempo del que Francis había supuesto, tiene que darle crédito al norirlandés por ello.
Y es que sí, Francis sabe muchas cosas, pero sólo de algunas guarda el secreto.
Aunque, a decir verdad, realmente son cosas sin importancia.
Every me and every you.