Ansiedad suprema
Y de pronto me dieron ganas de escribir, yo que estoy sentada acá tratando de terminar una comisión para una niña de DeviantArt xD pero bueno, de a poco voy a vanzando, espero no arruinarlo.
***
- ¡Suficiente! - La gota fría de sudor resbaló por su frente mientras retrocedía lento y cauto, como animal atrapado en las fauces de su cazador. Sólo en el momento en que su espalda chocó contra la pared, la huída finalizó.
¿Qué era lo que buscaba en realidad?, él mismo había ido hasta allí con grandes artimañas de hacerse escuchar.
Ahora tragaba con dificultad su propia audacia y se empequeñecía a cada paso que el contrario daba. Incluso cuando sintió su respiración cerca de la mejilla cerró los ojos y llevó inconscientemente las manos sobre el rostro aludiendo a una futura agresión… agresión que nunca se concretó, puesto que los dedos gruesos del que compartía el espacio con él, sólo los deslizó por las hebras de su propio cabello.
Y entonces, con la sangre bullendo en el interior, la energía desbordante, empujó de aquel para escapar de su suerte maldita.
Ágil y ligero como un cervatillo corriendo y brincando cuando fuese necesario. Sentía las pisadas del otro… cercanas.
Ni se preocupó en voltear a ver, sólo corrió y corrió.
Todo en él era ridículo y excitante.
Desde sus miradas altivas hasta sus lágrimas.
El hombre que le acariciaba el cabello hacía un par de segundos observaba desde la puerta de la taberna sin siquiera pedir explicaciones. Sólo una sonrisa pintada en los labios y la seguridad de que regresaría como lo había hecho varias veces esa semana.
***
Rema, rema y que las gotas salinas no te detengan... rema y rema... pronto llegaremos a playa serena.
***
- ¡Suficiente! - La gota fría de sudor resbaló por su frente mientras retrocedía lento y cauto, como animal atrapado en las fauces de su cazador. Sólo en el momento en que su espalda chocó contra la pared, la huída finalizó.
¿Qué era lo que buscaba en realidad?, él mismo había ido hasta allí con grandes artimañas de hacerse escuchar.
Ahora tragaba con dificultad su propia audacia y se empequeñecía a cada paso que el contrario daba. Incluso cuando sintió su respiración cerca de la mejilla cerró los ojos y llevó inconscientemente las manos sobre el rostro aludiendo a una futura agresión… agresión que nunca se concretó, puesto que los dedos gruesos del que compartía el espacio con él, sólo los deslizó por las hebras de su propio cabello.
Y entonces, con la sangre bullendo en el interior, la energía desbordante, empujó de aquel para escapar de su suerte maldita.
Ágil y ligero como un cervatillo corriendo y brincando cuando fuese necesario. Sentía las pisadas del otro… cercanas.
Ni se preocupó en voltear a ver, sólo corrió y corrió.
Todo en él era ridículo y excitante.
Desde sus miradas altivas hasta sus lágrimas.
El hombre que le acariciaba el cabello hacía un par de segundos observaba desde la puerta de la taberna sin siquiera pedir explicaciones. Sólo una sonrisa pintada en los labios y la seguridad de que regresaría como lo había hecho varias veces esa semana.
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Rema, rema y que las gotas salinas no te detengan... rema y rema... pronto llegaremos a playa serena.