Verano significa piel [1/1]
Título: Verano significa piel
Resumen: Blaine definitivamente amaba el verano, las pocas capas y la piscina.
Pareja: Kurt + Blaine
Cantidad de palabras: 788 + título
Tipo: Capítulo único.
Género: Comedia.
Advertencia: Sin betear, todo error es mío (y todo sin sentido, también).
Notas: Dentro del tiempo de la segunda y tercera temporada. Para la Klaine Week 2013, el primer día: Comienzos/Primicias.
Verano significa piel
La primera vez que las manos de Blaine habían tocado la suave piel de la espalda de Kurt ambos se habían congelado. Blaine ante la idea de ser tan estúpido y dejarse llevar ante la posibilidad de saber cómo se sentiría aquella pálida piel y Kurt, claro, por sentir los dedos cálidos de su novio.
Era una calurosa tarde en verano y Blaine acababa de llegar a la casa Hudmel, donde tenían una piscina y una fiesta “a la New Directions”.
(Blaine estaba seguro de que vería cosas similares a la fiesta en casa de Rachel, aunque probablemente las bebidas estarían un poco más escondidas… o sea, Burt y Carole aparecerían en algún momento y estaba seguro de que ninguno del club Glee quería enfrentar al señor Hummel enfadado).
Y, claro, en cuanto llegó vio la locura que era realmente una fiesta con aquellos chicos a los que iba considerando amigos. Saludo amablemente a los chicos, quienes estaban peleándose en la alberca, dispuestos a ver quien ahogada primero al otro (aunque Blaine esperaba que nadie realmente lograra su cometido).
Fue entonces cuando lo vio, toda pálida piel y unos shorts que se ajustaban perfectamente a su pequeña cintura.
Ciertamente Blaine esperaba ver un poco más de piel de Kurt, o sea, era verano, una fiesta en la alberca y por más que a su novio le gustara el uso de capas indiscriminando si las necesitaba o no; hasta él debía de caer en el uso de algo más cómodo y que fuera, por supuesto, más a la moda de la temporada.
Y, al parecer, no se había equivocado. De hecho, estaba segura de que aquellos pantalones cortos eran parte de la colección algún diseñador.
Kurt Hummel siempre usaría lo mejor.
El problema era que él era un chico, un adolescente con hormonas, con un novio apuesto y con mucha piel a su vista (y disposición). Así que sin pensarlo demasiado, avanzó esos pasos que los separaban y se encontró interrumpiendo la plática que Kurt tenía con sus chicas cuando tocó aquella suave piel.
El chillido de Kurt lo sacó de su trance, que miren que comparar su piel con aquella le resultaba más atractivo a la vista de lo que jamás creyó. Y, como si hubiera sido electrocutado, saltó un paso hacía atrás y pidió disculpas sin parar.
Fue entonces cuando la risa de Kurt llegó a sus oídos y levantó la mirada hasta su rostro, para encontrarlo sonrojado (con ese hermoso color rosado, visible aún detrás de aquella capa de bloqueador solar) y con una sonrisa nerviosa.
-Me has asustado, Blaine.
-Siento haberte tocado sin permiso, no sé en qué estaba pensando… -comenzó a decir sin parar, sin tener un principio o un fin o alguna idea.
-Blaine, tranquilo -lo interrumpió amablemente el castaño-. Puedes tocarme -aclaró, sonrojándose más y mordiendo su labio inferior-, somos novios y bueno, yo esperaría tocarte también… si eso está bien, claro.
-¡Está bien! -semi-gritó el Warbler, mientras sentía con la cabeza como un loco-. Yo no te lo impediría jamás.
Sentir aquellas pálidas y siempre frías manos en su pecho, en su espalda, en… todos lados, debía de sentirse maravilloso.
-Bueno, para eso primero tendrías que quitarte tu camisa, ¿sabes? -murmuró Kurt-. Aunque te pido que te pongas bloqueador, tienes un bonito tono de piel y no me gustaría que estuvieras rojo al final del día, mira que he intentado que Finn lo usara y no me hace caso, ¡y no seré yo quien lo cuide por la noche! Advertido ya está.
Sin pensarlo, y terminando con la manera tan curiosa que tenía Kurt de vencer el nerviosismo, eso de hablar sin parar sobre cosas completamente random, Blaine se quitó la camisa, despeinándose un poco de paso.
La mirada de Kurt, por supuesto, cayó en su pecho de inmediato.
-Pedazo de hombre que tienes ahí, Hummel, yo me propongo para ponerle bloqueador al Warbler de ahí -gritó Santana, quien se había alejado con el resto de las chicas unos pasos.
-¡Santana! -exclamó Kurt escandalizado-. Él tiene manos capaces de hacer eso.
La plática continuó de ida y vuelta mientras Blaine terminaba de quitarse accesorios que no usaría en la alberca y los dejaba en una de las sillas repartidas por el lugar.
-Tú sí podrías… -dijo de pronto Blaine, ante la mirada de interrogación de Kurt- digo, si quieres, lo ponerme bloqueador.
-Sí, eso me gustaría.
-Perfecto, entonces… -dijo, guiñando su ojo a Kurt, quien sólo atinó a sonrojarse.
Bueno, al parecer la tarde iría mejor de lo que él había pensado.
Blaine definitivamente amaba el verano, las pocas capas y la piscina.
(Sobre todo si eso significaba ver tanta pálida y suave piel de Kurt).
Resumen: Blaine definitivamente amaba el verano, las pocas capas y la piscina.
Pareja: Kurt + Blaine
Cantidad de palabras: 788 + título
Tipo: Capítulo único.
Género: Comedia.
Advertencia: Sin betear, todo error es mío (y todo sin sentido, también).
Notas: Dentro del tiempo de la segunda y tercera temporada. Para la Klaine Week 2013, el primer día: Comienzos/Primicias.
Verano significa piel
La primera vez que las manos de Blaine habían tocado la suave piel de la espalda de Kurt ambos se habían congelado. Blaine ante la idea de ser tan estúpido y dejarse llevar ante la posibilidad de saber cómo se sentiría aquella pálida piel y Kurt, claro, por sentir los dedos cálidos de su novio.
Era una calurosa tarde en verano y Blaine acababa de llegar a la casa Hudmel, donde tenían una piscina y una fiesta “a la New Directions”.
(Blaine estaba seguro de que vería cosas similares a la fiesta en casa de Rachel, aunque probablemente las bebidas estarían un poco más escondidas… o sea, Burt y Carole aparecerían en algún momento y estaba seguro de que ninguno del club Glee quería enfrentar al señor Hummel enfadado).
Y, claro, en cuanto llegó vio la locura que era realmente una fiesta con aquellos chicos a los que iba considerando amigos. Saludo amablemente a los chicos, quienes estaban peleándose en la alberca, dispuestos a ver quien ahogada primero al otro (aunque Blaine esperaba que nadie realmente lograra su cometido).
Fue entonces cuando lo vio, toda pálida piel y unos shorts que se ajustaban perfectamente a su pequeña cintura.
Ciertamente Blaine esperaba ver un poco más de piel de Kurt, o sea, era verano, una fiesta en la alberca y por más que a su novio le gustara el uso de capas indiscriminando si las necesitaba o no; hasta él debía de caer en el uso de algo más cómodo y que fuera, por supuesto, más a la moda de la temporada.
Y, al parecer, no se había equivocado. De hecho, estaba segura de que aquellos pantalones cortos eran parte de la colección algún diseñador.
Kurt Hummel siempre usaría lo mejor.
El problema era que él era un chico, un adolescente con hormonas, con un novio apuesto y con mucha piel a su vista (y disposición). Así que sin pensarlo demasiado, avanzó esos pasos que los separaban y se encontró interrumpiendo la plática que Kurt tenía con sus chicas cuando tocó aquella suave piel.
El chillido de Kurt lo sacó de su trance, que miren que comparar su piel con aquella le resultaba más atractivo a la vista de lo que jamás creyó. Y, como si hubiera sido electrocutado, saltó un paso hacía atrás y pidió disculpas sin parar.
Fue entonces cuando la risa de Kurt llegó a sus oídos y levantó la mirada hasta su rostro, para encontrarlo sonrojado (con ese hermoso color rosado, visible aún detrás de aquella capa de bloqueador solar) y con una sonrisa nerviosa.
-Me has asustado, Blaine.
-Siento haberte tocado sin permiso, no sé en qué estaba pensando… -comenzó a decir sin parar, sin tener un principio o un fin o alguna idea.
-Blaine, tranquilo -lo interrumpió amablemente el castaño-. Puedes tocarme -aclaró, sonrojándose más y mordiendo su labio inferior-, somos novios y bueno, yo esperaría tocarte también… si eso está bien, claro.
-¡Está bien! -semi-gritó el Warbler, mientras sentía con la cabeza como un loco-. Yo no te lo impediría jamás.
Sentir aquellas pálidas y siempre frías manos en su pecho, en su espalda, en… todos lados, debía de sentirse maravilloso.
-Bueno, para eso primero tendrías que quitarte tu camisa, ¿sabes? -murmuró Kurt-. Aunque te pido que te pongas bloqueador, tienes un bonito tono de piel y no me gustaría que estuvieras rojo al final del día, mira que he intentado que Finn lo usara y no me hace caso, ¡y no seré yo quien lo cuide por la noche! Advertido ya está.
Sin pensarlo, y terminando con la manera tan curiosa que tenía Kurt de vencer el nerviosismo, eso de hablar sin parar sobre cosas completamente random, Blaine se quitó la camisa, despeinándose un poco de paso.
La mirada de Kurt, por supuesto, cayó en su pecho de inmediato.
-Pedazo de hombre que tienes ahí, Hummel, yo me propongo para ponerle bloqueador al Warbler de ahí -gritó Santana, quien se había alejado con el resto de las chicas unos pasos.
-¡Santana! -exclamó Kurt escandalizado-. Él tiene manos capaces de hacer eso.
La plática continuó de ida y vuelta mientras Blaine terminaba de quitarse accesorios que no usaría en la alberca y los dejaba en una de las sillas repartidas por el lugar.
-Tú sí podrías… -dijo de pronto Blaine, ante la mirada de interrogación de Kurt- digo, si quieres, lo ponerme bloqueador.
-Sí, eso me gustaría.
-Perfecto, entonces… -dijo, guiñando su ojo a Kurt, quien sólo atinó a sonrojarse.
Bueno, al parecer la tarde iría mejor de lo que él había pensado.
Blaine definitivamente amaba el verano, las pocas capas y la piscina.
(Sobre todo si eso significaba ver tanta pálida y suave piel de Kurt).