(no subject)

Mar 20, 2014 23:14



VALPARAÍSO,
qué disparate
eres,
qué loco,
puerto loco,
qué cabeza
con cerros,
desgreñada,
no acabas
de peinarte,
nunca
tuviste
tiempo de vestirte,
siempre
te sorprendió
la vida,
te despertó la muerte,
en camisa,
en largos calzoncillos
con flecos de colores
[...]

Extracto de Oda a Valparaíso - Pablo Neruda

Neruda explica esto mejor que yo.


Las calles empinadas de los cerros están llenas de grafitis y las casas son de colores.


Pude reencontrarme con Carla después de 3 años


Las vistas de nuestro hostal eran espectaculares, nos gustaba ver anochecer desde el balcón con un par de empanadas y una botella de vino






Sin embargo, Valparaíso también tiene tráfico y aglomeraciones como cualquier ciudad grande, por eso el segundo día lo pasamos cerca del mar, primero paseando por las playas desiertas, que ya no salen en los mapas para turistas y toqué por primera vez el agua helada del Pacífico. Luego comimos en Caleta Portales, un filete de pescado reineta que me supo a gloria y luego hicimos un tour en barco.














En Santiago nos agobiamos un poco, porque hacía calor y había muchísima gente. En el museo Precolombino vimos Chemamulles, estatuas de los cementerios mapuches, un ábaco de tela, y tejidos bien bonitos.






Y nos emborrachamos en Bocanariz, que es un sitio que no debería perderse nadie que vaya a Santiago.

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