La madrugada llega calurosa, casi pesada
las flores de tu edredón cubren nuestros cuerpos desnudos.
Tú duermes, yo no puedo.
Sincronizo mi respiración a la tuya
mientras acaricio tu espalda.
La palidez de mis manos contrasta con tu color chocolate.
Sigo sin poder dormir pero no me importa
tampoco me importa saber que mi tiempo se acaba.
Mi tiempo contigo.
(
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