Caminando al Alba - CH. 3
Disclaimer: Los personajes y universo de Harry Potter es de creación de J.K Rowling.
Escrito para: harrython (el conjunto de esta historia)
Reto: #3
Personajes: Draco Malfoy, Harry Potter.
Advertencias: EWE, AU, líneal con la saga incluyendo DH.
Género: Romance.
Temática: Slash.
CAMINANDO AL ALBA
Capítulo 3 - Clandestino
No fue fácil sortear la actitud considerablemente Slytherin que tenía Draco, o cuán Gryffindor podía ser Harry, pero lo que sí ambos concordaban es que no se arrepentían de intentarlo.
Draco encontró a alguien quien nunca lo juzgaría por proteger a su familia, ellos no eran perfectos pero se amaban y él sabía que haría cualquier cosa para mantenerlos juntos.
Harry encontró un amigo a quien no le importaba verlo maldecir al mundo, enojarse con actitudes idiotas, o incluso hartarse de estar tanto tiempo haciendo el idiota.
Encontraron compañerismo, tardes tranquilas descubriendo los secretos de Hogwarts.
Y allí estaban, uno estudiando para su examen de pociones y otro leyendo un libro de grandes magos del siglo XIX.
-¿Una rana de chocolate? -indagó el rubio abstraído con su ensayo que ya tenía por terminar.
-Claro -torpe uno lanzó la caja y cayó en la cabeza de Harry -, ¡auch!
-Lo siento -le contestó con una sonrisa petulante.
-Hasta Dumbledore se ríe -no le había dolido lo suficiente como para armar jaleo, e incluso se encontró en una actitud bastante sumisa y extraña porque Draco lograba lo que Hermione nunca pudo: Hacerlo estudiar, considerar que los libros no eran un atentado a su infancia.
-Bueno, el vejete tiene lo suyo.
Harry dio vuelta la caja mientras masticaba la rana que aún se movía dentro de su boca, se regodeaba con la sensación hasta que comenzó de nuevo a leer el cromo de Dumbledore.
-¡Nicolas Flamel!
-¿Eh?
-¡Ya sé quién es Nicolas Flamel!
-Oh por las bolas de Merlín -y sí, Draco lo sabía. La estúpida travesía que Harry quería descubrir, a veces pensaba que a Harry le gustaba ser idiota y seguir todas las pistas como un maldito conquistador.
¡No tenía que arriesgar su vida! Y él lo sabía, había algo tétrico en todo esto.
-Es un alquimista, descubrió la piedra filosofal. ¡Eso es lo que busca Snape!
-De una buena jodida vez, Harry. El profesor Snape no busca esa jodida cosa, si hay algo que sé de mi padrino es que no está muy apegado a su vida y...
-¿Padrino? -el rubio se maldijo internamente. Se supone que eso era un secreto de todo el jodido mundo, pero al mirar los vibrantes verdes de Harry comprendió que por mucho que él podía decirle 'No quiero hablar de ello' y se callaría, también reconocía que no quería tener tontos secretos con él.
-El profesor Snape es mi padrino, Harry. Y te lo digo enserio: Es imposible que él busque algo de esa magnitud.
El de cabellos hirsutos lo miró por un tiempo bastante largo, casi midiéndolo en todas sus acciones pero él no había dicho ninguna mentira, no aún en todo caso.
-¿Enserio? -y le estaba preguntando con la súplica en sus ojos, buscando confiar en sus palabras.
-Enserio, Harry -y sus ojos no abandonaron el verde, que cada vez parecía más brillante por culpa de esa sonrisa que le hacía sentir raro.
-Te creo.
Le sonrió.
-Pero eso no significa que dejaré de investigar.
-¡Oh por las pelotas de Merlín! ¡Déjalo ir! Si cualquier cosa que esté escondida acá sigue aquí es porque Hogwarts es un lugar seguro.
-Pero alguien puede entrar y...
-Harry, mira, no te estoy diciendo que no exista amenaza, sino Dumbledore si guardó algo de esa magnitud aquí habrá mandado a colocar protecciones, pruebas incluso cosas imposibles por hacer. ¿No dijiste que encontraste un Cerbero allí dentro?
-Aham -y a cada palabra que él decía parecía desanimar a su amigo, cosa que realmente quería.
-No creas que todas las pruebas pueden ser fácil o difíciles, pero estoy seguro que la prueba de Dumbledore no fallará. No le dicen el mago más fuerte del siglo XX por nada.
-Esta bien...
Las semanas que siguieron fueron de manera similar: Se juntaban en salas que nadie conocía, mandándose cartas a horas intempestivas, notas entre clases y también peleando para mantener las apariencias y luego lo comenzó a ver: Harry actuaba raro.
Intentaba ocultar dragón, ¡un jodido dragón! ¿de dónde coño podría haber sacado algo así? Debía ser del estúpido medio-gigante y allí estaban, en medio del bosque prohibido cumpliendo un maldito castigo.
-No puedo creer que realmente hayan escondido un dragón por tanto tiempo -le recriminó a su amigo.
-No puedo creer que realmente te hayas ido de boca.
-¿Qué se supone que debía de hacer?
-¡Quedarte callado! Ya lo íbamos a mandar a una reserva en Rumania, con el hermano de Charlie.
-¿Y cómo se supone, genio, que supiera eso si me mentiste? -golpe duro, Harry lo vio, y no fue precisamente él quien estaba más adolorido, sino Draco y lo podía ver en sus ojos y por primera vez en sus acciones.
Sus hombros estaban hundidos, y su expresión facial por fin podía estar a la altura de sus ojos, y se sintió la peor persona del mundo.
El peor amigo que alguien puede tener.
-Sabes... Comprendo que hay algunas cosas que le dices a los Gryffindor que a mí no, no me quejo por eso, pero por lo menos espero que me digas cuando cosas como estas, graves, me lo cuentes... -"tal y como yo lo hago" quiso decir, pero no lo hizo.
Ahora Harry comprendía por qué le decía estúpido Potter incluso cuando estaban solos.
-Lo siento.
-Aham...
Todo volvió a ser como era: bromas por allí y por acá, empujones y los sonidos del bosque, algunos aullidos que asustaron al rubio y también serpientes, arañas y bichos que Harry nunca había visto, claro, hasta que encontraron algo que nunca pensó ver.
-Sangre de Unicornio -susurró el Slytherin inclinándose un poco para olerla. Nadie se atrevería ni siquiera a tocarla si quería una maldición -. ¿Tiramos chispas? -preguntaba el rubio mientras se alzaba sujetando al perro cobarde.
-Mejor encontrémoslo, tal vez está aún más lejos
O no tanto.
-Auch...
-¿Qué sucede?
-Me duele mi cicatriz.
-¿Tu cicatriz?
Y antes que siquiera pudieran pensarlos lo vieron, un animal puro e inocente en el piso, con sus piernas dobladas y su pelaje cada vez brillando menos, era triste ver cómo la sangre se acumulaba en el piso con el monstruo que se cernía sobre el.
-¡Ahh! -y eso fue suficiente para que Draco se asustara, el perro retrocedió y él hizo un amago de sujetar a Harry quien se iba cayendo cada vez más. La criatura -de mantos negros y rostro deformado- se alzó para dirigirse a ellos.
-Corre - le oyó susurrar su amigo -, corre y busca ayuda, por favor.
¡Estaba sufriendo!
-Corre -repitió en un suspiro. No quería dejarlo solo, no allí con el monstruo acechando -, por favor.
Y Draco gritó de indignación retrocediendo con Fang corriendo para que buscara a Hagrid.
-¡Vamos, apúrate, huélelo! ¡dime dónde está! -gritaba cada vez más asustado, con el corazón en su mano.
Maldito Potter.
Insufrible, idiota y valiente Potter, que prefería quedarse solo a la suerte de un demonio que con él tratando de salvarse juntos.
¡Trabajando a la velocidad de las letras! xDD, y mi Internet D:
Escrito para: harrython (el conjunto de esta historia)
Reto: #3
Personajes: Draco Malfoy, Harry Potter.
Advertencias: EWE, AU, líneal con la saga incluyendo DH.
Género: Romance.
Temática: Slash.
CAMINANDO AL ALBA
Capítulo 3 - Clandestino
No fue fácil sortear la actitud considerablemente Slytherin que tenía Draco, o cuán Gryffindor podía ser Harry, pero lo que sí ambos concordaban es que no se arrepentían de intentarlo.
Draco encontró a alguien quien nunca lo juzgaría por proteger a su familia, ellos no eran perfectos pero se amaban y él sabía que haría cualquier cosa para mantenerlos juntos.
Harry encontró un amigo a quien no le importaba verlo maldecir al mundo, enojarse con actitudes idiotas, o incluso hartarse de estar tanto tiempo haciendo el idiota.
Encontraron compañerismo, tardes tranquilas descubriendo los secretos de Hogwarts.
Y allí estaban, uno estudiando para su examen de pociones y otro leyendo un libro de grandes magos del siglo XIX.
-¿Una rana de chocolate? -indagó el rubio abstraído con su ensayo que ya tenía por terminar.
-Claro -torpe uno lanzó la caja y cayó en la cabeza de Harry -, ¡auch!
-Lo siento -le contestó con una sonrisa petulante.
-Hasta Dumbledore se ríe -no le había dolido lo suficiente como para armar jaleo, e incluso se encontró en una actitud bastante sumisa y extraña porque Draco lograba lo que Hermione nunca pudo: Hacerlo estudiar, considerar que los libros no eran un atentado a su infancia.
-Bueno, el vejete tiene lo suyo.
Harry dio vuelta la caja mientras masticaba la rana que aún se movía dentro de su boca, se regodeaba con la sensación hasta que comenzó de nuevo a leer el cromo de Dumbledore.
-¡Nicolas Flamel!
-¿Eh?
-¡Ya sé quién es Nicolas Flamel!
-Oh por las bolas de Merlín -y sí, Draco lo sabía. La estúpida travesía que Harry quería descubrir, a veces pensaba que a Harry le gustaba ser idiota y seguir todas las pistas como un maldito conquistador.
¡No tenía que arriesgar su vida! Y él lo sabía, había algo tétrico en todo esto.
-Es un alquimista, descubrió la piedra filosofal. ¡Eso es lo que busca Snape!
-De una buena jodida vez, Harry. El profesor Snape no busca esa jodida cosa, si hay algo que sé de mi padrino es que no está muy apegado a su vida y...
-¿Padrino? -el rubio se maldijo internamente. Se supone que eso era un secreto de todo el jodido mundo, pero al mirar los vibrantes verdes de Harry comprendió que por mucho que él podía decirle 'No quiero hablar de ello' y se callaría, también reconocía que no quería tener tontos secretos con él.
-El profesor Snape es mi padrino, Harry. Y te lo digo enserio: Es imposible que él busque algo de esa magnitud.
El de cabellos hirsutos lo miró por un tiempo bastante largo, casi midiéndolo en todas sus acciones pero él no había dicho ninguna mentira, no aún en todo caso.
-¿Enserio? -y le estaba preguntando con la súplica en sus ojos, buscando confiar en sus palabras.
-Enserio, Harry -y sus ojos no abandonaron el verde, que cada vez parecía más brillante por culpa de esa sonrisa que le hacía sentir raro.
-Te creo.
Le sonrió.
-Pero eso no significa que dejaré de investigar.
-¡Oh por las pelotas de Merlín! ¡Déjalo ir! Si cualquier cosa que esté escondida acá sigue aquí es porque Hogwarts es un lugar seguro.
-Pero alguien puede entrar y...
-Harry, mira, no te estoy diciendo que no exista amenaza, sino Dumbledore si guardó algo de esa magnitud aquí habrá mandado a colocar protecciones, pruebas incluso cosas imposibles por hacer. ¿No dijiste que encontraste un Cerbero allí dentro?
-Aham -y a cada palabra que él decía parecía desanimar a su amigo, cosa que realmente quería.
-No creas que todas las pruebas pueden ser fácil o difíciles, pero estoy seguro que la prueba de Dumbledore no fallará. No le dicen el mago más fuerte del siglo XX por nada.
-Esta bien...
Las semanas que siguieron fueron de manera similar: Se juntaban en salas que nadie conocía, mandándose cartas a horas intempestivas, notas entre clases y también peleando para mantener las apariencias y luego lo comenzó a ver: Harry actuaba raro.
Intentaba ocultar dragón, ¡un jodido dragón! ¿de dónde coño podría haber sacado algo así? Debía ser del estúpido medio-gigante y allí estaban, en medio del bosque prohibido cumpliendo un maldito castigo.
-No puedo creer que realmente hayan escondido un dragón por tanto tiempo -le recriminó a su amigo.
-No puedo creer que realmente te hayas ido de boca.
-¿Qué se supone que debía de hacer?
-¡Quedarte callado! Ya lo íbamos a mandar a una reserva en Rumania, con el hermano de Charlie.
-¿Y cómo se supone, genio, que supiera eso si me mentiste? -golpe duro, Harry lo vio, y no fue precisamente él quien estaba más adolorido, sino Draco y lo podía ver en sus ojos y por primera vez en sus acciones.
Sus hombros estaban hundidos, y su expresión facial por fin podía estar a la altura de sus ojos, y se sintió la peor persona del mundo.
El peor amigo que alguien puede tener.
-Sabes... Comprendo que hay algunas cosas que le dices a los Gryffindor que a mí no, no me quejo por eso, pero por lo menos espero que me digas cuando cosas como estas, graves, me lo cuentes... -"tal y como yo lo hago" quiso decir, pero no lo hizo.
Ahora Harry comprendía por qué le decía estúpido Potter incluso cuando estaban solos.
-Lo siento.
-Aham...
Todo volvió a ser como era: bromas por allí y por acá, empujones y los sonidos del bosque, algunos aullidos que asustaron al rubio y también serpientes, arañas y bichos que Harry nunca había visto, claro, hasta que encontraron algo que nunca pensó ver.
-Sangre de Unicornio -susurró el Slytherin inclinándose un poco para olerla. Nadie se atrevería ni siquiera a tocarla si quería una maldición -. ¿Tiramos chispas? -preguntaba el rubio mientras se alzaba sujetando al perro cobarde.
-Mejor encontrémoslo, tal vez está aún más lejos
O no tanto.
-Auch...
-¿Qué sucede?
-Me duele mi cicatriz.
-¿Tu cicatriz?
Y antes que siquiera pudieran pensarlos lo vieron, un animal puro e inocente en el piso, con sus piernas dobladas y su pelaje cada vez brillando menos, era triste ver cómo la sangre se acumulaba en el piso con el monstruo que se cernía sobre el.
-¡Ahh! -y eso fue suficiente para que Draco se asustara, el perro retrocedió y él hizo un amago de sujetar a Harry quien se iba cayendo cada vez más. La criatura -de mantos negros y rostro deformado- se alzó para dirigirse a ellos.
-Corre - le oyó susurrar su amigo -, corre y busca ayuda, por favor.
¡Estaba sufriendo!
-Corre -repitió en un suspiro. No quería dejarlo solo, no allí con el monstruo acechando -, por favor.
Y Draco gritó de indignación retrocediendo con Fang corriendo para que buscara a Hagrid.
-¡Vamos, apúrate, huélelo! ¡dime dónde está! -gritaba cada vez más asustado, con el corazón en su mano.
Maldito Potter.
Insufrible, idiota y valiente Potter, que prefería quedarse solo a la suerte de un demonio que con él tratando de salvarse juntos.
¡Trabajando a la velocidad de las letras! xDD, y mi Internet D: