Helados - Ron con pasas (días)
Fandom: QaF
Personajes: Brian/Justin, Jamie
Pote: Taza
Prompt: #004 Ron con pasas
Tabla de helados
Con cuchara: Post 513
Servilletas: Siguiente viñeta en la vida de Jamie, creo que iré subiendo una o dos por día para no saturar (ya tengo 16, yay!)
Resumen: Brian se replantea la decisión que han tomado.
(La edad de Jamie irá siempre entre paréntesis en el asunto)
Si se abrieron apuestas con su reunificación tras el ataque de Hobbs, no es demasiado extraño que suceda lo mismo cuando acuden a ver a Jamie, todos piensan que Brian no está preparado para ser padre 24/7. El que se lleva el bote es Ted, con doce días desde el nacimiento, porque Justin se despierta a medianoche y se da cuenta que Brian no está en la cama.
Brian ha tardado casi dos semanas, pero al final ha llegado al punto en que necesita usar su vieja tradición de control de daños. Alcohol, drogas, y sexo.
Por desgracia, dejaron las drogas duras en cuanto decidieron tener a JD, y el sexo con desconocidos cuando se hicieron monógamos.
Queda el alcohol, y así es como se lo encuentra Justin, con una botella de coñac entre los dedos, bebiendo a morro, sentado en el suelo de la sala de estar. Observa la chimenea mientras bebe y fuma, dando un respingo cuando Justin le toca el brazo.
- ¿Qué haces?
- No estoy preparado, no… Joder. - Se pasa la mano por el pelo, señala todos los juguetes que tienen repartidos por el suelo, el rincón donde han colocado el parque de Jamie, riendo con un deje de histeria.
Justin le coge el cigarro, dando una calada, expirando el humo mientras sigue su camino hasta el techo con la vista.
Al cabo de unos minutos en silencio, dos cigarros menos y varios sorbos más de coñac, Justin apoya su cabeza en el hombro de Brian, colocando el walkie entre los dos.
- ¿Está durmiendo? - Brian lo señala con el dedo, intentando aguzar el oído para distinguir las suaves respiraciones del bebé.
- De momento sí.
- Pensé que sería como cuando Gus, pero no es lo mismo. Está aquí siempre, Justin. Llorando, comiendo, cagando… -- Ríen un poco, el alcohol empieza a hacerle efecto, Justin no quiere emborracharse del todo por si Jamie despierta.
- Eres un buen padre, Brian. No eres Jack.
- ¿Cómo lo sabes? ¡No ha pasado ni un mes y ya tengo ganas de salir corriendo!
- Pero sigues aquí.
- Hicimos un trato. - Se encoge de hombros, como si no siguiera siendo Brian Kinney y no hiciera nada de lo que no quiere hacer.
Aunque ambos saben que es mentira, que jamás hubieran tenido a Jamie si Brian se hubiera negado.
- A la mierda. Haremos un horario. Los… -- Justin piensa, contando con los dedos, concentrado. - Los impares, te toca a ti, los pares son míos.
- No más coñac, Sunshine. - Le quita la botella, quedándose con el último sorbo, cerrando los ojos un momento.
- Para ponernos histéricos. Haremos un horario y así no nos comportaremos como capullos el mismo día y Jamie creerá que somos medio normales.
Brian ríe, esta vez de verdad, girándose a mirarlo.
- ¿Lo dices en serio?
- Lo haremos bien, te lo prometo. - Le sujeta la cara entre las manos, besándolo con firmeza, notando el coñac, el tabaco y a Brian, lamiéndole y aspirando su calor, hasta que un llanto rompe el silencio.
- Es impar, así que mueve tu culo, en seguida subo.
Asiente, acariciando su pelo al levantarse, como hizo hace años una noche en el loft, tapado con una sábana y convenciendo a Brian de que era un buen padre.
Personajes: Brian/Justin, Jamie
Pote: Taza
Prompt: #004 Ron con pasas
Tabla de helados
Con cuchara: Post 513
Servilletas: Siguiente viñeta en la vida de Jamie, creo que iré subiendo una o dos por día para no saturar (ya tengo 16, yay!)
Resumen: Brian se replantea la decisión que han tomado.
(La edad de Jamie irá siempre entre paréntesis en el asunto)
Si se abrieron apuestas con su reunificación tras el ataque de Hobbs, no es demasiado extraño que suceda lo mismo cuando acuden a ver a Jamie, todos piensan que Brian no está preparado para ser padre 24/7. El que se lleva el bote es Ted, con doce días desde el nacimiento, porque Justin se despierta a medianoche y se da cuenta que Brian no está en la cama.
Brian ha tardado casi dos semanas, pero al final ha llegado al punto en que necesita usar su vieja tradición de control de daños. Alcohol, drogas, y sexo.
Por desgracia, dejaron las drogas duras en cuanto decidieron tener a JD, y el sexo con desconocidos cuando se hicieron monógamos.
Queda el alcohol, y así es como se lo encuentra Justin, con una botella de coñac entre los dedos, bebiendo a morro, sentado en el suelo de la sala de estar. Observa la chimenea mientras bebe y fuma, dando un respingo cuando Justin le toca el brazo.
- ¿Qué haces?
- No estoy preparado, no… Joder. - Se pasa la mano por el pelo, señala todos los juguetes que tienen repartidos por el suelo, el rincón donde han colocado el parque de Jamie, riendo con un deje de histeria.
Justin le coge el cigarro, dando una calada, expirando el humo mientras sigue su camino hasta el techo con la vista.
Al cabo de unos minutos en silencio, dos cigarros menos y varios sorbos más de coñac, Justin apoya su cabeza en el hombro de Brian, colocando el walkie entre los dos.
- ¿Está durmiendo? - Brian lo señala con el dedo, intentando aguzar el oído para distinguir las suaves respiraciones del bebé.
- De momento sí.
- Pensé que sería como cuando Gus, pero no es lo mismo. Está aquí siempre, Justin. Llorando, comiendo, cagando… -- Ríen un poco, el alcohol empieza a hacerle efecto, Justin no quiere emborracharse del todo por si Jamie despierta.
- Eres un buen padre, Brian. No eres Jack.
- ¿Cómo lo sabes? ¡No ha pasado ni un mes y ya tengo ganas de salir corriendo!
- Pero sigues aquí.
- Hicimos un trato. - Se encoge de hombros, como si no siguiera siendo Brian Kinney y no hiciera nada de lo que no quiere hacer.
Aunque ambos saben que es mentira, que jamás hubieran tenido a Jamie si Brian se hubiera negado.
- A la mierda. Haremos un horario. Los… -- Justin piensa, contando con los dedos, concentrado. - Los impares, te toca a ti, los pares son míos.
- No más coñac, Sunshine. - Le quita la botella, quedándose con el último sorbo, cerrando los ojos un momento.
- Para ponernos histéricos. Haremos un horario y así no nos comportaremos como capullos el mismo día y Jamie creerá que somos medio normales.
Brian ríe, esta vez de verdad, girándose a mirarlo.
- ¿Lo dices en serio?
- Lo haremos bien, te lo prometo. - Le sujeta la cara entre las manos, besándolo con firmeza, notando el coñac, el tabaco y a Brian, lamiéndole y aspirando su calor, hasta que un llanto rompe el silencio.
- Es impar, así que mueve tu culo, en seguida subo.
Asiente, acariciando su pelo al levantarse, como hizo hace años una noche en el loft, tapado con una sábana y convenciendo a Brian de que era un buen padre.