Parte 16B: Halloween 1976

Dec 21, 2004 15:46



***

”Sabes que no tengo músculos en el estómago,” susurra James. La pulpa en la falda de Lily se le pega a la mano.

Hay un conejo haciéndole cariño a su zapato.

“Lo sé,” dice ella tranquilamente

“Tengo la madurez de un niño de siete años en una tienda de baños.”

“Lo sé.”

“Le tengo miedo a las calabazas.”

“James.” Lily suena aliviada y cariñosa e impaciente. “Yo no puedo cantar.”

James la mira. Ella pasa su mano sobre la mano de él, la que todavía está pegada a su falda.

“Ojalá te callaras,” murmura ella.

Sus bocas está muy cerca.

***

”Eres tan mala,” dice Carmina, examinando su dedo herido.

“Eres insufrible,” sisea Narcissa. “De todas las personas con las que podría estar encerada en una farsa

ridícula con-preferirá estar encerrada con Evans que contigo!”

“Ohh!” grita Carmina, los ojos abiertos con rabia. “No puedo creerlo-creída, teñida, perra!”

Narcissa se espanta. Nadie le dice cosas. Nadie. Porque la familia Black tiene dignidad, la que debe

mantenerse sobre todas las cosas-

“Te voy a sacar la cara!” grita y se lanza sobre Carmina.

***



***

”No noté nada,” dice Peter dudosamente, aún sostiene el dulce incómodamente entre dos dedos. “¿Está seguro

que funcionó?”

“Oh, sí,” dice Dumbledore. “Sin embargo, creo que su falta total de imaginación ha evitado que sufra sus efectos.

Es muy interesante. No sabía que existía algo como negarse a la historia-esperaba ser acorralado por algo

sediento de sangre con ojos locos- pero parece haberlo perfeccionado. Felicidades!”

“Oh,” dice Peter. Quiero irme a mi casa.

“Por favor abra su dulce,” dice Dumbledore y suspira.

“Bueno,” dice Peter.

***

”Ten cuidado, Shacklebolt!”

“Quizás deberías salir del camino, Black.”

“No puedo! Estoy atrapado en un casco! ¿Por qué crees que no estoy arrancando, gritando como una

niña?”

“Esa es una espada, Kingsley, si no te molesta oh Dios Mío tenía menos miedo cuando era sólo la

armadura-“

“Abajo, Lupin.”

“Los odio a todos.”

***

”No me puedo callar. Es como un instinto. Estoy en la misma habitación contigo y de pronto es como si tuviera

que hablar todo el tiempo, y a veces es como si me saliera de mi cuerpo y me estoy mirando desde arriba

y sólo quiero gritar cállate! Cállate! Cállate! Pero-“

“Potter.”

“.. qué?”

“No… creo que debas preocuparte tanto.”

“Oh.”

“Sí.”

"Oh..."

***

"Tonta!"

"Bruja!"

"Viciosa, ordinaria -- ow -- pigmea!"

"Suelta cazarfortuna-- ooh mi cabello!”

***

Peter lo abre.

***

"Los odio a todos,” dice Snape de Nuevo, enfáticamente. “Odio a Black más que a todo pero es casi un empate y

por qué no lo cerramos y decimos que son todos unos perdedores.” Pausa. Pestañea. Mira alrededor.

Pociones. Pociones. Más pociones. Unos frascos vacíos, un caldero espumeante. El dulce olor de las piedras

mojadas y experimentos en progreso. Está de vuelta donde estaba antes de que la tarde explotara en un

experimento grande y perturbador. Snape se saca el pelo de uno de sus hombros, los dedos torciéndose. “Sí

eran Black y Lupin,” se dice. “Encima del otro. Mariposas.”

***

"Unnngh," dice Kingsley, con gran esfuerzo. La espada es pesada, por supuesto, y extrañamente puntiaguda

pero lo tiene todo bajo control. Déjenselo a él Situación: manejable

“Wow”, dice Frank. “¿Cuándo terminé en tus brazos, Kings? Tu estómago es como hierro. Es más que

hierro. Nadie me va a creer pero eres más montaña que hombre, amigo.”

Kingsley mira a Frank, acunado pesadamente y extrañamente puntiagudo entre sus bíceps masivos. La mitad

del equipo de Quidditch los mira con horror.

“Y así,” dice Kingsley, “es como un Bateador puede salvar la vida de un Chaser en el aire.”

Todos aplauden.

***

”Yo le apuesto a Narcissa,” dice Bellatrix calmadamente, pasándole su dinero a Ermine al otro lado de la cama.

“Yo apoyo a Carmina,” contesta Ermine. “Aunque es pequeña, patea como un burro.”

***

James cierra los ojos. Este es el primer beso que ha intentado dar que no ha tenido demasiada lamida de labios

nervioso como preámbulo. Quizás no sera tan mojado como los otros, pocos y espaciados como fueron. Incluso

cuando estaban saliendo: pocos y espaciados. Toma una bocanada de aire. Saborea el momento, Potter. Es a

lo que siempre te ha llevado tu vida! Nunca vuelvas a dudar! Nunca vuelvas a perder la esperanza ! Lily

huele a chica. A chica cansada, sudada, cubierta en calabaza, pero a chica, y puro secreto de chica, pura curva

suave de cosas de chica. Presiona una mano contra su mejilla y la otra contra su cintura y presiona sus labios

hacia delante en un modo ciego y ladeado. Determinación, ha decidido, debe servir por la falta de habilidad. El

momento es demasiado perfecto. Hasta hay conejitos.

“Wow,” dice un alegre de primer año, sorprendido. “Se van a besar, no?”

“Eso creo” dice uno de los prefectos. “Esto es definitivamente no cómo yo aprendí a tallar calabazas.”

Lily se inclina a la derecha; James, a la izquierda. Golpean sus cabezas tan fuerte que James ve calabazas.

“Onnghhhh,” gruñe. “Oh, mi cabeza.”

“Bueno,” dice Lily, arreglando su falda y valientemente recordando un concepto extraño y extranjero conocido

como compostura. “Voy a darme un baño. Recuerden, niños: cuando tallen calabazas, siempre usen un

delantal.”

***

Remus tiene los ojos bien cerrados, está acurrucado al lado de Sirius en posición fetal, esperando a que el

hacha-ni siquiera proverbial; la realidad del hecho es así de horrible-caiga. No lo hace. Se tensa, sintiendo a

Sirius tomado a su sweater. Los segundos pasan. Nada pasa.

Remus abre un ojo.

“Oh, Dios,” dice. “Sirius. Sirius. No vamos a morir.”

“Negación,” gime Sirius miserablemente, “negación hasta el final. Este es el modo Lupin.” Luego abre un ojo y

mira alrededor. Muy cuidadosamente, saca su brazo del cuello de Remus. “Oh,” dice.

“Sí,” dice Remus. “A menos que moramos de vergüenza, lo que déjame decirte no está descartado, no vamos a

morir.”

“Hola,” dice Peter alegremente. La torre está llena de Gryffindors que lucen algo mareados pero

extremadamente curiosos y a menos que Remus esté teniendo alucinaciones, ese es Albus Dumbledore

mirándolo “Feliz Halloween! Estaba en los baños y encontré una puerta secreta. Ha sido Dumbledore! Hizo que

la mitad de la escuela desapareciera. Bueno, no desaparecieron. Estaban en una fiesta. Pero se suponía que

asustara a todos. Y resolví el misterio y gané treinta puntos!”

“Bueno, muchachos?” dice Dumbledore. “Feliz Halloween!”

“Era una broma!” dice Peter. “Ja ja!”

“Ajá,” dice Sirius. Remus conoce esa voz. Es asesina. “Aja, ja ja ja.”

“Me encanta Halloween,” murmura Dumbledore con felicidad. “Ahora, las festividades pueden

realmente comenzar!”

Remus mira alrededor. Hay ojos por todas partes: los ojos quemantes y juzgadores de sus compañeros.

Recuerda su primer Halloween-su primer Halloween real, con Sirius y James y Peter en Hogwarts-y

James y Sirius usando disfraces acorde, y Peter comiendo tantos dulces que se enfermó en el piso, y tener que

limpiar todo mientras Sirius y James iban robando por el pasillo, poniendo dulces derretidos frente a las

puertas de todo el mundo y todos terminaron con zapatos pegajosos en la mañana. Este es sólo otro de los

recuerdos bonitos y agonizadores que le recuerdan, cuando es un adulto, y presumiblemente ha superado todo

esto, que hubo veces cuando se sintió muy pequeño y muy rojo, como un tomate digno de precio. Humildad,

piensa, y la habilidad de tomar todas las cosas.

Sin embargo-y piensa que Sirius estará de acuerdo con él-ahora, en este instante, le gustaría que cayera el

hacha.

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