Fondue para dos
Fandom: Capitan América
Título: Fondue para dos
Personajes: Peggy Carter/Howard Stark (Peggy/Steve; Howard/Steve)
Notas: pequeño ficlet post película (se entiende que no post época actual, eh?). Gracias a thefrozenyogurt por echarle un vistazo antes.
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Aquel fondue era el inicio del ritual que Howard y Peggy conocían tan bien. A ella se le llenaban los ojos de lágrimas a pesar de sus evidentes intentos por contenerlas, mientras que él sentía un nudo en la garganta, incapaz de hilar cualquier comentario ingenioso para aligerar el momento.
Ella era la primera en tomar un pedazo de pan.
Él era el primero en acariciar su cara.
Nunca era claro quién era el primero en besar al otro, pero ninguno intentaba detenerse.
Cada beso era un momento de nostalgia. Cada caricia, la pena compartida. Nadie más podía entender la pérdida, el anhelo, la añoranza. Las huellas húmedas dejadas sobre la piel eran un mapa de guía para su regreso. Una búsqueda de él en el otro, la única forma de sentirlo cerca, el único lugar donde lo podían encontrar.
Cada gemido inconexo no era más que un mismo ruego a dos voces, una llamada de auxilio. Un grito que pedía el regreso del hombre tras la pérdida del héroe.
Los susurros de pasión y soledad compartida que clamaban por Steve Rogers.
Título: Fondue para dos
Personajes: Peggy Carter/Howard Stark (Peggy/Steve; Howard/Steve)
Notas: pequeño ficlet post película (se entiende que no post época actual, eh?). Gracias a thefrozenyogurt por echarle un vistazo antes.
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Aquel fondue era el inicio del ritual que Howard y Peggy conocían tan bien. A ella se le llenaban los ojos de lágrimas a pesar de sus evidentes intentos por contenerlas, mientras que él sentía un nudo en la garganta, incapaz de hilar cualquier comentario ingenioso para aligerar el momento.
Ella era la primera en tomar un pedazo de pan.
Él era el primero en acariciar su cara.
Nunca era claro quién era el primero en besar al otro, pero ninguno intentaba detenerse.
Cada beso era un momento de nostalgia. Cada caricia, la pena compartida. Nadie más podía entender la pérdida, el anhelo, la añoranza. Las huellas húmedas dejadas sobre la piel eran un mapa de guía para su regreso. Una búsqueda de él en el otro, la única forma de sentirlo cerca, el único lugar donde lo podían encontrar.
Cada gemido inconexo no era más que un mismo ruego a dos voces, una llamada de auxilio. Un grito que pedía el regreso del hombre tras la pérdida del héroe.
Los susurros de pasión y soledad compartida que clamaban por Steve Rogers.