Tercer año...
Esta noche me he desvelado, y me he puesto a escribir...nose me ocurría ningún título mejor que ponerle.
La última vez que estuvimos sentados en la misma mesa fue unos días después del paseo a la playa.
No lo soportaba, allí sentado, como si nada hubiese pasado. Ese día terminé peliada con todas mis amigas y con la firme resolución de que debía sacarlo de mi vida.
Ese año fue extraño, ya estaba en tercero, y como me sentía tan mal empecé a pensar en la posibilidad de congelar el semestre. Eso hasta que un profe, (al que aún le tengo un cariño muy grande porque es como mi padre) habló conmigo y me dijo que no podía deprimirme. Entendí que eso no iba a ganarme (lo de Felipe no era lo único, además se agregaron problemas donde yo me estaba quedando, desde malas caras a robos de dinero).
Me aparte del grupo y me centré en estudiar, mis notas subieron y encontré algo que realmente me gustaba, me acerqué a mi amigo Leonardo, que para ese entonces ya comenzaba atener problemas con Laura.
No sé si lo mencioné antes, pero Laura era una de las personas que estaba con Felipe ese día en la playa, maquillada hasta las náuseas, con vestido y tacones... hundiéndose más y más en la arena. (ahora que lo recuerdo me da risa)Por supuesto que yo me alejara de Felipe le facilitó las cosas, pronto me enteré de que salían juntos, que se iban de compras y... un día Leo se acercó, los habíamos visto juntos, y me dijo "¿crees que ya se han acostado?", lo miré, con todo mi pesar le dije que yo pensaba que sí lo habían hecho. Tiempo después fue la propia Laura quien me confesó que estuvieron bastante cerca.
El problema era que nadie entendía nada, por qué si Laura decía estar enamorada de Leo, era capaz de restregarle en la cara su supuesta relación con Felipe.
Y por otro lado que Felipe aceptara de buena gana a Laura provocó un gran problema para el resto del grupo. No entendían por qué y cómo eran capaces de hacerme eso.
No voy a negar que me dolió, y no pude evitar pensar que Laura había sabido moverle el trasero convenientemente, cosa que yo no hice. Pero para fin de año lo que hicieran o dejaran de hacer me tenía sin ciudado, ya hacía meses de que yo no hablaba con Felipe.
Yo había encontrado las distracciones perfectas. Por una parte me incorporé al equipo de futbolito de la facultad (ven ,nada de deportes de niñas... jugaba de defensa y era bastante buena en eso) y por otro lado había encontrado una "distracción" bastante más .... atractiva, o debería decir atractivo.
La última vez que estuvimos sentados en la misma mesa fue unos días después del paseo a la playa.
No lo soportaba, allí sentado, como si nada hubiese pasado. Ese día terminé peliada con todas mis amigas y con la firme resolución de que debía sacarlo de mi vida.
Ese año fue extraño, ya estaba en tercero, y como me sentía tan mal empecé a pensar en la posibilidad de congelar el semestre. Eso hasta que un profe, (al que aún le tengo un cariño muy grande porque es como mi padre) habló conmigo y me dijo que no podía deprimirme. Entendí que eso no iba a ganarme (lo de Felipe no era lo único, además se agregaron problemas donde yo me estaba quedando, desde malas caras a robos de dinero).
Me aparte del grupo y me centré en estudiar, mis notas subieron y encontré algo que realmente me gustaba, me acerqué a mi amigo Leonardo, que para ese entonces ya comenzaba atener problemas con Laura.
No sé si lo mencioné antes, pero Laura era una de las personas que estaba con Felipe ese día en la playa, maquillada hasta las náuseas, con vestido y tacones... hundiéndose más y más en la arena. (ahora que lo recuerdo me da risa)Por supuesto que yo me alejara de Felipe le facilitó las cosas, pronto me enteré de que salían juntos, que se iban de compras y... un día Leo se acercó, los habíamos visto juntos, y me dijo "¿crees que ya se han acostado?", lo miré, con todo mi pesar le dije que yo pensaba que sí lo habían hecho. Tiempo después fue la propia Laura quien me confesó que estuvieron bastante cerca.
El problema era que nadie entendía nada, por qué si Laura decía estar enamorada de Leo, era capaz de restregarle en la cara su supuesta relación con Felipe.
Y por otro lado que Felipe aceptara de buena gana a Laura provocó un gran problema para el resto del grupo. No entendían por qué y cómo eran capaces de hacerme eso.
No voy a negar que me dolió, y no pude evitar pensar que Laura había sabido moverle el trasero convenientemente, cosa que yo no hice. Pero para fin de año lo que hicieran o dejaran de hacer me tenía sin ciudado, ya hacía meses de que yo no hablaba con Felipe.
Yo había encontrado las distracciones perfectas. Por una parte me incorporé al equipo de futbolito de la facultad (ven ,nada de deportes de niñas... jugaba de defensa y era bastante buena en eso) y por otro lado había encontrado una "distracción" bastante más .... atractiva, o debería decir atractivo.