Últimamente me siento más inspirada :D he hecho un par de drabbles, y tengo empezado el de
hp_flashfic_es que debo, así que espero poder seguirlo esta noche o sino mañana.
Éste es contestando a un reto de
drabbles_30min de... la semana pasada creo x)
Fandom: Harry Potter
Personajes: Petunia y Vernon
Rating: PG
Advertencias: se menciona muerte de personaje.
Reto: Sabemos que Petunia estaba celosa de Lily, pero, al fin y al cabo, seguía siendo su hermana. ¿Cómo reaccionó cuando se enteró de que había muerto?
Nota: en cuanto puse el reto empecé a darle vueltas a la idea, y tenía muchísimas ganas de escribirla. Ayer es que me aburría tantísimo... xD
Título:
ENTINTADO
XVI. HERMANA
Pareció incapaz de continuar, porque Petunia escuchó la voz de su marido cortarse en seco. Levantó la vista, dirigiéndola hacia la puerta, sintiendo que empezaba a preocuparse. Vernon era un hombre temperamental, y conocía bien sus gritos, a pesar de que pocas veces estaban dirigidos a ella.
Nunca habían sido así.
Se apresuró a salir de la cocina y recorrer el pasillo, limpiándose las manos con el delantal floreado que llevaba. No tardó en ver a Vernon, parado delante de la puerta. Los rollizos brazos inmóviles a los lados del cuerpo, sujetando en la mano una carta, y sus pequeños ojos clavados fijamente en algo que había en el suelo y que su enorme envergadura le impedía ver.
Petunia llegó a su lado, y se puso de puntillas sobre las zapatillas de andar por casa para poder ver por encima de su hombro.
Soltó un agudo y breve chillido, llevándose las manos a la boca.
Ahí, delante de ella, había un bebé. Era pequeño, tendría poco más de un año, y, a pesar de todos los gritos, dormía plácidamente en una cesta, bien arropado.
-Pero...
Las palabras murieron en su garganta. Vernon alternaba su concentración entre su mujer y el crío, y abría y cerraba la boca como si boquease. Parecía querer decir que si todo aquello era una broma de mal gusto, que si los gamberros se divertían ahora de esa forma, pero... era un bebé. Nadie abandonaba a una criatura así frente a la puerta de una casa sin una razón.
-¿Quién le ha dejado aquí? -preguntó la mujer con ansiedad, sin atreverse a acercarse al niño.
-¡Y yo qué sé! ¡Algún loco! ¿Quién si no? -bramó Vernon, su cara alcanzando un tono tan rojo que parecía imposible-. ¡Lo llevaremos al orfanato ahora mismo, no quiero ningún...!
Pero su mujer ya no le hacía caso. Sus ojos estaban fijos en la carta que su marido sostenía en la mano. Se había puesto mortalmente pálida, tanto que Vernon temió que llegara a caerse.
-¿Qu...? ¡Petunia!, ¿qué te pasa? ¿Estás bien?
Como si hubiera visto un fantasma.
-Esa carta...
-Estaba en la cesta -explicó el hombre, mirando de reojo a Petunia, como si temiera que fuera a caerse de un momento a otro.
-Deberíamos leerla, puede que explique quién... -Vernon no pudo escuchar más. Petunia cerró los ojos despacio, hablando casi en un hilo de voz-, de quién es el niño.
Vernon se entretuvo unos segundos abriendo el sobre. No vio la mirada ansiosa de su esposa, que se volvió casi desesperada en cuanto tuvo la carta en sus manos.
Reconoció la letra. ¿Cómo no iba a hacerlo? Le había parecido verla en la dirección del sobre, esos trazos alargados y algo curvos. Albus Dumbledore volvía a escribirla, y esta vez no era para contestar amablemente a una carta de una chiquilla celosa.
Lily había muerto.
Eso era lo que decía. Lo que empezaba a asimilar mientras dejaba caer la carta al suelo, mientras se tenía que apoyar en el umbral de la puerta para no perder las fuerzas y caerse. Sus oídos parecían haberse insonorizado, ya no escuchaba a Vernon preguntarle a gritos que qué diablos había leído para ponerse así, que si estaba bien, que si quería que llamase a un médico.
Que si sabía de quién era el niño.
Porque sí, lo sabía.
-Nuestro.
Puede que en otro momento se hubiera reído de la cara tan absurda que puso Vernon.
-¿Qué? ¿Pero qué dices? -gritó, pidiendo explicaciones-. ¿Te has vuelto loca? ¡Petunia!
Pero ella no le hacía caso. Se había agachado junto al niño, que ahora la miraba fijamente, ya despierto, con unos ojos verdes enormes.
Petunia se sintió incapaz de aguantar esa mirada. Apartó los ojos, y, levantándose, fue a quitar las salchichas quemadas del fuego.
x-posted con
tacones_rotosFandom: Kim Possible
Pareja: Kim/Shego
Rating: R
Nota: omg es que estoy enamorada de Shego ºwº
Título:
INSOMNIO
Va y viene en sueños, igual que va y viene en la realidad, cuando se tiene que enfrentar a ella.
Aunque es cierto que últimamente viene más que va.
Kim da vueltas en la cama. Intenta dormirse, se gira, se pone de espaldas, clava los ojos en el techo. Gruñe, harta, se incorpora y se vuelve a dejar caer. Primero tiene calor y se destapa, luego ansía ese otro cuerpo caliente contra el suyo.
Y han pasado semanas, pero el pulso se le sigue acelerando y cree que va a desmayarse de lo rápido que respira cuando piensa en ello. Shego le cayó encima, tumbándola, y, cuando intentó levantarse, acabó acorralada contra la pared. Se le tenían que clavar los huesos de su cadera en los muslos, pero Shego se limitó a apretarse más contra ella, forzando el contacto. Kim apenas podía ver más allá de esa melena negra que caía por todas partes, de esos labios que se curvaban en una sonrisa maliciosa cuando la veía. Le respiraba casi encima, ahogándola.
Cuando Ron Imparable se la quitó de encima le hubiera gustado gritarle que la dejase sola (que las dejase mejor), que no necesitaba su ayuda; que, de hecho, no quería su ayuda. Pero acabó levantándose a su pesar, recordando que estaba en medio de una misión, que se suponía que tenía que resolver la situación.
Pero el cinturón donde la mano de Shego se había anclado como una garra ardía, y le parecía tener una quemadura que cruzaba su vientre hasta debajo del pecho, allí donde le había hecho una caricia fantasma.
-¡Kim! -gritó Ron, haciéndola despertar de esa especie de loco letargo. El robot gigante que dirigía el Doctor Drakken había sacado unos láseres que tenía toda la intención de usar.
Una última mirada. Shego subiendo a toda velocidad por una escalerilla altísima, corriendo sobre unos tubos que crujían metálico a cada paso que daba. Dispuesta a cumplir órdenes, a intentar que alguno de los planes del malvado Doctor Drakken diese por fin resultado.
Y Kim Possible todas las noches termina igual. Esquivando un insomnio que podría tenerla despierta toda la noche. Abre despacio las piernas y se toca, todas las veces que necesite hasta quedar agotada.