BB está oculto detrás de una columna, ya casi es la hora del toque de queda y sabe que Near pasará por ahí en cualquier momento. Los ojos le brillan de furia: L, su admirado L, tenía su atención centrada en ese mocoso de pelo blanco.
Pero la gota que había colmado el vaso no había sido solo esa, el chiquillo en sí lo tenía al borde de la locura, los
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