[exo fanfic trad] raise your expectations (4/7)

Dec 14, 2015 02:33



Siempre se pone enfermo a finales de febrero, como un reloj.

En su pico de fiebre, solo está consciente a veces.

-Hyung -oye, y se obliga a abrir los ojos.

-¿Por qué? -es lo único que le sale, y Chanyeol se ríe.

-He oído que estabas enfermo, y Jongdae sonaba muy cansado por teléfono, así que voy a cuidarte un rato.

-No -dice Joonmyun, pero Chanyeol ya está cogiendo el libro de historia de la mesita de noche-. Estoy seguro de que...

-No tengo nada más importante que hacer ahora mismo que leerte... -Abre el libro por donde Joonmyun había marcado con un post-it-, el capítulo siete de este libro. Mientras no sea Kim Manjung no tengo ningún problema.

-A mí me gusta cómo escribe Kim Manjung -admite Joonmyun-. En serio.

-¿Durante todo este tiempo me has ocultado tu opinión favorable de El viaje al sur de la señora Sa? Esto es un ultraje.

-Estoy lleno de secretos -bromea Joonmyun, antes de estallar en temblores.

-Ya lo sé -dice Chanyeol, y Joonmyun intenta centrarse en su cara pero no puede, cuando le está subiendo la manta hasta que le hace cosquillas bajo la barbilla.

-¿Te acuerdas? -pregunta Joonmyun. Le cuesta que le salgan las palabras. Joonmyun tiene mucho frío pero sabe que tiene la piel ardiendo. Chanyeol tiene la mano en su mejilla, y le gusta la sensación-. ¿De aquella vez que hablamos en la salita?

-Sí -dice Chanyeol-. Me acuerdo. -Se ríe, cauteloso, como si no quisiera hacerle daño a Joonmyun riéndose muy fuerte-. Estabas borracho así que no quería sacar el tema, por si acaso...

-Haces que quiera contarte cosas -dice Joonmyun-. Cosas que nunca le he contado a nadie.

Se siente como si estuviera bajo el agua.

-Dímelas cuando no estés enfermo -dice Chanyeol-. Dímelas, por favor.

-No sé si puedo -dice Joonmyun, pero el sueño lo atrapa.

Cuando se despierta, es Jongdae quien está junto a su cama.

-Eh, dormilón. ¿Te encuentras mejor?

-Mucho -grazna Joonmyun-. ¿Han sido imaginaciones mías, o...?

-No -dice Jongdae-. Tu persona favorita estaba aquí hasta hace como una hora, cuando lo llamó su novia. Parecía muy enfadada, así que se fue corriendo.

-Espero que no se haya metido en un lío por mi culpa. -Sigue teniendo la voz ronca. No tendría que haber traído a Chanyeol a este apartamento, porque ahora puede venir y perder el tiempo aquí.

-Eso no es problema tuyo -dice Jongdae-. Primero ponte bien, y después ya te preocuparás.

Joonmyun está tan cansado que asiente. Jongin y Sehun vienen a hacer deberes de matemáticas a los pies de su cama mientras Jongdae está en la tienda, y Zitao le trae libros de la biblioteca y consigue mantener una conversación entera en coreano, con el dialecto de Mapo-gu al que tanto cariño le tiene Baekhyun.

Chanyeol vuelve más tarde, con sopa de arroz, y Joonmyun se la come despacio mientras Chanyeol lee, y esta vez puede ver todas las expresiones de su rostro.

-No sé por qué venís todos -dice Joonmyun, y Chanyeol cierra el libro.

-Solo puedo hablar por mí, pero... Creo que todos estamos aquí porque queremos estar. Yo quiero estar aquí -dice, y Joonmyun siente una oleada de calor que no se parece en nada a la fiebre, y sí a una emoción que no debería conocer.

-Eres... -Muy importante para mí, concluye en su cabeza, pero Chanyeol sonríe como si lo hubiera dicho en voz alta.

-Yo también -dice Chanyeol.



Un ambiente muy solemne recibe a Joonmyun en el trabajo un par de semanas después, cuando va a cubrir el turno de Jongin.

-¿Qué pasa? -le pregunta a Jongdae, que está mirando la barra con el ceño fruncido como si lo hubiera ofendido gravemente.

-No lo sé -dice Jongdae-. Solo sé que Jongin y Chanyeol acaban de terminar los exámenes de mitad de semestre pero aquí parece que sea la semana de los finales.

-Creo que va a llover y todo -añade Jongin-. Para hacer juego con Don Tristón. -Señala al final de la tienda, donde Chanyeol está limpiando una mesa despacio, sin entusiasmo alguno-. Aunque espero que no, no quiero empaparme cuando vaya a casa. Aún no hace tanto calor como para que desee que llueva.

-¿Debería...?

-Es más probable que te hable a ti que a ninguno de nosotros -dice Jongin-. Además, no quiero adentrarme en los rincones más oscuros de la psique de Chanyeol.

Se despide con un gesto desenfadado y deja a Jongdae aún mirando a la barra y a Joonmyun intentando averiguar qué puede pasarle al hombre que sus clientes han apodado «rayo de sol».

Joonmyun se acerca a él, haciendo que choquen sus caderas, y Chanyeol levanta la cabeza, sorprendido.

-Hyung. -La piel bajo sus expresivos ojos está amoratada, y su pelo, normalmente vivaz, cae lacio.

-¿Estás...?

-Estoy bien -dice secamente, lo que hace que Joonmyun dé un paso atrás antes de recomponerse y posar una mano en la parte baja de su espalda, como Chanyeol había hecho en la boda, cuando se encontró con Kyungsoo. Chanyeol se queda paralizado, y durante un instante agónico Joonmyun se pregunta si Chanyeol se ha dado cuenta. De lo de Joonmyun, de que quizá a Joonmyun le gusta, o algo así. Entonces Chanyeol suspira y toda la tensión se le escapa, dejándolo sin fuerzas mientras apoya ambas manos en la barra y agacha la cabeza.

-Tengo derecho a tener un mal día -dice Chanyeol, y a Joonmyun se le revuelve el estómago.

-Desde luego, pero...

-Eso es todo -corta Chanyeol-. Voy a llevar a esa pareja de la puerta a su mesa.

-Vale -dice Joonmyun.

Llama a Baekhyun, saliendo a la calle y fingiendo que la llamada es de su padre.

-Chanyeol y Sooyoung han roto -le dice Baekhyun-. Es todo lo que sé. No suelta prenda del tema. -Baekhyun murmura-. Pensaba que se iba a casar con ella.

Baekhyun suena tan confuso y preocupado como el propio Joonmyun.

-Intentaré hablar con él -promete Joonmyun, y Baekhyun suelta un suspiro de alivio.

-Chanyeol es mi mejor amigo -dice Baekhyun-. Pero sigo pensando que es un tío muy confuso. Aun así, confía en ti. Eso lo sé.

Cuando llega el descanso de Chanyeol, no se para a hablar con nadie antes de salir por la puerta lateral hacia el callejón.

Joonmyun se cuadra y sale tras él. Chanyeol está en cuclillas, con la espalda apoyada en los ladrillos sucios, los codos sobre las rodillas y presionándose los ojos con las manos. Deja caer las manos y se inclina hacia atrás cuando la puerta se cierra tras Joonmyun.

-Chanyeol. -Es un saludo nervioso. Ojalá pudiera apagar las mariposas de su estómago unos minutos. El tacto de la mano de Chanyeol en su mejilla febril sigue reciente en su mente.

-Hyung -responde, y es desconcertante que Chanyeol no le sonría. Aprieta las manos con nerviosismo sobre sus vaqueros, pero presiona un poco más. Ha practicado este discurso mentalmente desde su charla con Baekhyun.

-Baekhyun me ha contado lo que ha pasado -comienza, y Chanyeol se ríe, una risa grave. Es un sonido agradable.

-La única persona del mundo que habla más que yo -dice Chanyeol-. No sé ni por qué le sigo contando mis secretos. Lleva contándolos desde que íbamos a primaria.

-Está preocupado por ti -dice Joonmyun. Y yo también, añade mentalmente, pero cree que es evidente, porque él siempre está preocupado por algo.

-Pues no debería -Chanyeol se echa hacia atrás, y Joonmyun se agacha junto a él, tan cerca que sus brazos se tocan.

-A todo el mundo lo plantan alguna vez, Chanyeol...

-No me han plantado. Yo he roto con ella -admite Chanyeol, interrumpiendo el discurso de consolación que tan bien había preparado Joonmyun-. Me tiró cosas. Tiene mejor lanzamiento que yo.

-¿Qué?

-No la quiero -dice Chanyeol-. Llevábamos saliendo dos años y medio y sigo sin quererla.

Joonmyun pone la mano sobre la mano más grande de Chanyeol.

-Aún eres joven -dice Joonmyun, con cautela-. A lo mejor necesitas...

-No -responde Chanyeol-. No lo entiendes.

-¿Qué no entiendo? -La piel de Chanyeol es tan cálida, y Joonmyun cree que querría entrelazar sus dedos. No lo hace, porque Chanyeol necesita a su hyung, no a Joonmyun-que-a-veces-piensa-en-lo-suave-que-parece-la-boca-de-Chanyeol, ni Joonmyun-a-quien-le-encantaría-despertarse-cada-día-junto-a-la-enorme-sonrisa-de-Chanyeol.

-Estoy seguro de que no la quiero. -Chanyeol tiene la mirada clavada en el asfalto, y ahora Joonmyun ve sus ojeras y la leve sombra de su barba, que se le ve cuando se levanta demasiado tarde para afeitarse-. Nunca la querré.

-¿Cómo puedes saberlo? -Joonmyun apoya la barbilla en el hombro de Chanyeol, y espera que Chanyeol le pase un brazo por los hombros para acercarlo, pero no lo hace.

-Porque estoy enamorado de otra persona -dice Chanyeol, bajito, pero Joonmyun lo oye tan bien como si Chanyeol lo hubiera gritado en la tienda vacía, con las manos agarradas a la fregona y los cascos en las orejas.

No es agradable, decide Joonmyun, estar tan obsesionado con Chanyeol que cada palabra que dice es como otro peso directamente en el fondo de su estómago.

-Oh. Bueno, es una buena razón para romper con alguien. -Sonríe y se yergue, dejando espacio entre él y el cuerpo adictivamente cálido de Chanyeol-. Deberías, ya sabes, ser sincero sobre tus sentimientos.

Chanyeol lo mira por fin, y Joonmyun no puede leer su expresión. Chanyeol siempre es tan fácil de entender, pero no tiene ni idea de qué deducir del aspecto de sus ojos.

-No puedo -responde, y abre la boca para decir algo más antes de tragárselo-. Tengo que irme. -Se pone de pie rápidamente, y Joonmyun tiene que inclinar el cuello para verle la cara-. Gracias por escucharme, hyung.

-No hay nada que no haría por ti -dice Joonmyun, y espera que no suene tan desesperado como se siente.



Pocas cosas son tan desconcertantes como ser observado. Joonmyun sabe que Chanyeol lo observa cuando él no mira, pero en cuanto se gira en su dirección, Chanyeol finge que no había estado analizándolo en absoluto.

Es desconcertante, y frustrante también.

-Debo de haberle dicho algo equivocado -le dice Joonmyun a Jongin, y Jongin arruga la boca como un pez.

-Pero tú nunca dices nada equivocado -dice Jongin-. A veces te cuesta darte cuenta de las cosas, pero nunca eres cruel, y Chanyeol nunca te culparía de eso porque en lo que a él respecta, prácticamente caminas sobre las aguas.

-No seas tonto -dice Joonmyun-. Él no piensa eso. -Se tira del cuello del jersey-. Ahora mismo ni siquiera me mira a no ser que crea que no le estoy prestando atención.

Ya hace tres semanas de su charla en el callejón, y ahora Chanyeol trata a Joonmyun como si le diera miedo tocarlo. Joonmyun debería interpretarlo como un alivio tras el incesante chaparrón de sentimientos que suelen seguir a cada caricia de la mano de Chanyeol en su brazo o en su costado, pero no lo hace. En lugar de eso, siente un frío insoportable, a pesar de que el invierno ya está dejando paso a la primavera.

Jongin suspira.

-Ni siquiera entiendo las cosas que Chanyeol sí dice. ¿Crees que por arte de magia voy a entender las que no?

-¿Y si...?

-No soy Buda -dice Jongin-. No tengo respuestas para ti, ni ninguna pista.

-Pareces a punto de estallar -dice Jongdae más tarde, cuando entra a sustituir a Jongin-. ¿Quieres que le dé una patada a Chanyeol en la cabeza? -Joonmyun deja de frotar la misma parte limpia de la barra para mirar a Jongdae-. O, bueno, en las rodillas. No me mires así, eres igual de bajito que yo.

-Jongdae...

-Chanyeol está solo en la parte de atrás ahora mismo -dice Jongdae-. Por si querías acorralarlo y hacerlo hablar de sus sentimientos otra vez.

Chanyeol sí está solo. Está poniendo la harina de arroz que Joonmyun usa para el ddeok en la leja de arriba de la despensa, donde solo él alcanza. Su camiseta, de algodón blanco grueso con la palabra SWAGGER grabada en la parte delantera, se levanta para revelar el logo de Calvin Klein en sus bóxers.

-¿Chanyeol?

A Chanyeol casi se le cae la harina, y Joonmyun se apresura a ayudarlo. Tiene la piel caliente bajo las palmas de Joonmyun, y Chanyeol se queda quieto. Joonmyun levanta la vista para ver su nuez subir y bajar, antes de morderse el labio inferior.

-¿Necesitabas algo, hyung?

-Lo siento -dice rápidamente-. Sea lo que sea lo que dije, lo siento. Por favor, no sigas enfadado conmigo.

Deja de hablar para tomar aliento, y los brazos de Chanyeol lo envuelven en uno de esos abrazos de oso que Joonmyun ha acabado por adorar.

-Hyung, no -dice Chanyeol-. No estoy enfadado contigo. En absoluto.

-Entonces...

-Estoy muy confuso ahora mismo -dice Chanyeol, contra el pelo de Joonmyun. Joonmyun nunca lo admitirá en voz alta, pero le encanta cómo encaja justo bajo la barbilla de Chanyeol-. No estoy seguro de qué hacer. Me da miedo que dejes de ser mi amigo.

-Hace falta mucho para que eso pase, Chanyeol -dice Joonmyun-. Así que no me alejes.

-Yo soy quien lo siente -dice Chanyeol-. No me puedo creer que te hayas disculpado conmigo por mi comportamiento.

-No sabía qué otra cosa hacer. Estabas actuando de forma tan rara.

Chanyeol lo suelta, y Joonmyun se aleja, esperando no estar sonrojado por la mezcla de placer y vergüenza que siente.

-Lo sé -dice Chanyeol-. Yo... -Toma una bocanada visible de aire, y sus rizos botan-. ¿Podemos hablar de esto luego?

-Por supuesto -concede Joonmyun, y se dirige a la puerta-. Tómate tu tiempo. Te dejo que termines aquí.

-¿Me has...? -Joonmyun se para en la puerta-. ¿Me has echado de menos?

-Muchísimo -dice Joonmyun, y Chanyeol sonríe como aquel primer día, con los ojos ocultos tras unas gafas de sol y aún así ya era una de las personas más hermosas que Joonmyun había visto nunca-. Eres una de mis personas favoritas.

No hay nada de peligroso en admitir eso.

-Y tú una de las mías -dice Chanyeol, y hay una mano invisible que envuelve el corazón de Joonmyun y aprieta, aprieta y aprieta hasta que lo exprime por completo.



Podemos hablar de esto luego significa que Chanyeol se autoinvita a cenar.

-Voy a salir con Min esta noche -dice Jongdae, poniéndose la chaqueta y despidiéndose-. No estaré para la cena, así que no me prepares nada.

-¡Pásalo bien! -dice Joonmyun, poniéndose la bufanda. Es una de color azul claro que le regaló Sehun por su cumpleaños el año pasado.

-¿Vas a cenar solo? -pregunta Chanyeol, y Joonmyun asiente.

-No es la primera vez. A lo mejor llamo a mi padre, a ver si quiere venir. O a lo mejor no.

-¿Te parece... bien si voy yo? Para hablar.

Joonmyun mira a Chanyeol revolverse el pelo y toquetearse las gafas, y sonríe.

-Sí, vale. Me encantaría que vinieras.

-Oh, genial -dice Jongdae-. Pensaba que Joonmyun se iba a volver loco sin nadie a quien cuidar. Desastre evitado.

Chanyeol se ríe y le pasa un brazo a Joonmyun por los hombros.

-¿Y si en lugar de eso soy yo quien cuida de Joonmyun?

-Mucho mejor -dice Jongdae, con un guiño.



Llevan más de cuarenta minutos preparando la cena cuando Joonmyun se atreve a pisar terreno más delicado.

-¿Querías hablar de algo?

-¿Recuerdas cuando estábamos en el bosque? -Parece que se desvía del tema, pero Joonmyun tiene mucha paciencia.

-¿Cómo iba a olvidarlo? Nos perdimos.

-¿Recuerdas de lo que hablamos?

Joonmyun saca una zanahoria y la enjuaga con agua del grifo.

-Hablamos de muchas cosas. -Sonríe-. Incluidas las preferencias en ropa interior de Baekhyun.

-Hubo una conversación que no terminamos. -Han pasado meses, pero Joonmyun sabe perfectamente de qué habla.

-¿Sobre mentiras?

-Sabía que te acordarías -dice Chanyeol. Su voz es grave y aterciopelada, el tipo de voz que se usa para contar historias antes de dormir. Se imagina a Chanyeol con un niño en las rodillas, susurrándole aventuras a unos oídos que lo escuchan con avidez. La imagen hace que le duela el pecho-. Tienes buena memoria.

-Tú también -dice Joonmyun. Tac, tac, tac.

-No me has vuelto a preguntar.

-No me gusta presionar. -Lava otra zanahoria-. Creo que ya sabes cuántas veces he estado en el lado que recibe la presión.

Espera a que Chanyeol responda.

-Quiero presionarte -dice Chanyeol.

Joonmyun no estaba preparado para oír eso.

-¿Qué?

-Quiero presionarte -dice Chanyeol, con más firmeza-. No dejo de pensar...

Chanyeol deja de hablar, y Joonmyun levanta la vista de la tabla donde está cortando verdura para ver por qué lo ha hecho solo para encontrar a Chanyeol justo detrás de él, atrapándolo contra al encimera. Deja el cuchillo y se gira para mirarlo a la cara, ignorando el calor que le sube por las mejillas.

Chanyeol huele muy bien.

-¿No dejas de pensar en qué?

Chanyeol se está mordiendo el labio inferior otra vez, y está tan cerca que Joonmyun siente la calidez que emana su cuerpo. Chanyeol siempre es cálido. Joonmyun recuerda que los brazos de Chanyeol encajaron a la perfección a su alrededor, aquel día en el bosque.

Joonmyun sabe que no debe pensar en cosas así, mucho menos cuando Chanyeol está justo ahí, frente a él.

Las rodillas de Chanyeol chocan con sus muslos. Así no encajan para nada.

-En ti -admite, y Joonmyun se ríe bajito y empuja su pecho-. Joonmyun-hyung, ¿por qué nunca sales con nadie?

-Mira lo que te ha hecho a ti -bromea Joonmyun-. Ha convertido al rayo de sol en una nube de lluvia.

-Voy en serio -dice Chanyeol, y una de sus manos se posa en la cintura de Joonmyun. Sus dedos son como fuego, y Joonmyun no tiene a dónde huir porque está atrapado entre su amigo y la encimera de la cocina-. ¿Por qué?

-Pensaba que estabas de mi lado en esto, Chanyeol. El lado de «Joonmyun-es-un-adulto». -Joonmyun se mueve y tira con el codo el bol del kimchi-. Oh, no -dice, e intenta separarse de Chanyeol para coger uno de sus limpiamanos, pero Chanyeol no se mueve-. Deja que...

La otra mano de Chanyeol, la que no está sujetando con firmeza la cintura de Joonmyun, sube hasta su mandíbula.

-Creo que...

-¿Qué haces? -A Joonmyun le falla la voz. El pulgar de Chanyeol acaricia el pelo junto a la oreja de Joonmyun, y se aventura hacia su mejilla. El roce es leve, pero arde-. Chanyeol, ¿qué...?

-Creo que tú... -Chanyeol traga saliva, y el corazón de Joonmyun se detiene al ver sus ojos-. Hyung, yo...

No es un beso de verdad. Más bien es una caricia con los labios, apenas una presión que aun así deja a Joonmyun tan mareado que podría desmayarse. Solo pasan segundos y Chanyeol se aparta de un salto, con los ojos tan abiertos que parecen monedas de 500 won y la cara tan roja que Joonmyun cree que se va a caer redondo al suelo.

Joonmyun se lleva una mano temblorosa a los labios, donde aún siente un hormigueo, y mira fijamente a Chanyeol. Su corazón aún no ha vuelto a latir, y no hace falta ser estudiante de medicina como Jongdae para saber que probablemente eso sea bastante peligroso.

-Dios mío -dice Chanyeol-. Soy un idiota. Soy un puto idiota. -Se frota la cara-. Lo siento mucho, hyung. Yo... -Chanyeol desaparece de su vista, pero Joonmyun está tan petrificado como si hubiera mirado a los ojos a Medusa.

El ruido de la puerta de su apartamento al cerrarse hace que Joonmyun caiga de rodillas y su corazón recupera un ritmo frenético, mientras reproduce el último minuto una y otra vez mentalmente.

No sabe cuánto tiempo pasa así, con los dedos pegados a los labios, cuando Jongdae llega a casa, pero no puede haber sido mucho. No se ha quemado nada.

-Creía que Chanyeol iba a cenar aquí -dice Jongdae. Tiene una marca de pintalabios en la mejilla, y Joonmyun se alegra de ver que las cosas con Min aún le van bien-. ¿Ha pasado algo? -Una pausa-. ¿Por qué la cocina está hecha un desastre?

-Chanyeol me ha besado -dice Joonmyun, con voz neutra. La tensión es tan espesa que podría asfixiarlos a ambos.

-Eso... es algo, desde luego.

Lo sigue un silencio que parece interminable.

-No sabía que era... así -dice Jongdae por fin, poniéndose de rodillas para abrazar a Joonmyun-. Que le gustan los chicos, quiero decir. ¿Pero por qué estás tan disgustado? ¿Estás enfadado? Sé que no lo juzgarías por algo así. ¿Te da miedo que la cosa se ponga rara y no podáis seguir siendo amigos?

-No es... -dice Joonmyun-. Quiero decir, no sé si le gustan... -Joonmyun hunde la cara en el cuello de Jongdae un momento, dejándose consolar por la mano tranquilizadora de Jongdae que le acaricia la espalda-. Pero...

-¿Pero qué? -pregunta Jongdae, y Joonmyun cree que va a vomitar, así que se separa de él. Mira las baldosas de linóleo, observando distraídamente el jugo del kimchi derramado que se está colando por las ranuras y planteándose que el fuego podría seguir encendido.

Joonmyun oye algo similar a un torrente de agua, pero no recuerda haber dejado el grifo abierto.

-Pero a mí sí.

-¿A ti sí qué? -pregunta Jongdae despacio, con cautela, y Joonmyun lo mira con ojos brillantes. Jongdae no parece enfadado. Parece sorprendido, y lo está mirando con bastante incredulidad.

-Me gustan los chicos -dice Joonmyun, y se pone las manos en las mejillas y se ríe, quizá solloza-. Nunca se lo había dicho a nadie antes. -Suena ridículo-. Todos los que lo saben es porque lo han deducido ellos.

-Oh, genial -dice Jongdae, y por un momento, Joonmyun no sabe cómo va a reaccionar. ¿Y si...? Hay un millar de y si que le pasan por la mente en un solo instante-. Ahora me siento como un gilipollas por intentar emparejarte con todas esas chicas. -Y entonces abraza con fuerza a Joonmyun y le susurra-: No creerías que ibas a perder a tu mejor amigo por algo como esto, ¿no? -Y sí, eso es justo lo que pensaba.

Joonmyun se concentra en Jongdae por ahora, intentando olvidar el breve roce de los labios de Chanyeol sobre los suyos.



-Chanyeol me ha llamado y me ha dicho que está enfermo -dice Jongin, cuando Joonmyun frunce el ceño y se quita la chaqueta-. Así que hemos cambiado el turno. Él hará el mío de mañana por la mañana.

Cuando Joonmyun no está. El alivio se mezcla con la tristeza dentro de Joonmyun.

-Bueno, mira qué conveniente -dice Jongdae, antes de que Joonmyun pueda detenerlo con una mirada asesina, y Jongin hace un puchero.

-¿Qué ha pasado? -pregunta, y Joonmyun niega con la cabeza.

-Nada -responde enseguida.

-No es justo que todos lo sepan menos yo.

-La vida no es justa -dice Jongdae con tono sabio.

-Hablas igual que Sehun -dice Jongin-. Y con un Sehun tengo suficiente.

-Novios -dice Jongdae, y enseguida se tapa la boca con gesto culpable, mirando brevemente a Joonmyun antes de coger un spray-. Voy a limpiar las mesas.

Joonmyun acaba de hacerlo, pero ahora Jongin parece todavía más intrigado así que Joonmyun no se va a quejar.

El turno de Joonmyun acaba con un silencio incómodo. Se está poniendo un gorro para taparse las orejas cuando Jongdae lo detiene. Jongin está flirteando con una chica mona que lleva calcetines hasta las rodillas. Joonmyun ya la ha visto en la tienda antes, con su hermana mayor, y cree que a Jongin le gusta.

-Me siento fatal -dice Jongdae-. No es que sea tu problema que me sienta fatal, pero de verdad que me siento muy mal.

-Lo siento -dice Joonmyun-. Quería decírtelo, pero...

Cree que lo único que hizo que lo soltara todo anoche fue el shock. No se ve capaz de volver a hacerlo.

-Nunca pensé que hacer chistes sobre Jongin y Sehun fuera... ¿Te estaba haciendo sentir mal todo el rato?

-De eso ya me suelo encargar yo mismo -dice Joonmyun, y se sube la cremallera de su cortavientos.

-Pareces tonto cuando te la subes del todo -dice Jongdae-. Pero supongo que así ya no tengo que ver tu camisa vaquera.

-Jongin me regaló esta camisa.

-Fue de broma -confiesa Jongdae-. Se suponía que no tenías que ponértela.

Este ambiente distendido casi forzado es mejor que la tristeza que había impregnado las preguntas anteriores de Jongdae, así que Joonmyun se aferra a él.

-¿Por qué iba a desperdiciar una camisa buena? -dice, bajándose la cremallera lo justo para que no le presione la garganta-. Voy a visitar a mi madre. Te veo en casa.

-Perfecto.

Sale de la tienda y se despide de Jongin, que está mascando un trozo de regaliz y jugando a algo en su móvil.

Justo en la puerta está Baekhyun, apoyado en el escaparate con las manos en los bolsillos.

-Sabía que saldrías sobre esta hora.

Baekhyun, cuya cara suele llevar una sonrisa traviesa permanente, parece inusualmente serio, con los ojos como platos y la frente arrugada, pensativo.

-Voy hacia allá -dice Joonmyun-. ¿Quieres que vayamos juntos y hablamos?

-¿No vas a casa? -Baekhyun indica con la cabeza en la otra dirección, y Joonmyun niega con la cabeza-. Pareces agotado.

-No -dice Joonmyun-. Voy a ver a mi madre. -Traga saliva-. No dormí muy bien anoche.

-Chanyeol tampoco -dice Baekhyun-. Me llamó a las tres de la mañana para contarme que «lo había arruinado todo» y que «seguro que no volvías a hablarle nunca».

-Pensaba que era al revés, con lo de cambiar turnos con Jongin y todo eso.

-Chanyeol parece creer que nunca vas a perdonarlo.

-Tú... -Joonmyun mantiene la mirada fija al frente. El camino al hospital ya le resulta muy conocido. Lleva demasiados años recorriéndolo. Por desgracia, eso le deja tiempo para centrarse más atentamente en Baekhyun, cuyas manos sigue llevando hundidas en los bolsillos-. ¿Sabes...?

-Chanyeol me lo ha contado. -Baekhyun tose-. La verdad es que tampoco ha sido ninguna sorpresa para mí.

Eso hace que Joonmyun se tropiece, y Baekhyun lo agarra de la chaqueta y tira de él.

-¿Qué?

-Le gustas tanto -dice Baekhyun-. Desde la primera vez que te vio, lo único de lo que hablaba era de ti. De lo mono que eres, de lo amable que eres, de cuánto te admira... Y aunque no lo haga notar, siempre he sabido que Chanyeol no era... completamente hetero.

Joonmyun vuelve a pensar en el bosque, el aliento de Chanyeol en su mejilla. «La mentira es...», había dicho Chanyeol, pero Joonmyun nunca oyó el final de aquella frase.

Joonmyun oculta las manos en las mangas.

-No lo sabía. No sé nada. Estoy muy confuso. -Suspira-. Y agobiado, aunque eso no es novedad en mí.

-Chanyeol piensa que estarías molesto. -Baekhyun se encoge de hombros-. Yo me molestaría si Chanyeol viniera y me besara sin avisar.

-Lo estoy -admite Chanyeol-, pero no es por... -No puede decirlo-. No por lo que hizo, sino porque salió corriendo antes de que me diera cuenta de lo que había pasado. -Baja la vista-. Espero que esté bien. Ojalá no me hubiera sorprendido tanto, podría haber...

-¿En serio, Adorable-hyung? -Baekhyun lo coge del brazo, obligándolo a parar y a mirarlo a la cara. Están en medio de la acera, y la gente los esquiva, molesta. Joonmyun mira a Baekhyun a los ojos y ve incredulidad-. No es culpa tuya, es de Chanyeol. Es él quien debería enfrentarse a las consecuencias de sus actos.

Joonmyun aparta la mirada.

-Sé lo difícil que es ser sincero sobre tus sentimientos -dice-. No culpo a Chanyeol por encontrarlo complicado. -Ve algunos brotes de hierba asomando por las grietas de la acera-. Pero espero que no me evite para siempre.

-Dudo que pudiera -dice Baekhyun-. ¿Podrías hacerme el favor de no ser muy duro con él? -Un tono de súplica. A Joonmyun se le encoge el corazón-. Eres demasiado amable para hacerle daño a propósito, pero...

-Chanyeol es muy importante para mí -dice Joonmyun. Hace más frío cuando están parados, así que sigue andando. Así es más fácil no mirar a Baekhyun, y por tanto, es más fácil hablar-. Y Chanyeol no es la única persona con secretos.

-¿Tú...? -Baekhyun se calla-. No es asunto mío. Muchas gracias por tu paciencia, hyung. Estoy seguro de que Chanyeol acabará recomponiéndose pronto. -Hay acero en su voz, un «o si no» que no dice, que hace reír a Joonmyun a pesar de la tensión que lo asfixia como una soga, porque sabía que Baekhyun era mandón desde que lo vio por primera vez.

-Eso espero -dice Joonmyun. Levanta la vista y el hospital está a su derecha-. Yo ya he llegado.

-¿El hospital? -Baekhyun se pasa la lengua por los labios-. Creía que habías dicho que ibas a visitar a tu madre.

-Exacto -dice Joonmyun, y se despide y cruza la calle antes de que Baekhyun pueda decir nada. Joonmyun tiene el mismo tipo de cobardía que Chanyeol.



-A veces me da miedo decepcionarte -dice Joonmyun, y su madre no abre los ojos. Ha estado dormida desde que llegó, y no quería despertarla-. Mamá, hay tantas cosas que no te he podido decir.



Cuatro días después, Joonmyun no ha conseguido dormir. Jongin está menos pesado de lo habitual por sus ojeras, y Jongdae friega los platos antes de que Joonmyun pueda empezar a temer que se acumulen demasiados. Chanyeol no viene a trabajar, y a la vez es un alivio y una fuente constante de desesperación total.

-Crece de una vez -oye a Jongdae sisear al teléfono el viernes por la mañana-. No voy a hacerte tu turno así que más te vale venir.

Chanyeol va por fin a su turno del viernes por la tarde. También parece cansado. El pelo le cae delante de los ojos y lleva sus gafas de sol caras. Joonmyun intenta no mirarlo demasiado, porque cada vez que lo hace recuerda lo cerca que ha estado Chanyeol de él.

-Me voy -dice Jongin, a las siete. Chanyeol está fregando, y el silencio es tan obvio que hasta Jongin se ha dado cuenta-. ¿Está... bien?

Mira a Chanyeol y luego a Joonmyun, y éste asiente, forzando una sonrisa.

-¿Por qué no iba a estarlo? -pregunta Joonmyun, y Jongin le lanza una mirada incrédula, como si acabara de anunciar que el cielo es verde y la hierba es lila.

-Yo me quedaré a ayudar a Joonmyun-hyung a cerrar -dice Chanyeol, apoyando la fregona contra la pared.

-De acuerdo entonces, me voy -dice Jongin.

Y se quedan los dos solos.

-Quería disculparme.

-Te perdono -dice Joonmyun de inmediato.

-¿Y ya está?

-Y ya está -dice Joonmyun-. Ni siquiera estaba enfadado contigo, para empezar.

-Nunca estás enfadado -dice Chanyeol-. Siento no habértelo dicho como una persona normal. Que yo...

-No me había dado cuenta de que... -Joonmyun se frota las manos en los vaqueros, dejando huellas húmedas detrás-. Bueno.

-Intenté decírtelo antes -dice Chanyeol.

-Ahora me doy cuenta. -Joonmyun cierra los ojos, para poder pensar. Cuando los abre, Chanyeol sigue mirándolo directamente. Parece muy triste. Es una expresión que Joonmyun no quiere volver a ver-. ¿En qué estabas pensando? Cuando hiciste eso. En la cocina.

-Pensé que, quizá... -Chanyeol se pasa una mano por el pelo-. No lo sé, la verdad. No tengo ni idea de en qué estaba pensando. O bueno, sí. Pensaba en cuánto te esfuerzas. En cuánto intentas hacer que los demás sean felices. En cómo sonríes, en cuánto deseo que lo hagas más. En cuánto me gusta hacerte sonreír, y cuánto me gusta que tu cabeza quede justo bajo mi barbilla. Lo cálido que eres entre mis brazos. En lo mucho que quiero ser la persona que dejes que cuide de ti. -Chanyeol se ríe, y su ojo se entrecierra; su sonrisa es tan amplia y sincera-. Pensaba en eso.

-Oh -dice Joonmyun-. Yo... oh.

-También pensaba en cuánto quería besarte. -Chanyeol se mordisquea el labio-. Sé que soy un chico, y que eso podía ser raro para ti...

-Kyungsoo -interrumpe Joonmyun-. ¿Recuerdas cuando conocimos a Kyungsoo?

-¿En la boda? -Chanyeol está claramente confuso. Parece más joven, con la boca abierta y los ojos totalmente fijos en Joonmyun.

-Era... -Joonmyun no está seguro de que no vaya a desmayarse, porque está muy mareado-. Era mi novio, en el instituto.

-¿Tu... novio? -Joonmyun ve el momento en que Chanyeol ata cabos. El corazón le va a mil; no puede respirar.

-Jongin pensaba que estaba celoso de ti -dice Joonmyun, y hay silencio suficiente en la tienda para que su voz se oiga a la perfección a pesar de que está susurrando-. De que tuvieras una novia como Sooyoung. Pero la verdad es que estaba celoso de Sooyoung, por tener un novio como tú...

Se queda sin aire cuando Chanyeol lo apoya con torpeza en el cristal de delante de la barra. Agarra la mandíbula de Joonmyun, y esta vez, es mucho menos delicado.

Los labios de Chanyeol son tan suaves como los imaginaba Joonmyun, en momentos de debilidad. Su labio inferior está seco, pero sigue siendo tan agradable bajo los de Joonmyun que no le importa. Joonmyun sujeta las caderas de Chanyeol, no para mantener el equilibrio, sino para recordarse que esto es real. Que Chanyeol de verdad lo está besando y de que Chanyeol lo quiere y que está aquí, ahora mismo, que sus enormes manos está acariciando la mandíbula de Joonmyun y que su nariz roza la de Joonmyun cada vez que respira.

La lengua de Chanyeol recorre con insistencia los labios de Joonmyun hasta que los separa para permitirle entrar. Hace mucho tiempo desde la última vez que alguien lo besó, pero aún recuerda inclinar la cabeza, para que sus bocas se acerquen todavía más.

-¿Por qué iba un chico rico a trabajar en una tienda de yogur? -susurra Chanyeol contra la mejilla de Joonmyun.

-Siempre me lo he preguntado -responde, atrapando con atrevimiento el labio de Chanyeol con los dientes. Chanyeol suspira y lo vuelve a besar.

-Mira por el escaparate y ve a un chico detrás de la barra que hace que se le pare el corazón... -dice Chanyeol, y Joonmyun le hunde los dedos en los costados.

-Eres tan... -Chanyeol suena como un cómic para chicas.

Chanyeol se ríe.

-¿Tan qué? -pregunta.

Joonmyun no se fía de este tipo de felicidad, pero las cosas van demasiado bien como para ponerlas en duda, así que se pone de puntillas para reclamar la boca de Chanyeol otra vez. Eso le arranca un suspiro complacido a Chanyeol, que parece dispuesto a averiguar todas y cada una de las cosas que hacen que a Joonmyun se le encojan los dedos y que le hace sentir escalofríos en la columna. A Chanyeol le gusta cuando Joonmyun le pasa la lengua por los dientes.

La campana de la tienda tintinea, y Joonmyun rompe el beso. Chanyeol suelta un quejido de desaprobación.

-Se me ha olvidado el gorro... -Jongin se detiene en seco, y Joonmyun no sabe qué hacer. Es imposible que Jongin no sepa qué significa la mano de Chanyeol que se ha enredado en el pelo de Joonmyun, o por qué la boca de Joonmyun está hinchada, o por qué los dedos de Joonmyun se han colado bajo la camiseta de Chanyeol-. Eh, vale.

-¿Algún problema? -pregunta Chanyeol, y Joonmyun espera que se aleje, pero no lo hace. Al contrario, atrae a Joonmyun hacia sí todavía más, y Joonmyun se aferra más a él. Alza la vista para ver cómo Jongin los mira, paralizado.

Jongin tarda unos treinta segundos agónicos en poner en orden sus pensamientos antes de hablar.

-Vais a limpiar a fondo ese cristal, ¿verdad? -dice, y Chanyeol rompe a reír, apoyando la cabeza en el hombro de Joonmyun. Sus risas calientan el cuello de Joonmyun, que está tan avergonzado que probablemente brilla a estas alturas, pero también se siente aliviado y feliz, porque en este breve y fugaz momento, todo es perfecto.

-Por supuesto que lo voy a limpiar -balbucea, y Jongin pone los ojos en blanco, y esto, piensa Joonmyun... Está bien.

-Quieres decir que vamos a limpiarlo, ¿no? -dice Chanyeol, y Joonmyun aún nota su sabor al pasarse la lengua por los labios.

-Sí -concuerda Joonmyun-. Vamos.

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traducción, pairing: joonmyun/chanyeol, exo fanfic

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