Un día me atraganté con la ortografía. En vez de un par de palmadas para escupirla se infectó y todo el mundo veía un bubón oscuro que se fue desarrollando en mi exterior. Nadie se percataba de la enfermedad interna; ni por su puesto de la inseguridad que ello creaba, el dolor de seguir tragando libros y regurgitando textos. Al tragar me alimentaba
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cuando más muero, cierro. sólo que esta vez fue la peor caída. pero también supongo que cogí más fuerza que otras veces.
y ahora,
todo es distinto. yo y mi alrededor. todo
(no, no me he mudado. ni me he operado)
las cosas irán a mejor porque no puede ser de otra forma.
no sé si actualizaré mucho o poco, pero le tengo demasiado cariño a todo esto después de tanto tiempo (¿recuerdas el principio...?) y me pasearé por aquí de vez en cuando, aunque sea sólo para soltar un 1% por ciento de lo que vivo/veo/buh.
por su parte, cuídese de la ortografía señorita. este año hice primero de periodismo y mis compañeros caían como moscas muertas por culpa de la ortografía. vaya monstruo. yo a veces escupo en todo eso. en la ortografía y la gramática y la sintaxis y los preestablecido y mira.
al final sale todo esto.
cuídese libélula. quizá haga una visita a barcelona, demasiada gente por visitar allá. la avisaría. no sé cuándo.
un beso y un abrazo. *
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¿A qué te refieres con tener un basto conocimiento?
¡La RAE es un juego! ;)
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