[Capítulo 1] Rootless Tree
Título: Rootless Tree
Pareja: JaeMin
Fandom: DBSK/TVXQ/JYJ
Capítulo: 1/?
2 años atrás
Lo había estado observando por un largo tiempo. Era la curiosidad la que me llevaba a buscar su rastro en medio de aquellas calles vacías sólo para cerciorarme de que no me lo cruzaría mientras lo acechaba a la distancia.
Admito que al principio sólo me pareció alguien bastante común y corriente, no lo negaré. Un estudiante que poseía una grata sonrisa y que se veía muy sociable, rodeado de gente al ir y venir. Uno de mis amigos me lo había señalado de lejos una tarde, cuando nos encontrábamos en el mismo café. En aquel entonces no le había prestado mucha atención a lo que entre miradas me había sido comentado, eran vecinos y aparentemente aquel chico había generado, indirectamente, un gran interés en mi amigo a tal punto que podría decirse, le gustaba.
Las preferencias sexuales de Junsu eran algo que él se había encargado de hacer público desde muy joven según tengo entendido y cuando nos conocimos un par de años atrás, él, tan directo como suele ser, se encargó de dejarme las cosas en claro. Sin poder evitar algo de sorpresa, no puedo negar que aquella mirada llena de enojo me causó algo de diversión hasta cierto punto también.
-¿Hablas en serio?- Quizá lucía como un completo idiota pero siendo tan despistado como suelo ser, eso fue lo primero que escapó de mis labios. Con una sonrisa divertida ante tal confesión, que sin duda sonaba más a amenaza, no pude notar la tensión en la cual se encontraba hasta que me enfrentó.
-No lo pienso repetir.- Aquella altanería tan suya era su mejor escudo, eso lo sabía muy bien, pero sólo en ese momento me di cuenta que el chico frente a mí se encontraba realmente asustado. Yo ya no era el Jaejoong que había sido su amigo, después de esas palabras era como si el enfoque hubiera cambiado, viéndome con otros ojos, juzgándome de la misma forma que él era juzgado, o esperándolo ser. -¿Vas a reírte ahora? Que va. No me importa.-
El verlo dudar, esa escena era tan surreal. Entre los dos, Junsu siempre había sido no sólo el más directo al decir las cosas, sino también el más valiente. Si aquel paso hacia atrás que había tomado era seña alguna, podría asegurar que estaba esperando lo peor de mí, y en ese momento fue como un balde de agua fría. Me valía una mierda si era gay, la gente siempre lo había molestado y a mí nunca me importó, pero que dudara de la supuesta amistad que teníamos... Eso hizo que viera la situación de forma diferente.
-¿A qué le tienes miedo?- No había ningún rastro de la diversión que momentos atrás había mostrado. Ahora lo miraba directamente a los ojos, enfrentando su mirada y de una alguna forma muy infantil, silenciosamente reclamando. - No sé lo que esperas de mí pero claramente no es lo que buscabas.- Sabía que estaba siendo muy brusco, que en lugar de plantar aún más duda lo que debía haber hecho era todo lo contrario, pero con mis diecisiete años y la actitud que me manejaba tan solo me dejé llevar. En aquel momento no me llegué a dar cuenta de una característica que a través del tiempo se haría muy presente en mí, la forma en la que tomé un paso adelante, como podía saborear su miedo lo cual parecía alentarme a tomar otro y otro paso más. Era algo placentero, aquel poder. No estaba bien, nunca lo estaría, pero en ese entonces ni me di cuenta ni lo pude evitar.
-¿Qué- Qué estás haciendo?- El pequeño tartamudeo al verme tan cerca, invadiendo su espacio personal. No sé por qué lo hice y aunque no me arrepiento completamente, hay una parte de mí que aborrece la satisfacción que sentí. Sin saber a ciencia cierta como ocurrió, ya tenía mis dedos sujetando su barbilla con el sólo fin de verlo doblegarse una vez más. Ni si quiera me estaba enfrentando cuando otros ya hubieran recibido uno de sus tan conocidos golpes; como reaccioné, tampoco lo se, pero me alegra el haberlo hecho.
-Eres un estúpido.- Las palabras salieron casi en un susurro, con algo de furia, pero creo que nunca estuvieron dirigidas a él. Fueron hacia mí. Sin más lo solté y a causa de la frustración presioné mis dedos a los lados de mi cabeza antes de dirigirle una mirada, Junsu lucía estupefacto. -Somos amigos. ¿Crees que no lo sabía?- Eso bastó para que se recuperara y lo contagiosa que era su risa fue el remedio que necesité para dejar de lado lo que había sucedido.