Fan Fic : "Forever Mine : Primera parte" Capítulo 1.

Sep 11, 2011 17:15


Titulo : Forever Mine : Primera parte.

Pairing : Dean/Sam.

Advertencias : wincest, sexo, palabras malsonantes, yo escribiendo...

Resumen : seguimos donde lo dejamos...


Las cosas no se estaban desarrollando como Sam esperaba. Mucho menos como quería.

Tampoco era que pidiera tanto. No esperaba una relación de película de Disney y todo perfecto y de color de rosa, pero lo que ocurrió y seguía ocurriendo hasta ese día era… decepcionante.

En cuanto amaneció, tras pasar toda la noche teniendo lo que Sam consideraba el mejor sexo de su vida, Dean saltó de la cama a la ducha y de ahí a comprar el desayuno. Todo energía y vitalidad, como si jamás hubiera estado enfermo.

Lo cual era genial.

Lo que no lo fue tanto era el comportamiento de su hermano esos días. No se le acercaba más que lo necesario. Y, desde luego, no hubo repetición de aquella noche. No habían dormido juntos ni una vez más.

Y cada vez que Sam trataba de hacer un movimiento en ese sentido, Dean le rehuia o le detenía.

Tres días después empezaba a ser frustrante. Intentó hablar con él del tema y fue ignorado cada en ocasión.

Frustrante se quedaba corto.

Y tras esos tres días Dean comenzó a parecer cansado y enfermo una vez más. Lo disimulaba, bastante mal, todo había que decirlo pero estaba claro que necesitaba más su contacto de lo que quería admitir.

Aquella noche no debió poder soportar más el malestar porque, contrario a las otras noches, se metió en la cama con él. Sam le miró frunciendo el ceño. No le estaba haciendo ninguna gracia ese comportamiento.

- Así que… ¿esto es lo que va a ser, Dean? ¿Solo vas a venir a mí cuando ya no puedas más de dolor? - el hecho de que el mayor no fuera capaz de mirarle a los ojos cuando le hablo, le dijo más que las palabras que salieron de su boca.

- Te dije que no podía corresponderte, ¿recuerdas? Que no podía darte lo que querías y aun así seguiste adelante. Te lo advertí, Sam.

Aquellas palabras fueron como una patada en el estomago para el pequeño. Con movimientos rígidos, rodeo con sus brazos el cuerpo de su hermano, abrazándole. Los dos estaban quietos e incómodos, aunque Dean dejó de temblar poco a poco.

- Vamos a dormir. - murmuró Sam con la voz ronca. Sentía tal nudo de rabia en la garganta que le costaba hasta respirar.

- Sam…

- Dormir, Dean. Ya hablaremos de esto mañana. - no estaba dispuesto a seguir hablando del tema. No en ese momento cuando aun seguía sin notar latir su corazón.

- Sabía que ibas a odiarme por esto…

- Duerme Dean.

Dean asintió en silencio, acurrucándose un poco más cerca y cerrando los ojos. Minutos más tarde, estaba profundamente dormido. Pero Sam no pegó ojo en toda la noche. Conocía lo suficientemente bien a su hermano para saber que le estaba mintiendo. Solo hablaba su miedo y su confusión.

Aun así, esas palabras le habían herido en lo más profundo. Y pensaba vengarse por ello.

¿Dean solo le quería para evitar caer enfermo? Estupendo. Pero iba a traer consecuencias.

A la mañana siguiente el mayor se despertó solo en la cama. Suspiró con pesar al levantarse. Se lo tenía más que merecido pero no podía permitir que Sam creyera que esa relación extraña que ahora tenían era algo más.

Aun le sorprendía más que el pequeño no le echara a patadas de la cama.

Cuando salió del baño, ya vestido y duchado, se encontró con el otro sentado en la mesa del comedor, leyendo un periódico y tomando café tranquilamente. Ni siquiera levanto la vista al saludarle.

- Sam…

- Hay café caliente y bollos. - respondió el pequeño con voz neutra. - Desayuna. Tenemos que pensar donde ir para tu primera luna.

- Si, claro… pero…

- Estoy pensando en esa cabaña a la que papa nos llevo hace tiempo. No estaba muy lejos de aquí. ¿La recuerdas? Creo que era de Caleb… o del pastor Jim…

- De Caleb. Era de Caleb. Lleva años abandonada. - Dean se pasó una mano por el cabello. ¿Sam le iba a someter a la ley fría? ¿En serio? ¿Qué eran ahora? ¿Un matrimonio?

- Tenemos tiempo de arreglar lo imprescindible y aprovisionar la nevera. Quedan 10 días y si no recuerdo mal, estaba cerca de un pueblecito.

- Si, supongo… Sam… respecto a lo de anoche…

- ¡Ah, si! Lo de anoche… fuiste muy claro al respecto, tranquilo. - la voz del pequeño era poco más que un siseo, pero se le oyó bien claro.

- Sam, te lo advertí.

- No, está bien. Es cierto que lo hiciste. Pero ahora creo que deberíamos establecer unas normas para eso, ¿sabes? Como te dije hace días, no me importa ser tu puta, pero…

- No digas eso… - pidió el mayor, haciendo una mueca. Pero Sam ni se inmutó.

- Es lo que soy, ¿no? O eso o un ibuprofeno humano. - repuso, con ironía. - Lo que sea, ya que sigues sin querer dar tu brazo a torcer, quiero tener los mismos derechos que antes de esto.

- ¿Qué quieres decir?

- Que no tienes ningún derecho sobre mí. No puedes decirme ni como ni donde ni con quien puedo o no irme o follarme. No te voy a permitir que juegues al perro del hortelano conmigo.

- Me parece justo. - accedió entre dientes. Tenía razón, por mucho que algo dentro de él se revolviera contra eso.

- Por supuesto. Las putas no salimos baratas.

- Sam, por favor, deja de llamarte eso.

- Dejare de llamármelo cuando dejes de pensarlo. - gruñó de malhumor Sam, apurando el café. - Ahora será mejor que salgamos. Quisiera estar allí antes de que anochezca. Prefiero dormir en el suelo dentro de un saco que hacerlo en el coche. Es incomodo.

Dean le siguió con la mirada cuando salio de la cocina, directo a la habitación. Sabía que su hermano estaría cabreado con él, con toda la razón del mundo. Eso era lo que quería, a fin de cuentas.

Misión cumplida.

Sin importarle lo mal que se sentía, desistió de desayunar y fue a recoger sus cosas. De todas maneras, si comiera algo en ese momento, lo vomitaría.

Media hora después estaban en el Impala, rumbo a la ciudad de Preston. La cabaña estaba situada en las afueras, cerca del lago Bear, según las coordenadas que había apuntadas en el diario de John.

Sam parecía tan normal como siempre mientras le guiaba con el mapa. Incluso cuando pararon en una gasolinera para repostar, le trajo una botella de agua fresca y una chocolatina.

Fue al llegar a la cabaña, después de comprar provisiones en la ciudad, cuando su comportamiento volvió a ser como aquella mañana.

Mientras el pequeño se entretenía quitando trastos de en medio de la sala, abría las ventanas y despejaba la chimenea, Dean encendió el viejo generador y colocó la comida en la cocina.

- Creo que podremos usar la chimenea. - le dijo, asomándose por la puerta de la cocina. - ¿Por qué no cortas algo de leña de ahí atrás mientras yo voy colocando los sacos?

- Claro… no hay problema. Sam, oye…

- Será mejor que te des prisa, porque esta oscureciendo. Mañana arreglaremos los dormitorios.

- Si, pero…

- ¿Qué pasa? ¿No te encuentras bien?

- Si… no es eso… es que…

- Pues date prisa entonces.

Dean refunfuño una maldición cuando Sam se dio la vuelta y desapareció dentro de la cabaña, dejándole plantado en la puerta. No había imaginado que eso iba a afectarle tanto. Pensaba que todo seria como antes, que si mantenía a Sam molesto y sin permitir que sintiera nada romántico por él, las cosas volverían a la normalidad.

No se le ocurrió pensar que le iba a doler y enfadar tanto el que le ignorase de esa manera. Y por mucho que supiera que era lo que quería y lo que se había buscado, no le gustaba.

Se comió la molestia y la descargó cortando leña. Al regresar al interior, algo más tranquilo, comprobó que Sam había estado ocupado también. La cabaña olía a polvo aun, pero el aire ya no estaba viciado y los sacos estaban colocados cerca de la chimenea.

También olía a Sam. Y era un olor que le atraía más que el de la carne recién hecha que había en la cocina. Su hermano ya había cenado.

- No me has esperado.

- Tenía hambre. Y prisa. - le comentó, encogiéndose de hombros. Sam se acercó, arrebatándole la leña de las manos. - Come antes de que se enfríe. ¿Cómo te encuentras?

- Bien. ¿Por qué…?

- Genial. Así no me despertaras cuando vayas a dormir. Buenas noches, Dean.

Ni que decir tiene que Dean no pudo tocar la comida.

Las cosas no se estaban desarrollando como Dean esperaba…

Continuara....

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forever mine, mis fics, adorado wincest...

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