Autor:
ro_malfoy Fandom: Harry Potter
Personaje/Pareja/Trío: Draco Malfoy/Hermione Granger
Tema: 17.Pimienta
VICIO 17: PIMIENTA
Un apuesto Draco Malfoy se encontraba sentado en su oficina del Ministerio pensando una solución para ese dilema que lo mantenía ocupado desde que había entrado a su despacho. Estaba por lograrlo cuando abrieron la puerta del lugar.
-Drake, vamos… ya deja eso…-dijo Harry mientras se sentaba en un sillón.-Tienes que volver a tu casa, hoy es tu aniversario de bodas ¿lo recuerdas? Hermione no deja de repetirlo…”14 años de felicidad junto al hombre que amo”-agregó el moreno imitando la voz de la ex Gryffindor.
-Tienes razón, es que estoy a punto Harry…Sé que me falta una pista…Estoy obviando algo pero ya lo estoy por sacar...-repetía el rubio mientras negaba con la cabeza
-Nada de eso, compañero. Tú te levantas inmediatamente de esa silla. Te ordeno que vayas a tu casa y le prepares una rica cena a tu esposa.-le dijo el moreno seriamente
-Me rindo.-respondió Draco. Tomó la pila de hojas que tenía en su escritorio y se la entregó a Harry- Buena suerte.
Agarró su saco y se encaminó hacia su auto. Pasaría por uno de esos negocios muggles y compraría los elementos necesarios para cocinarle a su esposa una rica cena.
Llegó a su mansión y luego de poner unos hechizos que le avisarían cuando Hermione se encontraba cerca llamó a sus hijos.
-Saphira, Abraxas…-dijo fuertemente Draco.
Dos niños con el cabello color rubio con destellos plateados asomaron sus cabezas por las escaleras.
-Vengan aquí-les ordenó.
Una niña de unos 8 años de edad, con los ojos grises como la plata descendía seguida de su hermano menor, de 4 años que poseía los mismo ojos que su madre.
-Escuchen con atención. Hoy es el aniversario de papá y mamá. La abuela Cissy y el abuelo Lucius vendrán a buscarlos dentro de una hora y media e irán a pasar la noche allí.-dijo mientras miraba a sus pequeños a los ojos- Yo comenzaré a cocinar la cena, no quiero que hagan lío. ¿Entendido?-ambos niños asintieron- Bien, Saphira quiero que te vayas a bañar y a cambiar así estás lista para cuando lleguen los abuelos. Mientras tanto, Abraxas tú puedes hacer lo que quieras, pero sin meterte en problemas. Cuando termine de hacer lo básico de la receta te iré a buscar para bañarte, ¿Ok?
-Ok.-respondieron ambos chicos al unísono.
Luego de esta charla instructiva Draco se dirigió hacia la cocina y buscó en el libro de recetas hasta encontrar la que quería. Al fin abrió una página que decía: “Arroz con Mariscos”. Esa era su receta. Comenzó a enumerar…
-Pulpo…sí…Camarones…sí…Cebolla…sí…Sal…sí…Pimienta…no, a Herms le hace mal…Arroz…Arroz…-se hizo una pausa interminable. Había olvidado el arroz, el ingrediente principal. Que estúpido era.
Salió corriendo de la cocina aun con un delantal floreado de su esposa puesto sobre su túnica y como si estuviera volando subió rápidamente a su auto. Había olvidado una cosa más.
-Eddie-dijo a la nada. Un elfo domestico apareció de repente haciendo una reverencia.-Cuida a los niños voy a comprar y vuelvo enseguida. Si viene la señora NO la dejes entrar a la cocina.
Sin dejar a que este responda apretó el acelerador y fue en busca del arroz. Algunos muggles reían al verlo con el delantal, pero a él no le importaba. Quería llegar lo antes posible a su casa. Buscó en la estantería y se dio cuenta de que no sabía nada sobre cual arroz podría ser mejor. Siguiendo su instinto tomo una caja del más costoso. Al fin y al cabo lo barato siempre terminaba saliendo caro, y no quería errores esa noche.
Tan rápido como salió de su mansión llegó a ésta. Descendió a toda prisa y volvió a la cocina para concentrarse nuevamente en la receta.
-Bien ya está todo…Ahora el paso cuatro dice que…-un Draco todo ensuciado se agachaba para poder leer mejor lo que el libro decía. Pensó que debía hacer una visita a San Mungo, pues su vista estaba fallando un poco.-…debo condimentar…Un poco de sal…-decía salando como si fuera un cheff-…y otro poco de pimienta-pero en el momento en que iba a echársela a la comida recordó una cita con Hermione en la que le decía al mozo. “Podría ser sin pimienta, soy alérgica a ella” - Justo a tiempo…-agregó dando un respiro…El siguiente paso decía que debía dejarlo reposar en la olla… Así que le colocó la tapa y fue en busca de su pequeño para ducharlo. Mientras Draco se encontraba en el baño con Abraxas una muy traviesa Saphira caminaba despacio y sin hacer ruido hacia la cocina.
-Veamos-dijo la pequeña leyendo la receta para luego probar la comida- ¡Ay!, pero que feo le salió…-añadió negando con la cabeza-A ver en que puedo ayudar…- tomó la sal y echó bastante de ella dentro de la preparación. Con una cuchara probó el sabor…-Mmm…aún le falta algo…-susurró-¡Ya sé!-exclamó. Luego tomó la pimienta y comenzó a condimentar el arroz. Degustó nuevamente y quedando satisfecha se retiró hacia su habitación como si nada hubiera pasado.
Horas más tarde…
-¡Ay, mi amor! ¡Pero que cena más romántica! …-no paraba de exclamar Hermione.
-¿Enserio te gusta Herms? La hice lo mejor que pude…-decía Draco fingiendo modestia…
-Pero si, dragón…Esto es perfecto…Como tú…-contestó con una sonrisa antes de darle un suave beso- Vamos a comer, ¡me muero de hambre!
Draco comenzó a servir los platos y luego llenó las copas de champagne.
-Por nosotros…-dijo el rubio levantando su copa.
-Por muchos años más de felicidad junto a ti, mi amor- agregó seductoramente Hermione.
Luego de brindar comenzaron a comer… Draco esperaba ansioso el halago de su esposa pues sabía que la comida estaba de maravillas. Pero algo andaba mal… Con cada bocado que Hermione se llevaba a la boca se iba poniendo más y más colorada… La castaña sentía que su garganta comenzaba a cerrarse y que le era muy difícil respirar. Reconocía ese estado pero no podía recordar cuando lo había padecido…Pasaron dos minutos hasta que…
-Dr-r-rac-c-co… l-l-e ha-s-s pue-s-s-st-t-o pipipi-mien-t-t-ta…-dijo Hermione con la lengua toda hichada por su reacción alérgica.
El rubio quedó atónito, el sabía que no le había puesto ese condimento al arroz, ¿qué estaba sucediendo? Mientras Draco pensaba y pensaba, Hermione se iba poniendo peor, al punto de casi no tener aire en los pulmones.
-Ll-e-vava-m-m-me al hos-p-p-pital-l ta-ta-r-r-ra-d-do-dijo con dificultad.
Por fin Draco reaccionó, la tomó en brazos y ambos se desaparecieron.
Al día siguiente…
-Draco, Hermione, buenas tardes-decía Narcissa saludando a su hijo y a su nuera.- Veo que la han pasado bien anoche, tienen una cara de los mil demonios… ¿Cuántas horas han dormido?-preguntó guiñándoles un ojo
-Solo dos, madre. Tuvimos un pequeño percance… -dijo Draco fastidiado.
-Oh, mi amor… ¿Qué ha pasado?-preguntó Cissy algo preocupada.
-Nada, solo que su hijo le puso a la comida “por accidente” un poco de pimienta-dijo Hermione completamente enojada.-Pero por supuesto, el señor no recordó que su esposa es alérgica a ese condimento.
-Hermione, ya te he dicho que yo no le he puesto pimienta a la comida.
-Esperen un momento-dijo Lucius desde un sillón no muy alejado- Usted, Hermione, acusa a mi hijo de haberle echado pimienta a la cena, y Draco dice que él no fue… Solo queda una solución… Lo hizo Saphira.-agregó en un murmullo.-Ella nos ha dicho que…
-No acuse a mi hija de errores que comete su hijo al ser un mal esposo…-interrumpió Hermione totalmente furiosa. A todo esto, Abraxas y Saphira ya escuchaban la conversación…
-Mami…-dijo suavemente la nena.
-Shh, Saphira, no es momento para hablar…-dijo tranquilamente Draco.
-Creo que será conveniente que baje su tonito, señora Malfoy. Se encuentra en mi casa y no es aceptable…
-Mami-interrumpió a su abuelo la hija de Draco
-…que se comporte así…
-MAMÁ-volvió a interrumpir pero no le llevaron el apunte.
-USTED NO TIENE DERECHO A DECIRME COMO ME TENGO QUE COMPORTAR O NO…SI SU HIJO…
-MAMÁ!!!-gritaron Abraxas y Saphira al mismo tiempo.
Hermione se calló. Miró a sus dos hijos que la miraban enojados.
-Puedes dejar de pelear con mi abuelo y poder escucharme, ¡por las calzas más sucias de Merlín!-exclamó la mayor con los ojos destellantes de ira. Se parecía en exceso a su padre.
-Cuida tu vocabulario Saphira Rose Malfoy.
-BUENO ENTONCES ESCUCHAME! NO FUE MI PADRE EL QUE HA PUESTO LA PIMIENTA EN EL ARROZ. ¡FUI YO! ASIQUE AHORA DEJA DE GRITAR O SI NO HARÉ QUE TE ENCIERREN EN SAN MUNGO POR INCAPACIDAD MENTAL.- gritó con todos sus pulmones.
Los adultos presentes la miraron con ojos desorbitados. Draco intervino.
-Saphira, estarás castigada durante un mes sin poder salir a ningún lado, ni pedir nada por haberle echado pimienta a la comida…
-Pe-pe-pe-pero yo no lo hice apropósito…-interrumpió Saphira
-Me importa un rábano, y por interrumpir, tienes medio mes más.-agregó enojado.
-Y por tratar así a tu madre yo te castigaré dos meses y medio. Durante ese tiempo no vendrás a nuestra casa y no te regalaremos nada cuando vayamos a cenar los viernes…-dijo Lucius firmemente.
-Al diablo con todo-chilló y se fue a la chimenea donde tomó un poco de polvos flú y grito.- A la Mansión Malfoy-Granger.
-Que mal que han criado a sus hijos…-decía Narcissa negando con la cabeza…-Mira que chica más malcriada… Caprichosa como ella sola… Digna Malfoy…
-Ya solo cállate madre. Mis hijos están perfectamente criados. Ya larguémonos de aquí Hermione.-dijo agarrando a su hijo más pequeño y saliendo al patio para desaparecerse.
-Perdonen las molestias…-dijo Hermione ruborizada- Y los gritos…
Y así fue como terminó el decimocuarto aniversario de la familia Malfoy-Granger…