Porque amo a mi OTP ♥ pero no se me ocurren ideas para hacer un fic largo, así pues decidí hacer un conjunto de drabbles que vayan formando una historia~ y pues a ver que sale, espero les guste...
COMO SER UN HÉROE Y NO MORIR EN EL INTENTO
PASO 1. ¿El héroe del mundo? O sólo SU héroe.
Alfred F. Jones ha tomado una decisión. Y la ha tomado mientras observa a la nación inglesa, Arthur Kirkland, hablar sobre un nuevo plan para la mejora del mundo.
Por supuesto; todo después de haberle obligado a él, el gran héroe, a tomar asiento insinuando constantemente lo estúpido de sus ideas.
En un principio, y como es obvio, se había molestado por los insultos; pero después de un par de minutos no tuvo de otra que aceptar que su idea del héroe gigante y metálico que protegería la capa de ozono y demás males terrestres era quizá demasiado genial para que Inglaterra y las otras naciones la entendieran. Así pues, dedico el tiempo restante de la reunión en observar al inglés.
Y lo analizó con peculiar entusiasmo.
Desde el rubio cenizo de su cabello, pasando por sus prominentes cejas, por el verde de sus ojos, lo perfilado de su nariz y lo fino de sus labios; lo observó por lo menos durante veinte minutos. Se preguntó incluso si los scones eran en verdad un alimento venenoso y desgastante al notarlo más delgado de los normal, ó si había ido de compras últimamente al no reconocer la corbata que usaba en ese instante.
Y se da cuenta que aunque Inglaterra fue en su momento un poderoso y aguerrido imperio, y que aún cuando en la actualidad puede dar batalla si alguien le molesta demasiado (y lo ha sentido de primera mano); sabe también que puede ser terriblemente susceptible a otro tipo de “ataques”, peor aún si se encuentra bajo la influencia del alcohol.
Francis, Antonio y otros tantos pueden dar testimonios, quizá con demasiados detalles.
El vivir bajo el mismo techo tantos años le hizo notar que un ligero escalofrío recorre la espalda del inglés si tiene que encontrarse frente a frente con alguno de sus hermanos, y que además pretende, con poco éxito, estar leyendo un montón de documentos cuando Ludwig se sienta por lo menos a dos metros a su redonda.
Han pasado cuarenta minutos desde que comenzó su análisis y ha llegado a una conclusión: Arthur necesita alguien que le proteja. Alguien que le cuide de los acosos de Francis y que le de apoyo cuando Escocia le suelte un comentario que lo lastime, aún cuando demuestre todo lo contrario al pasarlo de largo.
Él, Alfred F. Jones, es un héroe. ¿Y por qué no? Puede llegar a ser el héroe de Arthur Kirkland.
-¡Bien, está decidido!- su grito logró que el silencio reinara en la sala de reuniones.
-¿De qué demonios estás hablando, idiota?- vamos que tenía buena suerte, justo necesitaba que Arthur le interrumpiera. No tiene tiempo para analizar que quizá fue él quien interrumpió primero al inglés.
-He decidido que a partir de hoy, ¡yo seré tu héroe!- le señaló mostrando su más radiante sonrisa- te protegeré de todos y de todo, ¿qué te parece, Inglaterra?
Más silencio.
Y cuando todos esperaban una explosión más del florido lenguaje británico, éste sólo sonrió de lado mirando con algo que parecía lástima a Estados Unidos.
-¿Mi héroe? Eso quiero verlo…- y sin decir una palabra más, tomó su maletín y salió a paso seguro de la sala.
Una expresión de sorpresa se dibujó en el rostro de las naciones restantes.