[origfic] Usos prácticos de un corazón mecánico (2b)

Oct 08, 2011 16:07



ANTERIOR

En realidad, si lo piensa bien y lo medita durante un momento, considerando los pros y los contras desde un punto de vista objetivo, no está seguro de que seguir adelante sea una buena idea. De hecho, sospecha que es una idea pésima.

-¿Pero qué dices?

-Que no hace falta. En serio. Estoy. Estoy bien. ¿Mi pierna? Está perfectamente -Angel golpea el metal con sus nudillos para ilustrar hasta qué punto está bien su pierna. Kai le mira con esa terrorífica toalla todavía entre las manos, las cejas levantadas. Sonríe, sin mucha convicción-. Como nueva, ¿no crees?

-Pues veamos -Kai empieza a enumerar con los dedos de una mano-. Tienes el menisco oxidado, el peso está descompensado y con la cobertura que te han puesto calculo que se te empezará a caer a pedazos en un par de meses. Así que no, no lo creo -declara, con aire definitivo, antes de empujarle contra la silla sin más y lanzarle la toalla contra la cara.

El problema no está en la pierna, claro.

Es decir, por supuesto que su pierna es un problema, especialmente cuando se niega a doblarse como debería y se queda rígida, o cuando pesa tanto que Angel prefiere quedarse en la cama y morirse de sed antes que intentar bajar todas esas escaleras hasta la cocina. El metal rodea lo que le queda de músculo y se integra en el hueso, pero es un trabajo rápido y sucio propio del Establecimiento, y a veces Angel siente un dolor profundo que no le parece fantasma en absoluto.

Pero el problema real en esta situación está en la particular configuración del cuerpo humano, y en la suerte general de Angel. Que es, para hablar claro, una puta mierda.

-Y me dijo que quería que las pareces fuesen verdemar. Como- como si yo supiese la diferencia que hay entre el verdemar y el verde de toda la vida. Así que le dije, le dije, “Cordia, a mí mientras no me quemes la pensión me da lo-

Angel sisea y traga saliva, mirando con mucha atención la lámpara sobre su cabeza, que hoy cuelga tan bajo que podría tocar su pantalla florida si estirase los brazos.

-Y. Uh. ¿Qué estaba diciendo? Ah. Cordia, e-eso. También quería unos geranios en su habitación. Esa mierda sólo la encuentras de contrabando hoy en día, pero habría viajado hasta Serboa yo mismo a por la planta si eso hubiese significado que por fin iba a comerme algo caliente -Angel suelta una risita nerviosa que se le muere en la garganta cuando se da cuenta de lo que acaba de decir y de las implicaciones que podría tener y de Dios mío, Dios mío, ahora va a pensar que yo- porque es imposible que no se haya dado cuenta de que… quiero decir, está ahí mismo-

Pero Kai asiente, sin más. O, bueno, Angel cree que Kai asiente, porque hace unos veintitrés minutos que no mira hacia abajo, siguiendo una lógica parecida a la de los niños que se esconden bajo las sábanas cuando tienen miedo. De vez en cuando puede oír la punta de su lápiz arañar algún apunte, perfilar algún dibujo en su libreta, y puede sentir cómo le mueve la pierna, colocándola en diferentes posiciones y tomando medidas con manos rápidas y precisas que hacen que coja mucho aire de golpe, pero en general Kai está más callado de lo normal.

El día ha amanecido inusitadamente despejado, y a media mañana la luz entra a raudales por todas las rendijas del almacén, haciendo brillar la colección de motores de vapor que Kai ha colocado en algún momento sobre las cajas que se amontonan contra la pared, como si fuese la exposición algo extraña de un museo. A pesar de eso, Kai insiste en utilizar luz artificial para trabajar, aunque el trabajo del día sólo consista en, en sus palabras, reconocer el terreno.

Angel comete el error de mirar hacia abajo y ve en qué estado está el terreno en cuestión.

Coñoputacoñocoño.

-¿Angel?

-¿Sí? -dice, y espera que suene más neutral que muerto de la vergüenza, pero tampoco es que tenga muchas esperanzas al respecto.

-¿Puedes levantar tu… -empieza a preguntar, pero a la mitad parece decidir que Angel no está en condiciones de levantar nada más y le coge la pierna de metal, doblándola contra su pecho.

Hace más de una semana que Angel tiene un corazón funcional. Kai ha estado controlando su presión sanguínea con una máquina que parece diseñada con fines bastante menos nobles que tomar la tensión, y todo apunta a que Angel podría correr dos maratones seguidas si tuviese ganas y una pierna nueva, aunque Angel no ha notado cambios sustanciales. Quién le iba a decir que todo lo que hacía falta para notar los cambios era un Kai pasando una mano por su ingle de la forma más científica, más impersonal posible, cuando lo único que le separa de la vergüenza absoluta es una toalla alrededor de la cintura.

-¡Y la piña! Me encanta la piña. ¿Te gusta la piña? Dios. La piña, ¿eh? Es fantástica -Angel es consciente de que está parloteando sin sentido, pero es que Kai se ha subido a la silla con él, haciendo que chirríe bajo el peso de ambos, y está apoyando la línea de su torso contra la pierna doblada de Angel, sus manos sujetándole firmemente el muslo.

-No está mal. Dime si sientes alguna molestia.

Kai se presiona contra él en movimientos rítmicos y medidos, y Angel siente que se marea.

-No, eh. Ninguna… molestia -susurra Angel, casi sin voz, un mechón azul cosquilleándole la mejilla.

Kai aparta los ojos de su pierna durante un momento fugaz, y puede que Angel esté alucinando por la falta riego sanguíneo, pero juraría que hay algo ahí dentro. Angel siente que el aire le pesa dentro de los pulmones, y no tiene ninguna sensibilidad en su pierna de metal, pero casi puede sentir las manos de Kai arder contra su piel.

-Bien, creo que ya tengo todo lo que necesito -dice Kai, bajito, después de lo que parecen horas.

Se baja de la silla con agilidad y estira la pierna de Angel con cuidado sobre el cuero, dejando un espacio frío donde antes estaba su cuerpo. Y lo que pasa, lo que hay que entender sobre el universo y sus bromas cósmicas, es que suelen ser de muy mal gusto y llegar en los momentos menos apropiados, así que cuando Kai le estira la pierna la toalla decide darse por vencida, desenroscarse con un whoosh de su cintura y caer al suelo sin más ceremonia.

Angel intentará recordar en qué orden pasan las cosas, cómo se ordenan en el tiempo los siguientes acontecimientos, pero al final se dará por vencido y mezclará todos los detalles:

-Oh.

-Ay Dios. Ay- ay Dios -Angel se queda paralizado, la mano a medio camino de su entrepierna y su erección palpitando contra su pierna de metal, el contacto repentino quitándole la respiración durante un momento.

Kai le está mirando con una expresión indescifrable, y Angel no está seguro de si está a punto de pegarle un puñetazo o desmontarle para ver cómo funciona. Angel traga saliva, todavía paralizado en la misma posición reveladora.

-Kai, yo. ¡Lo siento! No es por ti. Es- es por mí. O bueno, supongo que tiene algo que ver que tú me -Angel se señala la placa del pecho y siente la cara tan caliente que sospecha que va a prenderse fuego al pelo de un momento a otro-. Pero vaya, que lo siento…

-Calla.

-… mucho de verdad espera qué -dice, ahogado.

-Que calles. Estoy -pero Angel no llega a saber qué es lo que está Kai, porque en vez de seguir hablando le empuja contra la silla con toda la palma, la mitad de los dedos sobre su piel y la otra mitad sobre su placa de metal.

Angel hace un sonido que está a camino entre un gemido y un sollozo, y Kai le mira con ojos que parecen más profundos, más fijos que nunca, sus pestañas como un abanico negro cuando susurra que calles y que no puedo pensar si no te callas, y aunque Angel no está diciendo nada en absoluto Kai parece decidir que la situación requiere medidas desesperadas, y desliza su mano hasta que pone su palma contra su boca. Angel gime otra vez, porque la palma de Kai sabe a aceite y a sudor y no sabe por qué pero eso hace que su erección palpite con más fuerza.

-Voy a -Kai coge aire, la vista fija entre sus piernas y Angel siente que se marea, porque todas las vocales de Kai se tuercen con su acento y porque eso no debería parecerle tan caliente como se lo parece, pero siente que está a dos segundos de correrse de una forma bastante espectacular aunque aquí nadie ha tocado a nadie.

-Kai -gime Angel, desde detrás de su mano, levantando las caderas de la silla en un movimiento involuntario. Kai traga saliva, su nuez moviéndose debajo de su piel.

-Voy a -repite, esta vez con más decisión, y con la mano que no tiene sobre su boca toca la ingle de Angel, repitiendo el movimiento de antes sólo que ahora con intención.

Kai tiene las yemas endurecidas, ásperas, y cuando toca la piel de su muslo donde su piel se convierte en metal Angel tiene que sujetarse al reposabrazos de la silla para no hacer algo drástico, como tirar del chaleco naranja de Kai y restregarse contra él hasta que ninguno de los dos pueda más. Pero la verdad es que Angel todavía está teniendo problemas para creer que esto está pasando de verdad y que no es Kai haciendo algún experimento con él, así que se contiene. Claro que si ese experimento incluyese alguno de los dos corriéndose en algún futuro próximo Angel estaría dispuesto a dejarlo pasar.

-Kai -repite, cuando los dedos de Kai se quedan quietos justo donde empieza su vello púbico. Angel siente que su polla se mueve, dejando una línea mojada sobre su abdomen, y lame la palma de Kai para que haga algo.

Kai parece despertar de su trance y gruñe, gutural y extraño, y le sujeta con la mano izquierda. Angel está seguro de que su corazón mecánico se para, y piensa y ahora voy y me muero, pero luego Kai pasa los dedos por la cabeza de su polla, lentos y curiosos, y su corazón se dispara como una ametralladora bajo el metal, más vivo y más confundido que en toda su vida. Angel curva los dedos sobre los reposabrazos y levanta las caderas porque Kai le toca demasiado suave, demasiado ligero, de lejos demasiado poco, pero cuando parece que ha encontrado la fricción que necesita para no morirse de la desesperación, Kai levanta la mano de su boca y le suelta con un giro de muñeca que hace que Angel grite.

-Dios -jadea Angel, intentando juntar la imagen de Kai en una, los ojos empañados por las ganas de que le toque ahora y ya y mucho-. Qué… quiero decir, cómo… O sea, por qué…

-Calla, Angel. Necesito. Necesito que te calles, ¿vale? -dice Kai, los ojos muy abiertos, su lengua saliendo cada poco para lamerse el labio superior en movimientos nerviosos. Angel dice vale y francamente, a estas alturas ya no sabe a lo que está accediendo, pero repite sí vale sí y lo dice completamente en serio.

Kai le mira una última vez antes de coger aire, sujetarle por las caderas con manos temblorosas e inclinarse contra su entrepierna. Angel contiene la respiración y mira hacia arriba, las flores de la lámpara quedándose impresas sobre su retina, y luego siente los labios de Kai caer sobre su polla, húmedos y calientes y tan suaves que Angel siente que su corazón se contrae y se expande. Kai lame un poco, un toque tentativo de lengua, y Angel gime, tan agudo que está seguro que algún perro ha tenido que oírlo. Intenta mirar hacia abajo- cuando Kai le lame la base, o cuando traza una vena, o cuando intenta metérselo del todo en la boca y no lo consigue, pero todas las veces que lo intenta tiene que volver a mirar hacia arriba porque es demasiado (los labios de Kai estirados sobre su polla, los ojos cerrados como si estuviese intentando recordar la fórmula exacta de cómo hacerlo mejor, las mejillas ahuecadas- demasiado, demasiado).

El calor le envuelve la polla y se le sube a la cabeza y Angel no sabe si es porque hace años que no siente nada parecido o porque nunca ha sentido nada parecido. Piensa vagamente en la primera vez que Georgia le comió la polla, detrás de su casa y con los pantalones por las rodillas, mirando todo el rato por encima del hombro por miedo a que sus padres llegasen sin avisar. Recuerda el calor y la prisa y lo dispuesto que estaba a hacer todo, cualquier cosa, porque esa no fuese la última vez. Pero los recuerdos se disuelven rápidamente cuando Kai gime desde el fondo de la garganta, las vibraciones viajando como una descarga por su columna, y Angel mira hacia abajo.

Si Angel tuviese que- bueno, no es que él haya pensado en el tema, pero si le hubiesen preguntado cómo cree que Kai se come una polla, hubiese contestado que bien, como lo hace todo. Habría dicho que Kai se colocaría en una posición perfecta, calculando la distancia antes de lanzarse. Habría dicho que probablemente habría estudiado tanto la forma que cuando lo hiciese se la metería hasta el fondo sin ningún problema, tocando todas las partes importantes como si fuese una máquina que conoce bien. Habría dicho que sería preciso, directo, brillante.

Pero cuando mira hacia abajo lo que ve no se parece en nada a eso. Kai tiene el pelo desordenado, pegándose a la frente aquí y allí, y las manos están dejando manchas oscuras de aceite sobre su piel. Tiene una palma extendida sobre su estómago y la otra tocando sus testículos con dedos torpes. Kai succiona, sin ningún estilo pero con todo el entusiasmo, como si hacer esto, comérsela despacio sobre una silla, fuese lo único que quisiese hacer en la vida. Le lame la cabeza y luego hacia abajo, caliente y mojado y perfecto, su aliento impactando en volutas húmedas contra una piel que nunca había sido tan sensible como en ese momento. Todavía tiene los ojos cerrados, la barbilla mojada de saliva y es obsceno y caótico y Angel se siente dieciséis otra vez, con los pantalones por las rodillas, el estómago ardiendo y todas las promesas que no sabe si va a poder cumplir en los labios.

-Por favor, por favor… Kai, haré- haré lo que tú quieras, lo que tú me pidas. Kai. Kai, por favor, no- no pares, joder, haré…

Angel no puede parar de decir cosas entrecortadas y sin sentido, y mueve un poco la mano, tocando las ondas azules de su pelo con dedos tentativos, por miedo a que Kai pare si hace algo mal. Pero cuando hunde las yemas entre su pelo, el pulgar presionando un poco sobre el calor de su mejilla, Kai mira hacia arriba y hace un sonido pequeño y profundo, su mano rodeando su base y moviéndola con fuerza al ritmo de su boca y Angel avisa demasiado tarde, el orgasmo desenrollándose demasiado rápido entre sus piernas. Kai intenta no apartarse, tragar todo lo posible, pero al final se atraganta y escupe, los labios mojados y rojos y Angel cierra los ojos con fuerza, jadeando y dejando que los restos del orgasmo le palpiten lentamente por todo el cuerpo.

Minutos después Angel abre los ojos, los párpados pesados y el corazón recuperándose de la carrera, y busca a Kai con la mirada.

-Joder, eso ha sido… -Angel siente la sonrisa más idiota tirándole de las comisuras, y se gira para mirar a Kai, que está lavándose las manos bajo el grifo, la espalda una línea rígida.

Cuando habla, lo hace bruscamente.

-Nos vemos mañana.

Kai ni siquiera se vuelve para mirarle, lavándose las manos con más ahínco del necesario, y Angel no sabe si es que el orgasmo le ha dejado medio idiota pero juraría que se ha perdido algo. Abre la boca. La cierra.

-Eh, ¿cómo? Quiero decir, claro. Mañana. Sí, sí. Por supuesto -Angel busca sus pantalones y se los pone, repentinamente incómodo, saltando sobre un pie mientras intenta meter su pierna de metal-. ¿A la… misma hora?

Kai asiente sin más y Angel termina de abrocharse los pantalones. Coge su camisa y espera un rato más, sintiéndose incómodo e inadecuado, frotándose los brazos para espantar una brisa que no había sentido hasta ese momento. Mira hacia la puerta y hacia Kai otra vez.

-Bueno, pues yo… -hace un gesto hacia la salida, pero Kai sólo asiente, sin mirarle. Angel carraspea-. Vale.

-¿Angel? -pregunta Kai, cuando está a punto de cerrar la puerta a sus espaldas. Angel se da la vuelta, esperanzado.

-¿Sí?

Kai niega con la cabeza, como espantando algún pensamiento absurdo, y empieza a secarse las manos con una toalla verde.

-Nada.

-Oh. Vale.

Angel asiente una vez más aunque Kai no le está mirando, y cierra la puerta, algo tentativo. El pasillo está frío bajo sus pies descalzos y se va abrochando la camisa por el camino, sus manos inestables, tapando poco a poco las marcas de los dedos de Kai sobre su piel, como si fuesen las pruebas de un crimen que no sabía que acabase de cometer.

SIGUIENTE

wow es eso origfic, upcm, what time is it? it's fic time!

Previous post Next post
Up