Jan 06, 2009 21:26
La observa, un espectador silencioso oculto por las sombras, siguiendo la ruta de su falda, orientándose con su risa. Ella, dulce niña inocente, no se da cuenta de nada. Gira, salta, grita, se ríe. El sol la baña al derecho y al revés, mientras ella gira, gira, y gira... Sakura corre, riendo, encantada del día precioso que hace, y juega con su vestido, recoge flores, se ahoga con el cielo, tan, tan azul. Shaoran la sigue con la mirada todo el tiempo, sentado bajo un árbol, protegido del sol, de la luz, mero observador mudo que se deleita con la belleza, la perfección y la inocencia, porque no hay palabras más correctas para definir a Sakura Kinomoto que esas. Es pura luz, alegría y risas, carcajadas cantarinas y sonrisas a toda hora. Porque Sakura es vida, abrazos, caramelos luego de la clase de Química y abrazos de apoyo antes de Matemáticas. Porque ella va sonriendo por la vida y entonces todo parece mejor, porque ella lo encandila.
Porque le parece perfectamente adorable, porque le dan esas ganas tontas e irrefrenables de ir y protegerla de todos, de encerrarla en una cajita de cristal y tenerla para él, sólo para él, a todas horas. Y se avergüenza de lo que siente, porque está bien que ella le guste, pero no tanto. Al final se calla y no dice nada, aunque Sakura siempre lo nota todo -su despiste natural se olvida de aparecer-, y sonríe, y lo abraza, y lo besa, y le murmura muchos te quiero tanto al oído.
Shaoran la observa, recorriendo cada centímetro de su piel blanca, perdiéndose entre los pliegues de su falda. Imagina sus piernas enredadas con las de él, sus manos femeninas sobre su pecho. Su boca de dulce sobre la suya, su cabello con olor a flores desparramado encima de una almohada. Y sonríe, tenso. Porque eso no es imaginación, sino recuerdos. Ella se ríe, coincidencia divina, como si supiera lo que está pensando. Y aunque no lo sabe Shaoran no puede evitar ruborizarse y bajar la mirada, pero es que es el tipo de cosas que no puede evitar pensar. Porque tiene quince años, una novia preciosa y una imaginación revoltosa. Y hormonas. Claro. Pero las olvida cuando Sakura gira, mirando al sol, con la tela suave de su falda besándole la piel de los muslos, la camiseta ajustándose sutilmente a sus curvas.
Traga pesadamente. Oh, ella es su tentación.
Una tentación hecha mujer, con el cabello besando suavemente sus hombros y el vestido moviéndose al compás del viento, acercándose a él con ese paso de felina tímida, que no sabe lo increíblemente seductora y atrayente que es. Pero lo es y Shaoran lo sabe, así como también sabe que ella nunca ha entendido bien porque la ama con locura, y eso no hace más que fascinarle aún más. Porque ella es una niña-mujer ingenua, inocente y dulce, o eso es lo que todos dicen pero Shaoran puede afirmar mil y un veces que ella no es nada de eso cuando no quiere.
-Ven a bailar conmigo, Shaoran -Pide suavemente, y un rayo de sol le ilumina los ojos verdes.
comunidad: 30vicios,
claim: shaoran/sakura,
personaje: shaoran li,
fandom: card captor sakura,
personaje: sakura kinomoto