LLegar a Torres del Paine fue costoso, pero mas fácil gracias a Vojta que lo organizó todo muy bien. Una vez en Torres del Paine cogimos el catamarán para cruzar un lago de aguas turquesas y llegar a Paine Grande, nuestro punto de partida hasta el glaciar Grey. No tenemos muchas fotos porque llevábamos la cámara en la mochila y hacía viento y frío y odié que el camino estuviera tan lleno de barro, pero ver el glaciar mereció la pena.
Mira, el glaciar!
Lo mejor de estos días para mí fue el ser capaz de hacerlo, lo de andar horas y horas con la mochila a cuestas no lo había hecho nunca, y lo que sientes al llegar al refugio es algo que quiero volver a repetir.
Vista desde el primer refugio
Vista desde el segundo refugio
Nuestro tercer refugio
Una de las cosas que más me gustó fue una pequeña catarata. Nunca en mi vida sentí tanto viento.