2006
mucho tiempo sin pasarme por aquí.
sin embargo, no dejo de abrir cada día la página de friends. es mi página de inicio por defecto: eran otros tiempos. pero eso permanece. sigo abriendo todos los días el journal, viendo cómo la gente vuela, se cae, pone fotos de nochevieja o se cura a lametones las heridas del último fracaso sentimental.
es una forma de contacto, aunque yo no aporte.
aunque mi papel sea mirar desde detrás de la pantalla de mi viejo portátil.
mi nuevo papel, se entiende.
antes, posteaba mucho, escribía mucho, gastaba mucho el tiempo = puesto de trabajo fijo en una agencia de publicidad aburrida + conexión adsl en casa.
ahora, lo gasto igual, pero con menos repercusión internetera = trabajo fragmentario + conexión de pago por minuto en casa.
qué le vamos a hacer, son fases.
supongo que esta es mi fase de amontonar los acontecimientos que yo mismo he precipitado durante el último año. abandonar Madrid, cambiarla por Berlín. olvidar muchas cosas, recordar muchísimas más. no, no añoro España, y no tiene pinta de que vaya a cambiar. adoro esta ciudad, pese a lo que cuesta abrirse camino como fotógrafo.
pero, innegablemente, podría ser mucho peor.
podría no haber aprendido en absoluto el idioma.
podría no haber ganado dinero con la fotografía.
podría no tener el trabajo de 40 horas al mes en una agencia de publicidad online que me regala un seguro médico y una sonrisa de sorpresa cada vez que pienso que llegó sin buscarlo y que fue mi primera entrevista de trabajo en Berlín.
las variables podrían ser mejores y peores.
en definitiva, vida en su estado puro.
me gusta caminar por estas avenidas.
me gusta que el frío me triture los pulmones, aunque todavía no haga frío en comparación a los -20ºC que nos recibieron cuando llegamos hace casi un año ya.
me gusta haber hecho coincidir mi vuelta a fumar en pipa con residir en una ciudad donde nadie te mira como alguien raro por fumar, con maravillosos estancos donde hacen ellos mismos sus propias e inimitables mezclas.
me gusta que cuando mis compañeros de trabajo me ven fumar en pipa, me llamen Geniesser (sibarita) mientras esbozan una sonrisa.
me gusta haber pasado las navidades lejos de lo que he hecho todos los años: aquí, en medio de Europa, viendo uno de los mejores atardeceres de mi vida.
me gusta estar taladrándolo todo a fotografías.
me gusta notar que probablemente en breve empiece a escribir mi segunda novela. hay algo queriendo salir dentro de mí, y es necesario darle luz.
me gusta que todo sea una incógnita imposible de despejar.
me gusta esta bendita locura.
también, incluso, me gusta haber perdido a una gran amiga por haberme venido aquí. porque una persona que reacciona con celos e ira cuando le dices que te vas a un país en el que podría estar ella y no está por cobarde, y que no te contesta a los mails, y que cuando lo hace te miente, es que sólo estuvo ahí por motivos indefinidos, pero no por amistad.
la vida es ir soltando lastre. siempre lo he sabido, y que la gente que permanecerá a tu lado los puedes contar con los dedos de una mano. y que la vida se encarga de irte cortando dedo tras dedo.
es bueno ver que vas perdiendo dedos.
porque, al final del día, te das cuenta de que los dedos no son básicos.
y que te quedan todavía varios.
me gusta recibir mensajes de desconocidos a través de mi página web que necesitan decirme que le encantan mis fotos.
me encanta pensar que hay fotografías mías en Australia desde la exposición de septiembre. un gesto pequeño, estúpido e intrascendente a escala global, pero que te hace runrun en el estómago cuando imaginas esa enorme distancia, trasvasada y traspasada.
se pueden cambiar muchas cosas, claro, pero aceptar lo que viene es la única base de la felicidad.
soy feliz aquí.
:)
sin embargo, no dejo de abrir cada día la página de friends. es mi página de inicio por defecto: eran otros tiempos. pero eso permanece. sigo abriendo todos los días el journal, viendo cómo la gente vuela, se cae, pone fotos de nochevieja o se cura a lametones las heridas del último fracaso sentimental.
es una forma de contacto, aunque yo no aporte.
aunque mi papel sea mirar desde detrás de la pantalla de mi viejo portátil.
mi nuevo papel, se entiende.
antes, posteaba mucho, escribía mucho, gastaba mucho el tiempo = puesto de trabajo fijo en una agencia de publicidad aburrida + conexión adsl en casa.
ahora, lo gasto igual, pero con menos repercusión internetera = trabajo fragmentario + conexión de pago por minuto en casa.
qué le vamos a hacer, son fases.
supongo que esta es mi fase de amontonar los acontecimientos que yo mismo he precipitado durante el último año. abandonar Madrid, cambiarla por Berlín. olvidar muchas cosas, recordar muchísimas más. no, no añoro España, y no tiene pinta de que vaya a cambiar. adoro esta ciudad, pese a lo que cuesta abrirse camino como fotógrafo.
pero, innegablemente, podría ser mucho peor.
podría no haber aprendido en absoluto el idioma.
podría no haber ganado dinero con la fotografía.
podría no tener el trabajo de 40 horas al mes en una agencia de publicidad online que me regala un seguro médico y una sonrisa de sorpresa cada vez que pienso que llegó sin buscarlo y que fue mi primera entrevista de trabajo en Berlín.
las variables podrían ser mejores y peores.
en definitiva, vida en su estado puro.
me gusta caminar por estas avenidas.
me gusta que el frío me triture los pulmones, aunque todavía no haga frío en comparación a los -20ºC que nos recibieron cuando llegamos hace casi un año ya.
me gusta haber hecho coincidir mi vuelta a fumar en pipa con residir en una ciudad donde nadie te mira como alguien raro por fumar, con maravillosos estancos donde hacen ellos mismos sus propias e inimitables mezclas.
me gusta que cuando mis compañeros de trabajo me ven fumar en pipa, me llamen Geniesser (sibarita) mientras esbozan una sonrisa.
me gusta haber pasado las navidades lejos de lo que he hecho todos los años: aquí, en medio de Europa, viendo uno de los mejores atardeceres de mi vida.
me gusta estar taladrándolo todo a fotografías.
me gusta notar que probablemente en breve empiece a escribir mi segunda novela. hay algo queriendo salir dentro de mí, y es necesario darle luz.
me gusta que todo sea una incógnita imposible de despejar.
me gusta esta bendita locura.
también, incluso, me gusta haber perdido a una gran amiga por haberme venido aquí. porque una persona que reacciona con celos e ira cuando le dices que te vas a un país en el que podría estar ella y no está por cobarde, y que no te contesta a los mails, y que cuando lo hace te miente, es que sólo estuvo ahí por motivos indefinidos, pero no por amistad.
la vida es ir soltando lastre. siempre lo he sabido, y que la gente que permanecerá a tu lado los puedes contar con los dedos de una mano. y que la vida se encarga de irte cortando dedo tras dedo.
es bueno ver que vas perdiendo dedos.
porque, al final del día, te das cuenta de que los dedos no son básicos.
y que te quedan todavía varios.
me gusta recibir mensajes de desconocidos a través de mi página web que necesitan decirme que le encantan mis fotos.
me encanta pensar que hay fotografías mías en Australia desde la exposición de septiembre. un gesto pequeño, estúpido e intrascendente a escala global, pero que te hace runrun en el estómago cuando imaginas esa enorme distancia, trasvasada y traspasada.
se pueden cambiar muchas cosas, claro, pero aceptar lo que viene es la única base de la felicidad.
soy feliz aquí.
:)