Regresaba a aquel lugar que llamaba casa, a pesar de no haber estado en él durante todo el año.
Regresaba a Londres, no como una adolescente cualquiera, sino como una mujer que se hacía respetar. Algo que valía muchísimo para ella y Merlín sabe lo que le ha costado hacerse respetar dentro de su familia.
Sin embargo, el regreso no era esperado, ansiado como los otros años.
Esta vez, tenía un sabor amargo, que al ir bajando hacia tu estómago, le hacía retorcerse de dolor.
Porque ya no vería a un perro negro correr como loco mientras el tren llegaba a la estación. No habría más visitas nocturnas a la habitación de Buckbeack en Grimmauld Place, ni confesiones hechas en susurros, ayudados por el whisky de fuego añejado que había en el sótano de la Mansión de los Black.
Porque la última vez que realmente lo vio, fue para dedicarle una mirada cargada de odio por no permitirle ir a ver a su padre, internado en San Mungo. Sin saber que esa sería la última vez que vería sus ojos grises se posarían en los suyos, marrones como el chocolate.
Y sin embargo, a pesar de que él no la notara ese día en el Departamento de Misterios, sabe que ambos son tan parecidos... porque ella y él, a pesar de amarse en secreto, de desear día y noche probar los labios del otro, fundir sus cuerpos y ser uno, van a cuidar de que el puente que los une no sea destruído.
Ella ama a Harry desde su infancia, él ama a Harry desde antes que naciera.
Harry... el héroe de ambos, el que arriesga su vida para que a ninguno de los dos no les pase nada, el que oye voces a través del velo.
Pero aunque su ahijado no quiera volver a pisar ese lugar, debido a toda la culpa que le carcome por haber caído en un truco tan vil, ella vuelve a aquel lugar y, con un ramo de flores en la mano, mira hacia el velo, y le confiesa todo lo que quiso decirle y no pudo hacer. Así también, va a aquel lugar para decirle que, en donde sea que esté, puede estar tranquilo, porque el puente no ha caído y que, mientras ella esté ahí, no lo permitirá.
Esta viñeta me ha salido así sin más, producto de la lectura de todos los Ginny/Sirius que hay en español, publicados en la página de fanfiction.net. Puede llegar a ser algo confuso, porque no hay nada explícito, pero siento que no hay nada más que añadir.
Ahora, si quieres acompañar la lectura con una canción, te recomiendo "Paris", de Dido (de ahí el título del post).
Les cuento también que estoy en cama... aún no sé que es lo que tengo, por lo que iré al médico en un par de horas más y ahí, les informaré, ok?
Antes de que se me olvide, espero que hoy lean algo muy especial, ya que es el día mundial del libro, jejeje.
Y por último... ¿Creen que vale la pena sacarlo de los confines de LJ?
¡Que estén bien!