-¿Qué le has dicho?
Kai levanta la vista de su casillero para prestarle atención a Baekhyun, con una mirada indiferente.
-Qué. -Pone una expresión en blanco.
-A Chanyeol -agrega Baekhyun con brusquedad; hace tiempo que su conmoción se desvaneció y fue reemplazada por ira-. Estoy seguro de que ahora me odia, y esto tiene tu nombre escrito por todas partes.
La mandíbula de Kai se tensa, y parece que hubiera algo que tiene muchas ganas de decirle. Pero en vez de hacerlo, suspira y niega con la cabeza.
-A veces, en verdad no te entiendo -expresa con voz calma-. Y no le dije nada.
-Sí, cómo no -espeta Baekhyun-. Sé que ustedes se han estado viendo a mis espaldas.
-¿Acaso te oyes? -inquiere el otro, todavía sin alzar la voz-. No estuvimos haciendo nada a espaldas tuyas. Chanyeol es una persona libre, como el resto de nosotros. No tiene por qué pedirte permiso para hacer nada.
-¿Por qué estás tan interesado en él de pronto? -interroga Baekhyun, luciendo como si en cualquier momento fuera a explotar-. Nunca te importó una mierda, ¿por qué ahora sí?
-¿Cómo puedes decir eso? ¡Es tu mejor amigo! ¿Y cuál es tu problema? Es como si quisieras que la vida de Chanyeol fuese miserable si no te tiene en ella.
-Kai. -Baekhyun habla con tono sombrío, y se le cruza por la mente un pensamiento horrible-. ¿Acaso él… te gusta?
-Y si así fuera, ¿importaría? -Kai lanza los brazos al aire, como perdiendo ya toda su fe en la humanidad-. ¿Qué harías entonces?
-¿A qué… a qué te refieres? -tartamudea el otro, sin haberse esperado para nada aquella respuesta. Lo que fuera que su amigo estuviera implicando le hizo sentir como si alguien le hubiera dado un puñetazo en el estómago.
-No importa. -Kai suspira y se pasa las manos por el rostro, derrotado-. Y él no me gusta, así que deja de enloquecer al respecto. Por todos los cielos, Byun Baekhyun, tienes que decidirte, porque si esto sigue así por mucho tiempo más, no seré capaz de controlar mis acciones.
-¿Qué demonios? -pregunta, pero Kai ya está alejándose. Se rasca la cabeza, perplejo realmente. En serio… ¿qué demonios?
Esa noche se va a su casa y piensa. Piensa en Chanyeol y… bueno, más que nada solo en él.
Baekhyun es protector, eso lo sabe. Lo que no sabe es por qué le preocupa tanto perderlo, si al fin y al cabo los mejores amigos pueden ser reemplazados con el tiempo. Han pasado por mucho juntos, pero sin duda podría dar vuelta a la página y crear nuevos recuerdos con alguien más.
¿No es así?
Tampoco sabe por qué se sintió tan pasmado al asumir que a Kai le gustaba Chanyeol. No es como si fuese su novio. Y sabe con seguridad que Chanyeol sería un novio pésimo: es muy olvidadizo, no se toma nada en serio y no le gusta salir a ninguna parte; básicamente, es lo opuesto de lo que a Baekhyun le gusta. Pero una pequeña parte suya no puede evitar preguntarse cómo sería tenerlo de novio. Tal vez, en algún universo alternativo donde Baekhyun fuera un nerd socialmente inepto, podría pasar. Tal vez.
Y Chanyeol definitivamente es el nerd socialmente inepto más atractivo de su escuela. Eso suma puntos, ¿no?
No tiene madera de novio, decide Baekhyun. Pero es el mejor amigo perfecto.
Y no está celoso. No le importaría si Kai y Chanyeol comenzaran a salir. Es muy extraño pensar en ello, y le resulta tan incómodo imaginarse a su mejor amigo persiguiendo a Kai como un cachorrito en vez de a él. Además, ¿quién lo ayudaría con su tarea de Física cuando Chanyeol estuviera ocupado?
Bueno, sí le importaría. ¡Pero no porque quiera a Chanyeol todo para él ni nada parecido! Es como… una madre que no quiere que su hijo tenga citas porque para ella aún es su bebito precioso, incontaminado por el mundo.
Sí. Eso es. Él es como la madre de Chanyeol. Más o menos. Y por eso es que Baekhyun siempre ha sido tan controlador. Ahora todo cobra sentido. Aun así, Chanyeol jamás se quejó de su naturaleza autoritaria. En todo caso, Baekhyun creyó que le gustaba. Siempre dependió de él, y ahora, supone, ya no.
Tal vez ha sido demasiado controlador. Se distanciará un poquito, si eso es lo que desea Chanyeol. No va a dejarlo ir tan fácilmente. El tercer año ha sido muy estresante para él, y sus emociones se hallan intensificadas. Por supuesto, eso es lo que ocurre. Sólo necesita relajarse un poco. Todo aquel drama es simplemente… innecesario. Le dará a Chanyeol uno o dos días para que se calme, y luego todo volverá a la normalidad. Está seguro de ello.
La semana siguiente transcurre con lentitud. Es raro, porque Baekhyun jamás pasó antes tanto tiempo sin hablar con su mejor amigo, pero es por su bien. Por el de Chanyeol y el suyo propio.
El único que consigue apartar sus pensamientos de sus problemas con el más alto es Kim Jonghyun. Invita a Baekhyun a salir con sus amigos el viernes a la noche. Él había estado planeando hablarle por fin a Chanyeol el viernes, pero supone que puede dejarlo en paz un día más.
La noche acordada, Jonghyun lo pasa a buscar en su elegante auto. Es lindo, pero el imaginarse viajando en el mismo vehículo que el amor de su vida ya no le produce deseos de cantar sobre los tejados… Aunque todavía le hace sentir mareos y fangirlear internamente.
Van a un noraebang sofisticado. Baekhyun solamente ha ido a uno turbio ubicado cerca de su casa. Ese es lindo, y se siente algo abrumado por estar ahí, encima con los amigos de Jonghyun. Éste permanece a su lado literalmente toda la noche. Le invita los tragos y siempre le insiste en cantar otra canción juntos. La cabeza de Baekhyun está algo nebulosa por toda aquella atención, pero se deja llevar.
Su mente no puede evitar preguntarse por Chanyeol. Quiere saber qué está haciendo en ese momento. Si está con Kai. Una partecita suya desearía haberse quedado en casa y haber ido a la de Chanyeol en vez de allí.
Todos abandonan el karaoke cerca de la medianoche. Jonghyun lo lleva hasta su hogar, y cuando arriban incluso lo acompaña hasta la puerta de entrada.
-Eres muy divertido, Baekhyun -le dice, con una sonrisita-. Tal vez debamos llevarte con nosotros cada vez que vayamos al noraebang.
Está muy cerca de él. Baekhyun se muerde un labio, aguardando. El otro sólo le guiña un ojo y le revuelve el cabello antes de darle las buenas noches y volver al auto.
Las emociones de Baekhyun se disparan en todas las direcciones mientras va escaleras arriba hacia su habitación. Se siente como si flotara porque, oh por dios, cree que Kim Jonghyun gusta de él. Pero también está nervioso, lo cual es raro, pero se lo atribuye al hecho de que jamás le había gustado tanto una persona.
Abre la puerta de su cuarto y salta sobre la cama, como una colegiala adolescente en una película. Su suspiro de felicidad se interrumpe cuando siente algo duro y puntiagudo clavándosele en la espalda.
-Ay, carajo -farfulla, dándose vuelta para ver al objeto inanimado que tuvo la audacia de arruinarle su momento tan perfecto.
Es su libro enorme de física, lo cual es extraño, porque sabe con certeza que cuando se fue lo dejó sobre el escritorio, juntando polvo, como siempre.
Tiene además un papel sobresaliendo por un costado, que antes no estaba allí. Curioso, Baekhyun lo extrae, y deja escapar un sonido raro, entre quejido y risa, al ver lo que es.
Son sus ejercicios de Física de esa semana. El nombre en la parte superior de la hoja reza «Byun Baekhyun», pero aquella letra es, sin lugar a dudas, la de Park Chanyeol.
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