(drabble challenge) 03. historia

Feb 05, 2013 23:06

03. historia | taoris 788w pg


Kris sobrevolaba la ciudad, negras profundidades con ocasionales pequeños puntos de luz que intentaban combatirlas en vano. En sus brazos, un chico respiraba quedamente, temblando.

-Queda poco -susurró -o más bien, suplicó- Kris a la noche, porque estaba convencido de que el dolor le había nublado los sentidos a Tao.

El chico de pelo negro y tez morena se sujetaba con fuerza el costado, donde la sangre empapaba sus ropas y teñía sus dedos de un fiero color rojo. Cerraba los ojos con fuerza, manteniendo la postura rígida ya que cualquier movimiento no hacía más que empeorar el dolor.

-Ya queda poco, ya queda poco… -repitió como un mantra, aunque sabía perfectamente que ni decenas de sus palabras podrían aliviar el sufrimiento del menor.

Al fin pudo ver la casa de las afueras de la ciudad, y Kris descendió lo más suavemente que pudo hacia el suelo, pero sin aminorar la velocidad. Abrió la puerta de un portazo, y no había puesto un pie dentro de la casa cuando empezó a gritar.

-¡Lay! ¡Lay, rápido, ven! -vociferó a la casa en general mientras se dirigía a la habitación de Tao, que gracias a dios estaba cerca de la entrada-. ¡Lay, rápido, es Tao! ¡Como tardes un segundo más--!

-Estoy aquí, estoy aquí, no hace falta que despiertes a la casa entera -lo cortó un Lay con ojos adormecidos desde la puerta de la habitación, pero su rostro se volvió grave al ver al menor tendido en lu cama, sin abrir los ojos y sangrando abundantemente del costado-. ¿Cuánto hace de esto? ¿Con qué le han herido? -inquirió sin más preámbulos y con ojos calculadores, retirando la camisa de Tao, quien siseó, cogiéndose de las sábanas y apretando los dientes.

-¿Veinte minutos? Quizá diez. No sé, pero los bastardos le tendieron una emboscada cuando estaba patrullando -le relató los eventos ojeándolo urgentemente-. Creo que fue con una daga.

Lay ya se había puesto manos a la obra. Luhan, que se había levantado por toda la conmoción al igual que los otros habitantes de la casa, le había traído un recipiente con agua. Chen, por su parte, se había encargado de su maletín, y Xiumin lo supervisaba todo desde la esquina de la habitación, con el ceño fruncido por la preocupación.

-Vale, Tao, voy a lavarte la herida para determinar su gravedad -informó al más pequeño con tono gentil.

Pero ni miles de palabras susurradas con toda la benevolencia del mundo podrían librarle del dolor. Apretando los dientes con fuerza para no emitir ningún sonido y agarrándose con fuerza a las sábanas como si su vida dependiera de ello, el menor palidecía por momentos mientras Lay hacía uso de su don. Kris le habría dado la mano para que tuviera algo a qué aferrarse, pero sabía por experiencia que la fuerza del pequeño no era algo que subestimar, además que Tao detestaba mostrar indicios de debilidad. Si en esos momentos no se encontrara tendido en su cama con una herida que podía llegar a ser preocupante, ya le habría golpeado en la cabeza. Por estúpido.

Pero Lay sabía lo que se hacía, y en unos minutos que se hicieron eternos para todos, consiguió curar a Tao. Ya no corría peligro.

Poco a poco todos fueron marchándose de la habitación, aliviados después del susto y con el cansancio escrito en los ojos, pues los habían despertado mientras dormían, y a la mañana siguiente tenían que estar en sus mejores condiciones. Cuando sólo quedaron Kris y Lay haciendo compañía al menor, Kris hizo que Lay se fuera a dormir, porque éste no quería dejar a Tao. Pero ahora todo dependía del pequeño.

Kris se quedó.

Se sentó al lado de la cama del herido, limitándose a contemplar el rítmico subir y bajar del pecho de Tao, que había perdido el conocimiento hacía tiempo.

En algún punto de la noche Tao se despertó, con la garganta reseca, y Kris se apresuró a llevarle un vaso de agua. El menor intentó volver a dormirse, pero estaba demasiado agitado. Sin previo aviso, Kris se puso a hablar, para distraer a Tao de sus propios pensamientos. Al principio sólo era palabra tras palabra, frase tras frase sin ningún rumbo en concreto, con sólo su voz para distraerle, pero al final, sin saber cómo, se encontró contándole una historia. Cuando eran pequeños era algo que siempre hacían, el mayor cuidando del menor en esas incontables noches que pasaron juntos antes de encontrar al resto del grupo. Tao no comentó nada al respeto, optando por mantener los ojos cerrados y respirar profundamente. Pero el afecto impregnaba la voz de Kris, y su grave voz, suave y calmante, era precisamente lo que necesitaba.

Tao se durmió.

pg, 500+ w, drabble, drabble challenge, exo, taoris

Previous post Next post
Up