¡cri-cri!, cantaban los grillos, ¡cri-cri!, debajo del maaaar... ¿No era algo así?

Dec 23, 2008 10:35


¡Feliz cumpleaños, cri-cri!

Ay, que se me hace mayor la nena, qué mal me parece todo. Dentro de nada me llevarás a la playa en coche, ya verás (¿?). Si tu madurez y adultez y esas cosas no te alejan de tu pasado, oh noez. Todavía me quieres con *va a mirar su perfil* veintitrés, espero. Hala, ¡veintitrés! Quéfuertequéfuerte, ¿a ti quién te ha mandado nacer tan pronto? Con lo bonito que habría sido que llegara yo a Granada en un par de años y me autoinvitara a tu piso todas las tardes para torturarte, cual Barney. ¿Eh? ¿Eh? Ay, esta juventud de hoy día, que no entiende las cosas...

Sí, tengo regalo para ti, aunque no te lo merezcas porque sigo sin haber visto la TARDIS. Y sí, lo traigo a tiempo y todo, aunque parezca mentira xDD Es una mierda clavá en un palo, un drabble sin argumento en condiciones y sin originalidad y sin nah, pero tiene su poquito de p0rn y va para ti con todo mi cariño. Y con un lacito. Marrón, que dice Dani que combina muy bien con el marrón. Así que no te quejes, hombreyá.

Fandom: RPS
Pairing: J2, Jared Padalecki/Jensen Ackles
Rating: NC-17
Disclaimer: Escribo sobre los personaj... espera, eso aquí no cuela, ¿no? Hmm. Pues me lo he inventado todo yo solita. Y eso.
Notas: Spoilers, tontunos, relativamente escondidos y poco importantes para la trama, del 4x10 de SPN.
Para: criandomalvas



-¡Jensen!

Pasan sólo un par de segundos desde que escucha el grito de Jared hasta que está de pie, poniéndose unos calzoncillos y saliendo del dormitorio. Conoce la voz de su compañero de piso mejor que nadie, y este es el tono de “acabo de meter una cuchara en el microondas y la cocina está ardiendo”.

-¡Voy!

-Jensen, corre, corre, tío. No sé qué hacer, ¡la he perdido!

Está de pie en mitad del salón, mirando a su alrededor con los ojos desesperados. Da un par de pasos hacia Jensen y le coge de los brazos como si necesitara sujetarse a algo.

-¿Qué, Jared, qué es? ¿Qué has perdido? -Jensen echa un vistazo a la sala, tratando de ignorar los aullidos lastimeros de Harley, pero no ve nada fuera de sitio.

-Estaba aquí, estaba justo aquí hace un par de horas, y ahora ya no está y Harley no la encuentra y yo no la siento, ¡no puedo perderla!

Entonces Jensen se da cuenta de que allí sólo están ellos dos y el perro. Sadie no se ve por ninguna parte.

-Oh, no. ¿Cómo ha podido irse?

-No lo sé, Jen, te juro que no lo sé. ¿Qué hacemos?

-Vale. No pasa nada, tío, vamos a salir ahora mismo a buscarla.

-Pero ¿y si se ha ido lejos, o alguien la ha cogido, o…?

-Escúchame, Jared -le pone las manos a ambos lados de la cabeza y se acerca mucho hasta unir sus frentes, sin permitirle que aparte la mirada-. No vas a perderla, seguro que no está lejos. Ahí fuera no tiene comida, hace frío y no están Hurley ni su amo, ¿verdad? Fijo que nos la encontramos volviendo con la cola entre las patas al bajar las escaleras. Y ahora coge tu abrigo, que vamos a salir y gritar como descosidos.

-¿Cola entre las…? Pero… pero si ni siquiera nos oye…

-¿Por qué no nos va a oír?

-Pues porque no tiene oídos, Jensen, joder. Puede estar en cualquier parte, dándole poder a la gente o haciendo que nazcan árboles, o…

-¿Pero de qué cojones hablas?

-¿Eh? ¿De qué estás hablando tú?

-¡De Sadie! ¿No es ella la que se ha escapado?

-Qué va, tío, qué dices. Si está ahí detrás.

-¿Entonces…?

-¡He perdido mi gracia!



Jensen va a darle un puñetazo. Ahora, ya. Va a desencajarle la mandíbula y arrancarle esa sonrisa de gilipollas que se le está formando en la comisura de los labios. Ni siquiera se arrepentirá un poquito si la sangre salpica el sofá que compraron ayer, será un buen recuerdo.

-No me pongas esa cara, Jen, que estoy desesperado. ¿Crees que habrá vuelto a Texas sin mí? Debería llamar a mis padres, a ver si ha habido algún terremoto últimamente…

-Tú eres gilipollas, ¿no?

-Ahora no te enfades conmigo, tío, estoy viviendo una crisis de fe.

-No has perdido la puta gracia, Jared.

-¿No? ¿La has visto? ¿Dónde está?

-La tienes en el culo, imbécil.

Jared echa la cabeza atrás y suelta una carcajada que corean Harley y Sadie, la última desde el baño y arañando la puerta. Jared va a abrirle y le acaricia detrás de las orejas, sin parar de reírse de un Jensen que aprieta los puños para contenerse.

-Vas a despertar a los vecinos.

No tiene ni idea de cómo no han venido aún a quejarse, entre esto y… lo otro. Jared es demasiado ruidoso, el muy idiota. Y son las tres de la mañana. Jensen se va a ir a la cama ahora mismo, ya se enfrentará a su amigo por la mañana. Necesita fuerzas si quiere cometer un asesinato en condiciones.

-Y luego me dices que no soy buen actor, Jen.

-Para lo que te interesa. Y al parecer te interesa torturar a Jensen Ackles. Pues muy bien que me parece, que te diviertas. Me voy a la cama.

-De eso nada, tienes que ayudarme. Yo no llego bien, ¿seguro que está aquí? -ah, no, por Dios. Jared está torciendo el cuello para tratar de mirarse el culo. Un culo muy bonito, por cierto, y sólo lleva unos bóxers rojos (porque mañana es Nochebuena, supone Jensen) en los que él no piensa fijarse. Si cree que va a sacarlo de la cama con ese truco rastrero, darle el susto de su vida y luego pretender que le ayude con cualquier cosa, está muy equivocado. Si tiene que ignorar el hecho de que se le acaba de quitar todo el sueño de golpe cuando Jared se ha bajado los calzoncillos y se ha tumbado de espaldas en el sofá, tratando de explorarse con los dedos, pues lo ignorará.

-Seguro. Tú sigue buscando, ya verás como la encuentras.

Jensen tiene dificultades para caminar, entre otras cosas porque para no chocar contra los muebles tendría que darse la vuelta. Entre otras cosas.

-No serás capaz de irte a dormir cuando yo te necesito tan desesperadamente.

-Lo que tú necesitas desesperadamente es un psiquiatra.

-¡Es Navidad!, estás moralmente obligado a ayudar a tu prójimo en estas fechas, tío. Si no, irás al infierno.

-Si voy al infierno, Jared, espero que sea por algo un poco más grave que no meterle la mano en el culo a un idiota.

Va hasta el dormitorio y cierra la puerta, sabiendo que no tardará ni tres segundos en volver a abrirse para dejar paso a una mancha enorme de color carne, que se tira a la cama y la ocupa entera sin dejarle espacio. Jared se pone de lado y apoya la cabeza en las manos, en una pose que intenta parecer sexy y resulta un tanto ridícula. Ha perdido los calzoncillos, y Jensen tiene ganas de ir a por un calcetín de los que hay colgados en la chimenea y ponérselo en la entrepierna. Luego le hará una foto y la colgará en internet.

-Bueno. Si lo que quieres es un pecado en condiciones que te lleve directamente, eso también se puede arreglar.

No lo va a permitir. Jensen no va a ponerse (más) cachondo sólo porque el imbécil con el que vive le dirija esa mirada oscura y baje un poco el tono de voz. Sólo que…

-No abras ese cajón, tío. No, no hagas eso, no voy a… Joder, sácate los dedos de ahí, estoy cabreado contigo y no vas a conseguir… -Jared empieza a emitir soniditos patéticos. Cierra los ojos mientras mete otro dedo y murmura un “Jen” que le pone los pelos de punta-. Estoy muy cabreado -Jensen traga saliva-. Te perdoné lo de los calzoncillos blancos que se volvieron misteriosamente rosas, y lo de que fueras por ahí diciendo que tengo un tatuaje con la cara de mi madre, y te he perdonado tantas cosas en estos cuatro años que… ¿quieres dejar de hacer eso mientras te echo la bronca?

Jared le sonríe desde la cama, y Jensen se siente muy enfermo. Por qué, por qué ha tenido que venir a enamorarse precisamente de él. Con la cantidad de chicas guapas que viven en esta puta ciudad. Pero su chico se pasa la lengua entre los dientes, despacio, y luego le pone ojitos de perro degollado. El muy cabrón.

-Te lo compensaré, Jen, pero ayúdame a encontrarla. Por favor -Jensen suspira y se tumba en la cama con él, murmurando “estate quieto, tiene que estar por aquí” mientras se embadurna un dedo y se dispone a hacerle un tacto rectal.

-Si llego a saber que me voy a pasar las Navidades haciendo de urólogo te juro que me voy a mi casa, tío.

-Reconócelo, es tu vocación frustrada -Jared deja escapar un suspiro entrecortado-. Si no, no se explica que lo hagas tan bien.

-Gilipollas -dice Jensen, pero Jared se ríe y siente desde dentro cómo vibra su cuerpo. Es una sensación extraña, y durante un segundo le gustaría de verdad volver a casa y huir del exceso de intimidad que tiene en la cama con Jared. Luego se mueve y su novio emite un gemido largo y lastimero que le arranca una sonrisa y le obliga a besarle, cambiando el ritmo y curioseando por su estómago con la otra mano-. Mira, creo que la noto por ahí. Está cerca, ¿no la sientes?

-Yo no siento nada, tío.

-Pero si está justo ahí, la estoy tocando.

-Qué va.

Los dos susurran, tratando de disimular los jadeos, fingiendo que no pasa nada y están discutiendo algún tema objetivo. Actuando, como han hecho siempre, como saben hacer perfectamente porque llevan años utilizando un lenguaje que va más allá de las palabras, porque saben perfectamente lo que pasa por la mente del otro y no quieren arruinar su juego. Jensen baja la mano hasta tocarle la polla, y casi la nota latir bajo sus dedos. Va cogiendo el mismo ritmo con ambas manos, disfrutando cuando Jared va subiendo el volumen.

-¿La sientes ya?

-Sí, sisisí, creo que ya la siento, joderquébuenoeresJen.

-Pues espera, aún falta un poco para que la recuperes.

-¿No puedes darte prisa? La quiero ya, tío.

-Shhhh, estas cosas llevan su tiempo, tranquilo. Piensa que es tu gracia, es algo muy importante. Hay que tratarla bien. Ir despacito, o se asustará.

Jensen se entretiene en torturarle, moviéndose lentamente, entrando y saliendo con una mano, bajando y subiendo con la otra, quedándose quieto de vez en cuando para enredarse en su lengua.

-No, joder, no se asusta. Ya te digo yo que no se va a nin… ningún lado, atrápala rápido.

-Shhh. ¿Aquí quién es el experto?

-Tú, tú.

-Pues eso. Tu gracia estará lista cuando yo lo diga. Y si no, pues me voy y te la buscas tú solito.

-Nono, no hace falta. Lo que tú quieras, cuando tú quieras.

-Así me gusta. Y ahora, quietecito.

Casi podría decir que de verdad está ahí, la gracia de Jared. No en su culo, pero igual en el modo en que se muerde con fuerza el labio inferior y pone los ojos en blanco, o en cómo deja escapar todo el aire en un suspiro, tratando de contenerse. Tal vez en ese silencio cómodo entre ellos cuando se tocan, cuerpos que se conocen a la perfección y bocas que nunca se cansarán de explorarse.
Seguramente está en los ojos verdes de Jared, que le miran dibujando una súplica a la que no sabe resistirse.

Jensen sonríe y le besa el cuello mientras se mueve más rápido, sintiendo cómo su compañero se corre entre sus dedos, con sacudidas involuntarias y embistiendo con las caderas (adelante, buscando fricción en la polla; atrás, metiéndose él solito los dedos de Jensen hasta el fondo, y los sonidos que deja escapar mientras lo hace le perseguirán toda la vida), enseñando dientes como un animal.

-Dios -dice jadeando, y se gira en la cama para ponerse cara a cara con Jensen-. Cómo la echaba de menos, tío.

Jensen junta su frente con la de Jared, sin poder contener una sonrisa estúpida

-Qué dices. Si no hace ni cinco horas que la viste por última vez.

-¡Pero es que es tan guapa…! Lo entenderás si te dejo por ella, ¿no?

-Sí, claro. Pero invítame a la boda, será muy gracioso cuando tengas que besar a la novia -Jared se ríe y le tumba de espaldas, colocándose encima. Deja caer todo su peso sobre el cuerpo de Jensen, y le habla directamente a la piel, mordiéndole el pecho y bajando.

-Tranquilo, Jen, soy muy flexible.

-No me quita el sueño lo flexible que seas.

-Sí que te lo quita. Ahora estarías durmiendo, si no fuera por mi flexibilidad.

-Cierto, gracias por recordármelo. Buenas noches, Jared.

-Shhh, alto ahí. Te he dicho que te lo compensaría, ¿no?

Jared baja por su estómago haciendo círculos en la lengua, y Jensen tiene que reconocer que no le importa demasiado perder el sueño para someterse a las chorradas que se le ocurran a Jared. Tiene que reconocer que podría pasarse todas las noches de su vida -festivos incluidos- tratando de encontrar la gracia de Jared.

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