La tentación de Judas

May 28, 2012 11:01



5.

Jaejoong llevó su mano izquierda hacia el frente, removió el puño del saco negro que se entallaba a su esbelta figura dejando al descubierto el reloj de pulsera que adornaba su muñeca. El viento frio de esa mañana todavía gris despeinó el cabello negro que había arreglado con especial cuidado, frunció ligeramente su ceño al ver la hora e inconscientemente mordió su labio inferior, la presión que ejerció le obsequio un poco de color rojizo.

A plena conciencia se encontraba alejando de una parada, a pocos metros de la esquina haciendo más complicado abordar cualquier medio de transporte hacia su trabajo, la hora de la mañana tampoco ayudaba en nada, el caos reinaba y las personas atestaban todo tipo de transportes buscando llegar a su destino.

Su razón de estar ahí flaqueaba pero su mente impelió a su cuerpo y JaeJoong optó por seguir esperando, si su plan fallaba lo más grave que podría pasar era llegar tarde al trabajo.

Los días de prestar particular atención a ese hombre le habían dejado en claro la excesiva puntualidad que guardaba, la avenida que se extendía frente a él era parte de la ruta diaria que seguía, quizá solo demoraría unos pocos minutos más.

Sólo necesitaba que la suerte estuviera de su lado para ser visto en medio de la acera y él podía jactarse de que su silueta difícilmente pasaba inadvertida.

El transito era pesado, la luz verde detuvo una vez más el avance de los coches. JaeJoong se acercó a la orilla de la acera simulando conseguir un taxi.

En medio del caos vial el claxon de un coche resonó, JaeJoong pretendió ignorarlo pero cuando el dueño de ese vehículo insistió en hacerse escuchar supo que no podría ser una simple coincidencia, levantó su cabeza fingiendo desinterés en buscar de dónde provenía el sonido.

Abrió y cerró los ojos un par de veces simulando sorpresa, dio unos pasos hacia ese vehículo, la puerta del copiloto del coche plateado se abrió en una invitación silenciosa a abordarlo.

──ChoongJae-shi

Con su sonrisa más hermosa y brillante se encontró cara a cara con la persona que esperaba. El hombre que había conocido semanas atrás en la cena con JiSung respondía igualmente el saludo.

──Parece que estás retrasado, rápido, sube.

El hombre repitió la invitación esta vez con sus palabras, JaeJoong no perdió ni un segundo más y subió al automóvil.

Finalmente, gracias al viaje cortesía de Chaejoong, JaeJoong estaba más que a tiempo en su oficina, le regalo una sonrisa de agradecimiento al hombre guapo por décima ocasión en una solo mañana, agitó su mano en señal de despedida mientras desaparecía tras puertas del ascensor.

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Jung Young Hee avanzó haciendo resonar sus tacones contra el piso irrumpiendo en los pasillos del edificio. La mujer madura en la segunda mitad de sus cincuenta años caminó ufanándose de la belleza y elegancia que se conservaba como prueba de la buena y desahogada vida que llevaba.

Cuando invadió su oficina, siendo advertido previamente de su presencia Yunho se levantó para encontrar a la mujer en la estancia de su oficina preguntándose el porqué de su visita.

──Bienvenida, madre.

A pesar de que Jung Young Hee se mantenía al día con la información de la compañía ella prefería gastar su tiempo libre en reuniones sociales u organizar algún evento de caridad y sólo se le podía ver en ese edificio durante las juntas directivas.

──Déjanos solos por favor.

La recién llegada le exigió a su asistente con su rostro ligeramente soslayado, el hombre joven que la seguía a todos lados se inclinó ligeramente y de inmediato abandono la oficina.

──Espero que no dejes que ese apodo de “Midas coreano” que te han dado todas las revistas se te suba a la cabeza.

Dejando de lado las formalidades y cortesías de un saludo, YoungHee soltó un comentario fortuito y una escueta sonrisa que encajaba a la perfección con su arrogante personalidad. Sus ojos se mantenían observando con detenimiento las portadas de revistas internacionales de elite en negocios en donde la imagen de su único hijo resaltaba.

Yunho sonrió con un aire despectivo. A pesar de su contundente e irrebatible éxito como un hombre de negocios la fama volátil que le ofrecía el posicionarse en esos tabloides no era de ninguna importancia para él.

──Escuché que en unos pocos meses Changmin estará de regreso en Corea.── Jung Young Hee comenzó a hablar esta vez del asunto que la llevó ahí.── He leído que la última empresa que Changmin adquirió en banca rota actualmente se está posicionando como líder en Estados Unidos, ya no tiene mucho trabajo que hacer allá.

Yunho miró a su madre tomar una revista mientras comenzaba a ojearla esperando por la respuesta a su insinuación. Para ella él hermano menor de su esposa era considerado una amenaza a distancia para la compañía.

──También escuché al respecto.

Yunho respondió con calma indiferente, dejando en claro que Changmin de ninguna manera trastornaría ni afectaría su posición. Ocupando el puesto o no sus activos en la compañía no variaban ni se afectaban sus otras inversiones.

A diferencia de Yunho, Changmin si ambicionaba el puesto y aunque en el pasado el que la presidencia del Grupo estuviera a cargo de la familia Jung más que su propia aspiración se trataba de un simple capricho de su madre, Jung Young Hee se había encargado de sembrar en su hijo desde muy joven el hambre de poder.

──Tienes que estar preparado para todo, Changmin es demasiado inteligente, recuerda que esa mujer que tienes como esposa no es de ninguna utilidad para ti. Un error podía quitarte todo por lo que has trabajado tan duro.

Podrían pasar todavía más años y Young Hee mantendría presente que la única intervención de su esposa en los manejos de la compañía les había dejado en claro que Seoyeon anteponía a sus padres y hermano sobre Yunho, aun cuando su obligación desde que se convirtió en su esposa era cuidar de los intereses, de él y de sus hijos.

──Siempre supe que ese matrimonio no nos beneficiaba en nada, debiste conseguirte una esposa que pudiera ser más dócil y manipulable. Si no hubieras estado tan empeñado en casarte con ella me habría opuesto rotundamente.

Yunho guardo un silencio respetuoso que le daba la razón a la diatriba, no ignoraba el hecho de que su madre detestaba a Seoyeon, al principio la considero una piedra de tropiezo en su vida pero con el tiempo pasó a convertirse en un peligro para sus intereses cuando Yunho hizo todo lo que estaba en sus manos para rescatar a la familia Shim de la quiebra.

El grupo Jung absorbió por completo su compañía, pero las acciones que conservaron en su poder les otorgaron la facultad de disputar la presidencia, de esa manera Changmin y él se envolvieron en una dura competencia para adquirir el poder absoluto de todo el Grupo y lo único que logró que la balanza se inclinaran a su favor fue que Changmin se encontrara envuelto en un escándalo por su matrimonio y divorcio fugaz. Al contrario de él que en apariencias contaba con matrimonio e imagen intachable.

──No lo olvides, hijo, un error, tan sólo un error puede arruinar tu imagen.

Al verlo en sus cavilaciones la mujer recalcó la observación anterior en una voz suave y oscura, mirándolo sin parpadear con una evidente advertencia implícita, poniendo en manifiesto el sexto sentido de una mujer inquieta por conservar intacta la riqueza y dignidad de su hijo.

Las palabras meticulosas golpearon un punto débil, por un momento le hicieron creer que Young Hee tenía parte en el conocimiento del desliz que se negaba a dejar de lado.

──Lo tengo en mente, madre.

Young Hee sonrió satisfecha y orgullosa de su apática indiferencia.

──Bueno, no hablemos más de eso. Porque no mejor me llevas a ver ese proyecto del que se ha estado alardeando las últimas semanas.

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En el interior de su cubículo afinaba los últimos detalles de los planos culminando el arduo trabajo de las últimas semanas. Con anterioridad se encontró participando en un concurso interno para la elaboración del concepto inicial que llegaría al final como uno de los Resort más lujosos, entre todas las propuestas milagrosamente la suya fue la elegida.

Suerte de principiante, se recordó a sí mismo mientras sus dedos se deslizaban sobre el teclado.

──DooJoon-ah.

La entrada precipitada del jefe de su departamento rompió toda su concentración en el trabajo.

──Date prisa, el Director viene hacia acá para ver personalmente el avance.

Salió con prisa del cubículo y llegó en el momento preciso para acomodarse junto a sus compañeros de equipo y ofrecer una bienvenida a las personas más importantes de la compañía.

Después de una espera que pareció eterna, el aire tenso y nervioso flotando entre el personal tenso se desvaneció cuando la figura alta Jung Yunho dejó de lado la maqueta a escala del conjunto del Resort, sin poner objeción alguna a lo que se le presentaba, por el contrario, sus ojos brillaban con interés.

Caminó de regreso a la línea que formaban los empleados y se encontró cara a cara con DooJoon.

──Realmente me satisface que dentro de la compañía trabaje gente con su capacidad.

Después del cumplido, sin perder su porte soberbio el director Jung le dio una sonrisa alentadora y satisfecha, consiguiendo también que las comisuras de los labios de Jung Young Hee se torcieran, más de lo que cualquier empleado podría obtener del empresario y su madre.

──Yoon DooJoon-ssi quiero que sea parte del equipo que supervisará la construcción del Resort.

Abrió sus ojos con sorpresa tratando de asimilar el ofrecimiento, al no asimilarlo el joven aludido volteó a sus lados buscando algo que le indicara que las palabras que acaba de escuchar se trataban de una broma pero al igual que él todos los presentes lucían desconcertados.

Al final volvía al mismo origen de todo. Jung Yunho, uno de los hombres más importantes de Corea le pedía personalmente que trabajara en la materialización del mismo proyecto arquitectónico que él conceptualizó.

Se preguntó si el empresario que admiraba y respetaba tenía una cierta idea de la edad que tenía para pedirle algo así a un recién egresado de la facultad que apenas se abría paso en el mundo laboral.

Pero si Jung Yunho claramente tenía altas expectativas en su trabajo. ¿Quien era el para rechazar esta oportunidad única?

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Jaejoong recorría la sala de juntas de un extremo al otro balanceando excesivamente sus caderas, haciendo alarde del encanto particular que poseía de acaparar el interés de cualquier hombre completamente heterosexual.

Los ejecutivos de la compañía pasaron horas hablando acerca de un proyecto de alcance internacional, el tedio comenzaba a llenar el espacio y los hombres parecían prestar más atención a los pantalones negros de vestir que se entallaban perfectamente sus delgadas pero torneadas piernas, JaeJoong sonrió complacido con las miradas voraces que recibía a su paso, aunque la sola idea de compartir la cama con alguno de esos decrépitos, al menos por una noche le provocaba repulsión él sabía que un poco distracción no les caería mal.

Y él tampoco quería dejar de recibir toda la atención.

Pero pesar de que sabía que más de un ejecutivo podría estar sufriendo por esconder una dolorosa erección entre sus piernas la mayor parte de su provocación y coqueteos estaban enfocadas al hombre que ocupaba el lugar más importante en la de mesa. Su pequeña venganza por haberlo dejado relegado a segundo plano cuando su ambicioso proyecto se puso en marcha.

──Es todo por hoy.

Yunho terminó la reunión de manera súbita, se levantó de su asiento para abandonar el enorme salón seguido de cerca por su secretaria y asistente. El repentino y tajante final dejo desconcertó a más de uno.

Cuando el alto ejecutivo estaba a punto de cruzar el marco de la puerta se detuvo abruptamente.

──Kim jaejoong-ssi, ¿Cuál es su posición en esta compañía? ¿Un asistente? ¿O un ejemplar masculino de dama de compañía?

Dándole la espalda Yunho arrastró las palabras entre dientes, luchando para contener la cólera que pugnaba por gobernarlo.

──¿Disculpe?

Titubeó, JaeJoong no tenía experiencia en cómo lidiar con la ira de su amante, mucho menos en horarios laborales.

──Kim JaeJoong-ssi, le preguntaré de nuevo ¿Es usted un asistente ejecutivo o algún tipo de compañía especial para caballeros?

Yunho giró para dispararle una mirada dura, inflexible, casi letal, repitiendo sus palabras de forma lenta y pausada. JaeJoong parpadeó un par de veces, se mordió los labios con nerviosismo tratando de asimilar la pregunta, debatiéndose entre responder o no.

──Mi puesto en esta compañía es el de un asistente.

JaeJoong agregó desconcertado, con un aura indecisa, el rostro adusto y severo de Yunho le intimidaba y urgía inmediata respuesta.

──Por su respuesta debo suponer que Usted conoce las diferencias entre ambos puestos. Entonces le pido, no, le exijo que deje de comportarse como una mujerzuela y actué de acuerdo a su posición que desempeña en la compañía.

La áspera petición resonó peligrosamente suave a sus oídos produciendo un leve temblor en su cuerpo. Yunho terminó de abandonar la sala, airado e implacable dejando a los presentes perplejos por el inesperado arrebato.

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DooJoon elevó su mirada buscando la figura de JaeJoong, pero Junsu apareció sólo.

──Junsu-ah, estamos aquí.

Alzó la voz y movió su mano para que su distraído amigo se percatara de su presencia.

──DooJoong-ah.

Junsu respondió su saludo y su mirada se enfocó al extraño que lo acompañaba.

──Oh cierto, Junsu, te presento a Yoochun, un compañero de trabajo, Yoochun, este es mi amigo Junsu.

Ambos mencionados agacharon la cabeza en una ligera reverencia.

──¿Por qué no tomas asiento?

La voz ronca de Yoochun le invitó señalando con una mano el lugar vacío.

──JaeJoong… ¿No vino contigo?

Cuando todos ocupaban un lugar alrededor de la mesa DooJoon preguntó haciendo un último intento por encontrar a JaeJoong aunque era más que evidente que él no había venido.

──Oh, él no pudo venir… todavía está trabajando.

Junsu respondió de manera incomoda recordando el hecho de que JaeJoong se negó a ir con él, con la excusa de que otros asuntos urgentes necesitaban su atención.

──Que lástima que no haya podido acompañarnos, DooJoon habla mucho de él, estoy curioso, tenía bastantes ganas de conocerlo.

Para callar el silencio que anticipo, Yoochun tomó su relevo en la conversación. DooJoon le regaló a su amigo una mirada cómplice que le pedía silencio, suspiró y sonrió con tristeza a su derrota pensando en que una nueva oportunidad de ver a JaeJoong se había escapado.

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JaeJoong abandonó el ascensor, avanzó con rapidez hacia esa habitación, hablar con Junsu robó el tiempo que ya tenía medido y ahora estaba llegando a su cita con bastantes minutos de retraso. Aumentó la velocidad por el pasillo cuando recordó que Jung Yunho no era un hombre al debía hacer esperar.

En el segundo que JaeJoong entró su cuerpo chocó con dócil violencia contra la placa de la puerta. Sus muñecas fueron apresadas con fuerza contra la madera, Yunho tomó el control de su cuerpo mientras robaba un besos feroces viajando de sus labios a su cuelo.

Cuando se les otorgó la libertad los delgados y pálidos dedos de JaeJoong se enredaban entre las hebras marrones de su cabello luchando por un mayor acercamiento entre ambos cuerpos.

Después de minutos de conectar sus labios en un beso sin sentidos Yunho rompió la unión, los labios cereza, abandonados se abrían en un jadeo recuperando el aliento que él le había robado.

En medio de una nueva batalla de besos una par de manos buscaron a tientas los botones de una camisa, para deshacerse de toda la ropa que comenzaba a estorbar. Sus manos se desplazaron sobre el pecho de Yunho bajando cada vez más hasta estancarse en el bulto rígido que poco a poco cobraba vida entre las piernas. Sobre la tela del pantalón Jaejoong acaricio suave pero firme, los movimientos de su palma se hicieron cada vez más frenéticos agitando la respiración de su amante.

No había pasado por alto el hecho de que cada vez que estaban juntos Yunho solía ignorar esa parte de su cuerpo que lo delataba como un hombre, pero sus manos masculinas palpaban atendiendo con impetuosa pasión cada parte de su cuerpo que iba quedando expuesta.

JaeJoong fue consiente de ser el único que estaba quedando completamente desnudo, para remediar aquello, deshizo un par de botones, eliminó un cinturón que se ceñía sobre, cuando los pantalones caros estuvieron en las rodillas de su amante, JaeJoong con efectiva agilidad se inclinó quedando a la altura de sus caderas, tomó entre sus manos el enorme trozo con devoción y cuidado.

Remojó sus labios ávidos y deseosos tratando hacer más llevadero el hambre de tenerlo en su boca, enseguida su lengua aterciopelada comenzó a lamer desde la punta hasta la cabeza como si de una dulce se tratara.

Cansado de los preámbulos JaeJoong engulló por completo el pene que tenia entre sus manos. Ruidos sucios al chupar y succionar con su boca cálida y húmeda, llenaban la habitación, lo sintió crecer cada vez más en su cálida y húmeda boca repitiendo el proceso intensamente el proceso hasta que una calidez rebosó, sin quejas bebió hasta la ultima gota que la llenó.

Apenas terminó de levantarse Jaejoong sintió su cuerpo volver estrellarse de frente contra la puerta, un indicio de que el hombre de negocios que coexistía en su amante seguía molesto por el incidente de esa tarde, sonrió para sus adentros deleitándose en la tácita realidad de los celos de Jung Yunho.

Jadeando pesadamente Yunho observó con lujuria maliciosa el cuerpo pálido y desnudo entre sus brazos, el cuerpo que lo volvía loco y que codiciaba marcar como suyo.

Se perfilo entre las tersas y sedosas piernas, tomó su pene flácido masajeándolo por unos segundos, su vigor masculino tanteó el terreno que rodeaba la fisura entre el trasero de JaeJoong, el contacto con su lugar favorito consiguió que la sangre se agolpara en la punta para revivir su erección.

Sus manos se posaron con violencia en las níveas y delgadas caderas de Jaejoong, apretó sus palmas con excesiva presión dejando marcas rojas que durarían el tiempo suficiente.

Yunho no espero ni un segundo más para abrirse paso hacia el interior, sin previo aviso en un solo movimiento se enterró en la pequeña y rosada grieta tocando fondo, ahorrando a JaeJoong el trabajo de suplicar por ello.

──Nnngg.

El dolor inesperado por la repentina intrusión fue evidente en su rostro etéreo, mordió su labio con fuerza opacando los gemidos dolorosos que fueron arrancados de su garganta, lagrimas se veían venir. Buscó su propio miembro acariciándolo para tratar de aminorar el daño, cerró los ojos dejándose llevar, su mente comenzaba a perderse entre la línea del dolor y el placer, el aliento caliente y la lengua de Yunho contra su cuello, mordiendo y lamiendo con pasión la marca de nacimiento atenuaron por completo el sufrimiento.

──Hahh… hahh~~

Ardiente y estrecha la hendidura que lo aprisionaba para Yunho era un idílico tormento. Después de unos segundos la tensión de paredes internas comenzó a ceder dándole la libertad de moverse lenta y pasmosamente, torturando a Jaejoong.

──Hmmm…

Con un ligero sollozo de JaeJoong, supo que por fin los esperados trozos de placer comenzaban a abrirse paso por todo su sistema, después de todo, el dolor inicial siempre era un catalizador del placer.

En busca de la fricción que necesitaba para una nueva liberación los choques se hicieron más fuertes rápidos y frecuentes.

──Ahh, ahh… ¡ahí!

Encontrando el lugar correcto los golpes certeros que Yunho daba en el interior se hicieron más duros y profundos, en respuesta Jaejoong presionó sus caderas en contra del cuerpo que lo sostenía en la necesidad de un mayor contacto entre los cuerpos.

──Ahh, ahh Yun-Yunho, más rápido… si así… sigue así, por favor... ¡ahhh!

──Huh... Jaejoong~...

Yunho jadeó su nombre cuando el calor de su cuerpo se hizo insoportable, sus dedos se enterraron en la piel tersa de las caderas que apresaba ultimo embistió un par de veces agresivamente, casi brutal.

Con su piel cubierta de un ligero brillo, ambos cabalgaban espasmódicamente hacia su clímax, pronto la calma después de la tormenta llegó. Éxtasis, el orgasmo anhelado.

Jaejoong eyaculó en su propia mano al mismo tiempo que disfrutaba de la calidez que se diseminaba a lo largo de sus paredes internas. Yunho lo abandonó abruptamente consiguiendo un lloriqueo por la pérdida en su lugar íntimo.

Con una respiración corriendo de manera desigual, la quietud consecuente se vio rota por la vibración de un celular abandona a sus pies.

──No lo contestes, es nuestro momento.

JaeJoong exigió, besándolo de nuevo para distraerlo, al romper el beso Yunho lo meditó durante unos segundos pero al final cedió a sus deseos Las últimas semanas estuvo ocupado con asuntos de trabajo y había sido difícil para él darle un poco de su atención y esta noche no quería dejarlo ir tan rápido.

Dejando cada vez más olvidados los motivos que lo llevaron a comenzar con todo JaeJoong realmente disfrutaba las horas que pasaba con Yunho. El tiempo que pasaban juntos corría fugaz, JaeJoong continuamente se encontraba deseando que se prolongara o que se hicieran sus encuentros se hicieran más frecuentas.

Volvió a cerrar la brecha entre sus labios para repetir una vez más el tortuoso y delicioso proceso.

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