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Dec 07, 2007 22:41

 
Dejo el primero de los drabbles que voy a hacer para
30vicios.

Fandom: Prince of Tennis
Pareja: OT5 (Sanada/Atobe/Tezuka/Echizen/Fuji)
Advertencias: Uhm... ¿el hecho de que sea un quinteto?
Tema: #1 Inicio
Palabras: 709

En una relación de cinco, pocas veces había respuestas unánimes para una misma pregunta. Menos, teniendo en cuenta a quienes implicaba, precisamente, esa relación de cinco.

Por un lado, Tezuka creía que el principio de toda la historia había sido ese momento que todavía recordaba con una sonrisa dulce. Una de las pocas cosas que provocaban en él sonrisas dulces. Había sido en su segundo año. Primavera, justo esa semana en la que los cerezos eran más hermosos que ninguna otra. Llevaba toda la semana preparando un trabajo para inglés con Fuji. El chico de ojos cerrados y sempiterna sonrisa ocupaba casi la totalidad de su tiempo. En las prácticas, en los trabajos y en la biblioteca estaba con él. Por ese mismo motivo habían ido a sentarse un rato bajo uno de los cerezos. Lo había besado cuando ya era incapaz de soportar la belleza del rostro de Fuji. Sabía que debería sentirse avergonzado por ese primer contacto entre sus labios. Probablemente era el beso más torpe que había dado en su vida y, aún así, seguía incapaz de borrar la sonrisa. Para él, todo comenzó ahí.

Atobe asociaba una idea completamente diferente a esa relación. Si Kunimitsu sonreía, él fruncía el ceño de esa forma especial que significaba que trataba de mostrarse enfadado con el mundo cuando en realidad estaba molesto consigo mismo. Eso, para ore-sama, era difícil de asimilar. La clave en Keigo era una pelea. Una pelea que había buscado durante el campamento para el Amistoso Júnior. Competir con Sanada, lograr ser el rival último de Tezuka, lo había llevado a buscarlo durante la noche. Cuando lo encontró besando a Echizen estuvo a punto de desmayarse. Hasta que cayó en las garras de Fuji y se dejó llevar hacia su mayor rival. Fue la primera de muchas noches que disfrutó antes de reconocer que no buscaba al capitán del Seigaku de aquel entonces sólo por su habilidad con el tenis.

Ryoma podría decir que el momento clave era ese en el que había decidido ir a Japón y estudiar en el mismo instituto que su padre. Mentiría. Ni el colegio ni el ambiente habían calado en él hasta que Tezuka apareció en las pistas cuando molestaba a Arai. Ordenando vueltas y gritándole a los titulares por su falta de concentración. Tezuka-buchou siendo Tezuka-buchou, en realidad. Sus ojos, entrenados desde niño gracias al empeño de su padre (aunque jamás reconocería algo así ni le daría las gracias al viejo) vieron que Tezuka-buchou era mucho más que alguien demasiado severo. Tardó mucho más tiempo en descubrir a Fuji, y de los cinco, fue el último en interesarle de verdad. Echizen tenía cristalinamente claro que la explicación a todo residía en Tezuka Kunimitsu.

Si alguien odiaba pararse a pensar dónde empezaba lo que tenían, ese era, sin lugar a dudas, Sanada. Para él no eran cosas de adolescentes. Se había unido tarde. Siendo ya un adulto, porque aunque muchos dijeran que Geniichiro no podía ser un niño se equivocaban. Lo había sido. Lo había sido hasta que un par de semanas antes de su vigésimo cumpleaños Yukimura murió en un accidente absurdo de tráfico. Había sido su primer amante, su primer todo. Cuando le dieron la noticia dejó el tenis. Perdió una parte fundamental de sí mismo y creyó haber perdido su corazón y su alma. Fuji fue el primero en llegar bajo el muro que creó después de Seiichi. No de forma agradable. Justo después del funeral, dejando abierto el camino para que Tezuka, Echizen y Atobe se colasen en él poco a poco. Meses después estaba involucrado en esa intensa relación que compartían los cinco.

Fuji no sabía dónde estaba el inicio. ¿Según las teorías evolucionistas o según las creacionistas? No se paraba a pensarlo porque no podría elegir un momento. Si quería imágenes, recuerdos congelados en el tiempo e imperecederos a sus estragos, recurría a su numerosa colección de fotografías. Desde que siendo un niño su hermana Yumiko le regaló su primera cámara, tenía registrado todo lo que había significado algo, aunque casi siempre fuese él el único que entendiese el qué. No se paraba a buscar momentos intangibles. Carecían de sentido.

Lo que Fuji sabía era que el final se acercaba peligrosamente.

Gracias por leer ^^

fic: sanada/atobe/tezuka/ryoma/fuji

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