Tell me sweet little lies.

May 25, 2014 19:50

Título: Tell me lies, tell me sweet little lies
Fandom: Veronica Mars
Pairing/Personaje/Grupo: Dick Casablancas, Cassidy Casablancas
Rating: PG-15
Resumen: Porque a veces las grandes mentiras son sólo verdades que no nos queremos creer. Porque a veces, cuando has conseguido volverte invisible para ti mismo, querer a los tuyos puede convertirse en un gran ejercicio de imaginación.
Palabras: 1392
Tabla: Infancia
Reto: #15
Comu:fandom_insano
Notas: Hay spoilers de la segunda temporada, porque según avanza en la historia de los dos hermanos va tratando su evolución.
La imagen es de una app que estoy probando, y a ver qué tal queda.





Hay mentiras que están envueltas en papel de plata, que vienen de la mano de un cheque lleno de ceros, o que, simplemente, se esconden entre verdades mal dichas. Hay mentiras que a uno le susurran mientras duerme, que se recitan con parsimonia delante del espejo, o que se piden en la posdata de la carta a Papa Noel. Hay mentiras que tienen una base sólida y otras cuyos andamios se desmoronan con cada sacudida.

En el distrito 09 de Neptune, abundan muchos tipos de mentiras. Conviven con las medias verdades y con los secretos que quieren dejarse adivinar en ciertas miradas o sonrisas. Sin embargo, entre las mansiones que coronan el valle hay una donde las mentiras no tienen cabida. Ni las grandes ni las pequeñas, ni las que están llenas de veneno ni las que cargan con la piadosa compasión de quien no quiere hacer sufrir a otros. Ante la puerta de los Casablancas, al lado del cubo de la basura, hay un hueco para que deposites tus buenas intenciones antes de entrar. Para acceder a su morada tienes que hacerlo puro, libre de conciencia, virgen de dudas, pues lo que descubrirás tras esas paredes ha de dejarte tan indiferente como si nunca los hubieras conocido.

En la familia Casablancas los referentes paternos no vienen marcados por la celosía de una madre como Celeste, que siempre está pendiente de qué hacen o dejan de hacer sus hijos; o por el cuidado que pone un padre como Keith Mars a la hora de pasar el tiempo libre con su niña; ni por el interés que tienen los Mackenzie por aprender cuanto puedan de los hobbies de los suyos. En la familia Casablancas sólo hay dos modelos a seguir: seguir a pies juntillas el guión dedicado al estereotipo del macho viril, o huir. Escaparse físicamente de esa realidad para volver cuando creas que hay dinero en movimiento que se te puede escapar, o inventarse una realidad paralela que te permita no ver lo que tienes delante de los morros.

En la familia Casablancas saben que la única verdad es que el dinero es el principio y el fin de todas las cosas, y quien penetre en su fortaleza tiene que tenerlo tan claro como ellos.

Por ello, sólo unos pocos pueden entrar. Puede hacerlo Madison, mientras crea que el papel que adopta Dick cuando hay alguien mirándole casa de verdad con ella; o Logan, que ya no mira por donde va y cualquier locura que su amigo le proponga le parecerá buena oportunidad para asomarse al abismo al que se precipita de vez en cuando. Puede entrar Duncan cuando no mira para no apreciar lo que ve, y sólo busca alcohol y sexo para ahogar sentimientos que pugnan por salir al exterior. Pueden entrar barahúndas de jóvenes ricos y guapos, siempre y cuando vayan borrachos y lo único que busquen sea fiesta y diversión sin importar el reguero de miseria que dejen tras de sí.

Por eso mismo, Mac tiene prohibido si quiera acercarse al umbral, no vaya a ser que en una de sus perspicaces miradas descubra lo que Cassidy lleva escondiendo con celo durante tantos años. Si Mac y, dios no lo quiera, Veronica se pusieran a indagar sobre asuntos sobre los que creen tener potestad y en realidad carecen de todo derecho, Cassidy no quiere llegar a pensar en qué ocurriría, en de qué sería capaz de hacer para ocultar todo lo que le atormenta.

Cuando Mac habla de pizzas y ordenadores, Cassidy se siente como en casa. Como en el hogar que se inventaba de pequeño en los silencios incómodos y las habitaciones vacías del palacio de sus padres. Hace que todo resulte más fácil, más sencillo, más aceptable y hasta parece que puede mirarse cara a cara al espejo. A veces, cuando Mac le coge de la mano y se la aprieta con cariño, Cassidy consigue creer que es otra persona, que no es ésa que atropelló a sangre fría a Curly Moran o que fue capaz de poner una bomba en un autobús escolar y hacer que pareciera un accidente. Consigue creer que puede hacer algo bueno, algo más que huir o trazar círculos en su vida.

Cuando Mac habla de cosas que no tienen que ver con ellos, ni con el instituto, ni con la horrible necesidad de tener sexo a los diecisiete años, Cassidy siente que puede llegar a ser un niño, que puede convertirse algún día en un hombre de verdad. Pero de los que de verdad importan, no de los que son como Richard y Dick Casablancas.

Lo que Cassidy no sabe, y si sabe hace tiempo que dejó de importarle, es que no es el único que se esconde entre las sombras de su mansión. Bajo gestos obscenos, películas pornográficas, latas vacías de cerveza amontonadas, números de teléfono de desconocidos, y una lista interminable de vídeos de humor absurdo de youtube está el personaje de Dick Casablancas. Es un tipo predecible, fácil de reconocer, de juzgar, de apartar de tu vida. Es un maniquí de cara bonita, cuerpo bien formado, comentarios deleznables y actitud ególatra. Es la copia exacta de la única persona que le ha tratado como si de verdad le quisiera, como si de verdad le importara.

No es que al señor Richard Casablancas le interese algo más que su imagen, su dinero y con quién comparte cama, pero durante los ratos libres en que su ex mujer le exigía que estuviera en casa le parecia divertido enseñarles a sus hijos cómo ser un hombre. Uno de esos de los que, segun él, ya no quedan, de los que merece la pena conocer y todo el mundo debería besar el suelo que pisan.De los que tienen claro su supremacia hacia los demás, sobre todo ante las mujeres, y que entienden que el resto del mundo solo está para servirles. Incluso si para ello tenía que envenenar la relación entre sus hijos, y la que éstos tenían con su mundo.

Porque más de una vez Dick ha sentido que eso no le va, pero no sabe otra forma de hablar con su hermano que no sea con desprecio. No sabe dirigirse a los demás sin tratar de dejar claro que él es el que más. El que más qué, eso sólo lo sabe él. El que más dinero o poder tiene, al que más se le conoce de puertas del instituto para dentro, el que más grita, el que más golpea, el que más admirado ha de ser, el más desagradable de todos los que viven en el 09, el que más... El que más se hace notar incluso cuando estás entrenado para no verle y olvidarle en cuanto desaparece de tu vista. El que más...

El que más ha querido siempre a su hermano y el que menos se lo ha sabido demostrar. El que más envidia de la relación entre Mac y Cassidy tuvo, porque en ese momento entendió que podía dejarle de lado, podía empezar a vivir su vida y olvidar su pasado. El que más mentiras se dijo asi mismo cuando se dio cuenta que el más inteligente de los dos era su hermano, y que pronto, muy pronto, iba a dejar de admirarle y buscar su aprobación en todo. El que más esfuerzo hizo en creerse que siempre iban a estar juntos, como grandes amigos; en que podrían confiar el uno en el otro, como si los Casablancas se fiaran si quiera de sí mismos...

El que más veces miró a su hermano esperando a que viera en él lo que tan bien sabía esconder, ese Dick al que solía vestir con el disfraz de virilidad que le habia regalado su padre para asi volver invisible a su otro yo. Ese yo que al final se extinguió; ese yo que tuvo que aprender a enfrentar tras la noche de la graduación, y que le anunció que entre los nuevos fantasmas que iban a quedarse a vivir con él iba a estar también su hermano. Su hermano con sus muertos, sus sueños rotos, sus intentos por dejar atrás el pasado, por librarse del propio Dick para siempre; y serán ellos los que más atormenten a Dick cuando se pregunte quién fue peor de los dos: el que quiso ser invisible o el que decidió quedarse ciego.

comu: fandom_insano, personaje: cassidy casablancas, tema: hipocresía, género: angst, fandom: veronica mars, tabla: infancia, fanfic, tema: familia, personaje: dick casablancas

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