30vicios kanda x lenalee (d.gray-man)
Título: Celos
Serie: D.Gray-Man
Personajes: Kanda Yuu x Lenalee Lee
Género: General
Advertencias: G, 693 continuación de conejo
Tabla: Aquí
07. Celos
Lo mira y desea matarlo. Esta vez no estaba ni para cuentos, como más rápido estuviera muerto mejor, no se daría ni el placer de disfrutar el momento. Lo único que quería es que en ese momento dejara de respirar, se le quitara la sonrisa estúpida de su boca y los dejara en paz de una maldita vez.
“¡Lenalee~~!” Los brazos del chico, extrañamente más largos de lo normal, rodearon la cintura de la chica que inmediatamente se enrojó levemente ante la atención del chico que en esos momentos la estaba tratando como una reina. “Hoy estas tan preciosa como todos los días.” El guiño de ojo no se le escapó, y aunque era difícil de decir si era un guiño o si solo era el pestañear, la sonrisa que tenía indicaba que parecía estar intentando flirtear con la chica. Arqueó una ceja cuando el chico se acercó al cuello de la chica haciéndole algo que la hizo reír. “¡Y hueles tan bien como siempre!”
La chica mira directamente a los ojos de Kanda en la espera de que hiciera algo, pero él se limitó a girar su cabeza hacia la otra zona del salón porque aunque hubiera deseado irse directamente no podía dejar al chico ese solo con ella. Ella era demasiado inocente como para ser tocada o flirteada por alguien como él.
Ella le preguntó si estaba bien al chico que en esos momentos la estaba abrazando como si no hubiera mañana y el moreno decidió mirar hacia ellos otra vez justo cuando el otro chico esta asintiendo la cabeza como el estúpido que era y se tuvo que preguntar, para no tener que hacer una masacre con solo un loco, si ese chico no estaba peor de lo que todo el mundo pensaba que estaba. Komui debería de no haber aceptado su entrada en la organización.
Lenalee le da un leve carpetazo al chico que aún después de unos minutos seguía abrazándola, Kanda cierra los ojos para no ver la escena y mientras que el chico parece casi disfrutar del golpe, por no decir que le hubiera gustado recibir otro golpe de la chica, el moreno tiene que apretar el puño.
¿Cómo reaccionarían los demás si un chico tan frio como Kanda hubiera reaccionado violentamente ante una escena como esa? Seguramente cuando Komui se enteraría de lo ocurrido le agradecería al principio, pero estaba seguro de que después acabaría pensando mal.
Suspira ligeramente aliviado cuando la chica intenta mantener una conversación sin importancia con él pero, como algo que estaba más claro que el agua, él la ignora no respondiéndole la pregunta del “cómo le había ido el día” y mientras ella intenta evitar una mueca el otro chico acaba contestándole, mientras uno de sus brazos rodea los pequeños hombros de Lenalee que lo mejor, como siempre, era ignorar a Kanda porque nunca iba a ser divertido.
“Quizá deberíamos ir un ratito a la biblioteca.” Comentó mientras la miraba pícaramente. “O quizá podríamos ir a jugar toda la tarde por las habitaciones.” La chica alzó una ceja y preocupada le preguntó si realmente se encontraba bien. “Claro que estoy bien, estoy muy bien. Lo único que tendrías que preguntar es que si quiero algo, respondiéndote yo que hay algo que si quiero y que creo que le he estado intentando dejar bien claro sin ser un animal.”
La chica, ante la alegría de uno y la desgracia del otro, se ruborizó ante las palabras mientras que el chico le cogía tiernamente la mano y se la llevaba del salón.
Kanda respiró y agradeció el silencio mientras parecía que se iba calmando, pero en menos de un par de minutos se volvió a tensar. El carpetazo, el famoso carpetazo que solo él podía recibir y que, por desgracia, había contemplado como otro lo recibía, lo podía perdonar. Lo que no podría perdonar era lo que pudiera pasar si no iba a separar a Lenalee de ese pervertido.
Con la espada en mano y preparado mentalmente para asesinar de un solo golpe al chico salió corriendo del salón al soltar la frase que hacía tiempo que estaba deseando soltar.
“Estar muerto Lavi.”
Serie: D.Gray-Man
Personajes: Kanda Yuu x Lenalee Lee
Género: General
Advertencias: G, 693 continuación de conejo
Tabla: Aquí
07. Celos
Lo mira y desea matarlo. Esta vez no estaba ni para cuentos, como más rápido estuviera muerto mejor, no se daría ni el placer de disfrutar el momento. Lo único que quería es que en ese momento dejara de respirar, se le quitara la sonrisa estúpida de su boca y los dejara en paz de una maldita vez.
“¡Lenalee~~!” Los brazos del chico, extrañamente más largos de lo normal, rodearon la cintura de la chica que inmediatamente se enrojó levemente ante la atención del chico que en esos momentos la estaba tratando como una reina. “Hoy estas tan preciosa como todos los días.” El guiño de ojo no se le escapó, y aunque era difícil de decir si era un guiño o si solo era el pestañear, la sonrisa que tenía indicaba que parecía estar intentando flirtear con la chica. Arqueó una ceja cuando el chico se acercó al cuello de la chica haciéndole algo que la hizo reír. “¡Y hueles tan bien como siempre!”
La chica mira directamente a los ojos de Kanda en la espera de que hiciera algo, pero él se limitó a girar su cabeza hacia la otra zona del salón porque aunque hubiera deseado irse directamente no podía dejar al chico ese solo con ella. Ella era demasiado inocente como para ser tocada o flirteada por alguien como él.
Ella le preguntó si estaba bien al chico que en esos momentos la estaba abrazando como si no hubiera mañana y el moreno decidió mirar hacia ellos otra vez justo cuando el otro chico esta asintiendo la cabeza como el estúpido que era y se tuvo que preguntar, para no tener que hacer una masacre con solo un loco, si ese chico no estaba peor de lo que todo el mundo pensaba que estaba. Komui debería de no haber aceptado su entrada en la organización.
Lenalee le da un leve carpetazo al chico que aún después de unos minutos seguía abrazándola, Kanda cierra los ojos para no ver la escena y mientras que el chico parece casi disfrutar del golpe, por no decir que le hubiera gustado recibir otro golpe de la chica, el moreno tiene que apretar el puño.
¿Cómo reaccionarían los demás si un chico tan frio como Kanda hubiera reaccionado violentamente ante una escena como esa? Seguramente cuando Komui se enteraría de lo ocurrido le agradecería al principio, pero estaba seguro de que después acabaría pensando mal.
Suspira ligeramente aliviado cuando la chica intenta mantener una conversación sin importancia con él pero, como algo que estaba más claro que el agua, él la ignora no respondiéndole la pregunta del “cómo le había ido el día” y mientras ella intenta evitar una mueca el otro chico acaba contestándole, mientras uno de sus brazos rodea los pequeños hombros de Lenalee que lo mejor, como siempre, era ignorar a Kanda porque nunca iba a ser divertido.
“Quizá deberíamos ir un ratito a la biblioteca.” Comentó mientras la miraba pícaramente. “O quizá podríamos ir a jugar toda la tarde por las habitaciones.” La chica alzó una ceja y preocupada le preguntó si realmente se encontraba bien. “Claro que estoy bien, estoy muy bien. Lo único que tendrías que preguntar es que si quiero algo, respondiéndote yo que hay algo que si quiero y que creo que le he estado intentando dejar bien claro sin ser un animal.”
La chica, ante la alegría de uno y la desgracia del otro, se ruborizó ante las palabras mientras que el chico le cogía tiernamente la mano y se la llevaba del salón.
Kanda respiró y agradeció el silencio mientras parecía que se iba calmando, pero en menos de un par de minutos se volvió a tensar. El carpetazo, el famoso carpetazo que solo él podía recibir y que, por desgracia, había contemplado como otro lo recibía, lo podía perdonar. Lo que no podría perdonar era lo que pudiera pasar si no iba a separar a Lenalee de ese pervertido.
Con la espada en mano y preparado mentalmente para asesinar de un solo golpe al chico salió corriendo del salón al soltar la frase que hacía tiempo que estaba deseando soltar.
“Estar muerto Lavi.”