GRITE UNA NOCHE
Por: Erol
La imagen de la mansión ardiendo, mi cuerpo siendo mutilado, los olores de azufre, ni si quiera sabía que era azufre, los olores de la carne quemándose, las sombras que rodeaban la habitación, voces que decían juramentos de una lengua que ni si quiera entendía, cuando me creyeron muerto y sus risas se apagaron me pareció que lo vivía no podía ser real, la maldad no podía ser tan extremo lacerante.
Las ventanas desaparecían según el fuego avanzaba, aun así sabia que la luz no pertenecía al sol, mi vida murió, mi ropa fúnebre se vistió de la negra noche, grite una noche como jamás nadie grito antes, ni un solo sonido salió de mi garganta igual que mi ser, mi voz, mi alma y la mansión Phantomhive agonizaban según avanzaban las llamas de fuego igual la respiración ya inexistente en mis pulmones.
Mire al hombre elegantemente vestido que aun permanecía en la habitación, tenía los ojos rojos de un demonio, su sonrisa era presagio de muerte y su pelo negro la nube negra que se levantaba sobre el fuego, el miedo que me provocaba la muerte parecía pálido junto a ese hombre siniestro que me llamo My Lord.