Día 19. Un talento tuyo.
Creo que sólo hay una cosa que considere así. Y lo sabe todo el mundo que me conoce. Es escribir. Podría hablar del optimismo, pero no. Creo, y si no es eso, me sentiría muy perdida dentro de mí misma, que es mi capacidad de escribir.
Personalmente, creo que hay distintas maneras de escribir. Uno puedo explicarse de mil maravillas y que todo lo incomprensible sea aprehendido por todos los que le rodean, y otros, simplemente, pueden emocionar. Algunos, incluso, pueden hacer que te intereses, ya no sólo por lo que estás leyendo, sino por cómo está escrito, por cuáles son los planos y los bocetos que han diseñado esas descripciones, esas sensaciones que tú paladeas cuando pasas tus ojos por el papel.
Hay muchos clases de forma de escribir. La que más me ha fascinado, desde siempre, es aquella que desnuda. Aquella que consiste en ponerse en la piel del otro personaje. No hablo de ponerse sus zapatos y decir, yo haría esto que hace o yo no haría esto otro, no. Yo hablo de algo que va más allá. De cuando te olvidas de tu personalidad, de tu entorno, de cuando tienes que dejar el libro, alejarlo un poco de ti, porque estás apunto de llorar, de ser avasallado por lo que has leído. Esa lectura provocadora, empática, que se desarrolla poco a poco, a base de leer mucho y querer comprender siempre un poquito más.
Va a sonar arrogante, lo sé. Pero creo que ése es mi talento. Escribir de esa manera. No siempre lo consigo, lo admito. Requiere de mucho trabajo, mucha constancia, y muchos, muchísimos, incontables borradores. A veces, mis borradores son fanfics enteros, que a la gente les gusta más que el resto, pero a mí hay algo que no me acaba de encajar. Muchas veces, me he quedado a medio camino para conseguir eso que pretendo, porque creo que mi talento no es escribir así, sino no cansarme nunca de escribir así.
Caer imbuida, en cualquier momento, por la pasión que los distintos personajes, sus historias, sus leyendas, el mundo que les rodea, tienen. Recoger esas personalidades, esa multitud de circunstancias y casualidades, y saber que son un bálsamo para cualquiera. Que sirven de ejemplo sin ser modelos, que sirven de ayuda sin pretender dar consejos, que sirven de escarmiento para aquellos que no creyeron errar en sus actos.
A lo mejor ni siquiera he conseguido escribir algo realmente así de certero. ¿Entonces? Creo que escribir es algo mucho más mágico de lo que podría explicar con palabras. Algo que no todo el mundo consigo, porque no es sólo juntar sujeto, verbo y predicado.
Quizás me he dejado influir por los piropos, por las alabanzas de otros, por mis propias confianzas. Quizás no sea mi talento en absoluto. Pero me encantaría que lo fuera.
No es lo mismo, lo sé. Pero, como ya he dicho, a lo mejor mi talento es esa capacidad para no cejar en la lucha por conseguir que eso que quiero se cumpla.
Al final, no sé si he dicho algo con sentido o me he dejado imbuir por mis sensaciones. Últimamente, parece que todo lo que digo está escrito con prisas y nerviosismo, pero cuando me llega un review o algún comentario como, por ejemplo, el que gemuca me regaló hace poco, en el que decía “que hacía míos los personajes”, me sentí un poquito más cerca de aquello. Y quizás, por ello, es por lo que he escrito precisamente de ello.