Autor:
usi-ghostFandom: Fix
Claim: General
Tabla:
Inspirada en cancionesPrompt: 03.-
Regret MessageNotas/Advertencias: Italia es el refugio de los Odergand XD fin. Digo, err, spoilers del final, supongo. Nada más, todo general y tranqui.
Ves lejos de la orilla
pequeño deseo,
lágrimas y una leve tristeza.
Si yo pudiera nacer de nuevo, entonces...
El murmullo de las olas rompiendo contra la playa la acompañaba y podía saborear en sus labios la sal del agua de mar que llevaba consigo la brisa. El chillido de algunas gaviotas sonó a la distancia y en las aguas lograba verse un barco ya pequeño por la lejanía.
No era ese su lugar.
Umi mantuvo la vista fija en la inmensidad del mar azul que se extendía más allá del horizonte. La cálida arena bajo sus pies descalzos le recordaba la estación del año. Aunque para fechas, el lento arrancar de las hojas del calendario en el lugar donde se quedaba era suficiente para recordarle el paso inexorable del tiempo.
Un día. Un mes. Un año ya sin él.
Ante la mirada color miel del chico que le vigilaba a varios metros de ella, se aproximó a la orilla, dejando que las olas lamiesen sus pies y la arena cediese ante su peso. La brisa al ras del suelo levantó la arena y fustigó sus piernas por algunos momentos, antes de que ese leve dolor se le antojase casi agradable.
- Él dijo…- Musita suavemente, con la garganta reseca y la voz rasposa.- Que si lograba escapar…
Pero es una esperanza vana que lastima más de lo que alivia. Es una tortura que le duele y que no puede evitar sostener. En sus ojos azules se refleja entonces la tristeza infinita y el peso de la culpa que no puede quitarse.
Por culpa de ella su hermano…
Cubre su boca con sus manos y ahoga un sollozo leve, pequeña muestra del dolor que se afianza en su pecho y que no puede desaparecer. Que ni siquiera disminuye y aunque no sea muy fuerte, le carcome y mina progresivamente. Se traga las lágrimas perdiendo algunas de sus fuerzas y la entereza de su espíritu.
El rumor de las olas le recuerda, repentinamente, aquellos días que han quedado en el pasado, aquellos viajes en compañía de Richard, de Loren. Le recuerda a la sonrisa fresca de su hermano y la manera en que se quejaba de lo molesto del mar y de los viajes; también su mirada amable y la caricia que prodigaba a sus cabellos. Cosas que no volverán y que Umi sabe han sido por su culpa. Por defender aquellos ideales que han costado la vida de su hermano, por luchar por un orgullo que la ha dejado sola.
Una masacre inútil en la que ha perdido todo.
Porque William había jurado que la protegería y ella le había hecho daño. Lo había visto quebrarse sobre el cadáver de Rhett aquel último día y había presenciado con total calma el ajusticiamiento hacia Allan, sin importarle siquiera la muerte de Jazmín como daño colateral. Sin darse -sin desear darse- cuenta de lo que ello suponía para su hermano, sin comprender a dónde le orillaba, al infierno al que lo sometía. ¿Y todo para qué?
Estaba sola en un país extraño, fugitiva de su propia familia, abandonada de la mano de aquel dios que había visto indiferente sus desgracias. Estaba ahí, perdida sin su hermano, aferrada a la presencia de aquel centinela protector que era Jaime Izumi, odiándose a sí misma, incapaz de perdonarse por la estela de destrucción que había dejado a su paso, pero sin el valor de acabar con su propio sufrimiento, por no ofender el sacrificio de su hermano, por no considerar adecuada la salida fácil.
La arena raspó sus rodillas al apoyarlas en ésta, dejando que la marea que subía mojase sus vestidos, dejando que las lágrimas injustas se deslizaran por sus mejillas. La próxima vez sería buena, la próxima vez no le lastimaría, no le destrozaría. La próxima vez...
- Regresa, William, por favor, regresa.
Sólo deseaba tenerle a su lado, una vez más. Sólo una vez más.