A Jeff Buckley se lo tragó la corriente del Mississippi, mientras nadaba en las aguas del río, una tarde de mayo de 1997. Tenía 30 años y una voz temblorosa y envidiable. Había grabado, además, uno de los discos - Grace - más emotivos, inspiradores y definitivamente mejores de la década. Diez canciones entristecidas e intensas cantadas por uno los
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