Jun 09, 2012 17:00
Idris: Are all people like this?
The Doctor: Like what?
Idris: So much bigger on the inside. I'm- Oh, what is that word? It's so big. And so complicated. And so sad.
Siempre he sido una devoradora nata (con fresas) de libros. De pequeña leía y leía y leía y leía y leía sin parar. Llegó un momento que, como Matilda, ya había leído todos los libros de mi casa, libros de mis padres incluidos. Eso fue a los trece o catorce años o así.
La cosa siguió igual más o menos hasta mitad de carrera, que reduje considerablemente el número de lecturas ociosas por año debido al acumulamiento de trabajos y exámenes y el erasmus y el máster, y más recientemente, debido al agotamiento producido por Gremlins (estoy diciendo siempre lo mismo pero haré el post pronto, lo juro).
Sin embargo, desde que vuelto a casa he retomado el ritmo de lectura que tenía antiguamente. En menos de un mes llevo leídos cinco libros; supongo que por meterme de cabeza en las vidas de otra gente, preocuparme por la vida de otros y no pensar demasiado en general.
Y me he dado cuenta de que pasa algo fascinante con los libros, y es que puedes haber comprado uno con muchas expectativas y que ha sido muy caro y en el que pones todas tus esperanzas porque estás algo triste, y lo abres y lees las primeras palabras con el ánimo de "venga, a disfrutar", y cuando sigues leyendo vas decepcionándote poco a poco con cada página que pasas. Como si un amigo de la infancia te hubiera decepcionado completamente, o como si te hubieran prometido que ibas a ir a Disneylandia y hubieras acabado ya no en la feria del pueblo, sino como si ni siquiera la feria y en vez de eso hubieras tenido que ir a por el pan.
La sonrisa de las mujeres me decepcionó muchísimo.
Y luego llega un libro, que lo tienes porque te lo dieron de regalo hace tres años cuando fuiste a comprarte otros dos al Corte Inglés y tiene pinta de ser malo no, lo siguiente; y un día te decides a leer porque quieres una lectura corta y amena porque acabas de terminar otro y son las tres de la mañana y no te apetece leer en inglés pues, porque no, y entonces lo coges de tu mesilla de noche y lo abres sin ningún tipo de expectativas de nada, nothing, rien de rien.
Cuando Lizzie llega un día la oficina se topa con dos curiosos personajes que le dan una extraña noticia: ayer murió. ¿Cómo le dirá ahora a Sinead, su mejor amiga, que todavía puede dejar un trabajo horrible y luchar por lo que siempre quiso hacer? ¿Cómo le confesará a Neil, su novio, que fue muy feliz con él y que debería haberlo amado aún más? Cómo hará entender a sus padres que está muy arrepentida de no haber pasado más tiempo con ellos?.
Y te toca por dentro.
Una sensación terrible de arrepentimiento y pérdida la inundó. Si realmente estaba muerta, había un montón de cosas que no había hecho.
-No he tenido hijos - dijo con tristeza. -No he ido a la India. Ni siquiera he probado el puenting.
Jan repasó una lista que tenía sobre la mesa y, enérgicamente, respondió:
-Eso es absolutamente correcto.
Deslizó un dedo por la hoja y continuó.
-No has leído "Guerra y Paz". No has aprendido un idioma extranjero. No has ganado dinero a los caballos. No has ingresado en el Mile High Club. No has probado el caviar, aunque no te has perdido nada, créeme. No devolviste el sacacorchos al vecino cuando acabó la fiesta que diste el año pasado. No te has teñido el pelo de rojo ni te lo has cortado a lo chico pese a que te has pasado casi todos tus treinta y dos años de vida que ibas a hacerlo, ¿cierto? No has comprendido el cubismo, y... Lo siento, ¿te estoy agobiando?
-¿Tú que crees?
-Lo siento -repitió Jan. -Llevo poco tiempo en esto.
-Se nota.
-No te enfades -dijo Jim. -Lo hace lo mejor que puede.
-¿Por qué nadie me avisó? -exclamó Lizzie. -¿Por qué nadie me dijo que me sentiría así?
Todavía no lo he terminado, así que todavía está a tiempo de que al final me decepcione o no me guste o lo que sea. No es ningún clásico ni ningún libro de culto ni nada por el estilo. Tiene 189 páginas, es de Marian Keyes, que todo el mundo sabe que lo único que escribe es chick-flicks y literatura ligera, y en todas las reviews que he mirado dicen que "Liziee ha vuelto" es una puta mierda. Que menos mal que lo daban de gratis, porque como hubieran tenido que pagar por él la autora y la editorial se habrían arruinado.
Pero oye. ¿No es fascinante que, entre los millones de libros que existen, sólo UNO te encuentre a ti, que llegue en el momento justo en el que más lo necesitas, y te cambie un poco y te toque el corazón, así, pum, aunque sea sólo un toquecito?
Lo es.
Y justamente ése es el argumento de partida de ese libro que acabo de decir que había aborrecido tanto. Ja.
La vida de Aurélie ha sufrido un serio revés. Un lluvioso día de noviembre, poco después de la muerte de su padre, su novio la abandona. Destrozada, se deja llevar por las calles de París hasta encontrarse ¿de casualidad? una razón para sonreír entre las páginas de un libro en una pequeña librería, titulado "La Sonrisa de las Mujeres".
No sé. Quizá ambos libros son objetivamente malos y la blandengue y la que no tiene ni idea sea yo.
O quizá sean mis circunstancias personales, que me hacen sentir más vulnerable al tema o en general o lo que sea.
Pero ahora me pregunto: ¿qué pasa si eso mismo que me ha pasado a mí, le ha pasado a alguien con Crepúsculo, o El Código DaVinci, o con cualquier otro libro que he puesto a parir y yo creo que es otra puta mierda, pero ha tocado la vida de alguien y le ha alegrado el día? ¿O le ha hecho recordar cosas de su infancia? ¿O le ha servido para ser mejor persona?
¿Quién soy yo o quién es nadie para decir qué libro es bueno, o qué serie debería ver, o qué crema depilatoria es la mejor del mercado, o para decir "te juzgo si no has visto X película"?
Ve y mira la serie que quieras. Ve y mira el libro que quieras. Ve y córtate el pelo, lee Guerra y Paz (o úsalo de pisapapeles); aprende cosas sobre el cubismo, haz puenting o juega a la petanca. Pero haz las cosas porque tú quieras. Hazlas porque y cuando a ti te apetezcan, no porque te lo diga nadie o por lo que vayan a pensar de ti. Y sobre todo, respeta lo que leen o ven los demás, porque cada persona es un mundo y no tienes ni idea de lo que pasa dentro de la gente.
Because all people are like that. So much bigger on the inside.
Lección de la vida aprendida, Universo.
Y si me disculpáis, ahora voy a pedirle perdón a mi mejor amiga por haberme metido con ella por leer a Stephenie Meyer.
Nos vemos.
día profundo,
mi vida en rosa,
ain't karma a bitch?,
doce meses cincuenta libros,
odiamos a dan brown,
volviendo a casa,
yo tampoco nací para ser culta,
un poco más y escribo la Biblia,
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