Título: pequeñas cosas
Autora: su servilleta(?)
Personajes/pareja: Tsuna/Haru o 2786
Rating: K
Nota: me hace mal escuchar demasiadas canciones de Colbie Caillat
Advertencias: titulo fail, historia con algo de angst, corto, fail seguro -porque me siento algo oxidada D:- y sobre todo hetero, los declaro advertidos
Sawada Tsunayoshi no era el chico más afectuoso del mundo, era, de hecho, todo lo contrario. Con constante miedo al rechazo, cualquier muestra de cariño -sobretodo cuando de chicas se trataba- le suponía una prueba magnánima, más que cualquier otra cosa a la que hubiera enfrentado
Pero era distinto cuando se trataba de Haru
Y es que no era porque le costase menos, sino porque aparte tenía que recibir su cariño. Ese cariño avasallador, alegre, cálido y contagioso, ese cariño que le da un ligero sabor a felicidad mezclado con una porción de miedo absoluto. Ese cariño que de lleno rechaza casi como por reflejo -aunque no se lo quiera decir- y que de alguna manera quería reciprocar, al menos, como su amigo
Se preguntó millones de veces si es que la chica entendía que no le correspondería su cariño con tanta intensidad, y algunas veces se encontraba con la respuesta de que sí lo comprendía y que por eso se quedaba a su lado
Aunque estaba seguro de que ella iba a aceptar y agradecer cualquier gesto que hiciera para ella -y a cambio recibiría al menos el triple de lo que le daba- lo encontraba extraño. Extraño que una chica así se conformase con -a su parecer- tan poco. Extraño que, por ejemplo, ella lo abrace y él no le abrace de vuelta, pero se quede contenta si en ese momento le dedica una sonrisa.
No lo entendía, y mientras más pensaba en eso, más amargo se le hacía.
Y es en esos momentos es que piensa que debería cortar sus fantasías para que busque a otra persona que le quiera más, e inmediatamente algo se remece en su pecho, algo que duele y se agita, haciendo que le vengan unas ganas locas de abrazarla, de acariciarla, de retenerla a su lado e inclusive hace que se le cruce por la mente -aunque solo por un instante- que tal vez, y solo tal vez, podría amarla
Al rato se calma, medita sobre esa sensación y lo guarda en algún recodo de su mente, tildándolo de algo imposible, ya que en su mente, la única chica que debería ser su novia es Kyoko