Title: De funciones escolares y besos (con sabor a batido)
Fandom: Glee
Pairing: Puck/Quinn (Menciones a Finn/Quinn)
Summary: AU. Todavía en la escuela primaria, donde tu personalidad empieza a definirse como aquella que tendrás hasta el fin de tus días, Quinn Fabray tiene que lidiar con algo que no esperaba.
Para
thaly_black,
earwen_neruda y
lauranio por
san_drabbletin Quinn Fabray arranca el anuncio de ensayo pegado a su taquilla de un solo tirón y cierra la puerta con violencia, haciendo que el adorno de delfines azules que cuelga del techo se tambalee peligrosamente. Podría haberse negado, por supuesto que sí, es más, debería haberse negado; todo aquel asunto de los musicales escolares le parece una estupidez, ella no necesita un papel protagonista en la función del colegio para ser el centro de atención.
Podría haberse negado, pero si hay algo que ha aprendido Quinn en sus años de vida es que hay cosas que tienes que hacer aunque no te guste.
Tiene que levantarse temprano cada Domingo para ir a la iglesia con su familia a pesar de que los sermones del pastor le parezcan cualquier cosa menos estimulantes, tiene que regresar a casa siempre antes de las nueve de la noche (o bien arriesgarse a que sus padres cierren con llave la puerta delantera y tener que dormir en casa de una amiga cuando hay suerte y en el jardín cuando no), tiene que colaborar con las tareas de casa siempre y cuando su madre no decida pasarlas por alto con la excusa de algún examen cercano...Puede hacer una lista con un millar de cosas que tiene que hacer aunque no quiera. Y supone que esta es una de ellas.
-...Ni siquiera se presentó al casting...estoy segura de que no sabe cantar-la voz de Rachel Berry llega a sus oídos justo cuando está arrugando la bola de papel y arrojándola a la papelera.
No le importa lo que Rachel pueda llegar a decir, en primer lugar porque la única persona que aún insiste en escucharla es su amiga Beverly, otro cero a la izquierda, y en segundo lugar porque ella sí sabe cantar. Quizás no tan bien como Rachel, quien ya ha demostrado en la Función de primavera que ha nacido para ello, pero se defiende lo suficiente como para protagonizar el festival de fin de curso. De esto último nadie tiene ni la más remota idea, por supuesto, ella sabe que la señorita Fells la ha eligido porque es guapa, rubia y tiene un encanto natural; incluso tiene la ligera sospecha de que en las partes cantadas piensa sustituirla o consentir que haga play-back. Porque no, nadie sabe que Quinn lleva cantando todas las noches desde que tiene ocho años (cuando su prima le regaló el CD de las Spice Girls), encerrada en su habitación y con su cepillo morado a modo de micrófono. No lo hace porque quiera ser una artista, ella ya tiene sus propios planes de futuro en los cuales solo entra la palabra Princeton, lo hace porque la música consigue hacerla sentir bien.
-Todo el mundo está encantado con la idea de verte actuar Q.-dice Brittany jugueteando con un rizo de color dorado brillante-Bueno...Rachel Berry quiere escribirle una carta al representante de Olivia Newton-John porque dice que tu papel como Sandy es un auténtica ofensa hacia su persona. Pero yo no me preocuparía por ella-añade soltando una risita que consigue ponerla de los nervios en vez de animarla.
Quinn suspira. Muy a su pesar casi está de acuerdo con Rachel Berry, lo de cantar es una cosa, pero lo único que sabe sobre los años sesenta tiene que ver con faldas de vuelo, melenas cortas con flequillos rectos, batidos de fresa o arándanos, máquinas de discos y enormes bolas de chicle de colores. Además ella sólo vio Grease una vez, y porque Finn se empeñó en mostrarle su tremendo parecido con John Travolta; y tiene que decir que Sandy no le cae nada bien, es una mojigata que ni siquiera se sabe divertir (lo que le hace pensar otra vez que Rachel estaría más cualificada para ese tipo de papel).
-Además...-añade Santana con una sonrisa maliciosa-Se rumorea que la señorita Fells no quiere que Finn interprete a Danny Zuko-explica mientras recoge su pelo oscuro en una larga cola de caballo-dice que se emociona demasiado y tiene miedo de que haga el ridículo. Me muero de ganas por saber quien le sustituirá ¿tú no?
No, Quinn no se muere de ganas por saberlo. Esa es una de las razones por las que no entiende a su profesora de teatro, ¿no se supone que lo que debería desear precisamente es que sus alumnos pongan todo el corazón actuando?. Frunce el ceño, teme decírselo a sus amigas por miedo a que se rían de ella, pero desde que él le pidió casarse en aquel campamento de verano, junto al lago, no quiere besar a ningún otro chico que no sea Finn Hudson.
Con solamente doce años Quinn tiene muy claro (sobre todo por aportación de sus padres) que estar comprometida con alguien es algo muy serio. Por eso insiste, suplica y soborna a la señorita Fells para que Finn participe en la obra como Danny. Desgraciadamente, la señorita Fells (cuyo nombre de pila es Amber) es una mujer joven, sin anillo de boda, y Quinn piensa que esa es la razón por la cual hace caso omiso de sus peticiones y decide hacerla callar con un:
-Ya tengo a alguien perfecto para ese papel Quinn-suaviza su tono hasta hacerlo casi maternal-No te preocupes, estoy segura de que Noah cumplirá todas nuestras expectativas.
Quinn cruza los brazos por encima del pecho. Noah Puckerman, más conocido como Puck entre los alumnos, seguido de un suspiro si eres una chica. Así que se trata de eso...la señorita Fells quiere asegurarse de que su función tenga una buena acogida entre el público escogiendo como protagonistas a los dos chicos más populares de toda la escuela primaria.
Santana le da un codazo en las costillas mientras sisea:
-No sabes la suerte que tienes...¡Vas a actuar con Puck!
Quinn se muerde los labios y retiene la tentación de decirle que si eso es lo que ella quiere el papel es todo suyo. Ella y Puck ni siquiera se llevan bien. Quinn tiene que reconocer que es mono (tampoco es que tenga vigas en los ojos), pero nunca le han gustado los chicos de su estilo, está convencida de que no traen más que problemas. Y de verdad espera no haberse equivocado respecto a los batidos en esa época, porque tiene la intención de estamparle uno en la cara si las cosas se pasan de castaño oscuro.
Besar a Puck sobre un escenario, con un montón de gente mirando, no es como había esperado que fuera. Besar a Puck no es como besar a Finn, y Quinn no quiere hacer comparaciones en ese momento porque no le parece justo para el segundo (y puede que porque tenga miedo de que éste salga perdiendo). Besar a Puck es cualquier cosa menos inocencia. No tiene nada que ver con besos tímidos e inexpertos, Puck sabe exactamente lo que hace cuando su brazo rodea la cintura de la niña y la atrae hacia él. Y Quinn no puede evitar sonrojarse, porque nadie la había besado nunca con tanta intensidad, porque sólo son unos críos y no, eso no está bien porque ella está comprometida y no puede hacer eso, y sin embargo no hace ademán de apartarse hasta que el telón les cubre a ambos y los primeros aplausos del público llegan a sus oídos. Entonces sí que lo hace, entonces se aparta y corre hasta caer en brazos de su madre sin dirigirle ni una mirada.
El último día de clase siempre está lleno de despedidas, de aprobados y suspensos, de carreras por los pasillos y gritos histéricos...y de gimnasios decorados con globos, serpentinas, confetis y una enorme pancarta de despedida.
Sobre todo este año.
Quinn sabe que este año va a marcar con rotulador negro un antes y un después en el plano de su vida, que al año que viene va a ir al instituto y nada volverá a ser igual. O puede que sí... su madre suele decir que hay cosas que nunca cambian.
Se apoya contra el cristal de la ventanilla del coche, todavía tiene las mejillas algo coloradas, y le arden de una manera que no deberían. Levanta la mirada al dejar el aparcamiento, no volverá a pasar un solo día en ese colegio, sonríe aliviada. Justo antes de salir a la autopista un coche se interpone en su camino, Quinn reconoce al chico que viaja en el asiento trasero y le guiña un ojo con descaro. Le fulmina con la mirada y gira la cabeza...sospecha que ese va a ser un verano muy largo.
Quinn sabe que este año va a marcar una línea en su vida.
De lo que no tiene ni idea es de la influencia que va a tener ese beso en el último día de curso, en sus años venideros.