El último antes de irme a dormir, que ya es bastante raro haber tenido conexión todo el viernes, los sábados suele irse de paseo, tsk...
Fandom: QaF
Personajes: Brian, Gus y Jamie
Prompt: #014 Piña
Tabla de heladosPote: Taza
Con cuchara: Post 513
Servilleta: Gus tiene trece años, está pasando el verano con sus padres en Britin.
Sé que han coincidido varios con Brian y los chicos, los de Justin están escritos de antes pero JD es mayor, así que tendréis que esperar a leerlos.
Cada verano Gus viaja a Pittsburgh para pasar el verano en Britin con sus dos padres, aunque Brian y él dedican un día en exclusiva a pasar el rato juntos, los dos solos.
Cuando Jamie es lo bastante mayor para unirse a ellos, son los tres los que deciden qué harán ese día sólo de Kinneys, como suele decir Justin.
- Pásame la pelota, Jamie. - Corren por el parque, chutando y corriendo de un lado a otro, Brian oye sus risas desde el banco, les ha estado enseñando algunos trucos de los que usaba cuando jugaba a fútbol, y no han tardado demasiado en querer ponerlo en práctica.
- ¡Mira, papá! - Les saluda con la mano, riendo cuando ambos chocan y se hacen un lío, cayendo al suelo a la vez, rodando por la hierba como si fueran perros, volviendo a su lado a por agua.
- ¿Has visto ese rebote?
- Regate. - Gus como si oyera llover, sigue emocionado con lo suyo, descartándole con la mano, hablando tan rápido que sus palabras se amontonan, haciendo las pausas justas para que Jamie aporte algún detalle.
- …y cuando vuelva a Canadá les enseñaré a mis amigos lo que hemos practicado. Ninguno de sus padres jugó a fútbol en la universidad, ¿de qué color era tu uniforme? El nuestro es azul cobalto. - Sospecharía que su hijo es gay si no fuera porque pasa el resto del verano metido en un estudio o en el departamento artístico de Britin. Conoce más tipos de colores que su decorador.
- Papi, tengo hambre.
Jamie está a punto de fundirse como una bombilla, incluso deja que Brian le coja en brazos (está pasando la etapa de soy demasiado mayor, Justin llegó a comentar que lo echaría de menos. Qué cojones, él también)
- Vamos al Dinner, Debbie tendrá ganas de atiborraros a comida basura.
- ¿Podemos ir a otro sitio, papá? Sólo nosotros tres.
A pesar de que a veces pueden pasar meses sin que la revelación le aturda, hay momentos como este, cuando sus hijos de verdad quieren estar con él, que le descolocan, haciéndole derrumbar un poco más ese muro de no soy un buen padre.