asdasdasd *O* Hola personitas lindas que pasen por aquí xDD bueno les traigo otro One-Shot de Yukiko, esta historia me la hizo para mi cumple o sea hace como un mes ocho días jajaja y pensamos que ya estaban psicologicamente preparadas para leerlo (??) quiero decirles que a mí me gusto y me quedé impactada con él xDD pero lo ame enserio que sí ^^ (y aprovecho para decirlo de nuevo Yukiko gracias por mi One-Shot, lo AME aasdfghjkl *O*) y espero que no nos linchen por
ponerlo jajaja ohh cierto una cosita el LJ no me deja ponerlo todo de una vez así que estará en dos partes ahora si.....sin más douzo~
Titulo: I WANT YOU
Parejas: ve la foto de arriba, lol, ntc, es un TOMOxYURI …O.o lo sehh….raroXD
Cap: one shot
Advertencias: lemon y emm shota? Eso se considera shota?? O.o??
Tema: boyslove
Notas: Cuando diga “Kei” me refiero a “Inoo kei” XD
Algo más:…….Enjoy!!!! >o
“I WANT YOU”
El joven Chinen yuri regresaba a su casa después de la escuela como de costumbre, sólo que ese día no sería tan normal como los demás, no llegaría a su habitación a terminar sus tareas y a cenar para después ver un poco de tv y luego dormir, pues por una semana, sus padres saldrían en un viaje de negocios, estos dos siempre estaban ocupados, tanto que a veces se olvidaban de que tenían un hijo, pero Chinen no se sentía solo, pues tenía un hermanastro, un chico al que sus padres habían adoptado cuando chinen tenía tan sólo 2 años, aunque el chico era 3 años mayor que chinen, siempre se llevaron bien y estuvieron juntos hasta que éste se fue a la universidad en otra ciudad, a pesar de ser su hermanastro, chinen lo veía mas como su mejor amigo, Kei siempre estuvo allí cuando chinen lo necesitó, pero ahora debido a sus estudios ya no estaba casi con él, sólo se veían en vacaciones, sin embargo nunca fueron sólo los dos, en su mismo vecindario, había un chico que era idolatrado por los padres de chinen: Yamashita Tomohisa, casi pareciera como si desearan que ese chico fuese su hijo y no chinen, al menos así hacían sentir al pobre chico cada que lo invitaban a cenar, su presencia era todo menos placentera para chinen, pues el tipo sencillamente le colmaba el plato, no había día en que sus padres no hablaran de él y sus logros; el número uno en su clase desde la primaria, con un título, una pequeña y jugosa herencia, con pequeñas empresas en varias ciudades, sin mencionar su gran popularidad en toda la cuidad, era reconocido por sus múltiples talentos, dados a conocer en programas de tv y cenas familiares, talentos como tocar el piano, la guitarra, el bailar y cantar, claro que había rechazado ofertas con disqueras para no descuidar el negocio familiar y dedicarse a mantener a sus padres con las ganancias de sus empresas de productos con una muy amplia gama para el mejor mercado; las mujeres, pues sus empresas proveían de productos de belleza a otras tiendas y estéticas, luego su familia comenzó a producir sus propios productos y a comerciarlos, como si todo esto no fuera suficiente, de vez en cuando hacía obras de caridad y poseía una increíble capacidad de tener a sus pies a cualquier chica. Sencillamente un tipo detestable para chinen quien creía que ese sujeto se pavoneaba por allí presumiendo su existencia, creyéndose superior a la de cualquier otro ser, a pesar de todo lo que pensaba de él, no podía decir nada, pues él era el mejor amigo de kei y lo último que quería en el mundo era lastimar a su hermano, así que fingía que le agradaba tanto como a todos los demás con su mejor sonrisa falsa y cada que lo veía se alejaba a toda cosa del sujeto, y así fue durante un mes, hasta que un día:
-¿¡Qué!?-gritó chinen con los ojos desorbitados y un semblante desagradable en su rostro mientras miraba las distante espalda de su madre.
-Ya lo hablamos tu padre y yo, pensamos que mientras Kei está en su intercambio y nosotros vamos de viaje a esas juntas, lo mejor sería que te quedaras esta semana con alguien de nuestra plena confianza, por eso decidimos que te quedarás con Yamashita-kun- contestó su madre lo más calmada posible mientras tomaba un sorbo a su té.
En cambio Chinen no daba crédito a sus oídos, ¿Por qué tenía que pasar toda una semana con la última persona en el universo con querría estar? ¿Por qué de entre todas las personas tenía que ser él?
-Pero no necesito de nadie, estaré bien solo, no tengo porqué verlo-dijo tajante.
-No seas ingenuo cariño, ya está decidido-dijo su madre mientras pasaba a su lado acariciando su rostro y caminaba hacia la sala, chinen reaccionó con un escalofrió, eso sí era espeluznante, su madre solo reaccionaba así de amable cuando alguien tocaba el tema de Yamashita.
-Pero…-pronunció dubitativo con un semblante de incertidumbre.
-¿Qué te sucede? Pero si te agrada mucho yamashita-kun, de niños se la pasaban todo el día juntos tú y kei, incluso lloraste el día que se fue a estudiar al extranjero, ¿ya lo olvidaste?
-Gracias por recordármelo madre ¬¬*
Apenas regresó hace un mes y desde entonces no he visto que se frecuenten tanto como antes, tu hermano sale con él y tú te quedas en casa.
-Estoy estudiando, ¿no te da gusto eso?
-Por su puesto, sabes que me gustaría que fueras tan dedicado en tus estudios como Yamashita-kun- y allí estaba de nuevo, comparándolo, pensó chinen.
-Sí….cuando éramos niños…antes de que cambiara- susurró para sí mismo.
-¿Dijiste algo?
-Eh... ¡No! Es sólo que no quisiera darle molestias, digo no quiero ser un mantenido yendo a su casa tan seguido.
-Pues yo tampoco quisiera que anduvieras por allí dando molestias, créeme que le insistí en que no valía la pena que desperdiciara su tiempo contigo, seguro tiene cosas más importantes que hacer que cuidar a un niño, pero él insistió en venir a la casa y como es amigo de Kei desde hace tanto tiempo, es una gran influencia, es un chico tan amable y atento- chinen puso los ojos en blanco y movió los labios imitando a su madre mientras ésta no lo miraba- así que se quedará aquí en casa esta semana y no hay cambio de planes-dijo firmemente mientras volteaba a ver a su hijo quien dejó de imitarla al instante.
-Asegúrate de que la casa esté limpia, o despediré a la mucama y será porque no te cercioraste de que hiciera bien su trabajo, tu padre y yo nos iremos esta tarde así que mañana yamashita-kun vendrá a la casa para cuando tu regreses de la escuela- dijo alejándose.
-¿Qué él había insistido? , ¡Pero si hacía semanas que no se hablaban!-pensó, no pudo creer en las palabras de su madre y siguió pensando el resto del día y el comienzo del siguiente en cómo sobrevivir la semana.
El lunes fue a la escuela como de costumbre, por momentos el pensar en las materias y el estar con sus amigos lo distraía de todo lo demás, luego de la hora de salida, tuvo una idea, se quedó esa tarde esperando a su amigo Ryosuke a que terminara su práctica de futbol, chinen hubiera deseado quedarse en casa de cualquiera de sus amigos en vez del tipo ese al que una vez admiró, sólo por esa semana chinen pensó en que hubiera sido bueno tener un club al cual asistir o clases en la tarde, casi anochecía cuando terminó la práctica, pero no le importaba haberse quedado tanto tiempo en la escuela, deseaba volver lo más tarde posible a casa y había decidido hacerlo así cada día, quedarse a esperar a alguno de sus amigos a que terminaran en sus prácticas o ayudarle a sus compañeros que se quedaban a hacer la limpieza aunque a él no le tocara, dar tutorías o quedarse en la biblioteca oyendo música en su ipod hasta que cerraran, incluso ya tenía hasta planeado en su mente lo que haría el fin de semana con sus compañeros para no verlo tampoco esos días.
-No tenías porque quedarte tanto tiempo esperándome- le dijo su amigo Ryosuke que caminaba a su lado con su mochila a cuestas.
-No te preocupes, de todos modos no hay nadie en mi casa así que no tiene caso que llegue temprano, planeo hacerlo toda la semana de ser posible.
-¿Nadie? ¿Tus padres no estarán?
-No, toda esta semana -dijo suspirando cansadamente.
-¿Y por qué esa cara? Si es tan malo, ¿Por qué no te quedas conmigo?
El oírle decir eso le hubiera servido días antes, pero ahora solo le hacía preguntarse a sí mismo “exacto, ¿Por qué no?, ah porque pasaré los siguientes días con *don perfecto*”
-Es que no es tan fácil, yo…-pero las palabras de chinen fueron bloqueadas por una voz que gritó a unos cuantos metros de distancia.
-¡Ah allí estás!-pronunció un chico más alto que ellos, de complexión atlética, porte juvenil y fresco, que corría hacia ellos, vestía un par de sandalias, unas bermudas y una playera casual típicas y cómodas para el verano, si no fuese porque estábamos en pleno enero y hacía todo menos calor.
-Exhibicionista- pronunció Chinen en voz baja para sí mismo mientras miraba con aborrecimiento los bien definidos ante brazos y pantorrillas del chico que se acercaba, cómo con el viento que provocaba al correr hacía que su playera se pegara a su pecho delineando sus pectorales y su melena castaña parecía mecerse suavemente.
-¿Eh? ¿Quién es él? ¿Lo conoces? - le preguntaba su amigo Ryosuke totalmente confundido.
-Sí, por desgracia, él es quien estará en mi casa toda esta semana, es amigo de Kei-kun.-respondió rápido y en voz baja sin dejar de ver al joven acercarse.
-¡Chii! ¿Cómo te fue en la escuela? Pensé que no tenías actividades de club, pero como te tardaste en llegar pensé en pasar por ti, dime, ¿qué quieres de cenar?, llegué tarde pero puedo prepararte algo o llevarte a algún lado-propuso el joven de una manera efusiva mirando a chinen con una sonrisa inocente en su rostro, deslumbrando tanto a Chinen como a Ryosuke.
Pero Chinen se libró rápido del embelesamiento y al ver que su amigo lo miraba con cara de idiota, le dio un codazo en las costillas e intervino.
-Ejem…él es Yamashita Tomohisa, un amigo de la infancia de mi hermano, y él es mi amigo Yamada Ryosuke, va en mi clase.-dijo presentándolos evitando la mirada del mayor.
-Ya veo ¡mucho gusto! Es la primera vez que Chii me presenta a sus amigos-dijo el mayor con una mirada serena y amable.
-Ah-¡el gusto es mío!-dijo el pequeño Ryosuke haciendo una torpe reverencia, al ver esto, Chinen decidió alejarse del lugar, no quería que su amigo también cayera en las garras del lobo, así que tomó a Yamashita del brazo y caminó lejos jalándolo mientras le gritaba a Ryosuke que se verían mañana.
-Oye, espera, ¿Cuál es la prisa?, ¿Tanta hambre tienes?, entonces ¿Qué te parece si te llevo a algún lado a cenar eh?-Preguntó el mayor mientras era jalado por el brazo del menor quién le daba la espalda.
El menor se detuvo y le soltó el brazo pero sin voltear le dijo “como tú quieras”-le era muy difícil enojarse con alguien tan amable, por alguna razón hoy Yamashita no era desagradable.
-¡Bien! Está decidido, ¡vamos!- dijo el mayor volviendo a tomar al menor del brazo y llevándolo hasta un auto muy lujoso.
-Entra- le indicó abriéndole la puerta del copiloto, chinen hizo caso, entrando y pensando “era obvio”, pues no irán caminando o algo por el estilo, ya se esperaba algo como esto, tenía que ser en ese auto azul oscuro y lujoso que dejaba boquiabierto a cuanto transeúnte y conductor les miraran pasar, Chinen no dijo una palabra más durante todo el camino, extrañamente le sorprendió que tampoco Yamashita lo hiciera, pero pensó que era lo mejor, no tenía ganas de oírle regodearse de sus logros.
Llegaron al estacionamiento de un restaurante familiar de comida tradicional, bajaron del auto y entraron al lugar, ordenaron y al devolverle el menú al camarero chinen no lo aguantó más y preguntó:
-Hey…desde hace un rato estás callado…pa….passssss..-era inútil, las palabras no salían de su boca, realmente no quería saber, sólo le inquietaba el silencio pero no quería orle hablar.
-“¿Qué si pasa algo?”
-Ahmm…-respondió el menor y miró hacia un punto de la mesa.
-Pues pensé que no querías hablar, que debías estar cansado, sólo eso, aunque no te he visto en mucho tiempo y me gustaría conversar más contigo, pero bueno, tenemos una semana entera ¿ne?
-mm si…-contestó inseguro, “si tan sólo supiera que planeo evitarlo toda la semana”, pensó para sí.
-¿Por qué esa cara? ¡No te preocupes yo pago esta noche! -dijo el joven galante con una sonrisa.
-Eh!? Pero….-chinen se sintió un poco mal por lo que estaba pensando, por como él estaba siendo tan amable y ni un “gracias” decía a todo eso.
-Ah…bueno…-fue todo lo que pudo responder pues en ese instante un hombre con un traje de negocios se acercó a Yamashita.
-Ah! ¿Tú debes ser Yamashita Tomohisa verdad?- preguntó el hombre tomando una silla y sentándose en la mesa con total confianza y grosería, estirando la mano hacia el mencionado.
-Eh si lo soy, pero…-dijo estrechándole la mano al hombre de rasgos extranjeros meramente por cortesía
-¡Ah! ¡Entonces es una gran coincidencia que le encuentre! ¡Debe ser el destino, que suerte! Lo había estado buscando pero no me dieron ningún teléfono para contactarlo, verá me llamo Mike Walker, un placer, soy el gerente de ventas de-pero fue interrumpido por el mismo Yamashita.
-Disculpe pero ahora mismo estoy en medio de mi cena y me gustaría tratar asuntos del trabajo donde corresponde, si no le importa podemos hablar en otro momento tenga, aquí está mi tarjeta, hablaremos luego, muchas gracias por su comprensión- dijo extendiendo su mano hacia en hombre con una tarjeta en la mano.
Chinen estaba casi tan sorprendido como el hombre, era la primera vez que Yamashita rechazaba una plática de trabajo en frente suyo, en ese momento diversos flashbacks volaron a la mente de chinen, todos acerca de Yamashita acaparado por grupos de señores y mujeres que le rodeaban y preguntaban una y mil cosas, en las fiestas familiares o reuniones organizadas por los padres de chinen, y todas las salidas a la calle de kei, chinen y yamashita arruinadas por llamadas inesperadas de otras personas al celular de éste, pero…¿por qué había recordado eso?
-Ah...sí, claro…entiendo.-dijo el hombre tomando la tarjeta y parándose en la mesa con un semblante ofendido.
Luego de que el hombre se alejara chinen le preguntó a Yamashita:
-¿En serio está bien que le hayas hablado así?
-¿Cómo? El fue el grosero que se sentó en la mesa primero ¿no?- respondió con un semblante infantil.
Ese gesto le causó algo de gracia al pequeño chinen, así que no pudo evitar una sonrisa mientras decía-¿Ehhh? ¿Esa es la mejor excusa que tienes?
-¡Ah! ¡Reíste!- exclamó sorprendido Yamashita.
-Ah..yo..no es cierto-sin darse cuenta comenzó a sonrojarse, la mirada fija de yamashita, lo ponía muy nervioso.-Sólo comamos ¿quieres?- dijo fingiendo indiferencia al ver como el camarero traía los platos frente a ellos.
Chinen se extraño un poco al ver un delicioso plato lleno de gyozas frente a Yamashita y las miró con recelo.
-¿Quieres?- preguntó el mayor tomando una con los palillos y poniéndola frente al rostro de chinen.
-Eh? ¿Por qué me la ofreces?
-Luces con más ganas de comerlas que yo, ¿las quieres?
-No seas tonto es tu comida- dijo volviendo el rostro a otro lado evitando oler el delicioso y tentador aroma que percibía.
-¡Ah! ¡Se resbalan! ¡Si se cae se arruinará!- exclamó yamashita captando la atención del menor quien reaccionó acercándose y engullendo de un bocado la gyoza al ver como esta se resbalaba por los palillos.
-¡Genial! La comiste, ¿qué tal sabe?
-Eresh un tramposho-dijo el menor con todo y bocado.
-Je je, si, tal vez, pero es que sé que son tus favoritas- le dijo sonriendo y comiendo él también.
Chinen se quedó mirándolo un momento, no sabía por qué Yamashita recordaba algo tan trivial como su comida favorita…no tenía sentido…sin embargo eso lo hizo muy feliz.
Antes de darse cuenta ya estaban conversando un poco más, se hacía tarde y las personas que estaban en el restaurante desaparecían poco a poco, Yamashita le preguntaba cosas a chinen y este le respondía, chinen no le preguntaba a Yamashita de su trabajo pero si de sus viajes y de las personas que había conocido o experiencias que había tenido, cada cosa que Yamashita decía le parecía muy interesante, no sabía porque quería saber más y más a cerca de él, simplemente el verlo contando cosas de su vida con ese semblante apacible y a veces expresivo, le deleitaba; ver como sus ojos pasaban de una expresión infantil a una totalmente serena y madura, de ser por ellos hubieran pasado la noche en vela platicando tocando temas desde los más profundos a los más simplones, sin embargo tuvieron que irse e ir a casa.
Salieron del lugar, ya estaba muy oscuro por lo noche que era, pero solo se concentraron en caminar hacia el auto con rapidez, pero de pronto; una silueta se puso frente a ambos y emitiendo una voz ronca se acercó hacia chinen mostrando algo brillante y afilado hacia su estómago.
-¡Denme sus celulares y todo el dinero lo que tengan!-dijo mirando fijamente a Yamashita.
Todos se quedaron inmóviles durante unos instantes, chinen estaba paralizado, pero de un movimiento, ambas manos de yamashita tomaron por sorpresa a las de su atacante, las sostuvo y las detuvo en el aire, ambos comenzaron a forcejear.
-¡Vete!- le gritó Yamashita a chinen mientras miraba fieramente al hombre.
Chinen no sabía qué hacer, entonces, tomó su celular con manos temblorosas y vio lo que más temía…estaba descargado…sólo le quedaba ir por ayuda en ese desolado rincón de estacionamiento completamente a oscuras y esperar a que no pasara nada malo con Yamashita.
-¡Te digo que te vayas!- le gritó una vez más Yamashita mientras lo volteaba a ver, de ponto el hombre se zafó del agarre y se abalanzó contra yamashita; lo tiró al piso y se sentó sobre de él, levantó su cuchillo en alto y lo atacó, pero por suerte Yamashita detuvo con sus manos ese cuchillo, sus manos comenzaron a sangrar, chinen atónito solo pudo gritar
-¡Yamashita!- grito acercándose a ambos.
-¡No vengas!- exclamó.-Parece que…estoy algo oxidado…me disculpo por eso..! Chinen no entendió a lo que se refería, sin embargo observó como de pronto Yamashita jaló hacia sí mismo el puñal y lo desvió hacia un costado de él, provocando que el cuchillo del atacante se estrellara directamente al piso, al mismo tiempo que con un brazo le tiraba un codazo en el rostro al hombre ladeándolo y desarmándolo, ahora yamashita fue quien se puso sobre de él y le tiró un puñetazo-perdón por la tardanza!- grito finalmente mientras lo golpeó de nuevo un par de veces más sin ningún reparo.
Chinen estaba en shock, miraba fijamente al hombre incluso después de ignorar a Yamashita cuando este le preguntó:
-¿Estás bien?-pronunció con una sonrisa en su rostro.-descuida, no se levantará…al menos no por un buen rato, espero que no se me haya pasado la mano.
Yamashita se acercó a chinen, frotó sus manos sobre sus bermudas limpiando la sangre de aquél hombre y puso ambas manos sobre las mejillas de Chinen, levantó su rostro y lo miró fijamente:
-¿Estás bien?-preguntó observando esos ojos contemplarlo únicamente a él.
-ha-hai…-susurró…pero luego se sobresaltó al divisar de reojo un tono carmesí resbalando por el antebrazo de Yamashita.-E-estás sangrando!-exclamó alejándose.
-Ah…esto…ni me di cuenta cuando pasó-sonrió y movió su s brazos sin darle importancia.
-¿! Cómo es posible eso!? ¡Tenemos que curarte vamos!
Luego de que subieran al auto, ya que Yamashita quien se negó a ir al hospital alegando como justificación su enorme desagrado por las agujas, llegaron a la casa del joven Chinen.
-¡Siéntate en al sillón! -ordenó chinen nada más al atravesar la puerta y cerrarla de golpe corriendo por un botiquín.
-Te preocupas demasiado, en serio no es nada.-le insistió tranquilamente sentándose en el sillón.
Chinen llegó y se sentó al lado de Yamashita con el boquitín en las manos.
-La herida está por el hombro, no alcanzo a curarla aunque esté rota, ¿tu playera no sube más?
-Descuida eso no es ningún problema, de todos modos ni me gustaba.-dijo desprendiéndose de la susodicha playera y mostrando sus bien trabajados abdominales y pectorales sin ningún reparo dejando a un chinen con los ojos abiertos como platos.
Luego de quitársela, Yamashita sacudió un poco su cabellera, a chinen esto le parecía toda una visión, pero antes de que el mayor se diera cuenta miró rápidamente hacia el piso diciendo:
-¿Desde cuándo te convertiste en una masa de esteroides?-fingiendo molestia para ocultar su pena.
-¿Eh?? Pero si… ¿cuáles esteroides?? Yo soy 100% natural-dijo con aire triunfal e infantil.
-Sí, claro, sólo pon tu brazo ¿sí?
-ok, ok pero no vayas a ser malo conmigo-dijo extendiéndole éste.
Chinen lo miró incrédulo. Le costaba mucho no echarse a reír viendo como el “Mr. Perfecto” se comportaba así únicamente con él.
-¿Qué? ¿Por qué me miras así?-preguntó Yamashita
-¿Eh?, ¿cómo?-dijo un poco sorprendido de haberse quedado tanto tiempo mirándolo sin haberse dado cuenta.
-Mmm no me digas que ya te enamoraste de mí, ¿ah?-dijo sonriendo burlón
Chinen se ruborizó al instante, pero también se molestó.
-¡Idiota!-dijo presionando sin cuidado la herida de Yamashita con el algodón cubierto de desinfectante.
-¡AHHHH!-¡te dije que con cuidado!-exclamó Yamashita
-¡Pues deja de comportarte como un tonto!- le recalcó chinen
-¿Cómo que como un tonto?
-¡Pues así! ¡Cómo tu!-elevó la voz el menor.
-¡No dejaré que un chiquillo se intente pasar de listo y me tome por un idiota!
-¿Ah sí? ¡Pues lo estás logrando! ¡Sólo quédate quieto y cierra la boca que tus comentarios me tienen harto!
-Y ¿qué comentarios son esos ah? ¡No he sido más que amable contigo toda la noche! ¡Te salve la vida! y ¿así es como me pagas?
-¡Ahh lo siento! ¡No sabía que tenía que pagarte por algo como eso! ¡Nadie te pidió que me salvaras!
-¡Lo hubiera hecho aunque no me lo hubieras pedido!-gritó finalmente el mayor.
-¿Por qué? Si solo soy un mocoso ¿no?
-Te equivocas eres…eres mucho más...- dijo el mayor pausadamente y bajando la voz.
-¿Ah sí? ¿Qué?-inquirió el menor mientras se acercaba más al rostro del mayor retándolo con la mirada.
-Eres…-dijo mirándole directo a los ojos, luego miró sus labios y de nuevo volvió a la mirada del menor, el semblante de Yamashita había cambiado a uno serio pero que era hasta cierto punto suplicante.
[ I Want You ] [ parte 2 ]