Sobre la vida y sueños va la cosa.
Los cambios son buenos... es me digo a mi misma para convencerme.
Pero uno se acostumbra muy facil a lo que puede hacer, ¿que de que hablo? Pues de mi vida. Hace cuatro meses mis amigos y yo (algunos de ellos) temblabamos porque no sabiamos que seria de nosotros en julio, al entrar al Internado Rotatorio de Pregrado. Que si nos tocaria juntos, que si tendriamos guardias los mismos dìas, que si podriamos vernos, si podriamos hacerlo, lograrlo, terminar, y terminarlo bien.
Ahora cada uno de los 4 (P, N, B y yo) estamos en distintos servicios, y para estos dos meses N tiene guardia el dia antes que yo y P y B tienen guardia el dia despues que yo, y apenas y tenemos tiempo de cruzar palabra durante el desayuno-comida, y se siente raro, por que pasamos los ultimos seis meses casi pegados. Bueno, se sentia raro, a estas alturas ya me he acostumbrado.
He conocido a nuevas personas y hecho migas increibles con algunos; especialmente Lils =) que es lindisma conmigo y me enseña a hacer las cosas que aun no se, y tiene un animo impresionante y una paciencia infinita. Y tambien están V y M que tiene guardia juntos, y a pesar de los cambios de humor raros de M, me caen super bien. Ahora me toca convivir mas con W, pero trabajamos bien juntas, aunque aun no logramos integrarnos con M (la otra chica de nuestra guardia), hacemos las cosas bien y a tiempo, y parece ser que le caigo muy bien a la doctora D (mi Residente de mayor rango). El doc H se ha puesto pesado ultimamente, pero yo creo que solo está muy presionado, nos toca trabajar mucho para que las cosas salgan bien, pero si nos esforzamos yo se que podremos.
Ayer N y D fueron a visitarme al Hospi, fue genial, porque justo no teniamos nada que hacer en el piso, asì que pude sentarme a platicar con ellas, y sirviò para darme cuenta de cuanto han cambiado las cosas, de cuantas responsabilidades he tenido que asumir, de como estamos en momentos diferentes de nuestras carreras, y que sea como sea, ellas no lo entenderán hasta que no estén aqui.
Estoy ahora en el servicio de Pediatria y cada dia que pasa lo odio mas... me parte el alma ver a los chiquitines de Terapia Intensiva, en este momento en mis guardias estoy en el servicio de Terapia Intensiva, tenemos dos pacientes uno de 13 años con un problema que le impide mover de los hombros para abajo y que no puede respirar por si mismo, asì que está intubado, y le es dificil comunicarse por eso, aunque está completamente lúcido y se desespera por no poder moverse y a otro pequeñin de 3 meses, que tiene una desnutrición severa, está recien operado y su recuperación está siendo muy dificil, me duele muchisimo verles, y saber que no puedo hacer nada mas que cuidarlos, que estar ahi. Que no puedo hacer que G respire el solo para que pueda salir de la Terapia o que no puedo hacer que los problemas de A desaparezcan. Y ver a su madres entrar una o dos veces al dìa, estar con ellos 30 minutos y tener que dejarles ahi... es demasiado.
Cada dìa, cuando llego y veo a G, no puedo evitar pensar en mi hermana que recien cumplió los 14, y agradecer a Dios que esté en pie, que su enfermedad haya sido detectada a tiempo y que hayamos podido hacer algo, a pesar de que siga en manejo y de que yo sepa que es muy dificil que se quite por completo, el simple hecho de que sea capaz de caminar, de expresarse, es una alegria infinita. Y cuando veo a A y su mami, no puedo evitar pensar en I y J que son unos pequeñajos, que a cualquiera de ellos podria pasarles algo, me duele y mucho. Por eso es que casi todos los días, aunque no me toque, me doy una vuelta por la Terapia para preguntar por ellos. Y espero de verdad verlos salir de ahi antes de marcharme yo del servicio.
Ahora lo diré: Estoy decepcionada de la Medicina Institucional.... es demasiado fria, inhumana... no puedo con ella, no estoy segura de que sea lo que quiero hacer el resto de mi vida... al menos así es en mi país.
Los médicos (la mayoria) se dedica a cumplir con un horario, apenas y tienen palabras para los pacientes o para sus familiares, jamás les explican ni a los pacientes ni a sus familiares que es lo que pasa y que se hará al respecto, por miedo a demandas ven sus procedimientos coartados, dejan de sentir por no sufrir, hacen de la consulta un proceso estandarizado, porque hay demasiada gente esperando tras la puerta.
Los Residentes (médicos titulados que están estudiando la especialidad) están tan preocupados por no ser regañados que solo se preocupan por seguir procedimientos en lugar de observar a cada paciente como el individuo que es, deben cumplir con tantas responsabilidades y procesos burocraticos que apenas y tienen tiempo de voltearse a ver a los pacientes bajo su cuidado, viven bajo un ambiente competitivo que no es sano.
Y nosotros, Internos, estamos tan desesperados por evitar castigos y regaños que nos ponemos a discutir entre nosotros sobre de quien es tal o cual responsabilidad, nos negamos a hacer mas de lo que nos corresponde porque "... le toca a fulanito, no a mi", estoy cansada de todo ello, estoy enferma de que no asumamos para lo que estamos ahi, de que no nos demos cuenta de que tenemos vidas humanas en nuestras manos.
Existen excepciones, claro, la Dra. M, la Dra. A y El Dr. E de Ginecologia, El Dr. D de Pediatria... pero 4 de 50... son tan pocos que me hace sentir triste, que médicos egresados, titulados, con una especialidad, no tengan sentido humano,.... que tras tantos años de perder pacientes, el Dr. W se vaya tranquilamente de paseo diciendo: "pues lo veré cuando regrese en una semana, si no es que ya está con los angelitos"... de una manera tan desapegada.... cuando llevo dos semanas pegada a su camita, esperando por su mejoria...
¿Soy yo quien está mal? ¿Soy yo la que siente demasiado? Tengo miedo de entrar ahi, y perderme, de perder esto que soy, de perdir el sentido humano, de ver el rostro de mis hermanas y mi madre en que cada niña y mujer que tengo bajo mi cuidado, de ver a mi padre en cada paciente por el que no puedo hacer nada, de sentir que mientras le hablo a A en su cunita, tengo a J o I en mis brazos, tengo mucho miedo. No quiero volverme así.
N dice que no me pasará, que soy fuerte, que soy quien puede cambiar eso, pero no estoy segura de querer sufrir de esa manera, de tener que enfrentarme a todos porque lo que soy me hace vulnerable. D dice que estoy llamada a cambiarlo, que depende de mi. Pero ya no quiero.
Mi plan es que una vez titulada me quedaria uno o dos años en una Institución, para despues irme un par de años mas con Médicos Sin Fronteras y despues pues ya veria, tal vez la especialidad. Pero ahora ya no estoy segura. Otra opción era (y se ha vuelto la mas fuerte) irme de México una vez titulada, consiguiendo una beca para la especialidad en España o Alemania. El Dr. H me ha dicho que es mucho mas facil conseguir una beca estando alla, osea, irse a vivir un rato y estando ahi, movilizarse para conseguir la beca para la especialidad. Analizaré opciones. Pero creo que me ire.
Esa idea, ese objetivo: Marcharme del país, implica otras complicaciones, sobre todo con mi madre, cuyo sueño es verme salir de mi casa con una carrera terminada, un trabajo y un sueldo estables y vestida de blanco, nunca me lo ha dicho, pero se que sueña con entregarme en la puerta de mi casa, que desea que yo salga "bien" de su casa. Y el que me vaya implica que no tendrá control sobre mi vida, que no sabrá ni podra hacer nada para tenerme al dìa... y se que le cuesta y le costará pasar eso.
Por otro lado, está la enfermedad de mi hermana. Mi madre tiene esperanza de que solo ha sido pasajero, que con el manejo que le está dando el hematologo, se recuperará y no volverá a presentar el problema, yo soy mas realista, me temo que será un problema crónico, que mi hermana tendrá que cuidar sus niveles de plaquetas para el resto de su vida, y hacer su vida con esa pequeña limitación, cuidando su peso, su actividad (lo que en realidad todos deberiamos hacer), etc, etc. Pero mi madre está necia en que no ha sido nada, que en un par de meses todo volverá a la normalidad, ya he hablado con ella, pero se ha aferrado a la idea de que en algunos casos es algo aislado que no vuelve a repetirse, no he logrado sacarla de su error. Se que mi mamá tiene esperanza de que me pase el resto de la vida como su médico de cabecera, así que el irme implicará para ella dejar ir esa posibilidad.
Se que mis hermanas no pondrán reparos. Joce sabe que he quedado enamorada de Madrid, se lo he dicho un montón de veces, y que la posibilidad de lanzarme a Barcelona cada vez que tenga libre para ver un partido en el Camp, es algo que me llama muchisimo. Y Ale ha pasado tanto tiempo sin mi, que en realidad le dará igual que le envie msj desde alla o desde aqui
.
Ya no tengo miedo. Hace seis meses hubiese temido a morir la posibilidad de lanzarme sola a un país diferente al mio... completamente sola, sin gente que conozca y pueda ayudarme en momentos de necesidad, sin algo seguro, pero hoy, se que se puede, que puede que al principio me cueste, y mucho, porque despues de todo soy una persona de familia, pero la opción de ampliar lo que vivi por 10 días es muy grande. Algo que nunca habia hecho y que me muero de ganas de repetir.
Las posibilidades son muchas y aun faltan un par de años para tener que tomar esa decisión, pero estoy preparando el camino. No estoy cerrada a opciones, mi plan de vida a cambiado mucho en los ultimos años, así que no me asusta la opción de un par de reajustes, al contrario, creo que son fantásticos.
Algo extra, hoy he tenido un sueño raro, y me he dado cuenta de que la situación que plantea ya la habia soñado antes: Estoy en un precipicio, en el borde de un precipicio. Existe un pequeño borde, como el de un techo, como una marquesina en la que apenas me caben los pies, frente a mi, a la altura de mi rostro existe otro reborde, de donde puedo sostenerme. Estoy parada en un pequeño terraplen que sobresale del terreno, en este sueño estoy en una montaña, como ya dije, sobre un precipicio, y mas allá, alcanzo a ver un gran espacio de terreno plano, al que se que si llego, estaré segura, está localizado entre la montaña sobre la que estoy parada y otra montaña, hay alguien conmigo, se que me acompaña, no se porque estamos ahi, pero se que tenemos que llegar al otro lado, no podemos pasarnos el resto de la vida ahi.
Esa persona decide que ira primero, se vuelve a mi, sigo sin reconocer su rostro o sin recordarlo claramente, y me dice: Nos vemos ahi. Así que se afianza con las manos y comienza a dirigirse hacia el sitio al que tenemos que llegar, antes de que se aleje demasiado le escucho decir: Recuerda no mirar hacia abajo, y continuar, respiro profundamente y comienzo a moverme, me sostengo con las manos y siguiendo su consejo, no miro hacia abajo, pero no puedo evitar dirigir mi vista hacia el horizonte, donde alcanzo a ver ese terreno seguro, pero en mi visión periferica alcanzo a percibir el acantilado que se abre bajo de mi, continuo, le veo llegar a ese terreno y mirarme, su mirada me sostiene y continuo. Llego hasta donde está, pero no me da la mano para alcanzarle, permite que yo sola baje de la marquesina y me coloque a su lado.
Ya uno al lado del otro, se rie, niega con la cabeza y me mira, le pregunto con la mirada que es lo gracioso, y con los ojos me señala a nuestra derecha (al lado cotrario en el que está el "camino" por el que hemos llegado, sigo su señal y logro ver una escalera, pegada a la pared de la otra montaña, con un barandal, un camino seguro que hemos pasado por alto. Luego alguien nos recibe, sale de un elevador (Si, un elevador en la pared de la montaña) y nos sonrie.
Ahi es donde me despierto. Ese fue el sueño de hoy.
El sueño anterior que recuerdo parecido a este, estoy con mi familia en el auto, y no se donde jodidos estamos porque igual, llegamos a un precipicio, y para lograr atravesar alguien, una sola persona, tiene que cruzar, así que no permito que nadie mas lo haga, me lanzo yo, igual sobre una marquesina para poner mis pies y otra para sostenerme, tengo que rodear la montaña (o la pared de precipicio) para que del otro lado nos ayuden. Lo hago, y al llegar ahi, me dicen que no es necesario hacer el camino que yo he hecho, que solo tenemos que dar la vuelta (en el auto) y bajar mas para poder subir de nuevo.
Creo que esta misma situación la he soñado antes, pero son esos dos los sueños que recuerdo. ¿Que opinas? ¿Crees que mi subconciente se cree atrapado? Tal vez sentimos que estamos tomando el camino mas dificil, que existe otra manera mas sencilla de llegar a donde tengo que llegar...
Ok, post largo y aburrido. Muchisimas gracias por leer mis desvarios.
Pero uno se acostumbra muy facil a lo que puede hacer, ¿que de que hablo? Pues de mi vida. Hace cuatro meses mis amigos y yo (algunos de ellos) temblabamos porque no sabiamos que seria de nosotros en julio, al entrar al Internado Rotatorio de Pregrado. Que si nos tocaria juntos, que si tendriamos guardias los mismos dìas, que si podriamos vernos, si podriamos hacerlo, lograrlo, terminar, y terminarlo bien.
Ahora cada uno de los 4 (P, N, B y yo) estamos en distintos servicios, y para estos dos meses N tiene guardia el dia antes que yo y P y B tienen guardia el dia despues que yo, y apenas y tenemos tiempo de cruzar palabra durante el desayuno-comida, y se siente raro, por que pasamos los ultimos seis meses casi pegados. Bueno, se sentia raro, a estas alturas ya me he acostumbrado.
He conocido a nuevas personas y hecho migas increibles con algunos; especialmente Lils =) que es lindisma conmigo y me enseña a hacer las cosas que aun no se, y tiene un animo impresionante y una paciencia infinita. Y tambien están V y M que tiene guardia juntos, y a pesar de los cambios de humor raros de M, me caen super bien. Ahora me toca convivir mas con W, pero trabajamos bien juntas, aunque aun no logramos integrarnos con M (la otra chica de nuestra guardia), hacemos las cosas bien y a tiempo, y parece ser que le caigo muy bien a la doctora D (mi Residente de mayor rango). El doc H se ha puesto pesado ultimamente, pero yo creo que solo está muy presionado, nos toca trabajar mucho para que las cosas salgan bien, pero si nos esforzamos yo se que podremos.
Ayer N y D fueron a visitarme al Hospi, fue genial, porque justo no teniamos nada que hacer en el piso, asì que pude sentarme a platicar con ellas, y sirviò para darme cuenta de cuanto han cambiado las cosas, de cuantas responsabilidades he tenido que asumir, de como estamos en momentos diferentes de nuestras carreras, y que sea como sea, ellas no lo entenderán hasta que no estén aqui.
Estoy ahora en el servicio de Pediatria y cada dia que pasa lo odio mas... me parte el alma ver a los chiquitines de Terapia Intensiva, en este momento en mis guardias estoy en el servicio de Terapia Intensiva, tenemos dos pacientes uno de 13 años con un problema que le impide mover de los hombros para abajo y que no puede respirar por si mismo, asì que está intubado, y le es dificil comunicarse por eso, aunque está completamente lúcido y se desespera por no poder moverse y a otro pequeñin de 3 meses, que tiene una desnutrición severa, está recien operado y su recuperación está siendo muy dificil, me duele muchisimo verles, y saber que no puedo hacer nada mas que cuidarlos, que estar ahi. Que no puedo hacer que G respire el solo para que pueda salir de la Terapia o que no puedo hacer que los problemas de A desaparezcan. Y ver a su madres entrar una o dos veces al dìa, estar con ellos 30 minutos y tener que dejarles ahi... es demasiado.
Cada dìa, cuando llego y veo a G, no puedo evitar pensar en mi hermana que recien cumplió los 14, y agradecer a Dios que esté en pie, que su enfermedad haya sido detectada a tiempo y que hayamos podido hacer algo, a pesar de que siga en manejo y de que yo sepa que es muy dificil que se quite por completo, el simple hecho de que sea capaz de caminar, de expresarse, es una alegria infinita. Y cuando veo a A y su mami, no puedo evitar pensar en I y J que son unos pequeñajos, que a cualquiera de ellos podria pasarles algo, me duele y mucho. Por eso es que casi todos los días, aunque no me toque, me doy una vuelta por la Terapia para preguntar por ellos. Y espero de verdad verlos salir de ahi antes de marcharme yo del servicio.
Ahora lo diré: Estoy decepcionada de la Medicina Institucional.... es demasiado fria, inhumana... no puedo con ella, no estoy segura de que sea lo que quiero hacer el resto de mi vida... al menos así es en mi país.
Los médicos (la mayoria) se dedica a cumplir con un horario, apenas y tienen palabras para los pacientes o para sus familiares, jamás les explican ni a los pacientes ni a sus familiares que es lo que pasa y que se hará al respecto, por miedo a demandas ven sus procedimientos coartados, dejan de sentir por no sufrir, hacen de la consulta un proceso estandarizado, porque hay demasiada gente esperando tras la puerta.
Los Residentes (médicos titulados que están estudiando la especialidad) están tan preocupados por no ser regañados que solo se preocupan por seguir procedimientos en lugar de observar a cada paciente como el individuo que es, deben cumplir con tantas responsabilidades y procesos burocraticos que apenas y tienen tiempo de voltearse a ver a los pacientes bajo su cuidado, viven bajo un ambiente competitivo que no es sano.
Y nosotros, Internos, estamos tan desesperados por evitar castigos y regaños que nos ponemos a discutir entre nosotros sobre de quien es tal o cual responsabilidad, nos negamos a hacer mas de lo que nos corresponde porque "... le toca a fulanito, no a mi", estoy cansada de todo ello, estoy enferma de que no asumamos para lo que estamos ahi, de que no nos demos cuenta de que tenemos vidas humanas en nuestras manos.
Existen excepciones, claro, la Dra. M, la Dra. A y El Dr. E de Ginecologia, El Dr. D de Pediatria... pero 4 de 50... son tan pocos que me hace sentir triste, que médicos egresados, titulados, con una especialidad, no tengan sentido humano,.... que tras tantos años de perder pacientes, el Dr. W se vaya tranquilamente de paseo diciendo: "pues lo veré cuando regrese en una semana, si no es que ya está con los angelitos"... de una manera tan desapegada.... cuando llevo dos semanas pegada a su camita, esperando por su mejoria...
¿Soy yo quien está mal? ¿Soy yo la que siente demasiado? Tengo miedo de entrar ahi, y perderme, de perder esto que soy, de perdir el sentido humano, de ver el rostro de mis hermanas y mi madre en que cada niña y mujer que tengo bajo mi cuidado, de ver a mi padre en cada paciente por el que no puedo hacer nada, de sentir que mientras le hablo a A en su cunita, tengo a J o I en mis brazos, tengo mucho miedo. No quiero volverme así.
N dice que no me pasará, que soy fuerte, que soy quien puede cambiar eso, pero no estoy segura de querer sufrir de esa manera, de tener que enfrentarme a todos porque lo que soy me hace vulnerable. D dice que estoy llamada a cambiarlo, que depende de mi. Pero ya no quiero.
Mi plan es que una vez titulada me quedaria uno o dos años en una Institución, para despues irme un par de años mas con Médicos Sin Fronteras y despues pues ya veria, tal vez la especialidad. Pero ahora ya no estoy segura. Otra opción era (y se ha vuelto la mas fuerte) irme de México una vez titulada, consiguiendo una beca para la especialidad en España o Alemania. El Dr. H me ha dicho que es mucho mas facil conseguir una beca estando alla, osea, irse a vivir un rato y estando ahi, movilizarse para conseguir la beca para la especialidad. Analizaré opciones. Pero creo que me ire.
Esa idea, ese objetivo: Marcharme del país, implica otras complicaciones, sobre todo con mi madre, cuyo sueño es verme salir de mi casa con una carrera terminada, un trabajo y un sueldo estables y vestida de blanco, nunca me lo ha dicho, pero se que sueña con entregarme en la puerta de mi casa, que desea que yo salga "bien" de su casa. Y el que me vaya implica que no tendrá control sobre mi vida, que no sabrá ni podra hacer nada para tenerme al dìa... y se que le cuesta y le costará pasar eso.
Por otro lado, está la enfermedad de mi hermana. Mi madre tiene esperanza de que solo ha sido pasajero, que con el manejo que le está dando el hematologo, se recuperará y no volverá a presentar el problema, yo soy mas realista, me temo que será un problema crónico, que mi hermana tendrá que cuidar sus niveles de plaquetas para el resto de su vida, y hacer su vida con esa pequeña limitación, cuidando su peso, su actividad (lo que en realidad todos deberiamos hacer), etc, etc. Pero mi madre está necia en que no ha sido nada, que en un par de meses todo volverá a la normalidad, ya he hablado con ella, pero se ha aferrado a la idea de que en algunos casos es algo aislado que no vuelve a repetirse, no he logrado sacarla de su error. Se que mi mamá tiene esperanza de que me pase el resto de la vida como su médico de cabecera, así que el irme implicará para ella dejar ir esa posibilidad.
Se que mis hermanas no pondrán reparos. Joce sabe que he quedado enamorada de Madrid, se lo he dicho un montón de veces, y que la posibilidad de lanzarme a Barcelona cada vez que tenga libre para ver un partido en el Camp, es algo que me llama muchisimo. Y Ale ha pasado tanto tiempo sin mi, que en realidad le dará igual que le envie msj desde alla o desde aqui
.
Ya no tengo miedo. Hace seis meses hubiese temido a morir la posibilidad de lanzarme sola a un país diferente al mio... completamente sola, sin gente que conozca y pueda ayudarme en momentos de necesidad, sin algo seguro, pero hoy, se que se puede, que puede que al principio me cueste, y mucho, porque despues de todo soy una persona de familia, pero la opción de ampliar lo que vivi por 10 días es muy grande. Algo que nunca habia hecho y que me muero de ganas de repetir.
Las posibilidades son muchas y aun faltan un par de años para tener que tomar esa decisión, pero estoy preparando el camino. No estoy cerrada a opciones, mi plan de vida a cambiado mucho en los ultimos años, así que no me asusta la opción de un par de reajustes, al contrario, creo que son fantásticos.
Algo extra, hoy he tenido un sueño raro, y me he dado cuenta de que la situación que plantea ya la habia soñado antes: Estoy en un precipicio, en el borde de un precipicio. Existe un pequeño borde, como el de un techo, como una marquesina en la que apenas me caben los pies, frente a mi, a la altura de mi rostro existe otro reborde, de donde puedo sostenerme. Estoy parada en un pequeño terraplen que sobresale del terreno, en este sueño estoy en una montaña, como ya dije, sobre un precipicio, y mas allá, alcanzo a ver un gran espacio de terreno plano, al que se que si llego, estaré segura, está localizado entre la montaña sobre la que estoy parada y otra montaña, hay alguien conmigo, se que me acompaña, no se porque estamos ahi, pero se que tenemos que llegar al otro lado, no podemos pasarnos el resto de la vida ahi.
Esa persona decide que ira primero, se vuelve a mi, sigo sin reconocer su rostro o sin recordarlo claramente, y me dice: Nos vemos ahi. Así que se afianza con las manos y comienza a dirigirse hacia el sitio al que tenemos que llegar, antes de que se aleje demasiado le escucho decir: Recuerda no mirar hacia abajo, y continuar, respiro profundamente y comienzo a moverme, me sostengo con las manos y siguiendo su consejo, no miro hacia abajo, pero no puedo evitar dirigir mi vista hacia el horizonte, donde alcanzo a ver ese terreno seguro, pero en mi visión periferica alcanzo a percibir el acantilado que se abre bajo de mi, continuo, le veo llegar a ese terreno y mirarme, su mirada me sostiene y continuo. Llego hasta donde está, pero no me da la mano para alcanzarle, permite que yo sola baje de la marquesina y me coloque a su lado.
Ya uno al lado del otro, se rie, niega con la cabeza y me mira, le pregunto con la mirada que es lo gracioso, y con los ojos me señala a nuestra derecha (al lado cotrario en el que está el "camino" por el que hemos llegado, sigo su señal y logro ver una escalera, pegada a la pared de la otra montaña, con un barandal, un camino seguro que hemos pasado por alto. Luego alguien nos recibe, sale de un elevador (Si, un elevador en la pared de la montaña) y nos sonrie.
Ahi es donde me despierto. Ese fue el sueño de hoy.
El sueño anterior que recuerdo parecido a este, estoy con mi familia en el auto, y no se donde jodidos estamos porque igual, llegamos a un precipicio, y para lograr atravesar alguien, una sola persona, tiene que cruzar, así que no permito que nadie mas lo haga, me lanzo yo, igual sobre una marquesina para poner mis pies y otra para sostenerme, tengo que rodear la montaña (o la pared de precipicio) para que del otro lado nos ayuden. Lo hago, y al llegar ahi, me dicen que no es necesario hacer el camino que yo he hecho, que solo tenemos que dar la vuelta (en el auto) y bajar mas para poder subir de nuevo.
Creo que esta misma situación la he soñado antes, pero son esos dos los sueños que recuerdo. ¿Que opinas? ¿Crees que mi subconciente se cree atrapado? Tal vez sentimos que estamos tomando el camino mas dificil, que existe otra manera mas sencilla de llegar a donde tengo que llegar...
Ok, post largo y aburrido. Muchisimas gracias por leer mis desvarios.