Aún recuerdo la peste del aseo. El olor de la cafetera, el suelo pegajoso, el calor, el cansancio, la música y las seis horas intensivas de copas, cafés, tés, batidos, cervezas y demás historias.
Dentro de poco se cumple un año desde que me fui.
Ahora madrugo. Hay silencio, limpieza, buena temperatura, tranquilidad y cuatro horas no intensivas de
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