You're a vessel of light to me tonight - KAI / SEHUN (trad. en español) Capitulo 2

Mar 05, 2014 22:26


Capitulo 2 (1/2)
(Número de palabras: 10,907)


Cuando Sehun le devuelve el tiempo que le había dado, miró los estridentes números verdes en su brazo. Una extraña sensación de alivio lo invadió, viendo cómo un año desaparecía de su brazo. Todo su cuerpo se sentía más ligero mientras el tiempo que Jongin le había regalado, se deslizaba entre sus dedos y brevemente se preguntó si verdaderamente no quería tener más tiempo del que ya tenía. Sintió los ojos recelosos sobre él y lo miró también, encontrándose con una curiosidad persistente allí, como si algo mucho más complejo, algo que no podía entender, estuviera pasando a través de ellos.

Optó por apartar la mirada en un intento de ignorar la necesidad que lo invadía, sentía que debía extender la distancia entre él y Jongin, porque no pertenecen a la misma realidad, Jongin viene del tiempo. Sehun proviene de la nada.

Esa noche, insistió en que Jongin durmiese en su cama, pero este último lo rechazó obstinadamente y se instaló en el sofá. Sehun sabía que el sofá era extremadamente incomodo, ya que por lo menos, tendría unos seis años de edad, su material estaría desgastado y corrugado por el uso. Cogió una manta delgada y se la tiró encima. Se recostó en su cama sintiendo sus extremidades pesadas y también, ligeras punzadas en la palma de sus manos. A pesar del frío, se adentró en la oscuridad tan pronto como su cabeza golpeó la almohada.

El despertar de Sehun fue cálido, debido a que sentía una agobiante sensación cálida a su lado. Por un momento, esto le recordó los tiempos que solía colarse en la cama de Zitao cuando el frío se filtraba entre su ropa, todo su cuerpo temblaba y temblaba. Zitao siempre lo recibió con los brazos abiertos, protegiéndolo bajo su delgado y fuerte cuerpo y Sehun encontraba refugio en su amplio pecho. Pero ahora frunce las cejas, recordando que ya no viven juntos hace poco más de un año. Desde entonces, no hubo alguien con quien sentir calor en las frías mañanas de invierno, nadie con quien compartir la cama durante las oscuras noches. Abrió sus ojos con curiosidad, y a su lado, claramente había un pecho bien cincelado, inhalaba suavemente y exhalaba. Por ello se paralizó, deslizando discretamente su mano hacia un lado.

De alguna forma durante la noche, Jongin logró meterse en su cama para acostarse junto a él, llevaba pantalones deportivos que le prestó y su camiseta favorita, era como si ahora perteneciera a ese espacio vacío, junto a Sehun en su cama.

Sus manos tocaron la figura invadida por un calor corporal poco normal, mientras Jongin estiraba sus brazos despertando de su profundo sueño. Está muy seguro de lo atractivo que es y tal vez, incluso, tiene una ligera admiración por la forma pausada y sin prisas con la que Jongin mueve su cuerpo al despertarse. Tal vez Sehun lo ha estado observando durante varios minutos sin percatarse, porque Jongin estaba sonriendo, con una juguetona mirada, algo somnolienta, pelos oscuros, todo enmarañados. Sehun decide salir de la cama como si nada le pasara y se alista para ir al trabajo, esperando que Jongin no notase el ligero tono rosa que habían adquirido sus mejillas.

Pero antes de que tuviera la oportunidad de moverse, Jongin sostiene su brazo y sus labios se detuvieron en un puchero "Vuelve a la cama con este desconocido. Necesito por lo menos dos horas más de descanso, antes de ser totalmente capaz de funcionar" Sehun se eriza, listo para voltear y ver a Jongin a los ojos para decirle que él no es eterno, que su tiempo terminará pronto pero, Jongin vuelve a hablar con rapidez "Te devolveré el tiempo que perdiste conmigo, lo prometo." Entonces, Sehun arrastra su cuerpo a regañadientes, devuelta al colchón, sabiendo que Jongin sonríe con satisfacción.

"Estúpido." Anuncia y Jongin simplemente tararea en respuesta mientras cierra sus ojos una vez más, oscuras pestañas adornando armoniosamente su rostro "Y perezoso." Murmura, tocando la mejilla de Jongin, seguro de que ya está demasiado lejos en la tierra de los sueños como para sentir su toque. Suspiró, disfrutando compartir su camay robándole su calor, se hundió en los brazos de Morfeo, feliz. La idea es tan atractiva que el solo hecho de pensar en alejarse del colchón resulta angustioso, lejos de Jongin y su falta de responsabilidad y su respeto al valor de un minuto perdido.

Toma una ducha rápida para luego acomodarse una chaqueta de capucha de color gris, casi igual al de sus tormentosas hebras de cabello, y un par de jeans gastados, de material ligero y delgado que en sus mejores días quedaba ajustado a sus piernas, con pequeñas rasgaduras en los muslos dejando a la vista su maravillosa piel pálida sin manchas. Revisa una vez más el delineado de sus ojos, el cual acentuaba muy bien su mirada melancólica.

Se pone de pie cerca de la estufa, mientras calienta una lata de frijoles rojos (que es la comida más rápida que puede manejar temprano en la mañana. Después de todo, son las 8 am y Sehun cree que los precios de las verduras y frutas están subiendo más cada mes. Seriamente, no puede permitirse el lujo de gastar más de 3 minutos a cambio de una banana o una manzana) y suspira estudiando el cielo desde una ventana justo encima de la estufa. Nubes oscuras pesadas se reúnen en bultos, bloqueando el azul claro, su presencia es casi inminente y de repente, Sehun se siente atrapado.

La sensación, está lejos de sentirse extraño porque no es peor que la soledad que lo abraza en mañanas como estas, Uno puede lidiar con la soledad, puede alejarla o guardarla entre el espacio entre sus piernas. Pero esto se siente asfixiante, se siente impotente contra esto, tan tenso como si el tiempo se le escapara de las manos. Se da cuenta de que hace mucho que no puede escapar de la zona 12, no puede cruzar sus fronteras y salir corriendo lejos de las tiendas deterioradas, de las personas que se mueren y el miedo que pesa en el aire a su alrededor. Éste ha llegado a ser su hogar, no importa lo mucho que Sehun aborrezca admitirlo.

De pronto, brazos bronceados rodean su cintura con prudencia, acompañados de un cálido aliento chocando contra su nuca. La piel de gallina estalla a través de Sehun y resiste el impulso de estremecerse, pero al parecer no lo logra. Porque siente una risa autosuficiente contra su piel.

"¿Qué estás haciendo?" Honestamente, la conducta juguetona de Jongin, lo está empezando a frustrar enormemente. No está listo para hacer frente a esto. No cuando el cabello de Jongin es un lío despeinado de rizos negros junto a sus ojos aturdidos por el sueño profundo, no mientras su camiseta blanca está aferrada a su perfecto cuerpo. Bíceps flexionados de acuerdo a cada leve movimiento. Y Sehun se obliga con todas sus fuerzas, a no despegar la mirada de la estufa.

"¿Qué quieres decir? No pensaba hacer algo malo." Afirma Jongin inocentemente. Pero hay una parte de su voz que deja al descubierto su tono burlón.

"Bien, bien. Suéltame. La gente normal como yo tiene trabajo por hacer.”

Para su suerte, Jongin comienza a quejarse de cuan cálido está Sehun tan cerca de la estufa y cuan frio está él, y cuan amable sería si compartiera su calor corporal. Insinúa indirectas para Sehun mientras mueve sus brazos en tono de berrinche. "Alguien está de mal humor," Murmura. "¿Y por qué supones que no soy un hombre de trabajo?"

"No lo sé," Sehun se encoge de hombros, sacando una cuchara e introduciéndola en la lata para probar la temperatura de la sopa. "Simplemente no pareces el tipo de persona que hace mucho esfuerzo."

"Pues bien, para tu información, señor sabelotod, trabajo, mi padre me otorgó un puesto hace un par de años. Trata de la gestión de las raciones de tiempo dadas a los Bancos Encargados del Tiempo, así como la supervisión de los préstamos tomados en fianza y no es tarea fácil, la cantidad de papeleo es absolutamente ridículo," Suspira, tomando asiento en la pequeña mesa de madera.

"Espera, pensé que habías dicho que tu padre te encerró en casa."

"Sí, lo hizo, pero hay tantas cosas que puedes hacer en una casa con avanzados sistemas informáticos, videoconferencias y dispositivos de comunicación. También me permite que lo acompañe a las reuniones de vez en cuando. Es todo muy mundano." Jongin murmura unas palabras de agradecimiento cuando Sehun le entrega un vaso de refresco artificial. "No sólo eso, sino que a veces tengo que trabajar con los Guardianes de tiempo y hacerlo, eso puede ser tan malo como cuando uno limpia inodoros o peor aún en algunas ocasiones. A pesar de que no he limpiado alguno en mi vida, me imagino que la experiencia debe ser similar."

Sehun sabe acerca de los cronometradores. Los oficiales de policía que mantienen el sistema en funcionamiento, conservan el tiempo, asegurándose de que demasiado tiempo nunca llegue a caer en manos equivocadas. Su lealtad es a minutos y segundos, mantienen un seguimiento profundo de ellos, capturan a todo aquél que intente siquiera asaltar un banco de tiempo (Hay numerosos incidentes donde un grupo de hombres desesperados, intentaron entrar en un banco, todo porque el tiempo se les había escapado de las manos). Muy a menudo, esos intentos terminan en fracaso, encerrados en un callejón sin salida frente a los Cronometradores, quienes son hombres apáticos y despiadados, sin alguna consideración por la humanidad).

"Bien, te ganaste mi simpatía y posiblemente, mi respeto renovado." Le dice, colocando precavidamente la lata en la mesa, mira el vapor suave levantándose de su contenido. Trata de comer lo más despacio y delicadamente posible, pero contaba los segundos y minutos en su reloj biológico, cuando recordó que hoy debía pagar la renta. Con eso un mes volaría como un segundo de su reloj. Su apetito desapareció aunque sus tripas se retorcieron por probar más. Miró hacia arriba para encontrar Jongin mirándolo con interés.

"Tengo mucha curiosidad, acerca del tipo de trabajo que tienes. Claramente puedo notar que no trabajas en las fábricas; tus manos son demasiado finas para eso. Conocí a un hombre cuyas manos eran tan callosas y ásperas que se sentían como arena, algunos tienen los dedos amputados por las máquinas. Puede ser cruel a veces."

Se detuvo un momento sosteniendo la cuchara en el aire. Nunca había estado avergonzado de la forma en cómo se ganaba la vida, después de todo, era por supervivencia.  Por supuesto, cuando Zitao se enteró, se indignó. Durante días intentó persuadir a Sehun de abandonar ese trabajo, sin éxito alguno.

Era tan sólido y firme como una roca, apartando preocupaciones constantes de Zitao y aprensiones innecesarias. Era más que capaz de cuidar bien de sí mismo y razonó que Zitao, no estaría allí eternamente para asegurarse de que tuviera suficiente tiempo en su reloj y sentir el sol al día siguiente. Ser un prostituto en la zona 12 no es una aberración. Hay tantos alrededor como moscas, y no son mal vistos desde los hombres que tienden a rechazar toda forma de compromiso, además, cada uno intenta vivir por su propia cuenta.  Encuentran liberación sexual en varones y mujeres que ofrecen su compañía a cambio de un poco de tiempo.

Tomando un bocado de su comida tararea pensativo, interiormente divertido porque los ojos de Jongin parecen estar examinando su rostro, como si estuviera buscando atentamente, cualquier pista o rastro del trabajo de Sehun plasmado en sus facciones.

"Si volvemos a vernos una vez más, te prometo que lo sabrás."

"¿Estás jugando a la persona misteriosa y enigmática conmigo? ¿Entonces debería estar intrigado ya mismo?"

"No lo sé. ¿Lo estás? "

Jongin resopla y toma un buen trago del agua con saborizante. "Posiblemente."

"Entonces mi misión se llevó a cabo," Sehun ríe antes de que empiece masticar la comida en su boca.

"Nunca vi a alguien comer con tanta prisa. Es extraño.” Comenta Jongin. Esta vez no hay  burla en su voz, sólo llana maravilla.

Sehun suprime el impulso de sonreír pero, sin duda, no lo hizo, sus labios se estiraron en una sonrisa que era incapaz de contener. "Bueno, fue ayer cuando vi a alguien que bebía su alcohol sin apresurarse. Un pequeño vaso que para ser consumido, tuvo que tomarse en más de 10 minutos. Básicamente, eres como un caracol", Se burló. "Oh, espera. Lo siento. Probablemente un caracol es mucho más rápido de lo que nunca podrás ser."

Una risa se abre paso entre los labios carnosos de Jongin, un sonido sorprendentemente áspero que tiene tintes de calidez en ella, distintivamente le recuerda a los niños inocentes jugando en medio de las calles, le recordó la brisa cálida de verano y un día de descanso por las mañanas. Piensa que sería agradable grabar el sonido y escucharlo todos los días, mantenerlo allí en el fondo de su conciencia y recuperarlo cuando lo desee. Sin embargo, Sehun sabe que todo se desvanece. Llegará un momento en que él se olvidará de los contornos de la cara de Jongin. Y no será capaz de recordar el color vivo y delicioso de sus cabellos, además del calor de su piel, caliente como chocolate fundido.

"Así que, cuando vas a volver a la zona 1?" Pregunta casualmente, mientras revuelve la sopa con los ojos fijos en los granos de frijol.

"Llamé a uno de mis conductores a buscarme. Probablemente venga por mí en una hora a más tardar."

"Oh," dice Sehun, engañándose a sí mismo para ocultar que estaba empuñando su mano con fuerza "Entonces, espero que regreses a salvo a casa."

"Gracias. Probablemente ahora mismo mis padres tengan un ataque de pánico, creando grupos de búsqueda o algo así," Jongin se inclina en su silla y Sehun se levanta para colocar la lata de frijoles a medio terminar en la nevera. “Los padres sobre protectores frecuentemente pueden ser tan molestos como un insecto tras de ti. Ser hijo único no tiene ventajas y eso me tiene seriamente incómodo”.

Sehun ríe, abre la llave del fregadero y el agua fría golpea su mano "Al menos tienes padres." No lo dice en tono sarcástico o triste, porque Sehun hace mucho que estaba acostumbrado a carecer de alguna figura materna o paterna cerca de él. Zitao era más que suficiente, por eso nunca expresó quejas, no, sólo estaba agradecido.

"Lo siento", susurra Jongin. Sehun agradece que no haya preguntado cómo murieron sus padres, aunque es fácil de adivinar. Es la forma en la que la mayoría de los seres humanos tienen su último respiro. Se quedaron sin tiempo, los trece dígitos en sus brazos disminuyen a cero y el brillo que solían tener los abandonó, al igual que su vida.

Secándose las manos, Sehun observa detenidamente a Jongin por última vez, decidido a desaparecer la extraña e inexplicable atracción que los une. No le servirá de nada entrar en ese tipo de desastre. Un prostituto como él, involucrándose con un hombre adinerado de la zona 1, no traería más que problemas.

Sehun puede sentir como una reciente sensación de afecto invade su ser, lo suficientemente rápido y fuerte para confundirlo con algo como estar enamorado a primera vista y eso lo aterroriza hasta la medula.

Se pone de pie con torpeza, en medio de la cocina, tratando de parecer tan formal como sea posible. "Así que, um, creo que puedes salir por ti mismo cuando el conductor llegue. Tu ropa está lista sobre la lavadora y um, eso.“ Siente como Jongin lo analiza con su par de ojos oscuros. Sehun no se molesta en estudiar su mirada por mucho tiempo, todo porque ser incapaz de sostener la mirada de Jongin, era demasiado intensa, demasiado absorbente.

Jongin asiente, formando un ligero ceño entre sus cejas, la única manera que indica que está en una profunda reflexión. El reloj marca las 8:30 am, y esa es la señal para que Sehun deba irse. Se pregunta si alguna vez se encontrará nuevamente con Jongin, si están destinados a estar juntos o tienen caminos separados. Pero Sehun no cree en el destino, nunca lo hizo, aunque ahora espera que no sea la última vez que ve esa mirada profunda, que no sea la última vez que ve esos ondulantes cabellos y mucho menos, no quiere que esa sea la última vez que escucha una risa, dulcemente profunda.

Sus piernas se sienten como si estuvieran hechas del más pesado metal, luego cruza el umbral de la puerta. Y, a mitad de las escaleras, oye como alguien grita su nombre. Tan pronto como voltea, Jongin cae entre sus brazos, roza sus labios contra los de Sehun y lo besa. El beso dura menos de un minuto, pero Sehun lo reproduce tanto en su memoria, que parece haber durado mil años. Los labios de Jongin son suaves, ejercen la presión perfecta entre necesidad y ternura, Sehun quería mas, lo anhelaba, tal vez un beso largo, aunque supone que con la sensación de haber sido besado primero, le bastará como por una media hora más. Sehun estalla en una sonrisa tan amplia que tiene que cubrirla con el dorso de su mano, sus mejillas se tornan coloradas cuando Jongin revuelve su cabello. Siente un incómodo hinchazón en su pecho, algo comienza a desentrañar el interior de su caja torácica. A pesar de que la sensación es demasiado pequeña para su corazón, su cuerpo se siente tan ligero como las hojas de otoño y piensa que podría elevarse en las alas de los fríos vientos de invierno.

"Gracias, Sehun" Dice Jongin, su voz es tan suave que podría haberse perdido en el espacio entre ellos, pero Sehun ha mirado a sus labios con tanta atención, que fue capaz de leer cada palabra que dijo.

La siguiente semana, parte del tiempo de Sehun se gasta agonizando en pagar alquiler, las facturas y los alimentos además de un Lu Han reprendiéndolo por no encontrar una forma más beneficiosa de ocupar su tiempo trabajando, mientras Sehun lamentaba no haber aceptado el año que Jongin le había regalado. Se habría sacado un gran peso de encima, pero no era así. Ahora debía conseguir más clientes y trabajar tiempo extra en el supermercado,  re-apilando estantes y contando los artículos en el almacén. Apenas conseguía dormir lo suficiente, aun así las ojeras bajo sus ojos, eran notorias y su cuerpo constantemente estaba agotado como para ajustarse a una nueva rutina.

Tres semanas después de su encuentro con Jongin, Lu Han le invita a tomar una taza de café. Sehun sabe que la única razón por la cual Lu Han toma café con alguien, es porque quiere ser escuchado y Sehun es un perfecto oyente. Rara vez interrumpe a Lu Han durante sus descripciones animadas y bastante detalladas de  su vida con Yixing, su trabajo en el bar y el importe de las facturas que apilan sobre su cabeza. Sehun está dispuesto a sentarse por horas infinitas a escuchar la cháchara de Lu Han con la única condición de que éste le compre café. No logró obtener cafeína en estas últimas dos semanas y era capaz de cualquier cosa por conseguir esa sensación quemante de bebida caliente bajando por su garganta. Después de todo, tiempos desesperados requieren medidas desesperadas.

Dos tazas de café y una hora más tarde, Sehun estaba satisfecho. El líquido caliente, iba de un lado a otro, chapoteando en su estómago. El calor que emanaba del interior de su cuerpo, chocaba con el aire frio que se colaba entre sus ropas.  Las calles escasamente pobladas, se sentían casi abandonadas en la noche, tiendas enrejadas desde el exterior, el silencio cubriendo las esquinas. La única fuente de luz, provenía de los postes de luz que iluminaban las sombras dispersas en un tono naranja suave. Esta noche es particularmente fría, los vientos feroces golpeaban la cara expuesta de Sehun, picando sus ojos con lágrimas no derramadas. Su chaqueta ligera, no es suficiente para protegerlo contra las explosiones de zarcillos helados. A medida que sus dientes comienzan a castañear, Sehun determina que necesita un lugar donde alojarse en caso que la ventisca gane fuerza. En el único lugar que puede pensar que esté abierto a esas horas de la noche, es el bar.

Afortunadamente, no es tan lejano y consigue llegar a su destino sin que sus bolas se congelen. El bar, como era de esperar, es pendenciero, tiene hombres soltando gritos y aplausos trago tras trago, La cerveza trabaja al interior de sus cuerpos para calentarlos, con mujeres sentadas cómodamente en sus regazos.  Sehun suspira antes de  quitarse la chaqueta y adueñarse de un solitario asiento en un bar lleno de gente, frota sus manos para generar calor en sus congelados los dedos.  Esta noche, Luhan y Jongdae se adueñan del bar vistiendo una impecable camisa blanca y un par de pantalones de vestir.  A pesar de la falta de tiempo, Jongdae hace su mejor esfuerzo en estar presentable. Sehun sonríe mientras piensa que Joonmyun se vería mejor junto a Jongdae, sus mentalidades encajarían como  dos piezas perfectas de un rompecabezas. Mira como uno de los clientes derrama de forma accidental, un poco de su bebida en la madera de la barra, Jongdae los mira sin compasión, con una mirada gélida murmurando airado sobre la falta de modales de algunos borrachos hijos de puta. Si, definitivamente esos dos, harían un mejor par.

Jongdae nota su presencia después de haber limpiado la cerveza derramada. Se acerca Sehun con una sonrisa amable y un par de ojos curiosos. "¡Eh, tú! ¿Qué haces despierto tan tarde? normalmente no te quedas hasta..." Jongdae mira el reloj en la pared frente a de él. "La una de la mañana. ¿Qué te trae por aquí?"

"Sólo pasaba tiempo con Lu Han". Sehun acepta el vaso de cerveza de Jongdae con una sonrisa.

"¿Oh, te refieres al parloteo agotador?" Jongdae se queja "Ese hombre puede perder horas hablando estupideces y tratar de entablar conversaciones y oh dios, los detalles innecesarios que incluye en las conversaciones", se lamenta, pasándose la mano por el pelo y Sehun intenta que la nostalgia no lo invada porque ese sin sentido le recuerda tanto a un hombre que conoció hace tres semanas.

Trasladó de regreso el pensamiento a su mente, donde pertenecía y no debía escapar y  ríe por la forma en que Jongdae trae le recuerda aquella vez cuando Lu Han lo acorraló para describir su primera vez con Yixing en la azotea de un edificio donde solía trabajar, Sehun intenta prestar atención al sonido de la voz familiar de Jongdae, el tenor suave ligeramente dominado por un alarido o un grito proveniente de un hombre en algún lugar detrás de él. Tal vez sea debido a su exposición al frío o al hecho de que no ha dormido bien durante días, Sehun se siente agotado y es como si todo su cuerpo se hundiera producto de un peso inexistente sobre sus hombros. Ha estado experimentando estos repentinos estallidos de agotamiento hace algún tiempo, ya sea física o mentalmente, se siente tan agotado que a veces desearía poder acostarse y dormir para siempre.

Probablemente Jongdae nota la ausencia de su respuesta, porque despeina los mechones grises de Sehun y se va  hacia un cliente, un hombre de pelo oscuro, Sehun está demasiado inmerso en su propio mundo como para prestarle atención.  Inclina su cabeza lentamente y deja cerrar sus ojos al sentir la fría madera acariciando su mejilla. Sus ojos palpitan cerrados, el ruido de fondo de la charla y la resonante voz áspera en su mente le dan tranquilidad. El silencio sofocante en su pequeño apartamento está empezando a cansarlo, por lo que el cambio es poco menos que refrescante.

El sueño está empezando a introducirse en los bordes de su conciencia cuando una mano se posa en su hombro. Sehun levanta su cara del mostrador, masajeando sus ojos alejando la somnolencia. Un hombre se encuentra a uno o dos pies de su cuerpo, cara suave pero desfigurada, con líneas faciales profundas que indican la preocupación y la fatiga. Lo está mirando con algo parecido a la simpatía, quizá posee cierto brillo en sus orbes negros. Sehun intenta recordar su nombre porque, tal vez fue un cliente pero Sehun había tenido demasiados clientes y visto muchas caras además de oír tantos nombres, que era difícil recordar.

"No me recuerdas, ¿verdad?" El hombre intenta leer su rostro perturbadoramente. Sehun niega con la cabeza. El hombre no se ríe cruelmente, parece encariñado con el aspecto desastroso de Sehun "No pasa nada a pesar de que hemos follado al menos cuatro veces, y si mi memoria no me falla, cada una de ellas han sido las mejores que he tenido."

El rubor que calienta sus mejillas es prohibido y Sehun espera que pase desapercibido por las luces tenues. "Lo siento. Yo sólo... -,”

"No eres bueno con los nombres, lo sé" el hombre interrumpe, riendo a carcajadas. De repente, Sehun recuerda. Su nombre es Chanyeol.

Sehun consigue recordar una pequeña posada y un hombre modesto caminando por una  pequeña calle. Era extremadamente amable con Sehun y Sehun le ha catalogado como su cliente favorito, porque en realidad, el hombre era sólo un niño en el fondo. Sehun siente una risa burbujeante en su pecho mientras recuerda que una vez, Chanyeol hizo una broma que tenía a Sehun respirando con dificultad mientras follaban. Definitivamente, no  se trataba de un hombre ordinario de la zona 12, Sehun está seguro.

"No, tú eres un hombre bastante memorable sin embargo."

"Supongo que los recuerdos volvieron, me hubiera sentido dolido si no me hubieras recordado aunque sea un poquito “Chanyeol toma asiento junto a él, asintiendo con la cabeza en señal de agradecimiento a Jongdae que le sirve un vaso de vino barato. Toma un sorbo delicado antes de entregárselo a Sehun. "Es tarde, lo entiendo, pero um," el hombre inclina la cabeza. Sehun cree que es  vergüenza  lo que Chanyeol siente en esos momentos. Es divertido y un poco entrañable, de verdad. Chanyeol levanta la cabeza y Sehun extrañamente recuerda a un cachorro que vio cuando era un niño pequeño que caminaba por la calles junto a Zitao.  "¿Crees que sea posible darme un poco de tu tiempo para una mamada? Te pagaré", Chanyeol mira el reloj en su mano. "Te pagaré con 2 horas, es suficientemente, ¿verdad?"

Sehun asiente en silencio porque Chanyeol siempre paga por una hora extra que no incluye follar. Quiere protestar por el tiempo que  Chanyeol quiere pagar pero luego recuerda la cafeína y el agua que no ha pagado y deja su moral a un lado. Si Chanyeol está dispuesto a pagarle dos horas, Sehun  está más que encantado.

"¿Tu casa o la mía?" Dice, y Chanyeol tiene su cara iluminada por una gran sonrisa, como si Sehun fuera lo mejor que haya ocurrido en su vida y Sehun oprime la necesidad de revolverle su cabello.

"Mi casa está a sólo una manzana de distancia. Es sólo que... ¿crees que la ventisca haya terminado? Cuando llegué aquí, me pareció bastante fuerte."  Sehun no está dispuesto a salir con ese clima, no con su mala excusa de la chaqueta que traía puesta. Tal vez, tiene que tomar en serio el consejo de Lu Han y comprarse algo que realmente cumpla su propósito para que lo proteja de los duros inviernos por los que su zona ha estado pasando.

"Bien, espera aquí. Déjame echar un vistazo afuera. Ya vuelvo." Dice Chanyeol,  dejando su asiento y Sehun lo mira con diversión mientras el chico alto intenta abrirse paso entre la multitud para llegar a la puerta en el extremo posterior de la barra de lugar.  El vaso medio lleno de vino barato a su izquierda, se ve muy tentador e imagina que va a necesitar un poco de alcohol en su sistema para apoyar su cerebro confuso. Bebe el vaso de un solo sorbo, haciendo una mueca cuando el líquido amargo le quema la garganta. La sensación no es del todo inoportuna, porque le da un calor que ni el café logra darle.

Suspira, afortunadamente recordando que Chanyeol no necesita mucho para calentarse, largas lamidas desde la base hasta la cabeza de su pene. Rápidamente chupando duro, empleando un poco el uso de dientes para masajearlo y estará vencido. Probablemente no le llevará más de diez minutos si logra mantenerlo en su garganta profunda. Dos horas suenan como una buena oferta, tal vez Sehun se consienta un poco y compre un par de zapatos nuevos.

Cuando se dispone a seguir a Chanyeol, un hombre sale de la nada y se detiene frente a él, cerrando el paso. Sehun evita la colisión colocando instintivamente sus manos en los hombros del hombre. El mencionado, no tiene mucha diferencia de estatura con su delgado cuerpo. Vestido con una blusa azul desgastada, descolorida, hilos desprendidos por el uso aparentemente frecuente, se mezcla bastante bien con el resto de los hombres en el lugar, no tan sorprendente como cuando estaba vistiendo un traje. Su melena es un completo desastre, sus cabellos un lío de profundos cabellos marrón oscuro, ojos rojizos y un sinfín brillante de piel ligeramente bronceada que resalta hábilmente por las suaves luces tenues. El oxígeno abandona su cuerpo, el corazón palpita en su pecho con desenfrenada fuerza por estar viendo delante suyo, al hombre que pensó nunca más volver a ver.

"Jongin," susurra Sehun, como temiendo que al momento de nombrarlo desapareciera o se desvaneciera igual de fácil como apareció. Una pequeña sonrisa estira los labios de Jongin, haciéndolo parecer infinitamente más joven exceptuando las líneas que se pliegan a los costados de sus ojos.

"¿Sorprendido de verme?" Se burla, pero Sehun puede observar la tensión en la postura de sus hombros mientras lo examina con dureza.” ¿Vienes?" Toma su mano y entrelaza sus dedos mientras lo arrastra hacia la puerta "Espera," Sehun avisa. "¿A dónde vamos?"

"A tu apartamento por supuesto, teniendo en cuenta que no tengo uno aquí, lo cual es lamentable en verdad." Se detiene en la percha para tomar un grueso abrigo de lana que se envuelve alrededor del delgado cuerpo de Sehun "En serio necesitas un armario de invierno si sabes que esa chaqueta no te hará algún bien."

Sehun se detiene un poco porque el atuendo huele tanto a Jongin que resulta abrumador. El calor inunda su cuerpo de una forma que ni el vino, ni el café hubieran podido. Es un tipo divertido de calor que se propaga a través de todos los rincones de su cuerpo, el mismo tipo de sensación que tenía cuando Zitao solía estar demasiado cerca o cuando lo abrazaba y le daba un suave beso en la frente. No había notado hasta ese momento, cuan enfermiza era su forma de extrañar a Zitao.

Las puertas se abrieron y apareció Chanyeol, con su cabello corto creciendo en todas direcciones y su  nariz teñida de un tono rojizo "Sehun -," se queda corto al ver las manos entrelazadas de los chicos frente a él, revelando la palpable intimidad entre ellos. "Oh, um, ¿Estoy interrumpiendo algo?" "Sí, me disculpo, pero me llevaré a Sehun lejos de ti. Si deseas, te ofrezco una cierta cantidad de tiempo en indemnización." A pesar que sus palabras eran dirigidas a Chanyeol, Jongin no quitaba los ojos de Sehun.

Chanyeol simplemente sacude la cabeza mirando a Sehun, tratando de ver alguna reacción de su parte pero, está demasiado ocupado admirando los detalles que había olvidado de Jongin, su perfilada mandíbula, pleno labio inferior y la perezosa apariencia de sus ojos. Estaba empezando a olvidar sus rasgos en este tiempo, que todo su cuerpo se siente aturdido, escuchar su profunda sonrisa, ver esos bronceados brazos y recordar esos mechones desordenados de cabello a altas horas de noche, cuando el sueño lo abandonaba. Jongin parece haber tomado el silencio como consentimiento aprobatorio para irse, y espera la confirmación de un firme movimiento de cabeza en dirección a Chanyeol para sacar a Sehun lejos de todo y todos.

El viento azota en la cara de Sehun y es como una bofetada que lo trae devuelta a la realidad, aclarando su conciencia, haciéndolo sentir más despierto que en las pasadas tres semanas.

El agarre fuerte y sólido que Jongin mantiene en su mano, le produce un calor apacible en la boca del estómago que le hace preguntarse, cómo se sentirá tener su cuerpo completamente pegado con el de Jongin. Entonces, se acerca a él, con desesperada necesidad lamentando la cercanía con el complejo de apartamentos, el grueso abrigo que cubre su anatomía, es lo único que los separa. El paseo es tranquilo; Jongin mira hacia adelante con determinación, tiene los labios apretados en una línea delgada. El único movimiento que hace son los círculos que dibuja en el dorso de la palma de Sehun. El silencio no es ni cómodo ni incómodo, sino moderado por el silbido de los vientos fuertes.

Tan pronto como la puerta del apartamento hace clic para abrirse, Jongin lo agarra por los pliegues de su abrigo contra la puerta, aprieta los labios con insistencia, besándolo con necesidad, Los ojos de Sehun revolotean cerrados, tirando con sus dientes del labio inferior de Jongin, estirándolo un poco antes de soltarlo con delicadeza como si fueran hechos de la seda más fina. Se besan con fervor y Sehun siente como el calor aumenta en su estómago mientras lleva  sus manos al rostro de Jongin, pulgares acariciando y frotando círculos en su tibia piel.

De repente y groseramente, Sehun piensa, Jongin rompe el beso. Un gemido amenaza con escapar de sus labios porque era un muy buen beso y quiere los labios de Jongin como nunca quiso algo más en su vida. Jongin está sonriendo con afecto desbordante de sus ojos, labios brillando por la saliva, rojos y magullados por el beso. Pone una mano en el cuello de Sehun y comienza a  masajear la zona tranquilamente. Sehun imagina sus extremidades cayendo pedazo por pedazo porque el deseo nubló sus pensamientos para ser invadido en cada pequeño rincón de su cuerpo, una carrera vertiginosa de lujuria ruge salvajemente en su interior y se inclina hacia delante en un intento de besarlo una vez más, un quejido indignado escapa de su labios entreabiertos, porque Jongin sacude negando con la cabeza y lo detiene con la mano en el cuello.

"Despacio," Dice Jongin, su frente presiona contra la suya mientras su otra  mano aún permanece en su cuello, al cual rodea pretendiendo un abrazo "Despacio," Repite por lo bajo y Sehun ligeramente desconcertado, se relaja, inhalando profundamente para calmar el calor familiar que ruega por salir. Por un momento, sus respiraciones se entremezclan y disfrutan del calor que emanaban sus cuerpos, inhalando y exhalando, logrando que la calma llenara a Sehun, apartando la desesperación que casi llega a la punta de sus dedos.

Jongin baja lentamente a ambos en el suelo frío, hasta que Sehun está apoyado contra la pared con Jongin entre sus piernas "Tus besos son buenos." Comienza Jongin  "Pero demasiado impacientes, demasiado apresurados. Besas de la misma forma cuando comes," Dice Jongin riendo cuando Sehun pone mala cara.  "Está bien, déjame enseñarte a besar de verdad."

"Eres un idiota.” Dijo un Sehun muy abatido.

"Un idiota que claramente besa mejor que tú."  Se acerca y se pone de rodillas para mirarlo, oscuros mechones de pelo cayendo alrededor de su cara de niño. "Pensé que habrías adquirido más experiencia a estas alturas."

Ssabe que Jongin se refiere a su forma de trabajo. Suspira y su vista cae, evitando los ojos brillantes fijos en él. Vacila un momento, sin saber si es el momento adecuado para hablar de esto, pero no puede ayudarse a sí mismo cuando dice: "Les gusta que sea rápido, áspero en ocasiones. Nadie se preocupa en gastar su tiempo en algo tan... improductivo como besar."

Jongin tararea, como si estuviera reflexionando profundamente. "Bueno, entonces, tendré que demostrarte cuan productivo puede ser un beso." Y con el dedo índice levanta su cara por la barbilla, mirándolo. Extasiado de cómo Jongin toma su labio inferior entre sus dientes con desmesura y mordiendo la piel suave, piensa que se ve como si estuviera contemplando algo.

"Sehun, quiero que dejes de lado todo tus miedos. Deja que el tiempo fluya y no trates de aferrarte a su ritmo. Las facturas y el alquiler pueden ser atendidos más tarde pero ahora, quiero que sólo te concentres en mí. Pretende que el mundo fuera de este apartamento no existe, créelo." Una mano rodea la muñeca de Sehun, dedo pulgar palpando los destellantes números verdes digitalizados. "Piensa que no existe el reloj. Sólo estamos tú y yo." Ahora desciende más y más hasta que Sehun siente su suave respiración sobre sus labios. Se sumerge en él acercándose al tope, hasta que puede sentir el calor de sus respiraciones suaves en los labios. "Nadie más," Susurra Jongin y luego, su boca cubre la suya en una suave presión de labios. Pero lo suficiente como para enviar un escalofrío por todo el cuerpo de Sehun. No intenta devolver el beso de modo feroz esta vez, simplemente se extiende contra la pared y deja que Jongin leplante pequeños besos uno tras otro sobre sus labios y es agradable, incluso relajante, con toda la tensión acumulada y pesada en los hombros de Sehun. Cuando Jongin lame sus labios pidiendo paso, Sehun no se aparta y lo vuelve a besar con total tranquilidad.

♦Continua capitulo 2  (2/2)♦

exo, kaihun, sekai, you're a vessel of light to me tonight

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