(no subject)

Mar 21, 2009 20:53

Autor: usi-ghost
Fandom: Soledades
Claim: Richard Eysenck
Tabla: Líquidos
Prompt: 09.- Magma
Advertencias: Uh, rating R, por escena de 'sexo'. Ocurre en la época en la que William y Richard llevaban una pseudo relación. Y pues, eso. Richard puede ser un cabrón. Y William un idiota, pero él siempre.

La bebe gota a gota, poco a poco y la recorre centímetro a centímetro, aprendiendo aquel intrincado camino de curvas y montañas, de declives y depresiones y profundas lagunas que borra con sus labios mientras besa en la piel de mármol y de carne.

Con las manos afianza sus caderas y memoriza la imagen de sus ojos azul índigo que se pierden a momentos y se cristalizan cuando su cuerpo se estremece, atacado por espasmos de sensaciones que amenazan con apoderarse de su ser. “Lento”, se dice mientras se cuela entre sus piernas y así, muy lento, la posee, sintiendo la carne que le atrapa y el calor que penetra dentro de él mismo. “Lento”, vuelve a decirse, despacio, estrechando contra sí la figura de Joanna, acariciando sus caderas con dedos que presionan como queriendo marcarla. Ella, con sus manos frágiles le atrae y toma sus labios como ha tomado su cuerpo y como tomará su alma; y enreda sus piernas en la cadera para retenerle.

La mira mientras se mueve, sobre ella, dentro de ella, para ella. Se mueve y disfruta el concierto de música discorde, de sonidos bajos que escapan a momentos y disfruta del vaivén continuo y regular que acelera lentamente, casi como si no lo hiciera.

Y él los mira.

Richard puede verlo al levantar la vista tan sólo unos momentos, divisándole apenas y algo difuso en el reflejo que el espejo le regala; con sus ojos de rojo profundo, oscuro y muerto y la expresión vacía que no muestra siquiera desconcierto.

Momentáneamente, Richard se arrepiente, se siente cohibido y se odia. Por hacerle eso a William, por sentirse arrastrado por la desesperación, el odio esa estúpida necesidad de venganza. Como si William tuviese la culpa. Pero quizá la tenga y en eso piensa cuando se deja hundir en la corriente de dio y de necesidades estúpidas y está tomando venganza disfrazándola de justicia.

“Ella me da lo que tú no”

Entonces le sonríe a través del espejo y aumenta la velocidad en el ritmo de sus caderas y él mismo se ahoga un poco y se pierde en su propio placer bañado de victoria cuando le escucha musitar “lo siento”, en apenas un susurro y salir sin hacer ruido.

* * *
No hablan en todo el día, ni aún cuando Joanna se marcha, besando a ambos las mejillas, agradeciendo y alabando la rica cena que William le ha preparado. No hablan ni cuando cae la noche, ni siquiera cuando se acuestan a dormir, en la misma cama pero separados por la muralla de silencios que ambos han levantado.

* * *
Pasan los días como si no pasaran, dos, tres, una semana y ninguno habla del asunto. William pasa silencioso, atiende como debiese las necesidades de sus hermanos y sonríe como siempre al despedirse de ellos cuando les lleva a la escuela. Conversa con Loren y Yaotzin como si nada, pelea con Gabrielle como si fuesen niños y deja que Umi se cuele en su habitación algunas noches.

Richard no encuentra lo que buscaba; ni ira, ni odio, ni siquiera el reclamo vacuo que debería haber recibido desde el principio. Nada. No hay agresividad ni parece haber resentimiento. No hay erupción ni tormenta, no las hay porque ha roto el volcán y ha matado las nubes. Lo ha matado sin darse cuenta.

* * *
- Están echando un muy buen documental.- Dice William de pronto, un día cualquiera y Richard detiene su tránsito por la sala, justo detrás del sofá. Alcanza a verle la nuca y la espalda inclinada al frente. “No debería estar tan cerca del televisor”. No le cuesta imaginar la expresión indiferente que le acompaña, mirada fija al frente y labios cerrados herméticamente, en un gesto duro.

Podría ser un momento cualquiera, sólo que no lo es. Richard podría acercarse y palmear la cabeza morena, llamarle nerd y escuchar el reclamo consecuente antes de soltar una risita. Podría, pero no debe. Porque el aire se siente denso y pesado y la atmósfera se le mete en el cuerpo y le aprieta el corazón.

- Mira, ahí es donde está el magma.- Señala la pantalla, el diagrama del volcán.- Cuando el magma sale se llama lava.- Musita suavemente y Richard se acerca un poco más, para seguir escuchando los murmullos por encima de la voz grave de quien narra el documenta.- Se enfría, se convierte en rocas. Se convierte en granito, en riolita, en basalto…

Para William está claro. Está tan claro que espera que Richard lo entienda sin dificultad. Quiere que Richard sepa que le duele, que se guarda ese dolor, que es un volcán dormido que no desea explotar, porque no quiere que su corazón se derrame, que se le enfríe y se endurezca, volviéndose una roca fría y negra como el basalto, dura como el granito. Pero Richard sólo entiende que William intenta decirle algo, en el lenguaje críptico de siempre y aferrándose a la idea de que le comprenderá. Pero no entiende qué es. No le comprende, no puede hacerlo.

- No me gusta el basalto…

Richard escucha la voz que suena como un arrullo y suspira despacio al momento de sentarse en el sofá, a su lado, sin moverse. Permanecen en silencio, con el ruido de la televisión de fondo, por varios minutos, hasta que Richard siente el peso contra su hombro de William recargado, con los ojos cerrados.

William espera que Richard se disculpe y él lo sabe. Y Richard quisiera hacerlo, pero no puede, aunque lo lamente. Y lo seguirá lamentando; el lastimarle, el no entender, el ya casi -casi- no amarle.

fandom:original (soledades), comunidad: mision_insana, personaje:richard eysenck

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