En este post subiré los dos retos de la tercera sesión de
drabbles_30min Aquí va el primero (y luego ya editaré):
Fandom: Harry Potter
Personajes: Draco y Neville
Reto # 11. Los miembros de la Brigada Inquisitorial deben aprovecharse de alguien.
ENTINTADO
VIII. BRIGADA INQUISITORIAL
Draco cogió al vuelo la insignia que le había estado limpiando Crabbe, y se la enganchó al pecho, sobre el escudo de Slytherin. Esbozó una leve sonrisa de satisfacción al ver relucir la diminuta I plateada.
Lamer el suelo que pisaba Umbridge tenía sus ventajas. Pertenecer a la Brigada Inquisitorial era, sin duda, una de las mejores cosas que le había pasado nunca en Hogwarts.
Incapaz de contener la risa, recordó las caras de San Potter y el pobretón de Weasley cuando les había quitado puntos la semana pasada.
-¿De qué te ríes, Draco?
-Me encanta este trabajo -respondió con naturalidad a Pansy, ensanchando la sonrisa. Se apoyó en la pared, dedicándose a ver pasar a los alumnos, pensando con cuál podría divertirse esa tarde-. Oh, mirad… ¡Eh, Longbottom!
El Gryffindor hizo que no le oía, y empezó a andar más rápido.
-¡Diez puntos menos por desobedecer a un miembro de la Brigada, Longbottom!
Neville disminuyó el paso, y acabó por detenerse. Se dio la vuelta, viéndose rodeado en menos de un segundo por los miembros de tan lamentable grupo.
-Así me gusta. Hay que obedecer a la autoridad, ya sabes - dijo con cinismo Draco, dando pequeños golpecitos en su insignia.
-Déjame en paz, Malfoy.
-Nos aburrimos, Longbottom, y queremos que nos diviertas.
El Gryffindor se dio la vuelta, dispuesto a ignorar al Slytherin, y empezó a bajar las escaleras. Draco le siguió, protestando.
-Puedo seguirte quitando puntos.
-Me da igual.
-Los Gryffindor no estarán muy contentos contigo… si es que alguna vez lo han estado -terminó, soltando una carcajada, y el resto de la Brigada le coreó.
Los Slytherin estallaron, incapaces de contener la risa.
-Cállate, Malfoy -gruñó entre dientes Neville, apretando los puños, su rostro completamente congestionado. Se detuvo en el segundo escalón antes de llegar al nuevo pasillo, y se dio la vuelta.
-¿Vas a pegarme? -se burló Draco, riéndose aún.
-Yo…
Neville retrocedió un paso, aumentando el ego de Malfoy, que se adelantó, bajando un par de escalones más. De pronto se escuchó un crujido y el rostro del Slytherin se puso más pálido que de costumbre… antes de hundirse en el suelo, sus piernas cogidas hasta las rodillas.
El escalón trampa.
-Mierda… -masculló entre dientes Malfoy, intentando salir.
Se empezaron a escuchar carcajadas viniendo del pasillo lateral, y al alzar la vista, pudieron ver todos a varios Gryffindor señalando y riéndose de Malfoy.
-¡Bien hecho, Neville! -gritó Ron, tan rojo como su pelo de tanto reír.
-¿Decías algo, Malfoy? -susurró Neville satisfecho, antes de darse la vuelta para bajar a saltitos las escaleras que le quedaban y unirse a sus compañeros.
-¡Sacadme de aquí, inútiles! -llamó histérico Draco, y Crabbe y Goyle fueron corriendo a ayudarle.
EDIT: Y aquí la segunda sesión, que he hecho de forma que pueda juntarse con
30vicios Fandom: Harry Potter
Personajes: Rodolphus/Bellatrix/Rabastan
Advertencias: Chan. PG-13. Slughorn/Bellatrix.
Reto: contesta a dos; uno sobre un personaje en las mazmorras de algún lugar, qué piensa de ellas, por qué las visita... otro de qué siento un personaje masculino al ver a un personaje femenino en falda.
Tema: #13.
IURE VEL INIURIA
13. PIEL
Primer día de su sexto curso.
A Bellatrix le gustaba estar de nuevo en Hogwarts, en su ambiente, donde sabía desenvolverse sin problemas. Recorrió con pasos tranquilos, sus zapatos resonando en la fría piedra, el concurrido pasillo. Adelantó a un grupo de Gryffindor que salían de clase.
-Hola -saludó Rabastan, cuando se cruzo con él justo antes de entrar a clase-. ¿Te toca Pociones?
-Sí.
-El nuevo profesor es todo un personaje -comentó divertido, y a su lado uno de sus compañeros asintió, riendo-. Al parecer ya estuvo trabajando antes aquí, y ha vuelto después de unos años sabáticos. Trabajo para el Ministerio, según dice. Tiene pinta de conocer a gente importante.
-Ya le vi ayer en la cena. Mejor, estaba harta del inútil que teníamos. -Bellatrix se colocó bien la mochila, y se despidió de Rabastan con un gesto-. Nos vemos en la comida.
Entró en la clase, y fue a sentarse al lado de Rodolphus, quien ya había sacado el libro y los ingredientes y los había colocado en un orden perfectamente metódico sobre la mesa.
-Aún no sabes qué vamos a hacer hoy.
-No importa.
-¿Has hablado con Rabastan?
-No.
-Acaba de tener Pociones. Dice que el nuevo es bueno.
-Slughorn es bastante conocido en los círculos de Sangres Limpia -respondió Rodolphus, asegurándose que uno de sus frascos de cristal estaba bien cerrado-. Sabe con quién juntarse, aunque siempre se ha mantenido alejado de asuntos… turbios.
-¿De verdad? -preguntó con curiosidad Bellatrix, una leve sonrisa asomando a sus labios.
OoOoOoO
Slughorn salió de su despacho, moviendo la enorme masa que era su cuerpo. Contempló con gratificación los pasillos conocidos y la entrada a la que era su clase de siempre. Disfrutaba tremendamente con el ambiente del colegio, moviendo los hilos para controlar a los que serían los que en un futuro mandarían en el mundo mágico. Lo había echado de menos esos años, pero el trabajo que le había ofrecido el Ministerio era demasiado jugoso como para dejarlo escapar.
Sus lentos pasos le llevaron al bullicio que sería su próxima clase. Se quedó bajo el umbral, mirándolos atentamente. Bastantes se dieron cuenta de su presencia, y, más por curiosidad que por respeto, fueron callándose y sentándose.
No todos.
Una chica permanecía completamente indiferente a su entrada. Movió su gran bigote al arrugar la nariz, vigilándola estrechamente. Estaba sacando cosas de su mochila, preparando seguramente la clase. Se agachaba, la camisa saliéndosele de la falda por detrás, dejando ver un poco de piel de la espalda. Sus pies jugueteaban con las barras del taburete, con esas piernas largas enfundadas en aquellos calcetines. La falda se acortaba, se alargaba… se volvía a acortar al volver a incorporarse, al estirarse para poner su caldero sobre la mesa.
Su cintura era fina, y sus pechos grandes estaban apretados por la camisa blanca, dejando a la imaginación solo el tocar.
El chico que estaba a su lado le dio un golpecito en la mano, llamando su atención. La Slytherin se volvió, su pelo oscuro ondeando, enmarcando su cara al volverse.
Y esos ojos grises, que le desafiaron.
-Señorita Black.
Sí, sabía bien quién era. ¿Cómo no reconocer a uno de los miembros de aquella familia?
-¿Sí?
Era una Black, se dijo. Asuntos turbios, según recordaba… demasiado mezclados con la limpieza de Sangre, con la magia negra. Pero todo lo erróneo sobre ellos parecía estar diluyéndose en su cerebro, dando paso solo a esa piel tentadora.
-Espero verla en la reunión de mi Club este domingo -dijo, sonriendo bajo su bigote-. Y, ahora, empecemos la clase.
Haría una excepción. Por esta vez.