Título: El equilibrista
Fandom: Veronica Mars
Pairing/Personaje/Grupo: Ducan/Veronica
Rating: PG-13
Resumen: Desde hace un tiempo a esta parte, la vida se ha vuelto para Duncan un intento constante de mantener el equilibrio, una apuesta por aparentar estar bien cuando en realidad está más loco que nunca. .
Palabras: 601
En el distrito 09 hay una mansión que destaca por encima de las demás, dejando clara su supremacía. Es una mansión llena de secretos y mentiras, de almas en ruinas que construyen día a día su realidad, adaptándola a lo que ellas quieren. Es una mansión donde si prestas atención puedes escuchar el eco de una risa que hace tiempo se apagó. Es la mansión donde murió Lily Kane y donde habitan las peores pesadillas de Duncan.
Todas las mañanas, Duncan tiene que tomar su medicina. Es sólo una pastilla, tan pequeña que parece insignificante, pero que, sin embargo, es la que da sentido a su vida ahora que nada tiene sentido. Todos los días, Duncan obedece a sus padres y traga con ella, con la realidad a la que está condenado a vivir.
No sabe exactamente cuando empezaron a ir mal las cosas. Cuando todo su mundo comenzó a desmoronarse sin piedad. La mayoría de la gente dice que fue con la muerte de su hermana, y tienen razón, pero sólo en parte. Sospecha que los problemas surgieron cuando cortó con Verónica, cuando la alejó de su vida porque le era imposible tenerla junto a él. A veces, cuando su mirada perdida y culpable se encuentra con la de Logan, le parece que éste lo sabe. Que lo adivina a través de sus ojos y de sus gestos. No sabe si le disgusta o no, pero mientras no se lo recuerde no pasa nada.
Lo peor, sin embargo, no es el silencio de la mansión, sino el ruido del instituto. No importa que siempre esté rodeado de gente, tanto de los suyos como de los que quieren su aprobación a toda costa, porque la mayor parte del tiempo se siente solo. Ya nada es como antes, y verla cada día se lo recuerda constantemente.
Recuerda con cierta amargura los contradictorios sentimientos que le surgieron cuando entró a trabajar al taller de periodismo. Cuando vio a Veronica con su pelo corto y su nuevo atuendo que nada tenía que ver con el que solía llevar. No importa que ahora tenga una excusa para hablar con ella, y para regocijarse en el sentimiento de dolor que dejan las heridas de amor que aún no han cerrado. No importa lo más mínimo porque está claro que eso a Veronica le da igual, y lo peor es que se le nota.
Por primera vez desde hace un año hablan el uno con el otro, se atreven a mirarse a la cara y a entablar algo más que una mirada, pero para Duncan todo se queda corto. Le gustaría hablar de muchas cosas, de todo y de nada, mas es mirar a Veronica a los ojos y darse cuenta de que ella ya ha pasado página. Con su vida anterior, con sus viejos amigos, con él, y espera, muy dentro de sí mismo, que no haya hecho lo mismo con Lily. La Veronica que conocía él nunca hubiera hecho tal cosa, pero si hay algo que Duncan ha aprendido en estos meses es que la vida puede depararte grandes sorpresas. Y que nunca estarás preparado para todas.
Desde hace un tiempo a esta parte, la vida se ha vuelto para Duncan un intento constante de mantener el equilibrio, una apuesta por aparentar estar bien cuando en realidad está más loco que nunca. Su vida es ahora una ilusión, la que le proporciona ese pequeña pastillita blanca, la que le dice que todo estará bien y, que si no lo está, no importa porque con ella aprenderá a que todo le dé igual.