12. Mentir.
Autor: riatha
Fandom: Harry Potter
Pairing: Ginny/Luna
Rating: G
Notas: Muy cortita. 352 palabras para el dekasem.
Autoengaño.
Ése es el nombre que recibe lo que Ginny hace.
Se miente a sí misma diciendo que no significó nada y que en realidad lo suyo con Luna (y no piensa en ponerle nombre) es tan sólo un asunto hormonal.
Autoengaño.
Bonita palabra.
Se dice que no quiere a Luna, que era la confusión, la añoranza, que era por experimentar. Se intenta convencer de que no siente nada por ella, que lo que siente en el estómago al verla y apartarle la mirada no tiene nada que ver ni con el amor y es tan sólo culpabilidad. Se dice que el hormigueo en los labios después de besarla es lo mismo que podría haber sentido besando a Parvati Patil o Neville Longbottom. Que un beso es un beso. Que una boca es una boca. Que sólo es eso. Besos. Experimentación. Desahogo.
Y a ratos casi llega a convencerse.
Pero luego recuerda el tacto del pelo rubio de Luna contra sus dedos, recuerda las tardes pasadas junto al lago y el color de los ojos azules de Luna cuando la mira.
Viene a su mente la voz de Luna al cantar y la forma en que siempre parece estar ahí para ella, le parece notar el sabor de Luna contra su lengua y podría oírla recitar versos junto a su oído.
Y su convicción tiembla un poco.
Pero insiste en seguir mintiéndose.
Es autodestructivo y aun así insiste en ello.
(Llega un momento en que es casi una cuestión de voluntad).
Miedo.
Eso es en realidad lo que Ginny tiene.
Miedo del que dirán, miedo de lo que siente y quizás (sólo quizás) no ha sentido nunca por nadie más (ni siquiera por el héroe del Mundo Mágico). Miedo porque están en guerra y podría perderla, miedo porque alejarse de ella sólo contribuye a alejarla antes y a alejarla más.
Miedo de sí misma y de lo que Luna hace en ella.
Miedo a estar enamorada y a no saber afrontarlo.
Miedo.
Y cree que la única forma que tiene de superarlo es mintiéndose.
(Pero en el fondo, sabe que se equivoca).
Fandom: Harry Potter
Pairing: Ginny/Luna
Rating: G
Notas: Muy cortita. 352 palabras para el dekasem.
Autoengaño.
Ése es el nombre que recibe lo que Ginny hace.
Se miente a sí misma diciendo que no significó nada y que en realidad lo suyo con Luna (y no piensa en ponerle nombre) es tan sólo un asunto hormonal.
Autoengaño.
Bonita palabra.
Se dice que no quiere a Luna, que era la confusión, la añoranza, que era por experimentar. Se intenta convencer de que no siente nada por ella, que lo que siente en el estómago al verla y apartarle la mirada no tiene nada que ver ni con el amor y es tan sólo culpabilidad. Se dice que el hormigueo en los labios después de besarla es lo mismo que podría haber sentido besando a Parvati Patil o Neville Longbottom. Que un beso es un beso. Que una boca es una boca. Que sólo es eso. Besos. Experimentación. Desahogo.
Y a ratos casi llega a convencerse.
Pero luego recuerda el tacto del pelo rubio de Luna contra sus dedos, recuerda las tardes pasadas junto al lago y el color de los ojos azules de Luna cuando la mira.
Viene a su mente la voz de Luna al cantar y la forma en que siempre parece estar ahí para ella, le parece notar el sabor de Luna contra su lengua y podría oírla recitar versos junto a su oído.
Y su convicción tiembla un poco.
Pero insiste en seguir mintiéndose.
Es autodestructivo y aun así insiste en ello.
(Llega un momento en que es casi una cuestión de voluntad).
Miedo.
Eso es en realidad lo que Ginny tiene.
Miedo del que dirán, miedo de lo que siente y quizás (sólo quizás) no ha sentido nunca por nadie más (ni siquiera por el héroe del Mundo Mágico). Miedo porque están en guerra y podría perderla, miedo porque alejarse de ella sólo contribuye a alejarla antes y a alejarla más.
Miedo de sí misma y de lo que Luna hace en ella.
Miedo a estar enamorada y a no saber afrontarlo.
Miedo.
Y cree que la única forma que tiene de superarlo es mintiéndose.
(Pero en el fondo, sabe que se equivoca).