Meme de los 30 días. Día 04
Sin lugar a dudas tampoco (xD) En el lugar de las alas, de David Almond. (Me gusta más este título, que el original: Skelling)
Escribiría Harry Potter como hizo thaly_black porque todo aquello que dijo también lo sentí yo, sobre todo en el mega comentario que la escribí xD. Pero no, este libro es sin duda mi favorito. No lo tengo en casa, como tampoco tengo la película de Gladiator -algo que terminaré arreglando el día que quiera, pero me parece tan bonito ir a la biblioteca y cogerlo, aunque el libro ya no me dejan T_T -.
No es un libro muy conocido,
y desde luego no es el gran tomo al que estaba acostumbrada cuando lo leí, a las 10 años. Simplemente se coló entre los libros de Harry Potter y Enid Blynton -que, también tiene un hueco especial en mi biblioteca pues me dediqué durante cuatro años seguidos a buscar sin parar libros descatalogados, que hace poco han vuelto al mercado, sobre Torres de Malory y Santa Clara, los internados femeninos que poblaron esas épocas. Con razón era la única chica que no odiaba los internados - por sus 217 páginas que lo hacían un libro de lectura rápida.
Sin embargo, esa historia se coló y me caló hasta los huesos. Y cada año, cuando siento que he olvidado las frases lo vuelvo a leer, y vuelvo a vivir aquellos momentos que pasé con él, porque siento esa historia como propia. Como si la hubiera vivido en algún momento, como si hubiera formado parte de un sueño. Y tiene un poco del poder de volar de Peter Pan, de las locuras y frases de Luna Lovegood, un poco del valor que tiene Anton cuando conoce al pequeño vampiro que, con Drácula, son los únicos vampiros que adoro con este alma tan quisquillosa que tengo para los chupasangre; tiene ese toque a lo Sirius Black, de personaje entre fantástico y real, entre la leyenda y el sueño; ese estilo a cuentos que se hacen realidad en un mundo de viejos dioses y antiguas fantasías. Es un libro que decir que me encanta es quedarme corta. Y laura_sommeilspuede aseguraros que todo lo que digo es verdad porque se lo regalé allá por estas fechas el año pasado y me dijo que la gustó. Es más, me dijo que yo le recordaba a Mina y eso me llenó de alegría.
Os explico. Michael, un niño de, creo, diez años, conoce a Mina cuando sus padres se mudan a una casa destartalada y vieja en un pueblo que se encuentra bastante lejos de su antiguo hogar, su colegio y sus amigos. Se hacen amigos, una amistad que se ve fortalecida cuando conocen a Skelling, un hombre que vive en el garaje, que está a punto de caérsele encima, de Michael.
Es un argumento sencillo con miles de detalles hermosos y de los que os voy a spoilear a la de ya, con las frases que aún recuerdo.
How can the bird that is born for joy,
Sit in a cage and sing.
How can a child when fears annoy,
But droop his tender wing,
And forget his youthful spring.
Mina es una chica que no va al colegio y a la que su madre le enseña las cosas, y cuando Michael trae los deberes a su casa para hacerlos con ella, ésta se burla y le canta una canción. Su madre la amonesta por ello, pero ella es así muy independiente, diciendo siempre lo que piensa y creyendo en cosas que a Michael le parecen demasiado extrañas. (La acabo de encontrar en internet porque yo ese libro le leí en español)
-”Tal vez los omoplatos sean los lugares donde antes teníamos las alas, y donde volverán a salirnos algún día".
Realmente me estoy dando cuenta que no me acuerdo de los quotes del libro *putea* Pero lo raro es que este se me fuera a olvidar. De hecho si vais al profile de la comu de mis fics, una de las dos historias que hay hace mención a ésta. Porque es un tema muy recurrente para mí, y porque me trae de cabeza. Y porque cuando Michael y Mina ayudan al vagabundo Skelling a curarse se dan cuenta de que es un ángel. Pero no uno cualquiera, no, es más alguien perdido en la miseria de la vida que vive con ellos hasta que se da cuenta que tiene que salir de ahí. Pero las noches en que se reunieron los tres, e incluso que tanto Michael como Mina sentían que podía volar porque, al creer en ello, salían alas de sus espaldas, esas noches también las viví yo. Y he de admitir que sin ese libro no hubiera podido disfrutar de todos los que le siguieron, porque abrió una puerta en mi mucho más profunda e invisible que la que pudo abrir, por ejemplo, Harry Potter.
Otra cita que ahora recuero es la de:
“¿Y qué ocurre si quiero leer algo que no esté recomendado para mi edad?”
Mina de nuevo, desafiante ante las recomendaciones de las edades en las partes de atrás de los libros. Y ahí la idea de que un libro no tiene edad. Y de hecho, cuando alguien me pregunta, no puedo evitar sonreír ya que mi libro favorito no es ningún bestseller gigantesco que ha leído y conoce medio mundo; sino uno chiquitín, que no llega a las 300 páginas, perdido entre las estanterías de la biblioteca, con una historia tan conmovedora como bella, que está recomendado para niños de entre 9 y 11 años :)