[Fic] Como alcanzar la luna

May 23, 2009 21:30



Como alcanzar la luna

YooSu

Drama / romance


Sus ojos se arquearon sutilmente, las gotas continuaban cayendo… una a una aterrizando en el frío asfalto. Sus párpados se cerraron, la oscuridad dándole la bienvenida. Las imágenes desfilaban con enardecida gloria en su mente. Los ángeles abrían sus alas para saludarlo y él sonreía sintiendo la calidez acariciarle su cuerpo.

Junsu sonrió.

-Anoche… anoche tuve un sueño Changmin-ah-

Changmin era un joven demasiado alto para su edad. Su mirada era penetrante, su espalda se erguía con orgullo, su bronceada piel resaltaba sus definidas facciones. Changmin era un joven atractivo.

El joven volteó su rostro a un costado mirando fijo a su amigo. Sus ojos brillaban con un sentimiento que Junsu no notaba o, más bien, no quería notar.

Compasión

-¿Qué soñaste Junsu hyung?-

Junsu, un año mayor que Changmin sonrió. Su sonrisa más brillante que nunca. El más joven sintió una punzada en su corazón.

-Soñé que era feliz Min-

Changmin tragó saliva apartando su mirada.

Como dolía no poder hacer nada. Como dolía ignorar la realidad…

-Es aquel-

El joven mitad americano apuntó con su dedo a una figura que caminaba solitariamente por los pasillos.

Sus movimientos pausados, su brillante sonrisa, sus oscuros ojos, sus cabellos castaños delataban su condición.

-¿Kim Junsu?-

Yunho era un chico popular, no porque su familia fuese dueña de alguna compañía importante, sus padres no poseían tal poder ni tal capital, él era popular, simplemente, porque poseía todo lo que un hombre debía poseer.

-Sí, ¿qué es lo que te sorprende tanto, eh?-

Bueno… a decir verdad, Yunho no sabía tampoco porque le sorprendía tanto la noticia, Kim Junsu no era su amigo. Pero simplemente no cabía en su mente la idea de Junsu, un chico criado bajo la insignia de la típica familia católica, siendo homosexual.

-Yoochun, no es problema nuestro, ¿sí?

El joven mitad americano apartó su mirada volviéndose a focalizar en aquel joven de castaños cabellos y sonrisa de un ángel. Respiró hondo antes de apartar sus ojos de Junsu.

Ambos quedaron en silencio.

Jaejoong no era para nada un chico popular. Siempre era molestado por sus compañeros.

‘No nos gusta tu cara’

‘¿Realmente eres un hombre?’

‘Miren… es Jaejoong, el rarito’

Siempre las mismas palabras.

Jaejoong simplemente los ignoraba. No se molestaba ni siquiera en mirarlos. Su único cuerpo a tierra era un joven, un joven que había conocido un día cuando caminaba por el parque. Jaejoong nunca prestaba atención a las personas, prefería ignorar a todos aquellos que pasaban por su lado pero algo de aquel muchacho lo atrajo.

Quizás fueron sus movimientos torpes. Quizás la gran sonrisa que poseía en su rostro. Quizás era la risa contagiosa. Quizás la mirada, sus ojos brillaban como el sol. Quizás… quizás fueron las invisibles alas que Jaejoong pudo percibir.

-¿Qué estás haciendo?-

Le preguntó acercándose pero aun manteniendo una distancia considerable.

-Intento volar-

Respondió el joven.

Jaejoong sintió el aire más cálido que de costumbre, el verano en Seúl era sofocante. Ignorando la disconformidad de su cuerpo ante el toque del sol se acercó más hacia el extraño joven.

-¿Sí? Hasta donde yo sé, se necesitan alas para eso-

El joven se detuvo mirándolo con una expresión graciosa, Jaejoong quiso reír. Por primera vez quiso reír.

-Eso no es cierto Jaejoong-ah-

A pesar de antes haber sentido una fuerte sofocación debido al pesado clima una corriente fría le erizo la piel.

-¿Cómo…?-

-Soy Kim Junsu-

El joven le sonrió ofreciéndole la mano. Jaejoong la apretó con fuerza.

Junsu era como su hermano. Un hermano al cual amaba demasiado. Un hermano al cual debía proteger.

Changmin conoció a Jaejoong por Junsu. Su relación con el joven no fue buena en un principio. Changmin nunca admitiría que sentía celos de Jaejoong, nunca admitiría que tenía miedo que Junsu lo abandonara. Cuando recuerda las constantes peleas con el mayor se siente idiota y prefiere reír, ahora puede hacerlo, pero en aquellos tiempos el miedo que lo inundaba era tan asfixiante que no podía dormir.

Changmin aprendió a querer a Jaejoong tanto como a Junsu. Junsu y Jaejoong, sus dos personas más importantes, sus hyungs más queridos. Sin ellos Changmin no sería nadie.

-¿No hiciste nada?-

Jaejoong le gritó en la cara. Changmin sabía que se lo merecía, sabía que merecía eso y mucho más.

-Lo siento hyung… no pude-

-¿Cómo que no pudiste? ¿Acaso te ataron las manos? Yo te veo bastante bien en comparación a Junsu-

El menor no dijo nada, simplemente agachó la mirada soportando las heridas que causaban la filosa lengua de su amigo.

-¿No vas a decir nada? ¡Diablos Changmin! Siempre es la misma mierda… nunca puedes hacer nada para defender a Junsu, siempre con la misma jodida excusa. ¿Cuándo vas a aceptar que no eres más que un cobarde, ah?-

Changmin era un cobarde. Lo era. Su dolor no venía por ese lado, su dolor no se debía a que no podía aceptar su grado de cobardía, no. Changmin aceptaba y admitía ser uno. Su dolor provenía de otro lado. Su dolor provenía de Junsu. Junsu siempre sonreía, siempre le sonreía diciendo que estaba bien, que siempre, siempre serían amigos.

Y eso, eso desgarraba el corazón de Changmin.

La sangre circulaba por un costado de su labio, se había mordido con tanta fuerza que comenzó a sangrar. Jaejoong estaba demasiado furioso como para notarlo, y si lo notaba prefería no decir nada.

-¿Y te dices su amigo? ¡Eres un hipócrita!-

-¡Basta hyung!-

Changmin tembló al sentir el grito. Jaejoong quedó en completo silencio, no obstante su rostro mostraba la furia que sentía.

-Es suficiente-

-Junsu…-

Murmuraron. Un dolor intenso agitándoles la respiración. La sensación de impotencia y culpa siendo compartida por ambos.

Junsu tenía un ojo morado, su pálido rostro mostrando feas marcas rojas, un corte cerca de su labio y su cuerpo visiblemente más frágil que de costumbre.

-Jaejoong hyung, esto no fue culpa de Changmin, no había nada que él pudiera hacer para detenerlos, no es su culpa-

-Pero… si yo hubiese estado ahí, si yo hubiese estado contigo no habría sucedido Junsu, esos malditos no te habrían hecho daño-

El mayor de los tres se acercó a Junsu, su mano extendiéndose hacia el rostro del joven, acariciando gentilmente la piel. A pesar de todo Junsu sonrió, sonrió tomando la mano de su amigo entre las suyas.

-No hyung. Yo no quiero que ustedes salgan heridos por mi culpa. No es justo-

No es justo

Realmente no es justo.

La cabeza de Changmin iba a explotar. ¿Por qué Junsu era así? ¿Por qué diablos no mostraba un poco de rencor? Odiar a quienes te hacen daño no es algo malo. Pero Junsu simplemente no podía odiar a nadie. Solo sabía sonreír, sonreír y perdonar.

-Jaejoong hyung tiene razón. Soy un cobarde… ¡soy un cobarde y un hipócrita!-

-Changmin…-

-No, hyung. ¡No lo digas! Es tan cansador, tan asquerosamente cansador. No quiero que me perdones.-

-Changmin, ¡basta! Yo no necesito guardaespaldas. ¿No entienden eso? Vamos… estoy bien, se cuidarme solo, ¿sí? No peleen, somos tres para siempre, ¿sí?... ¿Sí?- miró a ambos jóvenes, sus ojos brillaban como un día primaveral, si sentía dolor en su cuerpo o en su alma Junsu no lo mostraba. Y esa fuerza embistió a ambos jóvenes, quienes resignados sonrieron, pero sus corazones se sentían pesados.

Junsu tenía ese poder. A pesar de las malas circunstancias él siempre brillaba. Siempre.

-¡Diablos! Este frío me está calando los huesos-

Yoochun se quejó mientras refregaba sus manos, sus labios se aproximaban de cuando en cuando para soplar un poco de calor en ellas. Yunho sonrió, sentado en su banco leyendo un libro para la clase que pronto comenzaría, encontrando los gestos de su amigo algo delirantes.

-¿Y Yoochun, encontraste alguien con quien compartir el invierno? Pronto es ‘San Valentín’-

El mitad americano detuvo sus acciones mirando con grandes ojos a su amigo. No había nada malo en la pregunta pero… por alguna razón no pudo evitar esa reacción.

-¿Qué? ¿Pregunté algo que no debía?-

-No hyung, no es eso-

Yoochun agachó la mirada, no quería que Yunho viera el rubor en sus mejillas.

Yunho rió, pero estaba algo confundido. Yoochun era bastante popular con las chicas, nunca perdía oportunidad alguna de flirtear con ellas, algunas descaradamente lo buscaban e invitaban a salir, Yoochun nunca rechazaba una invitación. El mitad americano era un joven bastante confidente respecto a temas amorosos. ¿Por qué de pronto se escandalizaba por una simple pregunta?

-¿Hyung?-

Yunho hizo a un lado sus pensamientos, su mirada se centró en su amigo. Yoochun se veía extrañamente serio. Yunho acomodó su postura. Sabía que la conversación que vendría a continuación sería importante.

-¿Qué pensarías si te dijera que yo…?-

-¿Park Yoochun?-

Ambos se sobresaltaron al escuchar una voz desconocida gritar en la sala. Yunho miró atento al joven que se acercaba hostilmente a Yoochun. ¿Qué diablos había hecho ahora? Seguramente se metió con la novia de aquel desconocido, después de varias malas experiencias el mitad americano no aprendía.

-Ese soy yo… ¿Quién eres tú?-

Yoochun alzó una ceja desconociendo al joven delante de él. No recordaba haberlo visto nunca.

-Vamos afuera, hay cosas que debemos hablar-

El desconocido comandó. Yoochun no sabía qué hacer, miró a Yunho y éste se encogió de hombros. Los segundos continuaban pasando y el joven parado parecía perder la calma. Suspiró sujetando a Yoochun del cuello de su camisa.

-Creo haber dicho ‘afuera’ no es bueno que me hagas perder la paciencia, Park-

El joven siendo atacado levantó las manos para apartar las del extraño de su camisa.

-Perdón pero no te conozco y no sé de qué diablos tenemos que hablar.-

Yunho examinó con detenimiento al extraño joven. Su cara se le hacía familiar, había visto esa cara en otra parte. Pensó, pensó y pensó hasta que finalmente se dio cuenta.

-¿Kim Jaejoong?-

El joven visiblemente irritado lo miró fijo sin decir nada. Sus oscuros ojos penetrando en los suyos. Yunho sintió un escalofrió en su cuerpo.

Yoochun parpadeó finalmente comprendiendo la situación. Su mente repitiendo una sola palabra, una y otra y otra vez.

Mierda, mierda, mierda.

Sin aviso alguno tomó al joven de la mano y salió corriendo lo más rápido posible. Jaejoong siendo arrastrado.

Yunho no entendía nada. Sacudiendo su cabeza tomó el libro que anteriormente había estado en sus manos, lo abrió y retomó la lectura de la página que había dejado señalada.

-¿Qué mierda fue eso, ah?-

-¡Hubieras dicho que eras Jaejoong, cabrón!-

Jaejoong abrió su boca para insultar al otro joven pero la cerró nuevamente por falta de aire.

-Diablos… creo que voy a hacerle caso a Junsu y dejar de fumar-

Yoochun ante la mención de Junsu respiró hondo, su temple arrugándose un poco. Sabía que nada bueno podía significar el que Jaejoong lo buscara personalmente.

-Viniste a hablar de él, ¿cierto?-

El mayor irguió su cuerpo, no dijo nada pero sus ojos hablaban por él. Yoochun se sintió bastante intimidado, pero no lo demostraría. Si Jaejoong quería que las cosas fuesen así el también se mostraría hostil entonces.

-No, vine a hablar de la situación económica de Arabia Saudita. ¿Eres idiota o qué?-

Yoochun suspiró, Jaejoong comenzaba a irritarlo de una manera que no era humanamente posible. Y Yoochun poseía tolerancia, la poseía pero el joven era simplemente demasiado.

-Estoy perdiendo mi tiempo-

El joven se dio vuelta sus piernas girando con elegancia, sus manos en sus bolsillos, el frío todavía seguía presente, caminó un poco antes de sentir un fuerte agarre que le impidió proseguir.

-¡Oye! No te vayas-

Yoochun giró su rostro y se encontró con la mirada, aún altanera pero con un toque de arrepentimiento de Jaejoong. Relajando sus músculos volteó su cuerpo enfrentando al amigo de Junsu.

Changmin le había rogado que no lo hiciera, que dejara en paz a Junsu, pero Jaejoong no podía. Sabía que estaba quebrando la promesa que le había hecho a su amigo, la promesa de no interferir en sus asuntos. Le dolía no cumplirla. Jaejoong simplemente no quería ver sufrir a su amigo.

-¿Qué es lo que quieres saber?-

Yoochun no se atrevió a mirarlo fijo, en cambio miró su zapato, lo bien lustrado que estaba, lo bien que su suela golpeaba el piso, como resaltaba entre la mugre…

-¿Eres serio?-

-Lo soy-

Ante la pregunta, como una reacción mecánica levantó su mirada. Un brillo desafiante en sus ojos.

-Chico dandi, confió en tus palabras… Si lastimas a Junsu yo mismo voy a castrarte, ¿entendido?-

-¿Es una amenaza?-

-Es una promesa-

Y sin más Jaejoong se marchó. Yoochun sonrió.

-¿Sabes que día es hoy?-

Junsu miró atento al joven, sus ojos moviéndose para todos lados mientras pensaba en la fecha. Había cosas que se le escapaban, luego de pensar y pensar decidió que era inútil. Sonrió escondiendo su vergüenza.

-No, no lo sé-

-Hoy es 14 de febrero-

-¡Oh!-

Sus ojos se abrieron de una manera enorme, tan exageradamente que su expresión se veía cómica. Yoochun no pudo evitar reír.

-¿Lo olvidaste?-

Junsu asintió levemente, sintiéndose apenado. ¿Cómo pudo olvidar que día era?

-Está bien… los hombres no solemos darle importancia a días como estos-

Yoochun sonrió mirando a un costado. Sus palabras contradiciendo sus acciones. La caja roja que estaba oculta cerca de sus pies parecía gritarle ‘hipócrita’, Yoochun rió. Pasar mucho tiempo con Junsu comenzaba a hacerle mal.

-Toma-

Se agachó sujetando la caja y la depositó en el regazo de un sorprendido Junsu. El joven miró la caja y después a Yoochun. Cuando finalmente comprendió, sus mejillas se ruborizaron y sus labios se elevaron formando una amplia sonrisa.

-Gracias Yoochun-

El joven puso su brazo en el hombro de Junsu, no importándole si la gente miraba o no. ¡Al diablo con ellos!

A Yunho le tomó un poco digerir que su amigo estaba saliendo con otro hombre, no porque tuviese algo contra los homosexuales sino porque… era Park Yoochun, ¡Park maldito Yoochun! El mismo Yoochun que cambiaba de novia cada semana. ¡El mundo sí que estaba jodido! Concluyó. Pero realmente no le importó, mientras su amigo fuese feliz, el que saliera con otro hombre era solo un detalle. Sonrió ante el recuerdo de Junsu riéndose de Yoochun. Yunho le había prometido una clase de baile, Junsu aprendía rápido, Yoochun no queriendo quedar atrás comenzó a moverse torpemente. Junsu no paraba de reír, Yunho lo acompañaba circunstancialmente, Changmin (sí, Yunho había conocido a Changmin gracias a Junsu) movía su cabeza sintiendo vergüenza ajena. Y Jaejoong prefería quemarse los ojos con dos velas negras antes que ver a Yoochun bailando.

Los cinco compartiendo gratos momentos.

Junsu no podía estar más agradecido.

Finalmente su sueño se hizo realidad.

fic: como alcanzar la luna, yoosu, fandom: dbsk

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