Esto es la continuación de Lluvia de Primavera, que voy a postear aqui... Luego xD
Lo hice para Mario que quería continuación y para Mardiup... Que no me dijo nada, pero igual se lo escribi xD
ADVERTENCIA! Tiene porno. Porno chino! xD
Jay estaba seguro y convencido de que le daría una pulmonía después de esto... Pero no importaba mucho. Estaba con la persona que más quería, nada importaba mucho.
Caminaron por las calles de Seoul bajo una sola sombrilla, mientras la lluvia caía sin piedad sobre ellos. Jay tomó firmemente el brazo de su acompañante, temblando un poco, no sabía que llovería tan fuerte y que una sombrilla tal vez no sería suficiente.
“¿Tienes frío?” Jihoon lo rodeó con su brazo, apretándolo ligeramente contra su cuerpo, y Jay se dejó hacer, luego recordó por un momento las palabras de Siwon cuando les dijo que Jihoon vendría a visitarlo y se inquietó un poco. Apenas habían encontrado un pequeño puesto donde, para su buena suerte, vendían haemul pajeon. “¿Estás bien?”
“Es que... Cuando dije que vendrías a visitarme...” Jay no sabía exactamente como decir lo que quería decir. “Creo que Siwon tuvo envidia...”
“¿Por qué?” Jihoon arqueó una ceja. “¿Acaso te dijo algo?”
“Es que... Creo que extraña a Heechul... Entonces...”
“Entiendo.”
“Me dijo que no desperdiciara tiempo peleando contigo y fue lo primero que hice.” Jay hizo un puchero.
“Casi me matas.” Puntualizó Jihoon, y Jay hizo otro puchero. “Pero fue mi culpa por no avisarte que no llegaría a la hora en que dije que lo haría, ¿podrás perdonarme?”
“No lo sé.” Jay desvió la mirada, fingiendo molestia, sabía que era un juego que a Jihoon le encantaba. “Me hiciste llorar mucho hoy...”
“¿Te hice llorar? ¡No era mi intención, quería que fuera sorpresa! No pensé que llorarías.”
“Pues lo hice.”
“Eres una nena.”
“Así me amas.”
“De hecho.” Jihoon movió su silla para estar sentado al lado de Jay y lo rodeó con sus brazos, luego besó su frente. “Te extrañé. ¿Qué hiciste mientras no estuve?”
“Extrañarte, llorar, trabajar, extrañarte un poco más, y volver a llorar. Es una sorpresa que no esté deshidratado, bebí mucha agua para que eso no ocurriera.”
“Eso pensé.” Jihoon sonrió.
Pidieron su comida y comieron en silencio, de vez en cuando Jay le robaba comida de su plato a Jihoon y cuando se sentían especialmente cursis se alimentaban uno al otro. Cuando por fin terminaron de comer, la lluvia parecía haber parado, caminaron sin el paraguas por las calles de vuelta al departamento, discretamente tomados de la mano, pues no sabían en qué momento alguien podría estarlos siguiendo.
Jay no tuvo tiempo de pensar cuando llegaron al departamento, apenas la puerta se cerró detrás de ellos, se vio envuelto en aquellos fuertes brazos y su cuello fue atacado por los suaves labios del mayor, Jay se dejó hacer, suspirando ante el roce de aquellos labios sobre la sensible piel de su cuello, mientras unas manos errantes se colaban bajo su camisa. Jay soltó un suave gemido cuando aquellas manos errantes subieron hasta su pecho y los largos dedos comenzaron a jugar con sus pezones, y de un rápido movimiento, Jihoon lo hizo girarse y quedar frente a frente, le quitó la camisa de un rápido movimiento, y luego atrapó sus labios en un rudo beso.
“Te extrañé...” Le dijo, una vez que se hubieron separado, más por falta de aire que por deseos de hacerlo, mientras le llenaba las mejillas sonrojadas de besos.
“También yo.” Jay se pegó al cuerpo del mayor lo más que pudo, buscando desesperadamente más contacto, más roce, mientras sus brazos se enredaban en el cuello de Jihoon y sus labios buscaban los del otro desesperados.
“¿Qué tanto me extrañaste?”
“¿De verdad quieres saber?” Jay sonrió maliciosamente, siguiéndole el juego.
“Muéstrame...”
“Así de mucho.” Jay se separó de él, dejándolo con una cara confundida, lo empujó violentamente al sillón que estaba frente a ellos y se sentó en el piso, entre sus piernas, mientras le quitaba el cinturón y le abría el botón del pantalón rápidamente.
Durante mucho tiempo de su relación, Jay se había mostrado renuente a hacerle algo asi a Jihoon, aceptaba que él quisiera complacerlo de ese modo, pero por uno u otro motivo, Jay se rehusaba a devolver el favor. Jihoon comprendía que podría resultarle un poco incómodo, por lo que nunca lo presionó a que lo hiciera, era por eso que las acciones actuales de Jay lo sorprendían.
“Jay...” Dijo, casi en un suspiro, al sentir los suaves dedos de su amante acariciar su miembro por encima del pantalón. “No... No tienes que...”
“Quiero hacerlo.” Jay lo vio inocentemente. “He pensado que... Tu siempre lo haces y me gusta, quiero que tú te sientas igual de bien...”
“Yo me siento bien con lo que sea que hagamos.” Jihoon se inclinó para besar a Jay de nuevo, y este hizo cara de cachorro regañado. “No tienes que hacerlo si no quieres, y si te sientes incómodo puedes parar y no me enojaré.”
“Está bien... He practicado.” Jay sonrió, y Jihoon casi se ahoga con su propia saliva.
“¿Qué?”
“Si, con paletas. Ha hecho calor y compré paletas de helado y practiqué. No es tan dificil.” Jay rió suavemente, luego empujó despacio a Jihoon para que se recargara en el sofá. “Tranquilo, se lo que estoy haciendo... Creo.”
“Si te sientes incómodo...”
“Lo sé, lo sé, puedo parar. Pero no me sentiré incómodo, estoy seguro.”
Los siguientes segundos fueron borrosos en la mente de Jihoon, antes de que pudiera siquiera pensar en relajarse, las manos de Jay estaban sobre su miembro de nuevo, esta vez sin la molesta tela del pantalón de por medio. Como siempre, y del modo que Jay suponía, no llevaba ropa interior debajo. Jihoon cerró los ojos y la mente se le puso en blanco cuando sintió la humedad de la lengua de Jay rozando la punta de su miembro, mientras sus dedos se movian hacia arriba y hacia abajo, estimulándolo, y su vista se nubló con puntos y luces de colores cuando Jay se lo llevó todo a la boca... Justamente como si fuera una paleta.
No hubo un solo sonido en el departamento, más que el de los gemidos de Jihoon y el ruido que venía de los labios de Jay mientras realizaba aquella acción, su cabeza se movía de arriba hacia abajo repetidamente, y de vez en cuando se sacaba aquel miembro viril de la boca para lamerlo de abajo hacia arriba y luego metérselo en la boca de nuevo. Jihoon echó la cabeza hacia atrás y se mordió los nudillos de una mano, mientras enredaba los dedos de la otra en el cabello de Jay, de cuando en cuando tirando de este o empujando la cabeza de Jay hacia abajo.
Al cabo de unos segundos, que a Jihoon le parecieron horas, por fin sintió el cosquilleo del orgasmo reunirse en su vientre, estaba tan cerca de sentirlo... Y luego Jay se separó de él, dejando una última y larga lamida a lo largo de su miembro. Jihoon soltó un gemido de desaprobación y Jay rió bajito.
“Aun no terminamos.”
“¿Por qué...?”
Antes siquiera de que Jihoon tuviera tiempo de recuperarse de aquella experiencia, Jay se levantó, se desabotonó el pantalón, y se paró delante de él.
“Quítamelo...” Le ordenó, y Jihoon no tenía energías ni ganas de negarse, tomó a Jay de las caderas y le arrancó el pantalón de un tirón, junto con la ropa interior. “¡Salvaje!”
“Pero te gusta...” Jay asintió, sonriendo, y luego se sentó a horcajadas encima de Jihoon.
“Esto estorba...” Le dijo, tirando del dobladillo de la camisa de Jihoon, quien se la quitó apenas escuchó aquellas palabras. “Mejor.”
Jay tomó aire, y antes de que Jihoon pudiera procesar lo que estaba a punto de suceder, se dejó caer despacio sobre su miembro, gimiendo despacio, con las manos en los hombros del mayor como soporte, Jihoon lo tomó de la cintura, y comenzaron a moverse juntos, Jay de arriba a abajo despacio, mientras Jihoon giraba sus caderas despacio, creando más fricción.
“¿Vas... A hacer lo que me gusta?”
“No...” Jay se sonrojó aún más si era posible, la palida piel de su rostro ahora teñida de color rojizo, le causaba excesiva vergüenza cuando Jihoon le pedía que hiciera aquello, no era que no le gustara, pero era un poco vergonzoso.
“Anda... Sé que quieres...”
“Pero... Ah... ¡Ay, ahi!” Jay arqueó la espalda, sintiendo que Jihoon estaba tocando algo dentro de él que se sentía demasiado bien. “Oh... Está bien...”
Se movieron al mismo ritmo, de cuando en cuando, Jihoon se entretenía en apresar los pezones de Jay entre sus dientes, mientras Jay se movía cada vez más rápido, y ahora las manos de Jihoon se posaban en sus firmes nalgas, apretándolas.
“Hazlo... Ahora...” Le dijo, antes de darle una sonora nalgada.
“Oh... Ooohh... Oppa... Más...”
“Asi me gusta...”
“¡Oppa! ¡MÁS! ¡Así!” Jay gimió, arqueando aun más la espalda.
De pronto, sin darle tiempo a Jay de reaccionar, Jihoon lo tomó de la cintura de nuevo, y se giró para quedar encima de él en el sofá, penetrándolo con más fuerza, Jay se abrazó a él, clavando sus uñas en su espalda, enredando sus piernas en la cintura de Jihoon y gritando con fuerza, mientras llegaba al clímax en el estómago de Jihoon, y sentía su interior llenarse de la calida semilla de su amante, se quedaron asi largo rato, esperando a que sus respiraciones se tranquilizaran, compartiendo suaves besos.
“Eww...” Jay puso cara de asco al caer en cuenta de que su estomago y el de Jihoon estaban llenos de su semen.
“¿Deberiamos bañarnos?”
“Creo que sí, pero... Espera...”
“¿Te lastimé?”
“No, estoy bien.” Jay besó sus labios despacio. “Me lastimaba más no estar contigo asi... Te extrañaré cuando vuelvas a irte.”
“Pero cuando vuelva, podemos volver a hacer esto.” Jihoon le besó el cuello despacio, haciendo que gimiera en su oído. “Me encanta cuando me llamas oppa...”
“Eres un enfermo...”
“Asi me amas.”
“De hecho.”
Más tarde, se levantaron del sofá, se bañaron, pidieron pizza y comieron abrazados en el mismo sofá donde hicieron el amor, viendo películas viejas y repeticiones de Hello Baby de MBLAQ.
Cuando se fueron a dormir, Jay hizo el oso con el que solía dormir, bañado en el perfume de su amante, a un lado, esta noche no lo necesitaría. Esta noche estaba durmiendo con la persona con la que de verdad quería dormir, apresado entre esos fuertes brazos.
Y nada más importaba.