Título: Sin título.
Fandom: Twilight.
Comunidad:
10instantes Tabla:
Oscar Wilde | Prompt: #1 - Puedo resistir cualquier cosa, excepto la tentación.
Claim: Alec/Jane | Personajes: Alec Vulturi, Jane Vulturi, Demetri Vulturi y menciones de Aro Vulturi.
Rating: R | Advertencias: Incesto y lime.
Nota: Le pongo ese rating porque es incesto y lime... o algo parecido (?), no, ni le llega. Pero por las dudas. | Para
chocolateymenta , porqueee... también le gusta el Jane/Alec y porque es una pervertida adorable (?).
Sin título
-Estoy aburrida.
Hace mucho, mucho tiempo, Jane habría dicho «Estoy cansada», pero ya ha olvidado aquellas tontas expresiones humanas. Ahora es algo más, algo mucho mejor. Y le gusta. Alec le sonríe burlonamente, apoyado contra la pared, de brazos cruzados y viéndose tan infantilmente imponente y lejano que llega a resultar chocante. Jane, recostada perezosamente en una cama que no necesitan, lo recorre con la vista desde la punta de los pies hasta el último cabello y siente la sacudida natural en su estómago, como si algo estuviera vivo y reaccionara a Alec, aunque no sea posible. Sonríe, con una mirada casi felina y los ojos más oscuros de lo normal. Y Alec alza una ceja y la mira extrañado, porque luego de vivir más de cien años con alguien empiezas a conocerlo más de lo que creías posible.
-¿Qué sucede? -Cuestiona, sin moverse.
Y Alec tiene que hacer uso de todo el autocontrol que ha ganado con los años para no acercarse a ella y morderla cuando Jane sonríe.
-Alec, estoy aburrida -Repite, como si con eso lo dijera todo. Y lo hace pero Alec prefiere hacer como que no. Alza una ceja y la mira igual que miraría a un loco (sólo que con mucho más interés, por supuesto).
-Pues lo siento. La reunión de Aro va a comenzar dentro de poco, ya se te pasará -Asegura. Jane frunce ligeramente el ceño y Alec maldice más veces en un segundo de las que pueden ser contadas en su fuero interno.
Ella lo mira con los ojos empañados y la boca fruncida. Alec puede notar como su mano derecha aprieta sutilmente las sábanas, nunca despegando su vista de él. Su pierna izquierda se mueve despacio, apareciendo de entre aquél revuelto de telas y vuelos. Si tuviera vivo el corazón ya se habría parado y es que nunca ha entendido como, después de tanto tiempo, Jane sigue siendo capaz de provocarle una imaginaria taquicardia.
-¿Por qué no? -Gime como una niña pequeña y se acomoda con falso cansancio en la cama de sábanas oscuras, parpadeando lentamente, sorprendentemente parecida a una muñeca.
Alec suspira.
-Porque no, Jane. Dentro de nada Félix va a venir a buscarnos para que bajemos, no hay tiempo para nada. Después, ¿está bien? -Explica, algo hastiado.
Jane frunce el ceño y se sienta en la cama tan de golpe que un humano se habría mareado, seguro. Tuerce la boca y ladea la cabeza, enojada. Alec sabe que cualquier otro ya se habría ganado un poco de dolor y nunca ha dejado de agradecer ser su hermano (y algo más).
-Alec -Llama con voz infantilmente firme-. Ven.
Le tiende la mano y Alec intenta resistirse, de verdad que sí, pero Jane sabe como obtener lo que quiere y Alec no sabe cómo negársele.
-Jane... -De todos modos lo intenta. Inútilmente.
-Alec -Responde ella con burla, sentándose cual reina, tranquilamente infantil y a la vez una mujer que no lo es del todo porque sigue siendo inmadura, de cierta forma (y quizá en más de una).
Alec le da una sonrisa condescendiente.
-En serio, Jane. ¿Quieres que Demetri nos vuelva a encontrar en medio de...? -Ella lo interrumpe antes de acabar.
-No me importa. Ven, Alec -Y abre ambos brazos, servicial. Porque a él no lo obligaría a nada por la fuerza, nunca a su otra mitad-. ¿No quieres?
En menos de un parpadeo Alec está sobre ella y Jane puede jurar miles de veces (o más) que si, aquél pedazo muerto de su corazón que aún descansa en su pecho latiera, lo estaría haciendo como nunca porque él la mira igual que se miraría al tesoro más preciado del mundo. Y la empuja suavemente para acabar recostada. No reprime su sonrisa maliciosa cuando Alec comienza a besarle el cuello y a correr sutilmente el tirante de su vestido.
-Siempre voy a querer, Jane -Le jura. Ella no respira-. Porque... eres mi compañera -Musita, recorriendo lentamente su cuello con pequeños besos. Jane lo abraza todo lo fuerte que puede, sin aburrirse en lo absoluto.
-Alec -Lo llama, jadea. Tensa, inquieta, ansiosa-. Dame un beso -Pide, quitándole mechones de cabello castaño de los ojos a su hermano con falsa tranquilidad.
Y él obedece, como acaba haciendo con todo lo que Jane le pide. Entre brusco y delicado, entre apresurado y lento. Le abre la boca con cuidado pero con prisas y su lengua se mete sutil. Jane suelta un suspiro de puro éxtasis mientras sus manos lo aprietan más fuerte. Más cerca, más rápido, más intenso.
Cuando Dimitri abre la puerta sin preguntar no se sorprende.
-Aro los espera -Dice, mientras Alec besa lentamente las muñecas de Jane-. Ah, y pide como favor que Alec deje de romper tus vestidos.
Sonríen a la vez.